Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 3: Nieve y Sol

El sol entró por la ventana vieja del hotel, el cielo se había despejado de nubes y la calidez comenzó a hacerse presente.

Shinji despertó un poco fatigado por los sueños que tuvo anoche, empezó a planear su día, decidió estar solo y no ver a los muchachos aun, no le gustaba interactuar muy seguido con las personas. Tomo su mochila y una chaqueta por si llegaban nubes nuevamente. Usaba una polera azul junto con unos pantalones negros, zapatos de nieve y un gorro.

Salió de su habitación y recordó que Asuka estaba en el mismo piso, miro por si las dudas, pero no la encontró. Salio del hotel sin un rumbo definido, busco en su celular si había algo interesante cerca, como un museo o alguna sala de conciertos de música clásica, en su pueblo no existía nada de aquello. Aun que primero, pensó que sería bueno buscar algo de desayuno.

-Veamos, quizá tenga que ahorrar, podría dirigirme al mismo sitio que fui ayer con Kensuke y Touji, espero que no estén, hoy quiero soledad- dijo sonriendo al mapa de su celular.

Atravesó nuevamente la plaza donde había encontrado a Asuka, no vio al vagabundo que ella había noqueado, aunque cerca había una cinta policial tirada en el piso.

-Ay no, quizás el vago no despertó, se congelo y ahora es una paleta sabor mugre...- pensó con miedo, quizás debieron ayudarlo.

Para la calma de Shinji, el vago estaba unos metros mas allá del lugar, aun con el zapato de Asuka marcado en su rostro. Eso a Shinji le causó gracia, tenia que comentárselo a Asuka cuando la viera.

Shinji llego al lugar de comida, compro algunas donas y un té negro, y se dispuso a comer. El lugar estaba tranquilo y pacífico, era fin de semana, y muchas familias habían salido de paseo, Shinji las contemplaba con un poco de nostalgia, el jamás había experimentando algo parecido, el amor de una madre y padre. Su desayuno tomo otro sabor, un poco triste. Se sintió solo y pensó en que quizás debería contactarse con sus nuevos amigos, pero prefirió no hacerlo.

El ya estaba acostumbrado a ese sentimiento de soledad, y solo ignorar la tristeza que aquel sentimiento le transmitía. La gente que conoció a lo largo de su vida, solo le hizo un poco de compañía, pero no era culpa de ellos, Shinji jamás pudo acostumbrarse a la cercanía con los otros, tenía un constante deseo de escapar, prefería eso antes que lastimar a alguien por su culpa o de ser lastimado por interactuar íntimamente con alguien. No confiaba sus pensamientos íntimos, ni sus sentimientos verdaderos, solo lograba contar el como se sentía exteriormente, las sensaciones que experimentaba, pero jamás expuso su conciencia ni sus sentimientos.

Termino de comer y se puso en marcha al museo de arte mas cercano que tenía. Leyó en internet sobre una exposición de un artista Noruego que llamaba mucho su atención, Edvard Munch. Al llegar al museo, dejó su mochila en uno de los casilleros, tomó un folleto y se dispuso a entrar a ver la colección. Había muy poca gente recorriendo el lugar, lo cual era agradable para él, no le gustaban las multitudes. Las pinturas tenían una carga emocional muy fuerte, gente deprimida y sufriendo, llanto y gritos de dolor. Shinji se sintió abrumado ante tales imágenes, caminaba de lado no despegando sus ojos de aquellas pinturas.

Del otro lado de la habitación, una persona se encontraba en la misma dinámica, miraba y contemplaba las pinturas del artista Noruego sin desprender sus ojos de ellas. Ambos fueron acercándose sin darse cuenta, pero lo hacían muy lentamente, de pronto ambas personas chocaron lentamente rozando suavemente sus manos.

El calor transmitido fue muy breve, solo apenas un roce, la sensación fue abrumadora, extraña y familiar. Shinji al darse cuenta de esto intuyo quien era, su cabeza se tomó el tiempo con calma, cada segundo fue eterno y podía sentir como el calor llenaba su pecho, era una emoción única, en dónde podría estar el resto de sus días.

-A-Ayanami!- dijo Shinji tan pálido como ella.

-Tu eres... Ikari-kun...- Dijo Rei con los ojos grandes, sorprendida. -¿Qué haces aquí Ikari-kun?- preguntó Rei un poco roja mirando fijamente a Shinji, ella también sintió aquellas sensaciones con el roce.

Estaba vestida con un chaleco negro cuello de tortuga, pantalones jeans azul oscuro.

-Estoy viendo la exposición- dijo Shinji sonrojado tímidamente. -Que coincidencia encontrarte aquí... - dijo intentando entablar una conversación.

-Ikari-kun, ¿tienes el copo de nieve?- preguntó Rei interrumpiéndolo.

-Em creo que no, lo deje en el hotel donde me estoy quedando- dijo Shinji un poco decepcionado del foco de interés de Rei.

-Entiendo. Ikari-kun no recuerdo haber mencionado mi apellido, ¿Cómo lo sabes?- pregunto Ayanami sin ninguna expresión en particular.

-Em, yo...- balbuceaba intentando formular su respuesta sin parecer obsesionado con ella. -Uno de los muchachos que conocí el día del examen me lo dijo, tiene un amigo que iba en tu misma clase, em yo... le pregunte por ti- dijo sin encontrar otra manera de decirlo, ahora tenía temor de que Rei lo viera como un obsesivo.

-Ok.- dijo sin mostrar ningún cambio en su rostro. Rei pensó en decirle como se había sentido hace poco, pero algo dentro de ella la frenaba, era vergüenza, pero ella no lo sabia.

-...que fría, al menos no me mal interpretó, aun que quizás si estoy un poco obsesionado con ella...- pensó Shinji.

-Ikari-kun, me gustaría hablar contigo, preguntar algunas cosas, ¿tienes tiempo hoy?- pregunto Rei un tanto formal pero amistosamente.

Esto fue música para sus oídos, lo que más quería Shinji era conocer mas a la muchacha de ojos rojos.

-¡Si!... Em, si por supuesto- dijo primero gritando un poco emocionado, luego se calmo, sintió un poco de vergüenza al ver el rostro serio de Ayanami.

-¿Terminemos de ver la exposición primero?, este artista se me hace... interesante- le dijo mirando las pinturas. -Hay muchas expresiones que no conozco... - Dijo con un tono de voz tranquilo y un poco melancólico.

-¿No conoces?- preguntó él intrigado, la verdad aquellas expresiones de dolor se le hacían muy conocidas a Shinji, en películas, mangas, series, etc.

-No.- Respondió sin explicar nada Rei.-Ese cuadro, no entiendo que ocurre- dijo Rei señalando una pintura colgada en la muralla.

-"La niña enferma"- leyó Shinji el titulo de la obra, -la madre o mujer cualquiera muestra tristeza o resignación, también puede estar aliviada.

-¿Aliviada?- pregunto Rei sin entenderlo.

-Si, quizás la niña enferma está mejorando, o quizás este muriendo... Yo creo que, lo que menos queremos, es que nuestros seres queridos sufran, la muerte es un alivio cuando el cuerpo es torturado.- dijo Shinji ahondando en sus pensamientos más profundos.

-Entiendo, es muy difícil saber que sienten las personas entonces...- dijo Rei sumergida en sus pensamientos.

-Si, es difícil entender a los demás, ¿No crees?, la verdad, yo poco me doy cuenta de lo que le ocurre al resto... A veces ni a mi me entiendo.

-Entenderse... Yo no entiendo nada de mi misma.- Dijo Rei sincerándose, no sabia por que decía estas cosas, jamás las había exteriorizado.

-Ayanami, quizás con el tiempo, lo logremos- dijo Shinji, con una pequeña sonrisa.

Ayanami sintió calidez con las palabras del joven Ikari, realmente pocas veces había sentido esta calidez, ella no lo sabia, pero su sentimiento de soledad se había esfumado por un instante.

