Ikari caminaba apresurado hacía la secundaría donde sería tomada la prueba de admisión, iba escuchando música con sus audífonos, la nieve caía sobre la ciudad de Tokio con la misma tranquilidad que en su pueblo natal. 

—Debo apresurarme, realmente no se que camino tomar— Dijo Ikari preocupado por la hora.

El camino estaba cubierto por la nieve, las personas se paseaban en sus abrigos grandes y peludos, los animales se refugiaban de la nevada como podían, y los árboles acogían la nieve entre sus ramas despobladas de hojas por el invierno. Shinji estaba próximo a llegar al lugar del examen, habían muchos jóvenes reunidos a la salida del recinto, casi todos de edades similares a Ikari. De entre ellos pudo reconocer al muchacho con quién se había encontrado en la estación del tren.

—Hey!, hola, que bueno que llegaste a tiempo rival, ya estaban haciendo pasar a la gente por su apellido, aun que recién van en la letra A—, dijo el muchacho de lentes, —mi nombre es Kensuke Aida, encantado.

—Hola— dijo Ikari quitándose los audífonos — mucho gusto, yo soy Shinji Ikari—, dijo Shinji con simpatía y una sonrisa tranquila.

—Ikari, bueno tal parece que entraré primero que tu, los nervios me están matando, además, mi amigo Touji aun no llega, lo bueno es que se apellida Suzuhara, así aun le quedan algunos minutos...— Dijo Kensuke mirando su reloj.

—Abe, Noro— llamó la mujer parada en la puerta. Era de estatura media, cabello añil, ojos cafes, de cara sonriente, de actitud divertida y enérgica. Abrigada con un sombrero amarillo y una chaqueta peluda apretada en la cintura. — Aida, Kensuke.

—Hey Shinji, te veré del otro lado rival!— Decía Kensuke mientras se dirigía hacía la puerta donde estaba la mujer de cabello añil —Vaya, si que es hermosa— dijo el chico de lentes mientras babeaba al mirarla.

—Suerte... Aida.— Dijo Shinji Tranquilamente, mientras se colocaba nuevamente sus audífonos para seguir escuchando música, apenas iban en la letra A, y faltaba mucho para que llegaran a Ikari, pero le bajo el volumen porsiacaso.

Shinji tranquilamente esperaba su turno, mirando a los muchachos que probablemente serían sus compañeros, de entre ellos, reconoció a la muchacha de pelo rojo con quién se había encontrado en la estación de trenes. Ella estaba ignorando a un par de chicos que le hablaban de manera galante, aun que ella no mostraba ningún interés en ellos, solo se remitía a jugar en su consola portátil. 

—...Al parecer es popular entre los hombres, no me extraña en cualquier caso, es demasiado llamativa y bonita...— pensaba Shinji tranquilamente mientras oía su música —Aun no sé, por que me resulta tan familiar su rostro, creo que nunca había conocido a alguien parecida a ella, pero de igual manera, me recuerda a alguien..., parece que es Alemana o rusa, por el acento que usaba y las palabras que menciono anteriormente—. Medito Shinji un poco mas concentrado en ella.

En ese momento la chica pelirroja notó que Shinji la observaba, primero lo miro entrecerrando los ojos y frunciendo el ceño, para luego darle una ligera sonrisa, Shinji sonrió avergonzado mirando para otro lado tímidamente, la chica volvió a su videojuego.
—probablemente la haya visto por internet, en alguna red social— se dijo Shinji queriendo cambiar la música, pero por accidente sube el volumen del aparato. En ese momento, la profesora de la entrada dice un nombre, a lo que Shinji no pudo escuchar con claridad, pero que le estremeció el alma, en el mismo momento, un copo de nieve cayó sobre la punta de su nariz, este copo era de color celeste y brillaba, como si de una piedra preciosa se tratara, la tomo y se quedo contemplándolo un tiempo, al no derretirse, Shinji se extraño. De pronto un frío recorrió su espalda, seguido de un calor en su pecho, un mareo y finalmente una desesperación por saber cual había sido tal nombre, que le trajo todas esas sensaciones. Guardo el copo de nieve azul en la palma de su mano y lo conservo en un bolsillo de su chaqueta ubicado en su pecho. Shinji esperaba que repitieran el nombre, pero rara vez la profesora repetía los nombres, y Shinji solo pudo ver como una persona cubierta por el gorro de su chaqueta se presento ante la profesora. Shinji no podía ver su rostro, menos ninguna parte de su piel, solo podía ver aquella chaqueta de color blanco que le transmitía muchísima inquietud. Su corazón latió por unos instantes de manera acelerada, hasta que fue arrancado de sus pensamientos por un joven de piel morena que llego corriendo a través de la nieve.

—Hey... Hola...—decía el joven moreno jadeando— ¿podrías decirme en que apellido van?, Ay no, espero no haber llegado tarde.

 —Creo que van en la letra A o B, no hace mucho que está entrando la gente— dijo Shinji reacomodando su rostro, mirándolo quejarse del cansancio; la persona de la chaqueta blanca había desaparecido.

 —Gracias amigo, me has dado una tranquilizadora respuesta, mi nombre es Touji Suzuhara—. Dijo Touji con una sonrisa amistosa.

 —Yo Shinji Ikari... ¿Touji Susuhara?, Tu amigo Kensuke estaba esperándote, pero ya entró al edificio— le dijo Shinji mirándolo con un poco de gracia, al verlo tan sudado con aquella nieve que tenía por sombrero en su cabeza.

 —Ese idiota llegó primero, estuve toda la noche estudiando para poder dar un buen examen, y se me olvido que era en la mañana! — decía Touji mientras se rascaba la cabeza furioso.

Shinji solo lo miraba divertido, