Narra Yoseob

Me encontraba en la sala de profesores, ya había pasado la hora de salida, pero aún así me encontraba allí ya que tenía que terminar mi trabajo, no quería hacerlo en mi casa. De repente sentí mi celular vibrar en mi bolsillo, rápidamente lo saqué y lo miré, Jun me estaba llamando.

-Hola, Jun-dije sonriendo; Jun Hyung se convirtió en mi amigo en poco tiempo. Es un camarero de la cafetería donde voy a desayunar todas las mañanas, hace unas semanas que nos conocemos, de vez en cuando salimos y, cuando él tiene tiempo, pasa por la escuela donde trabajo para ir a tomar algo juntos.

-Hola, Seobie-últimamente ha comenzado a llamarme así; no suelo dejar que me llamen así, pero me gusta cuando él lo dice-oye, ¿me escuchas?-¿cuanto tiempo me he quedado pensando?

-S-sí, lo siento, ¿habías preguntado algo?-dije avergonzado por no haberlo escuchado antes.

-Había preguntado si aún estás en la escuela-solté un suspiro sin contestarle nada-¿tomo eso como un "sí"?-soltó una pequeña risa-pobre de ti, tienes que trabajar luego de hora. Por cierto, ¿puedo ir contigo?-creo que no habrá problemas si viene a la sala de profesores para hacerme compañía.

-Sí-dije luego de pensarlo por unos segundos, para luego indicarle por dónde tenía que ir.

Pasaron unos minutos hasta que escuché la puerta abrirse y unos pasos acercarse a mí, me giré encontrándome con Jun sonriendome como de costumbre, se sentó a mi lado.

-¿Tienes mucho por hacer aún?-asentí haciendo una mueca de cansancio para luego soltar un pequeño suspiro-¿por qué no lo terminas en tu casa? Veo que son bastantes papeles para que los lleves solo, puedo acompañarte y ayudarte a llevarlos-me mostró una sonrisa, titubeé unos segundos para, finalmente, aceptar su propuesta, él tomó los papeles con los que trabajaba y los apiló en dos pilas iguales, me dió una de las pilas y él tomó la otra-bien, vamos-asentí tomando mis cosas. Ambos salimos del aula para encaminarnos a la salida.

Luego de unos minutos caminando, llegamos a mi casa, nos sentamos en el piso alrededor de la mesa ratona que tenía en la sala. Seguí con lo que hacía en la escuela mientras Jun me ayudaba ordenando las hojas que yo terminaba de revisar en una pila uniforme. Pasamos así un par de horas; ya era de noche y yo recién terminaba el papeleo que me habían ordenado.

-Al fin terminé...-suspiré estirándome, miré a Jun, él se encontraba dormido-no he podido ofrecerle ni un vaso con agua-dije manteniendo mi mirada en él; desde que llegamos he estado trabajando mientras él me ayudaba hasta que terminó cansándose. Acerqué mi mano a su cabello para luego comenzar a acariciarlo con cuidado, comenzó a abrir lentamente los ojos, mirándome con pereza.

-¿Has terminado?-dijo soltando un bostezo.

-Sí, lamento tenido que trabajar en el tiempo que teníamos juntos-dije avergonzado; de haber sabido que me darían tanto trabajo hoy, le hubiera dicho que volviera a su casa a descansar.

-No importa-se restregó un ojo sentándose derecho-me gusta pasar algo de tiempo contigo-sonrió aún con cara de adormilado-bien, será mejor que me vaya-se levantó acercándose a la puerta principal, miré rápidamente el reloj que tenía en la pared; eran las nueve de la noche, no quería que vuelva tan tarde a su casa. Me levanté y me precipite hacia donde se encontraba Jun para luego tomarlo de la muñeca, él se volvió a mirarme.

-No te vayas, Jun, es tarde, puede pasarte algo-se me quedó unos segundos mirando en silencio-por favor, Jun-dije para luego tirar de su brazo para volver a la sala.

-Bien, si no me dejas opción, me quedaré-sentí como tomaba mi mano haciendo que mi cara ardiera, solté rápidamente su mano sintiéndome avergonzado.

-P-puedes dormir en mi cuarto-dije sin dirigirle la mirada, puesto que aún sentía aquel ardor en mis mejillas.