-Perdón Ayanami, no quería incomodarte- dijo Shinji un poco triste ante el silencio de Rei.

-Estoy bien Ikari-kun, es solo que nunca había hablado de estas cosas, ni siquiera con mi tía.- dijo Rei pensativa.

-¿La mujer de pelo rubio es tu tía?- preguntó Shinji.

-Si, es la única "familia" que tengo- dijo Rei mirando nuevamente el cuadro.

Shinji la miro en silencio, ahora Rei tenia un aspecto medio melancólico, y él se sentía igual, al parecer Ayanami no tenia cercanía con su familia, al igual que él, quizás ella tenía el mismo sentimiento de soledad.

Siguieron recorriendo la exposición, habían mas pinturas emocionales ahí, la mayoría llamaban la atención de los jóvenes, pero la mayoría mostraba la tristeza. Llegaron a uno en particular que llamó la atención de Rei.

-"Melancolía", se llama este cuadro, a veces me siento a mirar por la ventana- decía Rei- y creo que me veo un poco así cuando veo mi reflejo -dijo señalando el cuadro.

Shinji entendía aquello, la melancolía, estar en sus pensamientos, divagando sobre su pasado, el dolor que este traía y las verdades que el pesimismo le comentaba.

-Rei... Yo...- Ikari se dio cuenta que la había llamado por el nombre, realmente había sentido una cercanía sincera con Rei, se sentía comprendido. -Perdón, Ayanami... Yo entiendo esa soledad.

-...Ikari-kun, gracias...- agradeció Ayanami, se sentía menos vacía con esta conversación. Jamás había agradecido nada en su vida, pero aquel muchacho mostraba una entereza auténtica por querer comunicarse con ella. al hablar con Ikari, ella no se sentía sola.

Shinji al escuchar esto, se sintió afortunado. Del momento, del lugar, de la hora y la coincidencia. En aquel lugar, frío, solitario y silencioso, rodeado de la tristeza de un hombre que plasmaba su dolor con pinturas. Dos jóvenes de la misma edad, habían podido entender un poco al otro.

Shinji quería decirle a Rei como se había sentido la primera vez que escucho su nombre, que escucho su voz, que vio sus ojos, que rozó su mano, pero no podía, eran demasiadas cosas mágicas que ocurrieron de la nada, sin lógica. Quería decirle que aun que fue algo único y cálido, no se comparaba a las sensaciones que le produjo entablar una conversación con ella, esto tenía su lógica, el sentimiento de soledad se había apartado, y no era algo de un instante como las veces anteriores, Shinji había encontrado a alguien y al parecer Rei también. Pero Shinji no podía sincerarse aun de esa manera, el realmente jamás se había abierto con nadie sobre lo íntimo de su ser.

-Ayanami, ¿quieres ir a caminar por la ciudad?- preguntó Shinji un poco rojo mirando a Rei de reojo.

-Si, aun quiero preguntarte algunas cosas Ikari-kun- dijo Rei tranquilamente.

Ambos jóvenes abandonaron el edificio, y se dispusieron a caminar hacia algún parque que hubiera cerca de allí, el cielo contenía algunas pequeñas nubes que adornaban su azul con un blanco celestial, tal como la nieve en la tierra, que aun no se derretía del todo, el frio aun era un factor a tomar en cuenta al salir.

-Ayanami, ¿Qué significan los copos de nieve?- preguntó Shinji, intentando adivinar algo de lo que Rei quería hablar.

-Creo que es algo que nos relaciona Ikari-kun- dijo Rei mientras caminaba cerca de Shinji- Mi tía Ritsuko dijo que es algo que la ciencia no pude explicar, se asemeja a las antiguas figuras de roca que hay por todo el mundo.

-¿Se asemeja?- preguntó Shinji recordando aquellas figuras.

