Johan anoto en su calendario el 10 de marzo. ¿Por que? porque ese día Judai tendría a sus cachorros y él debía estar preparado para entonces.

ㅡ¿Te sientes mejor cariño? -Judai movió la cola contento, su pata trasera estaba vendada pero afortunadamente, la herida no fue tan grave, solo le desgarro la piel pero no daño o quebró ningún hueso por lo que no podría caminar bien al menos por una semana y media.- ¿Quieres comer?

Judai solo se acurruco en la cama de Johan, o si, las ventajas de estar "enfermo" ahora el adorable perrito gano un lugar en la cama de su amo, no había un lugar mejor que ahí mismo. Johan tomo eso como un no, así que lo dejo dormir en su cama.

Ya eran dos veces que Judai había quedado atrapado en una trampa de osos, la primera vez fue  cuando apenas era un cachorro y Johan lo había salvado, aun recuerda como encontró a Judai, tan pequeño e indefenso en medio de un accidente automovilístico. Cuando Judai era apenas un lobezno, había sido fue secuestrado por unos cazadores.

Johan había logrado sacarlo a tiempo del automóvil en llamas pero los cazadores habían muerto por el violento accidente. Al principio Johan pensó que Judai era un adorable y tierno zorrito pero al crecer cambio a un coyote hasta que finalmente descubrió que era un lobo rojo. Estaba claro que Johan no podría quedarse con él.

En primer lugar era un animal silvestre que debía volver a su hogar, así que envió a Judai a un refugio y que ellos se encargaran del resto, sin embargo, Judai lloraba de una forma casi desgarradora cuando Johan lo dejo en ese lugar. 

Llegaron hasta sedarlo para que no se lastimara a si mismo, por mucho que Johan se negara a adoptarlo, al final lo hizo, tuvo que mudarse cerca de algún bosque para que el pequeño lobo pudiera correr y ser libre. Su trabajo era lo de menos, al ser contable podría trabajar en cualquier lado mientras tuviera Internet y solo le costo conseguir un permiso especial para tener un animal exótico como mascota.

Una ves hecho los tramites, Judai fue adoptado.

Luego vino el tiempo en que Judai jugaba en el bosque, no dentro del bosque después de quedar atrapado por curioso en una trampa de oso. Johan tenia varios vídeos de Judai jugando con él, con su vecina y con su Alfa. Incluso del Alfa de Judai y su actual pareja.

En este bosque, Johan conoció a su pareja y Judai a su Alfa.

Que nada malo pase esta noche por favor...

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La tarde paso rápido, Johan chequeaba a Judai pero no parecía tener ningún cambio, en realidad parecía bastante normal y eso lo estaba poniendo nervioso ¿Sera la calma antes de la tormenta? Se cuestionaba, realmente intentaba no pensar en eso pero era imposible. Así que aprovecho el estado pasivo de su perro para amarrarlo con las cadenas antes de que perdiera la razón por el evento lunar.

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Judai lo miraba con tristeza y Johan bufo. Ya era de noche, la luna aun no se veía y Judai estaba actuando muy normal... Demasiado normal y extrañamente dócil.

ㅡSolo será por esta noche, puedes aguantar hasta mañana en la mañana ¡Ya deja de quejarte! -Judai chillaba como cachorro.- Te dejare libre M-A-Ñ-A-N-A ¿De acuerdo?

Judai solo volvió a chillar y mientras se movía el sonido de las cadenas se hacia mas fuerte pero Johan no iba a desistir, nada lo haría soltar a Judai ni de sacarle el bozal esta noche.

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Johan tomaba una linterna a su vez se abrochaba su chaqueta para salir, se auto regaño por haber caído. Judai había fingido querer ir al baño, ya lo había hecho durante la tarde y se había portado bien con ir a una caja de arena, aunque la cadena estorbaba por eso solto la cadena, fue mas por reflejo que lo hizo y solo le tomo 2 segundos arrepentirse de haberlo hecho.

ㅡJohan eres un completo idiota. -Apenas abrió la puerta, se encontró con restos de pelo en la entrada. Cuando Judai salto desde la ventana sintió que algo había chillado y ahora miraba pelos de color blanco, una ardilla muerta y un collar color dorado.- Tiene que ser broma...

Johan tomo la escoba y barrio rápidamente el pelo, luego escondió el cadáver de la ardilla en un arbusto y finalmente tomo el collar.

