Capítulo 7
Mi mamá se levanta más tarde se lo habitual, cuando se entera de que Harry se ha ido hace más de tres horas se decepciona y me cuenta su plan.
-Quería que tu amigo nos acompañara al mercado, hace muchas semanas no estamos ahí- me dice, la miro y frunzo el ceño.
-Mamá estuvimos ahí hace dos días- le digo y la tomo en curva, ella levanta las cejas como si acabara de recordarlo.
-Claro, perdón hija lo olvidé- responde, con lentitud se dirige hasta la nevera para sacar una fruta y comérsela mientras que yo tan solo la sigo con la mirada.
-¿Ya desayunaste Amber?- pregunta.
-Ya hasta voy a cenar, son más de las siete de la noche madre ahora si se te durmió el gallo- bromeo, ella no se ríe tan solo soba su cabeza ante una posible jaqueca.
-¿Te sientes bien?- me enderezo de mi posición dejando el control de la televisión de lado, ella mueve su mano de arriba a abajo afirmando, pero con la otra mano aún presiona su cabeza, en un rápido movimiento ella resbala de la mesa y cae desmallada al piso.
-¡Mamá!- exclamo corriendo hacia ella, pongo mi mano bajo su cabeza y comienzo a soplarle aire, se ha desmayado una vez más y esa señal significa que está empeorando, agarro algo de algodón y alcohol para intentar despertarla mientras que con la otra mano le llamo a una ambulancia para que venga a ayudarnos.
***
Odio los hospitales, no tienen nada de hospitalarios al estar aquí se siente en el aire una ola de enfermedad y depresión, estoy sentada en la sala de espera mirando a los doctores caminar de un lado al otro, las enfermeras sostienen sus reportes médicos entregando noticias de aquí para allá y sin embargo ya llevo aquí más de cuatro horas sin saber como está mi mamá.
-¿Familiares de Loraine Pines?- pregunta al fin un doctor, en seguida me levanto y voy hasta él esperando lo mejor pero preparada para lo peor.
-Soy su hija- me presento por si el doctor me ha olvidado, el asiente dándome a entender que sabe quien soy y revisa las radiografías.
-¿Ves esto que está aquí?- señala unas manchas ubicadas en el cráneo de mi madre, asiento con un nudo en la garganta.
-Son los tumores Amber, lamentablemente la hora temida ha llegado- mis ojos se abren, aprieto mis labios tratando de contener el llanto pero ésta vez el dolor es más fuerte que yo.
-Bueno, pongale el tratamiento que tanto insistía, seguro que con eso se mejora lo sé, ella suele darme pequeños sustos de reprende pero ya se le pasará mañana va a estar mejor pero por favor corra a ponérselo doctor- chillo, el doctor niega con la cabeza sintiendo pena por mi y por el echo de que ahora estoy sola.
-Tu madre nunca quiso entrar a tratamiento en el momento en que su cáncer podía ser controlado, es demasiado tarde hija, usualmente no dejamos entrar a personas a terapia intensiva pero viendo la gravidez del asunto puedes acompañarme si quieres-
-¡No!- exclamo negando con la cabeza, las lágrimas comienzan a brotar así que cubro mi boca con la mano para evitar sollozos involuntarios. -No, ella va a estar bien, no me hable como si estuviera a punto de morir porque...-
-¡Amber!- me sacude ligeramente por los hombros -Debes aceptar que por más doloroso que sea es mejor que te prepares para lo peor y que te despidas- el doctor me suelta y comienza a caminar sin decir nada, obligo a mis piernas a reaccionar e ir tras de el para ver a mi madre, no puedo dejar las lágrimas, me olvido de todo el mundo exterior y por ahora lo que me importa es buscar la manera en la que mi mamá sobreviva la noche para poder irnos a casa mañana por la mañana.
Su habitación es una de las últimas, en donde ponen a los pacientes que ya van de salida, me siento ofendida ante esa situación pero al momento de ver su cuerpo frágil tirado en esa cama blanca me quiebro por completo, pongo mi mano en mi boca silenciando mis sollozos, ella permanece inconsciente conectada a suero, en los últimos meses eso es lo único que le está, todo lo que comía lo vomitaba por eso es que había días en que prefería solí dejar de comer y comenzar a beber líquidos, la miro con desesperación y comienzo a hablar.