-Si, son cosas que no podemos explicar, pero que existen en nuestro mundo, el copo de nieve, esta hecho efectivamente de agua, pero no se derrite al calentarlo, y ha aumentado su tamaño considerablemente a través de los años, ahora último, el día que te conocí Ikari-kun comenzó a brillar desde mi pecho. Comencé a buscar por todos lados, el porque de su extraño brillo, entonces vi que alguien tenía algo que brillaba de igual manera, resultaste ser tu Ikari-kun. Al verte, comencé a tener una visión, escuchaba agua fluir en un sitio impecable, luego sentí la calidez de una mano sujetando la mía. Luego de eso, me dirigí hacia ti y te hablé... y yo...- decía Rei intentando formular lo que estaba en su cabeza- Yo creí recordarte de algún lugar Ikari-kun...

Lo que contó Rei lo dejó sin palabras, es casi exactamente lo que le ocurrió a él, ahora estaba confirmado, esto es algo que los relaciona a ambos.

-Rei, creo que tuve la misma visión que tú... la visión de aquel lugar, el agua y el sitio completamente blanco, también la sensación de la mano... - dijo Shinji mirando seriamente a Rei. En su cabeza, el quería tomar la mano de Rei para saber si eran ellos los que habían sujetado sus manos, quería saber si esa sensación será real.

-¿Ikari-kun, puedo tomar tu mano?- dijo Rei mirando seriamente a Shinji.

-Si.- respondió el muchacho decidido, aun que tenía miedo de que no se sintiera nada.

Caminando habían llegado a un parque en la ciudad, el camino de tierra cruzaba por entre el césped y los árboles invernales desnudos de hojas. Ambos jóvenes habían llegado al centro del parque, coincidentemente había una pileta cerca de ellos, el ruido del agua inundo aquella escena, ambos se disponían a enfrentar este momento de forma decidida.

Rei saco su mano del guante, esta era pequeña y pálida, de dedos delgados y uñas cortas. Miró a Shinji con un ligero rubor en sus mejillas, no sabía que ocurría, no entendía a que se debía este calor en su pecho, se sentía bien en la compañía del joven Ikari, pero todo era demasiado extraño para ella, no tenía lógica alguna. Por su parte Shinji tragaba saliva, estaba totalmente conmocionado ante lo que se venía, pero era demasiado extraño, no entendía nada, por que una total desconocida lo hacía sentir de esta manera, por que le resultaba tan extraña y única ella, él no entendía nada de aquella familiaridad que Rei le proyectaba, pero el sentía que era algo sincero de su ser, en lo mas recóndito y escondido de su alma, su esperanza comenzaba a tomar forma, Shinji lograba entender un poco más sobre si mismo, aquella persona lo hizo explorar más adentro de si, le otorgo un poco de valentía para enfrentar una situación tan vergonzosa y a la vez hermosa en su vida. Definitivamente, necesitaba vivir.

Lentamente, sus manos se estrecharon, como lento un saludo, como un tierno reencuentro. La calidez de ambas manos fue compartido, el calor paso por el brazo hasta llegar a el pecho. Ambos lo experimentaron con la misma intensidad, ya el sentimiento de soledad había desaparecido por completo.

Esta calidez era familiar para él, la había sentido antes, lo sabia en el fondo de su ser. Ayanami era alguien a quién conoció en algún momento, pero no recuerda nada de aquello. Los flashbacks que ambos tenían, quizás eran prueba de ello.

Ella no sabia que significaban aquellas emociones, la mano de Shinji era la primera que sujetaba, ella evitaba el contacto físico con las personas, era algo irrelevante para ella. Sentía que no era la primera vez que sentía el calor de Ikari, era una calidez única en su interior.

-Ikari-kun, siento calidez dentro de mi, no se como expresarlo...- dijo Rei un poco apenada, ella no tenia experiencias relacionándose con las personas.

Con aquella frase él recordó el sueño de anoche, era la oración perfecta para este momento. Antes de recordar el sueño, el ya había pensado decírselo.

-¿Si te sientes feliz, creo que deberías sonreír?- dijo sonriéndole cálidamente.