-Puedo dormir en el sillón-se sentó en el sillón, para luego mirarme-no es necesario que me prestes tu cuarto, Seobie-dijo para luego acostarse.

-No duermas allí, puedes usar mi cama, eres mi invitado-me acerqué a él, lo tomé del brazo y tiré de él intentando levantarlo-vamos, Jun, hazme caso-no sé si es por la diferencia de tamaño entre nuestros cuerpos o por mi poca fuerza, pero, por más que tirara, no podía levantarlo-está bien, tú ganas- dije rindiendome, él me dedicó una sonrisa triunfante luego se acomodó en el sillón, solté un suspiro y fui a mi habitación, busqué un par de almohadas y una manta, cuando tuve lo que buscaba, volví con él, le di las almohadas y, cuando se acomodó, lo cubrí con la manta.

-Ahora que me arropaste, ¿me darás mi beso de buenas noches?-de repente su rostro se tornó infantil, tal como el comentario que había hecho, solté una pequeña risa.

-Eres como un niño-comenté con una sonrisa-creía que eras más serio, siempre te veía tan serio-él se sentó acomodándose en el apoyabrazos.

-Solo soy serio en el trabajo, cuando estoy con Krys, mi hermano y, ahora, contigo soy así-sonrió-como ves, son pocas las personas que me conocen así-¿por qué se muestra tal cual es tan pronto? Entiendo que con su hermano y su amiga sea así, puesto que les tiene confianza, pero ¿por qué conmigo? Quería preguntarle porque soy una de esas pocas personas, pero me quedé callado; si él quiere mostrarse así conmigo es su decisión.

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Desperté escuchando ruidos en mi cocina, abrí los ojos con pesadez; anoche Jun y yo nos quedamos hablando hasta bastante tarde, cuando él se dio cuenta de mi cara de cansancio hizo que me acostara con él.

-Buenos días-me giré al escuchar a Jun, él me sonrió extendiendome una taza de café-no es como el de la cafetería, pero espero que te guste-dijo sentándose en el piso frente a mi.

-Gracias, pero no era necesario que prepararas el desayuno, podrías haberme despertado-dije para luego tomar un sorbo de café.

-No me molesta. Además, ya es suficiente que me dejaras dormir en tu casa-sonrió para luego poner una de sus manos en mi cabeza y revolver mi cabello, tal como ayer, mi cara comenzó a arder; no estoy acostumbrado que sean así de cariñosos conmigo, sobre todo si es un chico al que conozco no más de unas semanas. Dejé de darle vueltas y me centré en terminarme el café que Jun me había dado-oye, ¿te apetece salir esta noche?-preguntó de repente, me volví a mirarlo-hoy salgo temprano, así que puedo pasar a buscarte-¿salir por la noche? Casi nunca salgo por la noche, por no decir que nunca salgo-conozco un bar al que podríamos ir, creo que te va a gustar-titubeé por un momento; no estoy seguro, pero creo que podré pasarla bien si salgo con Jun.

-Está bien-dije dubitativo, él sonrió.

Terminamos concordando a qué hora pasaría a buscarme y a dónde iríamos, luego de eso, Jun se fue a trabajar, dejándome en mi casa solo nuevamente. Solté un suspiro, me acosté en el sillón y me dediqué a mirar mi celular por largo rato; por alguna razón me encontraba bastante impaciente por salir con Jun, cada dos por tres miraba el reloj para luego soltar un pequeño suspiro. Sabía perfectamente que faltaban varias horas hasta que él pasara por mi, pero aún así miraba el reloj como si solo fuera cuestión de minutos lo que tenía que esperar.

De repente sentí mi celular vibrar entre mis manos, tenía un mensaje de Hae, mi hermana, sonreí al instante; hace dos años que no la veo y, por su lugar de residencia, no nos vemos mucho. Decidí hablar con ella un poco, así, tal vez, se me pase el tiempo rápido.

-"¿Ya has encontrado una novia?"-su pregunta tan repentina hizo que me sobresaltara; ¿qué respondo? No le puedo decir que los últimos dos años estuve más concentrado en mi trabajo que en socializar, me mataría si le dijera eso, tampoco puedo decirle que estas últimas semanas estuve pasando las tardes con un chico, seguramente pensará algo erróneo.