-Todo es tu culpa- sollozo -Nunca quisiste tomar el tratamiento fuiste egoísta- digo entre llanto, ella ni siquiera se inmuta así que sigo. -Tu te irás a un mejor lugar mientras que yo...mientras que yo...- no termino la frase, estoy llorando como Magdalena y doy gracias al cielo de que nadie más esté aquí viendo lo débil que en realidad soy.
Vamos Amber termina la frase admitelo ¡Admite que te quedarás sola!
Mi mamá abre un ojo y poco a poco va abriendo el otro hasta quedar completamente despierta observándome, al inicio creo que no me reconoce hasta que sus ojos se llenan de lágrimas también.
-Ven aquí cariño- abre su brazo hasta mi, las dos lloramos inconsolables yo mantengo mi oído pegado a su corazón mientras que ella acaricia mi cabello revuelto aún destrozadas.
-Lo lamento- chilla, acaricio su brazo para mostrarle que todo está bien -Lo lamento mi niña- sozolla y comienza a canturrear una canción que solía cantarme de muy niña antes de dormir.
Cuando al fin termina de cantar algo me dice que lo que dice la canción es verdad, no estoy sola ella siempre ira conmigo a todos lados pase lo que pase.
Una enfermera aparece después de unas horas a avisarme que debo salir para que pueda revisarla, son alrededor de las cuatro de la mañana, doy un fuerte abrazo a mi mamá y salgo hacia el encuentro con el doctor pero lo que veo me da ganas de vomitar en muchos sentidos, una cara familiar que desearía no verla ni en pintura, el hombte que dice ser mi padre está parado justo frente a mi con una mirada de lastima. Que hipócrita.
-Hola- me saluda, lo miro de arriba a abajo y niego con la cabeza ante tal cinismo.
-Tu que haces aquí largate- le digo con voz ruda, mi papá no me protesta el tono con el que le hablo por la situación en la que nos encontramos sino que al contrario se muestra compadecido.
-Amber no es ni el momento ni el lugar para discutir- susurra, frunzo el ceño y continuó tratándolo de mala manera.
-No me interesa si es o no oportuna ésta discusión, pero tu visita no lo es así que si te queda la más mínima decencia largate de aquí y regresa a tu vida de porquería...-
-¡Amber!- me grita lo suficientemente alto como para que mi mamá note su presencia y lo llame desde el interior de la habitación.
-¿Robert?- pregunta ella, mi padre me pilla desprevenida y me hace a un lado para pasar a verla, el reencuentro me duele más a mi que a ellos mismos, ambos se miran con ojos tristes y llorosos, hasta parece que él aún le tiene afecto, la enfermera sale de el lugar respetando nuestra privacidad, por un momento me dan ganas de huir también pero me obligo a quedarme al lado de mi mamá
-Gracias a Dios- susurra mi madre, presto atención a esas palabras y a la petición que está a punto de realizar:
-Debes prometerme que cuidarás de tu hija así como yo lo hice todo el tiempo en que tu no estuviste- mi padre se acerca hasta su cama, paso mi mano por todo mi cabello dejándola al fin en mi frente, estoy evidentemente dolida.
-No Loraine, vas a seguir aquí a su lado, el doctor dice que estás mejorando- le informa, no miente pues en su visita mañanera me ha dado una pizca de esperanza más diciendome que ha salido de la zona de riesgo por ahora, sin embargo mi madre niega con amargura.
-Ya no creo en cuentos de hadas amor- dice en tono dulce acariciando su barbilla, espero que esas palabras lo hayan dañado tanto como a mi.
-¡Prometmelo!- le dice mi mamá, él se queda ido mirándola sin saber que responder.
-¡Prometelo es tu hija!- insiste con voz alta y entre sollozos, finalmente mi padre la interrumpe tan solo para decir:
-Te lo prometo-
Miente.
***
Capitulo triste😭
Pero más triste es la vuelta a clases...pkm que te dejen tarea el primer día...a alguien más además de a mi les dejaron hasta leer la biblia?😂
Bueno espero les guste el capitulo mañana nos vemos los amo💖
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