Aquella frase caló hondo en ella, todas aquellas sonrisas que él le ha dado y la hacían sentir cálida, era por un sentimiento de felicidad y de calidez, a través de una sonrisa se podía transmitir calidez a la otra persona. Había entendido una parte de ella, estaba totalmente agradecida de aquel momento, quería decir gracias otras cien veces, pero ya sabía que era lo que tenía que hacer.

-Ikari-kun...-dijo sonriéndole a Shinji.

Su cálida sonrisa lo sorprendió, sentía que no era la primera vez que la observaba, quizás en alguno de esos recuerdos olvidados...

-Rei...- Le sonrió con su boca, con sus ojos, con todo. Quizás faltaba mucho mas tiempo para entender quien era esta persona de ojos rojos, conocer de donde era, que significaba para él, etc. pero si de algo estaba seguro, era que quería seguir conociéndola y creando recuerdos juntos.

Escucharon a alguien venir, en un acto involuntario separaron sus manos, pero aun que se habían separado, la soledad no volvía, esto era algo nuevo que experimentaron ambos jóvenes.

-¡Hey estúpido Shinji!, es casualidad o que encontrarte en cada parque que visito...- dijo Asuka sonriéndole a Shinji, aun que la sonrisa se iba borrando a medida que se daba cuenta de que él no estaba solo.

-H-ola Asuka, que casualidad encontrarte acá- dijo Shinji un poco nervioso, -quizás Asuka sea aquellas que se burlan de las personas por parecer novios... ay que estoy pensando- pensó Shinji mientras se ponía colorado. -no quiero que Ayanami se sienta incomoda, Asuka tiene una personalidad... avasalladora.

-¿Quién es ella estúpido Shinji, no me la vas a presentar?- dijo Asuka mirando con aires de superioridad a Rei.

-Soy Ayanami Rei, ¿Por qué lo tratas de estúpido?- preguntó Rei, nuevamente su cara era una cerámica blanca sin expresión ni emoción.

-¿Acaso te molesta niña sin expresiones?, lo trato así por que el estúpido Shinji, es eso, un estúpido. También porque me tacleo el otro día- dijo Asuka groseramente pero de forma divertida.

-N-no la trates así, no te ha hecho nada malo, y no fue así, solo choque contigo por error... - dijo el chico de cabello negro excusándose.

-Si, por error. Quizás estabas acosando a alguien... -dijo Asuka intentando molestarlo divertida.

-Asuka...- le dijo con un tono deprimido, el muchacho se había rendido con la forma de ser de aquella muchacha.

-Tranquilo estúpido Shinji, solo te quería molestar un rato- dijo riéndose- de todas formas, ya te dije como deberás recompensarme por tu agresión- dijo Asuka despidiéndose mientras caminaba con las manos en la nuca - Adiós estúpido Shinji, nos vemos en el hotel -dijo ella intentando incomodar a Rei.- Adiós niña perfecta- dijo sarcásticamente.

-Ikari-kun, ¿Quién es ella?- dijo Rei con un poco de molestia en su voz.

-La conocí ayer después del examen, se llama Asuka Langley y creo que será compañera nuestra en la escuela, choque con ella por error mientras te buscab...- se detuvo, pero no a tiempo.

-¿Me buscabas?- preguntó intrigada mirándolo fijamente.

-Es que... yo...- intentaba decirlo sin que pareciere extraño. Estaba sonrojado a mas no poder. -Te había visto en el examen, pero solo pude escuchar tu voz...-Le dijo avergonzado. -quería ver su cara, pero creo que sería raro si le dijera eso- pensó el muchacho- y bueno, debido a las visiones que tuve quería saber quién eras- le dijo mirándola a los ojos.

-Así que estabas buscándome, ¿por qué simplemente no me hablaste?- dijo ella pensando que era la opción que ella hubiera tomado desde un inicio.

-Es que bueno, no soy muy bueno hablando con las personas, tenia vergüenza de que me encontraras raro- dijo él rindiéndose y soltando todo en su interior.

-¿Raro?, si tienes algo que decirle a alguien, no creo que sea tan raro hablarle- dijo Rei, pensando en que eso fue lo que hizo ella cuando vio el copo de nieve brillando en la mano de Shinji.

