VI
Narra Jun Hyung
Nunca había odiado tanto mi trabajo, estaba realmente cansado, en la noche había tenido que ser barman y ahora me tocaba ser camarero. Miré mi reloj, eran las siete de la mañana, bostecé agotado, recargándome contra el mostrador a un lado de la caja. Pensaba descansar un poco, pero esa idea desapareció en cuanto vi llegar a un cliente, se trataba de aquel chico que siempre venía a desayunar. Hace unos meses que viene todos los días a la misma hora. Había pensado en hablarle, ya que todos los días viene solo, pero no sé qué podría decirle.
-Hablale de una vez, no se ve el tipo de chico que rechace a todo el que se le acerque-me alentó Krys, mi amiga y compañera de trabajo; tomé aire cuando vi que él me llamaba para hacer el pedido, me acerqué a él y me dedicó una mirada para luego pedirme el café que siempre pedía. Como todos los días, me dediqué a observarlo desde lejos; mucho más no podía hacer, con él soy un cobarde, tampoco me apetece ligar con un cliente en plenas horas de trabajo frente a todo el mundo.
Luego de un rato, aquel chico tomó sus cosas y se retiró, solté un suspiro al verlo irse; nuevamente había tenido la oportunidad de hablarle y no lo había hecho.
-Que idiota soy-dije para mis adentros dirigiendome a atender a otros clientes.
Pasé todo el día distraído, dando como consecuencia un par de regaños por parte de mis superiores por esto.
-Estás demasiado distraído hoy, ¿es por haberlo visto?-sonrió de manera burlona; ¿tanto se notaba que estaba pensando en aquel chico? Solté un suspiro y a asentí.
-¿Es tan evidente?-solté un nuevo suspiro-eh estado todo el día pensando en él, me comporto como idiota y ni siquiera sé su nombre-dije sentándome en una de las sillas mientras ella guardaba algunas de sus cosas en su bolso; ya habíamos terminado nuestras horas de trabajo, habíamos cerrado el local hasta que los empleados del bar que funcionaba por la noche en el local llegaran, nos encontrábamos esperándolos en el cuarto de empleados. De repente escuché unos toques en la puerta trasera del cuarto, como Krys estaba ocupada guardando sus cosas así que decidí ir a ver quien llamaba, me acerqué a la puerta y al abrirla me topé con el rostro del chico que llamaba mi atención hace meses. Él mantenía su mirada baja pero cuando la levantó pude observar detenidamente su rostro.
-Lamento molestar, sé que el negocio está cerrado ya, pero he perdido unos papeles y quería cerciorarse si los había dejado acá-me quedé unos segundos atontado mirándolo.
-E-eh, s-sí, claro, pasa-dije torpemente apartándose un poco de la puerta para permitirle el paso, una vez que entró y cerré la puerta-ven por aquí-le indiqué caminando a su lado. Lo llevé hasta la cafetería, él rápidamente fue hasta donde se había sentado aquella mañana y buscó por un rato.
-¿Estás seguro de que has perdido aquí esos papeles de los que hablas?-dije acercándome, él se desplomó en la silla y soltó un suspiro pesado asintiendo con la cabeza.
-Acá fue la única vez que saqué aquellos papeles en todo el día, así que tienen que estar acá-de repente recordé que, luego que él se fuera, había juntado un par de hojas de la mesa.
-Ya sé dónde están-dije para luego dirigirme al mostrador; había dejado las hojas allí por si él volvía. Debajo de una pequeña caja que había debajo del mostrador se encontraban los papeles, los tomé y me acerqué a él-aquí están-se los devolví, él tomó los papeles y los miró por unos segundos, luego me dirigió la mirada junto con una sonrisa en el rostro.
-Gracias-mantuvo su sonrisa mientras se levantaba de la silla, mantenía su mirada en los papeles-de verdad te agradezco...-me dedicó una mirada.
-Yong Jun Hyung-dije presentándome.
-Soy Yang Yoseob-extendió su mano, la cual estreché-gracias de nuevo-no respondí nada, simplemente me quedé mirándolo; realmente se veía lindo cuando sonreía, eso si cabía la posibilidad de que se viera más lindo. De repente sentí un pequeño tirón en mi mano-¿sucede algo?-reaccioné finalmente al escuchar su voz, rápidamente desvié la mirada soltando su mano.
-No-dije acomodando nerviosamente mi cabello.
-Bien, tengo que irme, gracias de nuevo, Jun-me saludó con la mano, para luego retirarse, volví con Krystal, nuestros compañeros ya habían llegado, así que tomé mi mochila y, junto a ella, salí del cuarto de empleados. Krys comenzó a hablar sobre algo, realmente no presté mucha atención; ella es mi amiga y, por lo general, presto bastante atención a lo que tenga que decirme, aunque sea algo insignificante, pero en este momento no puedo prestarle atención, estoy distraído pensando en Yoseob.
Luego de un rato de caminata llegamos a la casa de Krys; siempre la acompaño hasta su casa, ya que ambos tenemos que ir por el mismo camino. Además, es una chica y no me apetece dejarla volver a casa sola cuando oscurece.
-Gracias por acompañarme-dijo deteniéndose-nos vemos mañana-sonrió saludándome con la mano, para luego entrar a su casa. Emprendí camino hasta mi casa.
Una vez que llegué, tiré mi mochila en el suelo, para luego acostarme en el sillón completamente agotado; había sido un día bastante largo para mi.
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Desperté al escuchar mi celular sonar, abrí con pereza los ojos, el televisor estaba prendido y, al parecer, me había quedado dormido en el sillón. Me senté restregándome los ojos con pereza, tomé mi celular y lo miré, tenía un par de mensajes de Krys que no miré; recuerdo haberle dicho que saldríamos a tomar algo y dar vueltas por ahí, pero ahora es demasiado temprano como para salir a algún lado.
Luego de ducharme e higienizarme, volví a la sala y tomé mi celular para ver los mensajes de Krys, la mayoría eran para recordarme que iríamos a la cafetería donde trabajamos, luego iríamos a dar vueltas por el parque y que la pasara a buscar en veinte minutos, solté un suspiro pesado; estaba cansado, no tenía muchas ganas de salir, pero quería verla en un lugar que no sea el trabajo. Me dirigí a mi cuarto y me alisté para luego guardar mis llaves, mi celular y salir en dirección a la casa de Krys.
Una vez que llegamos a la cafetería nos sentamos en una de las mesas e hicimos nuestros pedidos.
-Oye-llamó mi atención Krys-¿ese no es el chico que te gusta?-apuntó hacia una de las mesas que estaban cerca a nosotros, rápidamente, y con muy poco disimulo, miré hacia donde señalaba ella, efectivamente, Yoseob se encontraba allí como todos los días, se encontraba rodeado con papeles como siempre-¿por qué no le preguntas si quiere sentarse con nosotros?-la miré rápidamente, ella sonrió-no me molesta que coquetees con él frente a mí-volvió a sonreír.
-No voy a coquetear con él, menos voy a llamarlo para que se siente con nosotros, parece ocupado, ¿no ves?-dije bajando un poco la voz; él no estaba tan cerca, pero no soy tan tonto como para levantar mucho la voz al decir algo así. Volví a mirarlo, él se volvió hacia mí, me dedicó una sonrisa y me saludó con la mano.
-Seguramente quiere agradecerte de nuevo lo de los papeles, ¿por qué no aprovechas para hablar un poco más con él?-esta vez susurró; parecía que no iba a parar de forzarme a acercarme más a él. Solté un suspiro pesado, me levanté y me acerqué a él.
-Oye, ¿quieres sentarte con nosotros? Si no estás muy ocupado, claro-él asintió con una sonrisa en el rostro, juntó lo que estaba usando, ambos nos sentamos juntos; puedo imaginar, por la sonrisa de Krystal, que es lo que está pensando.
El tiempo se pasó rápido, pronto Yoseob tenía que ir a trabajar, me ofrecí a acompañarlo, ya que Krys recordó que tenía que hacer algo; seguramente era una treta para que hablara con él y lo conociera mejor como ella quería, sinceramente, una parte de mi agradecía que fuera así de atenta en esta situación. Los tres salimos de la cafetería, Krys se despidió de nosotros y se fue.
-Así que... trabajas como profesor, ¿verdad?-Yoseob asintió.
-Aunque ahora estoy más sumido en el papeleo que en las clases-soltó un pequeño suspiro-ahora mi ayudante se ocupa del curso que tengo a cargo-dijo desganado.
-Parece que no te entusiasma hacer papeleo-volvió a suspirar negando con la cabeza-¿no se lo puedes delegar a tu ayudante?-volvió a negar con la cabeza.
-Sería poco profesional de mi parte. Además él es sólo un residente, por ahora no tiene que ocuparse por más que de las clases. Tampoco quiero cargarle mis responsabilidades a él-acomodó la carpeta que traía bajo el brazo-¿y tu? ¿hace mucho que trabajas en la cafetería?-se volvió hacia mí, yo asentí.
-No planeo ser camarero toda la vida-dije para luego soltar una pequeña risa-es gracioso dije eso hace un tiempo y aún no cambié de trabajo-esta vez el que suspiró fui yo-pero, si no siguieras trabajando allí no nos hubiéramos conocido-le sonreí nuevamente. Seguimos conversando hasta que llegamos a la puerta de un instituto; tal vez pueda pasar por acá de vez en cuando para visitarlo-oye, hoy es viernes, así que... ¿qué te parece ir al bar luego?-dije distraídamente, esperando que no terminará mal interpretando mi invitación.
