"Mantener el sueño vivo"

-Em buenas noches- saluda Harry, con gran apatía empujo levemente a mi mamá para que se mueva de vuelta al apartamento, ella no puede estar tanto tiempo respirando el aire contaminado pero parece no entender o no importarle mientras observa a Harry.

-Buenas noches- saluda mi mamá con su clásica sonrisa cansada, sus ojos están un poco hundidos y rodeados de unas ojeras profundas, su piel es pálida y aunque su cabello está más débil sigue conservando sus hermoso rizos similares a los de Harry.

-No sabía que tenías un amigo- se dirige a mi en voz alta para que él también lo escuche.

-Ah lo conocí hace una semana- le digo con indiferencia. Esa es la mitad de la verdad, lo vi por primera vez hace un par de meses y sin embargo lo conocí de verdad la semana pasada.

-Mi nombre es Harry Styles, es un gusto disculpe venir tan tarde tenía que acompañarla- miente mientras extiende su mano a la de mi madre.

-Si pero ya se iba mamá, nos vemos Harry hasta mañana- hago todo por cerrar la puerta pero él no se mueve de ella, mi mamá sostiene su brazo y se que es lo que viene después.

-Oh por favor, sería descortés dejarte ir en pleno aguacero ven entra y sirve que cenamos algo- su voz se escucha demasiado animada, incluso llego a creer el "cenamos" que pronunció.

-Tenemos una sombrilla mamá, además es muy tarde para que el ande por ahí- paso la sombrilla por delante de mi mamá y se la entrego a Harry, sus labios dibujan una sonrisa divertida, sabe lo incómodo que esto es para mi.

-De hecho no traigo carro y mi casa está de el otro lado de la ciudad, no me caería nada mal pasar a esperar que la lluvia ceda- eso es lo único que hace falta para que mi madre abra paso a Harry y éste entre directo a la cocina con sus peculiares ojos verdes puestos en mi evidentemente se está divirtiendo. Maldito.

-Así que ¿de donde eres Harry?- dice mi mamá, Harry sostiene entre sus dedos un tenedor lleno de carne que mi mamá ya tenía preparada para mi, yo solo lo escucho y mientras más historias nos cuenta menos incómodo es el ambiente y empiezo a desear que se quede otro rato, incluso mi mamá dejó sus molestias a causa de éste chico tan mono.

-Soy de Inglaterra, pero la vida me ha traído hasta Nueva York, es algo extraño acostumbrarse pero la llevo bien-

-Oh. Siempre quise ir a Inglaterra- dice ella.

-¿Oh en serio?- responde Harry, acaba de darle cuerda a una caja de platicas.

-Desde siempre he deseado viajar a lo largo de el mundo, eso es lo que tenemos en común Amber y yo, la navidad pasada casi nos vamos a Las Vegas convenciéndome que ella era una genial apostadora-

-Mamá...- digo entre dientes torciendo los ojos, detesto que mi mamá le hable de mi a la gente como si fuera un estuche de minerías cuando yo me siento la más mediocre de todas las hijas, en cambio a Harry le encanta escuchar eso, lo se cuando enmarca una ceja hasta a mi pero mi mamá no se da cuenta, está tan metida en la charla y en como va a quemarme.

-De niña apostaba sus Barbies, ella y sus amigas se sentaban en el suelo a jugar juegos de mesa por horas y horas, al final todas perdían sus pertenencias y Amber llegaba a a casa con tres o cuatro nuevas muñecas- se ríe, mis labios dibujan una sonrisa involuntaria recordando mi infancia, me daba ilusión ir a Las Vegas con mi mamá, pero ahora que ella está tan mal todo ese tema me causa nauseas.

-Tengo una hermana mayor que también estaba acostumbrada a eso, cuando ella tenia diez y yo unos seis o siete, ella solía apostar mis cosas llegó a vender por internet cientos de mis guitarras y las cejillas, ella es muy molesta-

-¿Cantas?- preguntamos a la par, pillo que Harry se sonroja un poco ante el interés pero improvisa muy bien su voz desinteresada.