-Bueno...- dijo avergonzado- creo que me gusta como eres Ayanami.- dijo confesando lo primero que sintió... luego se dio cuenta de lo que dijo y se asustó.

-¿Gustar?, creo que hay muchas palabras que no entiendo como las usas... ¿te pueden gustar las personas, así como te gustan los sabores?- dijo ella inocentemente.

-Em, si, algo así, en este sentido me refiero a que me agrada que me hayas hablado...- a este punto, Shinji había roto cualquier barrera interna y comenzaba a decir lo primero que se le venía a su cabeza, -Bueno, que te parece si vamos a otro sitio- dijo Shinji intentando zafar de toda esa conversación donde él se estaba exponiéndose al máximo.

-Creo que ya debo irme Ikari-kun, mi tía puede comenzar a buscarme y preocuparse. Ayer me dijo que no debía hablar con gente extraña- dijo Ayanam. A él le dio mucha ternura el como su tía trataba a la peliazul.

-¿Tan pronto?, aún es muy temprano... -dijo tristemente- ¿Qué tal si la llamas y le dices que estas conociendo la ciudad con un amigo?- dijo Shinji de manera asertiva, con toda la seguridad del mundo a sus espaldas, raro en él.

-Podría... intentarlo- realmente Ayanami quería estar mas tiempo con el joven Ikari, quería conversar sobre más cosas con él, quería sentirse cálida mas tiempo.

En ese momento Ayanami sacó un celular muy viejo, de esos que solo reciben y emiten llamadas, Shinji lo miró de reojo y le causo un poco de risa, era un celular que iba de acuerdo a la personalidad exterior de ella, quizás debería ayudarla a comprar uno nuevo; pensaba Shinji cuando de pronto alguien contesta el celular.

-Hola Srta. Ritsuko, si, ya terminé de ver la exposición, me encontré con el joven Ikari, de quien le hablé ayer. Si, está acá, me esta mostrando la ciudad. Ok, ¿entonces te lo paso?- dijo Rei con cara de nada- Toma Ikari-kun, quiere hablar contigo.

Al joven Ikari se le pararon los pelos de la cabeza, quizás que cosas le iba a decir la tía de Ayanami, quizás lo amenazaría de muerte, o peor.

-S-si- le respondió a Ayanami mientras se ponía el teléfono en el oído,- ¿A-aló?...

-Tu debes ser el joven Ikari, Rei-chan me hablo de ti, solo te diré una cosa- Decía Ritsuko con tono serio- ella es cuidada por gente importante, si le pasa algo, algo te pasará a ti, ¿Entendido?- dijo la rubia sentenciando al pobre joven Ikari.

-¡S-si!- dijo Shinji muerto de miedo con la cara pálida.

-Muy bien, ya con eso entendido... Muchas gracias por hacerte amigo de Rei-Chan joven Ikari- cambiando totalmente su tono de voz, ahora sonaba como la mujer mas comprensiva del planeta, -está recién aprendiendo a hacer amigos. Por cierto, si apruebas el examen, seré tu profesora de ciencias, así que ya sabes se bueno con Rei-chan, por que algún día me conocerás- dijo Ritsuko amablemente.

-G-gracias Señorita Ritsuko- Dijo el joven Ikari un poco más aliviado.

-Bueno, eso es todo, pásame con Rei-chan. Adiós joven Ikari- Dijo despidiéndose.

Shinji le pasó el celular a Rei, quién lo miraba confundida.

-Puedo quedarme entonces. Gracias tía, adiós.- se despidió Rei cortando el celular.

Al otro lado del teléfono.

-¿M-me... Agradeció?-dijo Ritsuko completamente desconcertada, -creo que le esta haciendo bien hacer amigos, o quizás solo es cosa de Shinji... bueno no importa- dijo Ritsuko mientras dejaba el celular en el mueble del baño, mientras sumergía su cuerpo en la bañera, -llamaré mas tarde para que alguien la vigile un poco... creo que está en buenas manos.

Volviendo con los muchachos.