-Claro-sonrió para luego sacar su celular-pásame tu número, así puedo mandarte un mensaje cuando salga-ayer pude saber su nombre y ahora tengo su número, si sigo así seguramente pueda avanzar con él más rápido de lo que esperaba. Una vez que nos dimos los números Yoseob se despidió de mí y entró al edificio. Una sonrisa idiota se formó en mi rostro; gracias a que Krys se le ocurrió que se sentara con nosotros logré conocerlo mejor. Marqué el número de Krys y la llamé.
-¿Como te fue con él?-rápidamente se escuchó al otro lado de la línea.
-Antes la gente decía "Hola" antes de preguntar cualquier cosa-me burlé de ella recibiendo un suspiro de su parte, solté una pequeña risa-conseguí su número y vamos a tomar algo cuando salga de su trabajo-sonreí instantáneamente; debo verme como un idiota al estar sonriendo así por la calle.
-Sabía que caería rápido ante tus encantos-¿caer? Aún estamos tanteando la personalidad del otro, no podría decir que cayó en esto.
-No exageres, por ahora seremos amigos y luego veré si seremos algo más, recuerda que no se si le van los chicos-no tenía pinta de ser gay, aunque tampoco tenía mucha pinta de haber tenido una novia.
-Aunque no le vayan los chicos puedes hacer que se enamore de ti de todas maneras-¿qué posibilidad hay de que un chico heterosexual conmigo?
-No estoy seguro que pueda conquistarlo si no le gustan los chicos-solté un suspiro; evidentemente, Krys comenzó a animarme. Realmente no creo que pueda lograr que sea mi novio si no le gustan los chicos. Luego de hablar casi todo el camino hasta mi casa, nos despedimos una vez había llegado a mi hogar.
-Ya has vuelto-me recibió Junsung, mi hermano, desde el sillón. Era raro verlo por la casa, por lo general suele quedarse hasta tarde estudiando en la casa de un amigo o yo tengo que hacer el turno del bar.
-¿Ya han terminado los exámenes?-me senté a su lado.
Hace ocho años dejamos la casa de nuestros padres para vivir juntos, él aún era un niño cuando nos fuimos, él apenas tenía catorce años, en cuanto a mi, apenas había terminado la secundaria. Siempre fuimos muy unidos, así que, ni bien me vio empacar, él también lo hizo; nuestros padres, evidentemente, no estaban felices con la decisión que habíamos tomado, menos cuando su pequeño Junsung se iba con la vergüenza de la familia. Mi hermano fue el único de mi familia que me apoyó cuando por fin comencé a salir con chicos. Un tiempo después de habernos ido, conseguí un par de trabajos temporales, lo que nos ayudaba a pagar las cuentas y comprar víveres.
-Sí-respondió luego de tomar un trago de la gaseosa-al fin tengo tiempo para estar acá-me dedicó una mirada junto con una sonrisa, le devolví la sonrisa para luego revolver un poco su cabello como hacía siempre desde que éramos niños.
-Oye, pasaré solo un rato aquí-le dije distraídamente.
-¿Trabajarás en tu día libre?-negué con la cabeza-¿has encontrado alguien con quien salir?-una sonrisa socarrona apareció en su rostro.
-No pongas esa sonrisa, solo iré a tomar algo con un amigo, eso es todo-Junsung mantuvo aquella sonrisa, haciéndome soltar un suspiro; él no es tonto y lo más seguro es que sepa mis intenciones con Yoseob, como también sabe que no salgo en mi día de descanso, y mucho menos si él está en casa.
-No vuelvas tarde, ¿bien?-dijo quitando esa sonrisa-hace mucho que no pasamos tiempo juntos-asentí; ya tiene veintidos años, pero aún necesita que pase tiempo con él como cuando éramos niños.
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Me encontraba esperando en la puerta del instituto donde trabaja Yoseob, él me había mandado un mensaje hacía eso de diez minutos. Estaba distraído mirando mi celular cuando empecé a escuchar a los alumnos salir. Esperé un poco; sabía que él saldría por último.
-Hola, ¿has esperado mucho?-rápidamente lo miré al escuchar su voz.
-No, no te preocupes-le sonreí-¿a donde quieres ir? Aún es algo temprano así que el bar no está abierto-él se quedó callado unos segundos.
-Entonces tomemos un café juntos-sonrió, asentí y, acto seguido, emprendimos camino hacia la cafetería.
El tiempo se nos pasó rápido, pronto ya había oscurecido, evidentemente, cuando noté esto, me ofrecí a acompañarlo, él prometió ir mañana a la cafetería; los fines de semanas no iba, pero esta vez hará una excepción simplemente para poder vernos. Si las cosas van bien en poco tal vez, y solo tal vez, podamos tener una relación.
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Espero que les guste el fic que estoy haciendo junto a @Yaoi-Hands-Mio !
Es la primera vez que escribo a dúo, espero que nos apoyen y sigan la historia ♥ n.n
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