Narra Momo

Me motive y Salí más temprano de casa para el trabajo, después de andar buscando durante semanas, encontré uno, es una pastelería, llegue eso de las 5 de la mañana, la tienda abre a las 7 AM, pero decidí llegar mucho antes, por si acaso.

Cuando decido dar una vuelta a la manzana, para hacer tiempo, me siento en el escalón de una casa, y veo a lo lejos a Kai, y no solo a él, si no, que también a aquel otro chico que estaba a su lado, era el que estaba en el departamento cuando discutimos gravemente, ¿Qué clase de relación tendrá con él? Como para que vivan juntos y yo nunca me haya enterado de su existencia.

-¿Cómo te llamas? – Me pregunta un chico que también estaba junto a ellos, yo simplemente lo ignoro, como suelo hacer cada vez que desconocidos me dicen cosas, pero este luego se cae encima mío, él rubio y esa persona... lo apartan de mí.

-¿Estas bien? – Me pregunto el chico, luego recordé su nombre, era Mark, me lo había dicho la primera vez que nos vimos, no solo eso, si no que recordé que Kai si me había hablado de él una vez en el pasado.

-Sí, estoy bien, gracias Mark. – Terminé diciendo el nombre inconscientemente, después no me dijo nada, solo se quedó con una cara de asombro, luego sonrió, no le pensaba decir nada a Kai, el simplemente me ignoro, al igual que yo, no quería volver a ver su rostro nuevamente, pero inevitablemente, vivimos lo suficientemente cerca como para cruzarnos, luego los tres se fueron, yo me quedé ahí sentada, esperando a que sea el horario de abrir la tienda. Y ese chico... Mark, Kai me contó que tenía una relación muy cercana a él, que cuando vuelva de Japón iba a presentármelo, pero luego nunca más lo volvió a mencionar, y cuando llegue al poco tiempo... pasó lo que paso... Yo me arte, tenía muchos celos, luego me arrepentí, y él se quedó enojado, de todos modos si no hizo nada más para tenerme a su lado... Es que en realidad no quería que estuviera, me duele pensar eso, pero tal vez hice lo correcto en cortarle antes, y así debería de haber quedado, no debí insistir de más.

Llego una compañera de trabajo, que abrió la tienda y me hizo pasar, me comento sobre algunas reglas a seguir, y algunos consejos de como comenzar.

-Mi nombre es Sana, si necesitas algo dímelo, primero puede ser difícil, pero cuando te acostumbres, ya lo aras más automático ¿Si?

-Está bien Sana, Mi nombre es Momo. – Ella tiene un tono muy adorable, no parece de su edad, a primera impresión, me cayó realmente bien, y también venia de Japón, así que podía hablar con ella en mi idioma natal.

Es un Lunes y el clima es ideal, mucha gente pasa por la tienda hoy, la mayoría para desayunar, a pesar de que ya son las 12 AM. Yo me encargo de preparar los cupcakes y algunos cafés, aunque no se prepararlos muy bien, en la prueba los había hecho mucho mejor de lo que me están saliendo ahora, tal vez por la presión y la rapidez que debo tener.

Dos semanas después cayó una celebridad en la tienda.

-¿Qué desea? – Estaba atendiendo las mesas ese día.

-Un café, y dos tostadas.

-Oh, ¿Eres Minah?

-Sí- Me respondió con una sonrisa, es una modelo que hace poco se hizo famosa aunque estuvo mucho tiempo en la industria.

-Ya traigo su pedido. – No me anime a pedirle una foto, aunque siempre que veo a algún famoso lo hago, ya que estaba trabajando, además estaba junto a un chico, tal vez su novio.

Al poco tiempo empezó a venir la prensa y el lugar se llenó de clientes, el chico que la acompañaba se retiró, dándome personalmente una parte de la cuenta, era bastante apuesto. Por un lado era mejor que haya estado una celebridad en la tienda, pero por otra peor... El lugar estaba repleto, y no daba abasto con los pedidos, tampoco podía recordarlos bien asique tuve que anotarlos.

Termine el día y me fui junto a Sana en el camino, luego de platicar un rato me pregunta.

-Y... ¿Por qué viniste a Corea?

-En realidad fui a Japón para visitar a mi mamá, ahora estoy viviendo con mi papá.

-¿Vas seguido a visitarla?