-Ikari-kun, ¿a dónde vamos?-preguntó la peliazul con un ligero entusiasmo en su voz.

-Estaba pensando que podríamos ir a comer algo primero antes de continuar, no como nada desde la mañana- dijo Shinji sujetándose el estomago.

-Bien Ikari-kun-le respondió mirándolo a los ojos.

Los jóvenes caminaron un buen rato por las calles buscando un lugar donde comer, Rei le comentó que no comía carne, así que Shinji estaba buscando un lugar donde aquello no fuera un problema. Mientras caminaban, Shinji le contó sobre su día con Touji y Kensuke, también le contó lo que sabía de Asuka y el altercado con el vago. Rei escuchaba atentamente a Shinji, sintiéndose reconfortada con la voz de este, aun aquellos sentimientos de familiaridad perseguían a cada acción que ambos hacían. Rei no contó nada, solo se remitía a hacer algunas preguntas a Shinji.

-Lo siento si no te he dado tiempo para hablar Ayanami- pidió disculpas el muchacho un tanto apenado.-Creo que este lugar será bueno para comer, entremos.

-No debes disculparte Ikari-kun, la verdad hay pocas cosas que podría contarte...- dijo Rei apenada, mientras entraba al lugar.

Ambos jóvenes se sentaron en uno de aquellos puestos donde hay un sillón rodeando una mesa, Shinji se sentó y extrañamente Rei se sentó al lado de él.

-¿Vives en esta ciudad?- le preguntó Shinji.

-Si. Cerca de la escuela secundaría, mi tía trabaja ahí.- le respondió ella viendo el menú.

-Si me comento tu tía...- dijo él recordando- junto con algunas amenazas jeje - pensó con un poco de miedo.

-¿Tu donde vivías Ikari-kun?- preguntó Rei intentando Imitar la pregunta de Shinji.

Ayanami pidió comida vegetariana, y le trajeron sopa de miso, Shinji por su lado estaba comiendo un sándwich grande con papas.

-Soy de un pueblo fuera de Tokio- comento Shinji mientras comía. - Allá vivía con mis tíos.

-¿Y tus padres?- pregunto Rei mientras tomaba un sorbo de su sopa.

-Ellos...- esa pregunta se atragantó un poco en la garganta del muchacho- Nunca los conocí, ellos murieron cuando yo era muy pequeño, tenía 4 años según me contaron mis tíos-, dijo queriendo abrirse quizás un poco con ella.

-Oh, lo lamento Ikari-kun-, dijo la de ojos rojos apenada pensando que había hecho sentir mal a Ikari.

-No te preocupes, la verdad nunca hablo de ellos, pero contigo me siento en confianza, es como hablar conmigo mismo, siento que jamás usarías alguna información que te diese para lastimarme- dijo Shinji pensando que eso era exactamente lo que le frenaba con los demás.

-Creo que te entiendo, mi tía me enseña que las personas en su mayoría buscan lastimar a otras, a veces en un acto de maldad, otras veces, para que ellos mismos no sean lastimados por otros...- le comentaba Rei intentando conectar con el joven Ikari.-Ikari-kun, espero no lastimarte nunca.

-Creo que es difícil no lastimar a otros, pero gracias por decirlo, ahora sé que jamás harías nada malo contra mi con intención-, dijo el muchacho dando una sonrisa a la peliazul.

Rei se sonrojo levemente con esta sonrisa y tomó un poco de la sopa, no le gustaba mucho el sabor.

-Esta sopa no me gusta- dijo ella usando la palabra gustar de la forma en que ella sabía usarla.

-Que mal, prometo cocinarte una muy deliciosa cuando pueda-, dijo Ikari con ganas de acariciar la cabeza de aquella muchacha llena de expresiones tiernas, aun que para cualquier persona, solo serían frías.

Estaba comenzando a atardecer, la puesta de sol se aventaba por el horizonte, tiñendo la nieve restante del día anterior en charcos naranjos. Aquel color entro por la ventana de los muchachos, la luz se posó directamente en los ojos de Rei, Shinji la miro de cerca embobado, de pronto, pudo ver el collar de Ayanami, el copo de nieve, con un ligero brillo.