-Nada profesional, algunas veces paso por las calles tocando y cantando para las personas, casi siempre que me veo en apuros económicos eso me ayuda, el año pasado toqué en las bodas de mis tías, más que nada es un hobbie- Harry se pasa el resto de la madrugada hablando y hablando, mi mamá ha dado justo en el clavo con la persona indicada para hablar hasta por los codos, por mi parte muero de sueño pero a ninguno de los dos parece importarles, a pesar de que mis párpados comienzan a pegarse todavía no me fio de él como para dejar a mi madre débil en su compañía así que me obligo a seguir despierta.
-La lluvia no tiene intenciones de pasar, veo que Amber tiene sueño así que porque no te quedas en su habitación, ella puede dormir conmigo oh...-

-No no, no podría abusar- dice Harry y le agradezco que halla parado su tren, ella estaba sacando conclusiones de algo entre Harry y yo.

-Te vas después de desayunar si quieres, pescarás un resfriado- mi mamá se levanta de su sitio dispuesta a dejar de debatir, está claro que Harry no tiene muchas ganas de marcharse.

-Está bien-

****

La cama de mi mamá es horriblemente incómoda, sus paredes son oscuras y me dan ganas de quedarme tirada hasta la tarde, luego recuerdo que hay un intruso en mi habitación así que me levanto y voy hasta ella.

La puerta está entra cerrada lo suficientemente abierta para que vea que en mi cama ya no hay nadie, debió haberse marchado, me acerco hasta la puerta y la abro sin cuidado ocasionando un quejido de dolor, le he dado justo en la nariz.

-¿Qué hacías detrás de la puerta?- lo regaño con nerviosismo, Harry sostiene su nariz con gesto de dolor, pareciera poca cosa pero lo empujé con demasiada fuerza como para que sangrara.

-Leía los folletos que tienes pegados ahí- me dice, su mano se separa de su nariz y en ella hay demasiada sangre, casi tanta como la que escurre, miro a mi alrededor y lo primero que se me ocurre en tomar algo de la ropa limpia de mi cama, una de mis toallas para hacer ejercicio, él se la pone en la nariz y me mira directamente a los ojos.

-¿Te duele?- pregunto apretando los labios, odio la sangre me trae muy malos recuerdos.

-Estoy bien, suele sangrar casi siempre por cualquier movimiento brusco en ella- me tranquiliza, estoy segura que mi rostro está palideciendo un poco pero no es por Harry sino por el liquido rojo y espeso que brota de él.

-Tu mamá no mentía eh- me dice señalando mi puerta, pegados en ella hay cientos de folletos de agencias de viaje.

-Recuerdo que cada semana después de que volvía de trabajar el turno doble llegaba con un nuevo folleto y me decía "cuelgalo en tu pared Amber, junto a los otros y te prometo que para navidad habremos visitado al menos dos destinos" pero supongo que eso era para mantener el sueño vivo- le explico.

-Cuando enfermó dejó de trabajar el turno extra y por ende los folletos terminaron ahí- señalo el último de ellos, una simple imagen de el reloj big Ben y sus alrededores, debajo de ella con letras iluminadas una leyenda que siempre creí estúpida y sin sentido " Si no vives en Londres, no lo conoces" ¿Quien pretendía que conocieras un país si no eres de allá? Y lo que es peor, la agencia era de viajes vacacionales ¿A que imbécil se le ha ocurrido un eslogan tan estúpido?

-La frase me ha llegado al alma- se fija, le sonrío chasqueando la lengua, su sangre para pero sigue algo manchado así que tomo otra toalla y con cuidado retiro las manchas sobre su nariz y labios, Harry no para de mirarme fijamente con la mirada fija como si me estuviera analizando, si te pines a pensar eso resulta bastante tétrico, quiero disimular que no me importa pero si me importa, es incómodo y extraño, más cuando nos quedamos sentados solo mirándonos el uno al otro sin decir ni hacer nada.

Él carraspea después de aquel momento incómodo y se levanta seguido de mi.

-Creo que debería irme- sugiere, me asomo por mi puerta, el cuarto de mi madre sigue cerrado y se que ella ha caído en un largo sueño.

-Claro- respondo volviéndolo a mirar, ambos llevamos nuestro trasero hasta la salida, le abro la puerta y lo despido hasta que se aleja por el pasillo, no sin antes decir:

-Me despides de ella-

***

Así que éste es el último capítulo de la semana, espero estar subiendo más el Lunes pero por favor sigan Apoyándome me gusta cuando suben los lectores💖 espero que les guste mi historia.
Nos estamos leyendo. Joce✨