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Sparrow Hood

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Sparrow Hood nunca fue el tipo de persona que se dejaba encerrar en una caja, ni siquiera la caja de su destino. Hijo de Robin Hood, el conocido ladrón y héroe, estaba destinado a seguir sus pasos, robando a los ricos para dar a los pobres, pero Sparrow no veía su futuro de esa manera. En lugar de con la flecha y la capa, él se definía con su guitarra eléctrica, sus acordes poderosos, y su presencia magnética sobre el escenario. Su corazón latía por la música, y si alguien le preguntaba por su futuro, no dudaba en responder con una sonrisa pícara "Preferiría estar en un cartel de concierto que en uno de 'Se busca'."

Era viernes por la tarde en Ever After High, y los pasillos del colegio vibraban con el eco de las conversaciones y las risas de los estudiantes. Sparrow, con su característica actitud relajada, caminaba por el campus con su guitarra colgando a su espalda, el pañuelo verde alrededor de su cuello moviéndose ligeramente con el viento. Su cabello naranja, despeinado y rebelde, le daba un aire despreocupado, mientras que su sombrero verde, con una pluma a un lado, completaba la imagen del hijo de Robin Hood. Sin embargo, había algo en él que contrastaba con su legado: mientras que su padre vivió para el robo y la valentía, Sparrow solo deseaba componer, cantar y dejar huella con su música.

Pero ese día, algo cambiaba en el aire. En medio de la multitud, Sparrow vio a alguien. No era la primera vez que la veía, pero sí fue la primera vez que su presencia lo afectó de esa manera. T/N, la hermana menor de Ashlynn Ella, caminaba por el pasillo con su usual elegancia. Ella tenía el mismo brillo en sus ojos, esa mezcla de dulzura y determinación, y la misma piel de melocotón que su hermana mayor. Su cabello, largo y de un rubio cálido, caía sobre sus hombros con una suavidad delicada, en ondas suaves. Aunque su estilo era ligeramente diferente al de Ashlynn, el aire natural y sencillo de T/N le confería una belleza discreta pero magnética.

Llevaba una blusa de manga larga de color blanco roto, con detalles de encaje en las mangas, y una falda gris oscuro que caía justo por encima de sus botas de tacón bajo, de un marrón cálido. Un par de pendientes discretos en sus orejas, y el pañuelo verde al cuello, aunque distinto al de Sparrow, parecía unir sus destinos de alguna manera, como si ambos compartieran un lazo invisible. Mientras ella caminaba, la ligera brisa movía su cabello, y Sparrow no pudo evitar quedarme mirando.

T/N levantó la vista en ese instante, y sus ojos verdes se encontraron con los de Sparrow. Durante un segundo, el mundo pareció detenerse. Había algo en su mirada, una chispa de curiosidad y algo más, algo que Sparrow no podía definir. Pero sin pensarlo demasiado, dio un paso hacia ella, su sonrisa divertida y confiada de siempre asomando en su rostro.

—¿Tú? ¿La hermana menor de la famosa Ashlynn Ella?—Dijo Sparrow con un tono juguetón, mientras le hacía un gesto con la cabeza.

T/N rió suavemente, el sonido de su risa era como un susurro en el viento—Y tú el hijo de Robin Hood ¿Sigues con esas canciones de 'Robarles el corazón' a todas?—Respondió con sarcasmo, aunque su voz revelaba una suavidad inesperada.

Sparrow se inclinó ligeramente, tocando la cuerda de su guitarra como si estuviera afinando un acorde—Quizás, solo robarte a ti un poco de atención. Aunque, no prometo que no sea más difícil que las flechas de mi viejo.

T/N sonrió, divertida pero intrigada por la confianza que Sparrow mostraba—Eso es un desafío que no puedo rechazar.

La conversación continuó entre bromas y miradas furtivas. Sparrow, aunque normalmente un ladrón de corazones, comenzaba a sentir algo nuevo cuando estaba cerca de T/N. Había algo en su calma, en la forma en que no se dejaba impresionar por su estilo de vida o su actitud de rockstar, algo que desarmaba a Sparrow de una forma que ni siquiera sus canciones más atrevidas podían conseguir. Y lo curioso era que a T/N no le importaba ser "Roba corazones", ni el legado de su familia. A ella le gustaba la idea de conocer al chico detrás de la fachada.

...

Pasaron los días y Sparrow, aunque no era de los que se comprometían fácilmente, empezó a buscarla entre las multitudes. Se encontraban en los pasillos, en el café de la escuela, incluso en el jardín cuando T/N paseaba con su hermana Ashlynn. Cada encuentro era un poco más cercano, cada broma, un poco más personal. T/N, con su manera tranquila de ver la vida, y Sparrow, con su pasión por la música y su desinterés por el destino que le esperara, formaban una dupla que, aunque inesperada, parecía encajar perfectamente.

Una tarde, en el rincón más apartado del colegio, Sparrow estaba practicando una nueva canción. La melodía fluía con naturalidad, como si hubiera estado esperando ese momento para nacer. Su guitarra resonaba en el aire, mientras la luz dorada del atardecer iluminaba el escenario improvisado que había formado entre los árboles.

T/N, sin que Sparrow la notara, se acercó lentamente. Se detuvo a unos pasos de él, escuchando cada nota, cada acorde como si formara parte de un momento sagrado.

Sparrow terminó de tocar, notando finalmente su presencia. Sus ojos brillaban con una mezcla de sorpresa y gratitud—¿Te gusta?—Preguntó, bajando la guitarra, su tono menos arrogante que de costumbre, más vulnerable.

—Es impresionante—Respondió T/N, acercándose un poco más, admirando la habilidad con la que Sparrow se entregaba a la música—Tienes talento.

Sparrow sonrió de forma sincera, casi tímida—Gracias; pero creo que el verdadero talento está en las personas que escuchan ¿No?

T/N lo miró con curiosidad, sin entender del todo lo que quería decir—¿A qué te refieres?

—La forma en que cada uno recibe lo que te da. La música, las palabras, las miradas. Si tú decides escuchar, todo cobra otro sentido. Como esto—Por un segundo, sus ojos se encontraron de nuevo, esa conexión invisible que había comenzado a tejerse entre ellos aún más fuerte.

T/N se acercó un paso más, hasta quedar a la par de él—Creo que tú también sabes escuchar. Aunque nunca te lo digas a ti mismo.

La sonrisa de Sparrow se ensanchó—No soy un chico de muchas palabras, pero... me gusta lo que escucho cuando estoy cerca de ti.

El sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosas. La guitarra de Sparrow, aunque reposaba a su lado, parecía tener un brillo especial bajo la luz cálida. Y, por primera vez en mucho tiempo, Sparrow Hood entendió que a veces la música no solo se canta con la voz, sino con el corazón.

T/N y Sparrow, sin prisa, compartieron un momento en silencio, pero lleno de significado. No era necesario decir más, porque ambos sabían que este encuentro no era solo una casualidad, sino el principio de una melodía que ambos estaban listos para componer juntos.