-Sí, voy en las vacaciones, y la última vez que fui, me quede durante 2 años.

-Oh... eso es mucho tiempo.

Llego a mi casa, dejo una bolsa de comida en el suelo.

-Pa, ya llegue. – No me respondía, chequee la habitación y no estaba, luego veo una nota en el piso, la abro, la nota decía:

"Lo siento, tuve que irme lejos, sé que podrás cuidarte bien por ti misma, sobre todo porque conseguiste un nuevo trabajo, hoy cumples 20 años, has crecido mucho, confió en ti, sé que eres fuerte." -¿Sé que eres fuerte? – Intento llamarlo a su celular pero no respondía, le mande un mensaje: "-¿Qué significa esa nota?" No pude contener las lágrimas, no me respondía en ningún lado, se tuvo que ir lejos... ¿Dónde? ¿Por qué? A tan solo 1 mes que volví, en este momento me estoy arrepintiendo de haber vuelvo de Japón, a pesar de que en realidad mi mamá quería que me fuera... Al parecer mi papá quería lo mismo... Y como volví él se fue... No lo entiendo, otra vez me volvían a dejar, a abandonar, pero esta vez ¿Qué voy a hacer? Ahora estoy totalmente por mi cuenta. Rompo esa nota y la tiro a la basura, no espero siquiera a que pase mi cumpleaños.

Llamo a mi mamá para contarle lo sucedido.

-Bueno... Ya sabía que tu padre iba a terminar haciendo eso, por eso deje que te quedaras 2 años aquí, ¿Acaso él no te lo dijo antes? O en todo ese tiempo que te quedaste en Japón, pensé que volvías por tu cuenta, y no para volver a vivir con él.

-¿Cómo me iba a imaginar que me iba a dejar? ¿Por qué lo hizo?

-Ya estas grande... - La interrumpo

-¿Acaso no te importa? ¿Acaso no te importo?

-Si quieres puedes volver. - ¿Si quieres puedes volver? Me había indignado que dijera eso, como si estuviera entendiendo mi situación, la llame con la esperanza de que me diera fuerzas, a pesar de que ya tenga mi edad para vivir por mi propia cuenta, eso no concluye que mi padre me haya abandonado, y además ella me corrió de Japón aunque no me importo, ya que en ese tiempo quería volver a estar con Kai.

-Momo, escucha, vive tu propia vida, no te preocupes en tu padre, no vale la pena, recomienza junto a Kai... Perdón lo había olvidado.

-Ya no importa... - Le corto.

Salgo de mi casa para tomar aire, eran alrededor de las 10 de la noche, no había casi nadie en la calle, le escribo un mensaje a Jungkook, pero luego recuerdo la estúpida confesión que le había hecho, apresurada para olvidarme de Kai, y lo borro, ya que a partir de ese momento seguimos siendo amigos, pero al menos yo, me siento aún incomoda. Voy a la plaza que estaba a la vuelta y me siento en la hamaca, no pude contener las lágrimas, todo últimamente me estaba saliendo mal. Pateo una roca y le doy en la pierna a un chico, levanto la mirada y era Mark.

Levanta la piedra se sienta en el otro asiento de la hamaca, y dibuja algo en la roca.

-Toma. – Me dice.

-¿Quién se supone que es? Es fea. – Era una chica sonriente.

-Tú.

-Ahora que lo veo bien, no es tan fea. – Él saca una pequeña risa.

En un tono bajo dice -Es como te quiero ver.

-¿Qué? – Me parecía raro que no me dijera nada con respecto a que esté llorando, como un ¿Por qué? O ¿Qué te pasó? Sobre todo que se acerque cuando, no somos ni amigos.

-Nada, ¿Qué haces por aquí? – Fui para estar sola, para pensar un poco las cosas, pero él viene e interrumpe, de todos modos preferiría que esté ahí. 

-Vine a tomar un poco de aire... - Se me cae una lagrima pero él me la corre con la manga del buzo, lo miro, saca su mano rápidamente y dispersa la mirada.

-Hoy a la mañana no pensé que me reconocerías.

-Así que eres Mark, no estaba segura de si ese era tu nombre. – No me sentía incomoda al llorar en frente de él, tampoco que haya presenciado esa situación mía con Kai en el pasado, además logró tranquilizarme más.

-Gracias. – Le digo

-¿Por qué? – Puso una cara de asombro.

-Por aparecer en este momento.