-"Aún no. He estado muy ocupado este tiempo y no he tenido mucho tiempo para fijarme en mujeres"-realmente nunca me interesó salir con una chica, siempre me interesaron más los estudios y, ahora, mi trabajo, pero sé que mi madre y mi hermana me forzarán a que busque una novia y me case con ella.

Hablar con Hae me ayudó a que el tiempo se me pasara rápido, ya eran las ocho, en eso de media hora Jun pasaría a buscarme y aún no me había preparado. Tomé una ducha rápida y, cuando estaba por decidir qué me pondría escuché el timbre de la puerta principal.

-Ya llegó-susurré-siquiera me he cambiado aún-solté un suspiro pesado dirigiéndome a la puerta, cuando la abrí me encontré con Jun sonriendome.

-¿He llegado demasiado pronto?-me miró de pies a cabeza, yo solo hice una mueca desviando la mirada-no pongas esa cara, si necesitas tiempo para arreglarte no me importa esperar-lo miré extrañado; creí que estaría molesto o algo así, después de todo el tuvo que venir hasta acá.

-Gracias, lamento que tengas que esperar-me quité de la puerta permitiéndole el paso, él entró y fue directamente a la sala mientras que yo me dirigía a mi habitación y me preparaba. Al cabo de unos minutos volví con él-gracias por esperarme, Jun-me disculpé nuevamente, él se quedó observándome en silencio, desvié la mirada sintiéndome nervioso por su mirada tan fija en mi-¿s-sucede algo?-pregunté tartamudeando.

-Te ves bien, digo siempre te ves bien, pero ahora aún más-sentí como mi cara comenzaba a arder ante su comentario.

-G-gracias, Jun, tu también te ves bien-dije aún sin dirigirle la mirada, comenzando a juguetear nerviosamente con mis manos.

-¿Vamos? Quiero llevarte a cenar antes de ir al bar-dijo tomando mi mano, lo miré y asentí.

Salir con Jun fue divertido, él me mostró varios lugares, los cuales nos la pasamos recorriendo.

-Jun, ya es tarde-dije mirando mi reloj, este marcaba las cuatro de la mañana; era tarde y ya estaba cansado como para seguir dando vueltas por ahí.

-¿Estás cansado?-asentí-estamos cerca de mi casa, vamos-tomó mi muñeca.

-No es necesario que me lleves, puedo volver a mi casa-él negó con la cabeza y, jalándome de la muñeca, me llevó hasta su casa. Al llegar, nos recibió un chico parecido a Jun.

-Él es mi hermano Junsung-dijo Jun presentándolo para luego volverse hacia su hermano-él es Seobie, el chico del que te hablé-el chico me saludó para luego dedicarle una sonrisa a Jun.

-Así que es él mi futuro cuñ...-Jun le tapó la boca antes de que terminara de hablar.

-Será mejor que ya te vayas a dormir, hermanito, ya es tarde para que los niños estén despiertos-apartó la mano de la boca de su hermano-ve-él asintió y se fue sin decir nada, Jun volvió a mirarme-ven, te mostraré dónde está mi cuarto-asentí, me guió por el pasillo hasta que se detuvo frente a una puerta-dormirás aquí-me indicó dejándome entrar al cuarto.

-¿Y tu?-pregunté sentándome en la cama, él se encogió de hombros.

-En el sofá si mi hermano no me hace lugar en su cuarto-negué con la cabeza; no me siento cómodo durmiendo en su cuarto mientras él duerme en un sofá.

-Duerme conmigo-desvié la mirada al decir esto; esta será la segunda vez que Jun y yo dormiremos juntos, me avergüenza un poco esto, pero ambos estaremos más cómodos así.

-¿Estás seguro?-asentí sin dirigirle la mirada-está bien-se acercó a la cama y comenzó a acomodar las almohada, luego de esto me indicó que me acostara, lo cual hice, él se acostó a mi lado-si necesitas algo despiertame-asentí, me dio la espalda y se dispuso a dormir. También me giré dándole la espalda; me sentía raro estando en la misma cama que Jun, no era que me molestaba, sino, que me ponía nervioso el hecho de estar tan cerca de él.