ㅡ¡Johan, que bueno es verte! -Hablo sorpresivamente su vecina y como pudo Johan escondió en su espalda la posible evidencia de un crimen.

ㅡJajaja hola Rei ¿Qué ocurre? ¿Por que tan tarde? ¿Vienes a ver la luna?

ㅡUhm... Seria genial pero... Veras, mi gata salió... Creí haberla escuchado pero no la veo... Me preguntaba si la has visto, como paseas por las noches en busca de tu travieso perrito... Que podría jurar que nuevamente se te perdió ¿No?

ㅡEh... si, Jejeje no tengo remedio pero no, no e visto a tu gata. -Johan tiro el collar de forma disimulada dentro de su casa.- Yo ahora iré por Judai pero, si veo tu gata te aviso y ahm... ¡Espero que tu madre este mejor!

ㅡMuchas gracias, para reconocerla, ella es blanca con manchones rubios, tiene un collar dorado muy brilloso -Sonrió inocentemente Rei antes de entrar a su casa, Johan solo suspiro con culpa antes de ir al bosque.

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Johan pensaba que Judai odiaba el bosque luego de su accidente de cachorro pero ahora le parece que nunca dejo de ir ¡Hasta hizo un nido ahí! Seguiría regañándose a si mismo y pensar en todo lo demás pero un aullido lo hizo detenerse. No solo era un aullido, eran varios y ninguno parecía amable.

ㅡOh Judai... -Johan apresuro el paso hacia los aullidos.- ¡Por favor, escóndete...!

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Judai no tenia conciencia de que ocurría cuando era un pequeño y adorable lobezno, en un momento estaba jugando con sus hermanos y al siguiente estaba dentro de una asfixiante bolsa oscura. Paso un buen rato cuando su mundo negro se ajito y golpeo. Tanto ruido era enloquecedor, el aroma a quemado lo asusto, hacia tanto calor pero, antes de perder la conciencia observo un par de bonitos ojos de esmeralda.

A Judai le gustaba ese color como también aquel color caramelo brillante de su amadísimo alfa, ah, sus cachorros serian tan hermosos y vivirían en un lugar tan bonito, lleno de afecto, mimados hasta el infinito como él... Siempre y cuando estos desgraciados salgan de su territorio ¡Su alfa no esta y es deber de Judai proteger su hogar!

Judai temblaba, tanto de rabia como de miedo, nunca a estado en una pelea, no sabe pelear y esta consciente de que esta en una terrible desventaja

Sangre había en todas partes, gruñidos y ladridos feroces eran orquestadas bajo aquella luna. El instinto de dominar, proteger y obtener estaba a flor de piel en todos. Colmillos y garras filosas listas para un nuevo enfrentamiento. También en ese escenario habían caídas, perdidas horrorosas, cuerpos de quienes no pudieron escapar a su final.

Habían varios tipos de lobos, muchos de ellos eran lobos grises. Judai era grande pero no tan grande como aquellos lobos. Aun así no se movió y ladraba cuando uno de esos invasores se acercaba, habían varios luchando. Judai no dejaba que nadie se acercara a su nido, bloqueaba la entrada del sendero. Por fortuna ninguno lo tomaba en cuenta porque había otros más dispuestos a pelear y que se interponían en el camino de otros.

Pero uno de esos lobos grises acababa de matar en frente de Judai a un lobo rojo. Un lobo rojo como él y ahora parecía que el siguiente iba a ser Judai, no podía retroceder por la herida fresca que tenia en su pata trasera. 

No podía pelear con semejante bestia, sus cachorritos estaban en peligro pero Judai sabia, que esa bestia era la que estaba asechando a su amo, esa bestia mato a las ardillas y las dejaba en su casa para que su amo las recogiera como un sendero de migas de pan, era esta la bestia que no solo quería matar a otros lobos, él quería a su amo y intento emboscarlo muchas veces de no ser por Judai.

El gran lobo gris mostro sus colmillos ensangrentados y piso sin cuidado al cadaver del lobo que acaba de matar, era el fin pero al menos su amo estaba seguro en casa, tal vez si Judai muere aquí, este asesino dejaría a su amo en paz, puede que su amo viaje lejos cuando se den cuenta del peligroso mounstro que vino a este bosque.

Todo es por un bien mayor, en su corazón le pedía perdón a sus cachorros y a su alfa. Judai cerro los ojos cuando la bestia finalmente se abalanzo en su dirección.