-Creo que tu copo de nieve está brillando- dijo Shinji un poco asustado, de que ella se diera cuenta, de por que había podido verlo.

-Me gustaría que tuvieras el tuyo ahora mismo... este lo tengo desde hace demasiados años, nunca había visto nada igual, hasta que vi el tuyo. Quería verlo de cerca.

-Prometo tenerlo conmigo la próxima vez que nos veamos.

-¿La próxima?- Rei se sintió feliz al darse cuenta que podría ver otro día al joven Ikari.

-Solo si tu quieres Ayanami- Ikari se había dado cuenta de como sonaba aquello, nuevamente estaba rojo.- digo, si quieres me das tu numero de celular para llamarte y eso...- tuvo que mirar a otro lado, para que ella no viese lo avergonzado que estaba.

-Si quiero.- Dijo decisivamente, sin darse cuenta que sus ojos encendieron una pequeña chispa.- Te lo anotaré en este papel- tomando una servilleta.

-¡Gracias!- dijo sonriendo el joven Ikari. -Creo que se está haciendo tarde, no podremos ir a otro lugar como tenía planeado.

-Aun queda tiempo antes del resultado de los exámenes joven Ikari-kun- le dijo ella, dándole una ligera sonrisa.

-Es verdad, bueno si quieres te acompaño camino a tu casa.- dijo Shinji poniéndose de pie.

-Bueno, creo que podríamos caminar un tiempo más.- dijo ella con cierto grado de alegría, aun que poco se le notaba.

Ambos jóvenes caminaron por las calles camino al hogar de Ayanami, el cielo comenzó a oscurecer, en esa noche no había luna pero si estaba lleno de estrellas el cielo. Ambos las miraron, aun que Ikari bajo el rostro para mirar a Ayanami, otra vez, verla bajo las estrellas le resultó algo familiar.

-Aquí vivo Ikari-kun- habían llegado a un lugar donde habían muchos apartamentos.

-¿Acá vives con tu tía?- preguntó el joven.

-Si, pero ella vive en otro departamento, yo estoy en el piso de abajo de ella- explicaba Rei al joven Ikari bajo las estrellas.- Bueno debo entrar... gracias por todo hoy Ikari-kun, me sentí muy cálida en tu compañía.

-Gr-gracias a ti Ayanami- dijo avergonzado, aun no se acostumbraba a la palabra "cálida" que usaba Ayanami.- Te llamaré mañana si no te molesta, al menos para saber como estas.

-Si... esperaré tu llamado, buenas noches- Dijo ella despidiéndose, entrando al edificio.

Shinji comenzó a caminar hacia el hotel con una alegría sana, el sentimiento de compañía se iba desvaneciendo de apoco, pero la felicidad de todo lo ocurrido aquel día, tardaría mucho en desaparecer.

Desde no tan lejos, una mujer de traje los estaba siguiendo hace un par de calles, de cabello negro azabache, de piel clara y de gran estatura. El logo de su chaqueta era parecido al del auto que estaba aquel día fuera de la escuela. Dio media vuelta y se fue entre las tinieblas de la noche, haciendo una llamada.

Fin del tercer capitulo.

...

Me quedó un poco largo este capitulo, pero creo que vale la pena su desarrollo, es un capitulo con mucho dialogo entre Rei y Shinji, a mi parecer creo que es importante establecer los vínculos desde ya entre ambos personajes, para todo lo que se viene a continuación. Por que aun que este mundo no tenga evas o ángeles, aun tenemos al mas grande enemigo de la historia de la humanidad, la misma humanidad. Pero esto es para mas adelante :D.

Ahora si se preguntan, por que he decidido añadirle alguna problemática a este mundo tan idílico, es para darle sentido a la personalidad de Rei.

Así que atentos al próximo capitulo!

Dejen algun comentario bonito, que eso siempre me anima a escribir más rápido! y su voto, para saber si les gustó.

Hasta la otra amiwos :B









Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro