I
Narra Jungkook
Me desplomé en mi pupitre sumamente cansado, anoche había dormido poco por estar consolando a mi amiga. Levanté la mirada de la mesa e inspeccioné el salón en busca de su rostro, pero ella aún no había llegado; no es como que fuera la más puntual, pero por lo general llega a estas horas, o por lo menos antes de que el ayudante del profesor tomara lista. Miré mi reloj pulsera, ya eran casi las ocho de la mañana, Momo, mi amiga, no vendría. De repente el silencio invadió el aula, seguramente el ayudante del profesor había llegado, desvié mi vista hacia la ventana.
-Soy Park Jimin, el nuevo ayudante de su profesor-dijo para luego comenzar a tomar lista-¡Jeon!-me volví hacia el preceptor levanté mi mano en silencio manteniendo mi mirada en él; era un chico bastante joven, teniendo en cuenta que la mayoría de los preceptores pasan los treinta años, también era apuesto, no me sorprendería que las chicas del curso estén totalmente embobadas con él. Volví mi vista a la ventana y solté un suspiro.
Hoy me aburriré como nunca, Momo no ha venido, así que no tendré con quien hablar cuando me aburra en clase. Tomé mi celular y comencé a revisarlo, por si Momo había enviado algún mensaje, terminé distrayéndome con otros mensajes que había recibido. El profesor Yang no tardó en llegar, pero, como siempre, no le presté atención, permanecí con mi vista fija en mi celular.
-Preste atención a la clase, Jeon-escuché la voz del ayudante del profesor, lo miré de reojo para luego volver a concentrarme en lo que estaba haciendo, de repente jalaron mi celular arrebatándolo de mis manos-preste atención-fruncí el ceño y levanté la mirada encontrándome con el semblante serio del ayudante.
-Devuélvame mi celular-dije levantándome de mi asiento elevando un poco la voz, traté de quitarle el móvil, pero él lo alejó de mi agarre.
-Tendrá que pasar por sala de profesores luego de clases-guardó mi celular en su bolsillo y luego se acercó al profesor, volví a sentarme soltando un suspiro pesado. Prefecto, primero Momo me deja solo y luego el nuevo ayudante me quita mi única forma de hacer que el tiempo se me pase más rápido. Recosté mi cabeza en el pupitre y me dediqué a fulminar con la mirada al ayudante hasta que, finalmente, cerré los ojos completamente aburrido.
Desperté al escuchar el timbre, abrí pesadamente los ojos y miré mi reloj pulsera, me levanté de golpe dándome cuenta por la hora que el timbre que me había despertado era el timbre de salida, había dormido todo el día, prácticamente. Inspeccioné el aula con la mirada un tanto adormilado, el profesor ya no estaba en el aula y mis compañeros se dedicaban a guardar sus cosas. De repente recordé mi celular, me levanté de golpe tomando mi mochila, salí del aula y me dirigí a la sala de profesores. Una vez que recuperé mi celular; el profesor Yang me reprendió un poco antes de devolvérmelo, aunque no presté atención a lo que dijo. Luego de recibir el sermón del profesor, me dispuse a salir del instituto, ni bien crucé por la puerta principal me topé con el ayudante, quien me dedicó una mirada seria.
-¿Acaso tiene esa cara de amargado siempre?-pensé desviando mi mirada de su rostro, siguiendo mi camino.
-Jeon, ¿ha recuperado su celular?-me gire a verlo para luego asentir-bien, nos vemos mañana, entonces-me saludó con la mano, yo simplemente asentí.
-Nos vemos, ayudante-dije devolviéndole el gesto.
-No es necesario que me llame ayudante, puede llamarme Jimin-dijo mostrando una pequeña sonrisa; vaya, contrariamente a lo que creía, él si puede sonreír. Se ve bien cuando sonríe, debería hacerlo más y dejar de lado esa cara de pocos amigos que parece tener siempre-será mejor que se vaya, Jeon-asentí, volviendo a emprender camino.
En cuanto llegué a mi casa, tiré mis cosas en el sillón, para luego subir a mi habitación, me senté en mi escritorio y miré mi celular, tenía un par de mensajes, aunque solo me centré en el de Momo.
-"¿Ha sucedido algo interesante hoy?"-pensé unos segundos; había dormido todo el día, no me enteré de nada, básicamente. De repente el rostro del ayudante apareció en mi mente.
-"Ha llegado un ayudante nuevo para el profesor"-tecleé rápidamente y envié el mensaje, pasaron unos minutos hasta que recibí una respuesta.
-"Ya veo. ¿Cómo es?"-preguntó. Realmente no me fijé mucho en él, más que en su rostro serio.
-"Realmente no lo vi bien, solo me fijé que es serio y que las demás están embobadas con él. Ni bien llegó para presentarse, todas las chicas se embobaron con él"-le respondí, miré por la ventana esperando la respuesta de Momo, paseé la vista distraídamente por los rostros de las personas que caminaban por la calle hasta que di con un rostro que me llamó la atención, era Jimin. ¿Vivirá cerca de mi casa y no me había dado cuenta? seguramente he pasado junto a él millones de veces y no me he enterado por estar en las nubes. De repente sonó mi celular haciendo que me sobresalte.
-"Seguramente es lindo, si todas estaban tan atentas con él, es lo más seguro"-debería haberme fijado más en él, solo me di cuenta de su semblante serio y que era joven como para ser un ayudante, eso todo. Busqué su rostro nuevamente por la ventana, como era de esperarse, no lo encontré. Solé un suspiro revolviendo un poco mi cabello; volví a mandarle un mensaje a Momo reanudando la conversación, aunque cambiando un poco el tema.
Desperté escuchando el despertador, tanteé por la mesa tratando de encontrarlo, abrí los ojos pesadamente y levanté la cabeza dándome cuenta, así, que me había quedado dormido sobre mi escritorio. Me levanté con pereza y me acerqué a la mesa de luz, tomé mi despertador y lo apagué, me quedé unos segundos mirando el pequeño reloj hasta caer en la cuenta que se me hacía tarde para ir a la escuela. Tiré el despertador a la cama y corrí hasta el baño, una vez que me duché e higienicé, me vestí con mi uniforme y salí como una flecha hacia la escuela. Como era de esperarse, llegué tarde a la escuela. Subí las escaleras de dos en dos escalones, cuando llegué al piso superior me topé con el ayudante, quien salía del aula.
-Llega tarde, Jeon-solté un suspiro pesado; ahora vendrá el típico regaño por llegar tarde. Efectivamente, el ayudante se puso a darme un sermón sobre responsabilidad y que llegue temprano a clase, realmente no presté mucha atención, como de costumbre. Luego de eso, dejó que entrara al aula, evidentemente, el profesor Yang me regañó también. Finalmente pude sentarme en mi asiento y prestar algo de atención a la clase; no entendía mucho, ya que acababa de llegar, pero tampoco me preocupaba mucho ese hecho.
Miré a Momo, ella estaba distraída con su celular, no me prestaría mucha atención ahora. Solté un suspiro pesado y me dediqué a dibujar en las últimas hojas de mí cuaderno; me encontraba realmente aburrido. De pronto recordé que hoy tendría que quedarme hasta luego de la escuela para encargarme de la limpieza del aula. Hoy nos tocaba a unos compañeros y a mí.
Luego de clases, como era de esperarse, todos se fueron menos el grupo y yo. Sinceramente no tenía muchas ganas de limpiar, así que decidí tardarme la vida en terminar mi parte; los demás ya se habían ido y, puesto que me demoraba tanto, me dejaron para que cierre el aula cuando terminara, si termino algún día, claro.
-Será mejor que termine antes de que se haga tarde-susurré apresurándome en terminar lo que estaba haciendo.
-¿Aún aquí, Jeon?-me sobresalté al escuchar aquella voz, me gire hacia la puerta encontrándome con el ayudante-sus compañeros ya se fueron, será mejor que se apresuré-dijo recostándose contra la puerta.
-Sí, ayudante, pronto terminaré-volví a centrarme en lo que estaba haciendo. Pronto terminé mi tarea, guardé lo que había usado, coloqué los pupitres en su lugar y tomé mis cosas.
-Lo acompaño, Jeon, ya es algo tarde-lo miré asintiendo; no soy un niño para que me tenga que escoltar hasta mi casa, pero, ya que se ofreció, no voy a rechazarlo.
El camino se me hizo eterno, ninguno de los dos tenía idea de que hablar haciendo que se formara un silencio incómodo. Creo que con este silencio, el ayudante puede escuchar mis pensamientos.
-Es aquí-dije deteniéndome frente a la verja de mi casa-gracias por acompañarme-le dediqué una pequeña sonrisa, él desvió la mirada de mi rostro y miró mi casa-por cierto-llamé su atención-creo haberlo visto por aquí un par de veces, ¿vive cerca?-negó con la cabeza.
-Mi novia vive a la vuelta de la esquina, paso a visitarla casi todos los días luego del trabajo-¿novia? Parece el tipo de chico que está más centrado en su trabajo que en salir con chicas.
-Ya veo-dije desviando la mirada-bien, nos vemos mañana, ayudante-lo saludé con la mano y entré a mi casa, rápidamente me dirigí a mi habitación. Me sentía un tanto extraño, por alguna razón el hecho de que él tuviera novia me daba vueltas por la cabeza; realmente me importa poco y nada su vida, ¿por qué me importa tanto que esté con una chica?
Me recosté con la intención de despejar mi mente de aquella estupidez, después de todo no tengo que darle mucha importancia al hecho de que esté saliendo con una chica. Cubrí mis ojos con mi antebrazo y solté un suspiro.
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Desperté tarde nuevamente, miré mi reloj despertador, realmente no valía la pena ir a estas horas de la mañana a la escuela. Tomé mi celular y lo miré, tenía un mensaje reciente de Momo, en este, ella me preguntaba por qué había faltado y si me encontraba bien, decidí que sería mejor ir por ella una vez las clases hayan terminado, después de todo, aún tengo que ayudarla a olvidar a su ex novio.
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