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Kitty Cheshire

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El pueblo estaba en plena ebullición, decorado con luces parpadeantes y guirnaldas coloridas que colgaban entre las tiendas y cafeterías. Era el día del gran concurso de adivinanzas, un evento anual que atraía a todas las criaturas y habitantes del lugar. Madeline Hatter, con su característico sombrero de té y su energía chispeante, había convencido a Kitty Cheshire de unirse a la competencia, sabiendo que los acertijos eran una de sus pasiones secretas.

En el centro de la plaza, una tarima adornada con motivos de cuentos clásicos servía como escenario para el concurso. Kitty estaba recargada contra un poste cercano, su sonrisa traviesa dibujada en el rostro mientras observaba a los participantes. Su cola felina se balanceaba con pereza, pero sus ojos brillaban con un entusiasmo apenas contenido. Fue entonces cuando notó a T/N, quien ya estaba en el escenario ajustando sus lentes redondos con detalles brillantes.

T/N era una figura que destacaba entre la multitud, no solo por su cabello rubio que reflejaba la luz del atardecer, sino también por su porte elegante combinado con un aire de nerd confesa. Su vestimenta, cuidadosamente seleccionada, consistía en una blusa de tonos pastel con estampados de fórmulas matemáticas, una falda plisada y zapatillas que chispeaban con pequeñas luces LED. En sus manos llevaba un pequeño cuaderno donde aparentemente había estado garabateando ideas para nuevos inventos.

Madeline presentó a ambas contendientes con su entusiasmo característico—¡Y ahora, damas y caballeros, tenemos a dos mentes brillantes listas para enfrentarse en el juego de acertijos más emocionante del año! Por un lado, la misteriosa y siempre impredecible Kitty Cheshire. Por el otro, la inventora genio y elegante T/N ¡Esto promete ser inolvidable!

Los aplausos resonaron, y Kitty desapareció por un momento solo para reaparecer en el centro del escenario con su característica sonrisa flotante precediendo su forma física. 

—Espero que estés lista para perder, querida—Dijo con tono juguetón, sus palabras impregnadas de un desafío amistoso.

T/N no se dejó intimidar y respondió ajustándose los lentes con un gesto confiado—Veremos quién termina ganando. Por cierto, siempre es divertido enfrentarse a alguien que pueda desaparecer cuando pierde.

El primer acertijo fue lanzado, una adivinanza clásica sobre un bosque encantado y un lobo disfrazado. Ambas chicas respondieron casi al unísono, provocando una ovación de la audiencia. Así continuaron, enfrentándose a enigmas sobre espejos mágicos, princesas dormidas y brujas con manzanas envenenadas. La compenetración entre las dos competidoras comenzó a atraer la atención, y la audiencia se dividió entre los partidarios de cada una.

Kitty, con su habilidad para pensar rápidamente y su conocimiento de lo absurdo, sorprendió con respuestas ingeniosas que a menudo hacían reír a la multitud. T/N, por su parte, impresionó con su lógica afilada y su habilidad para resolver incluso los acertijos más intrincados con un razonamiento impecable.

Con cada ronda, la competencia se volvía más intensa. Kitty comenzó a usar su habilidad para desaparecer y reaparecer para dramatizar sus respuestas, provocando risas y aplausos. Mientras tanto, T/N sacó uno de sus pequeños inventos, un dispositivo que proyectaba hologramas para ilustrar sus soluciones. Ambas parecían disfrutar tanto del enfrentamiento que incluso los jueces se dejaron llevar por la energía.

Finalmente, tras una ronda particularmente desafiante que involucró un acertijo sobre un rey mágico y su castillo invisible. Maddie saltó de alegría, proclamando que ambas eran ganadoras en el arte de la confusión, mientras el público aplaudía con entusiasmo. T/n se giró hacia Kitty, extendiendo una mano con un gesto elegante.

—T/n, hija de Lewis. Fue un placer competir contigo.

Kitty estrechó la mano de T/n, notando lo firme y segura que era su presión.

—Kitty Cheshire. El placer fue mío—Sus ojos brillaron con un destello travieso—Aunque la próxima vez, no lo haré tan fácil.

—¿Próxima vez? —Preguntó T/n, inclinando la cabeza con curiosidad.

—Por supuesto. No querrás que este empate sea lo único que se recuerde de nosotras ¿Verdad?—su sonrisa tan amplia como siempre—Admito que no esperaba que alguien me mantuviera el ritmo. Eres buena, muy buena.

T/N sonrió, ajustándose los lentes nuevamente—Y tú eres toda una caja de sorpresas. Claro que me encantaría que volvamos a hacer esto en algún momento. Quizás con acertijos todavía más complicados.

Kitty inclinó ligeramente la cabeza, su cola moviéndose de un lado a otro—Es una cita entonces... aunque quizá debas cuidarte. Soy conocida por jugar sucio—Sus palabras estaban cargadas de un tono juguetón, pero sus ojos brillaban con genuino interés.

T/N respondió con una risa suave—Entonces tendré que inventar algo que pueda superar tus trucos—Mientras se alejaban del escenario, ambas chicas intercambiaron miradas cómplices, dejando atrás una impresión imborrable en los espectadores que no podían dejar de comentar la química entre las dos.

La invitación se hizo con una sonrisa deslumbrante, y T/n no pudo evitar devolverla. Asintió, sintiendo una chispa de emoción ante la perspectiva de un nuevo desafío. Ambas se separaron, pero no sin antes intercambiar una última mirada que prometía más juegos, acertijos y momentos compartidos en el futuro. Mientras la noche avanzaba, Kitty observó desde las sombras cómo T/n interactuaba con otros, su mente ya tramando nuevas formas de sorprenderla en su próxima reunión.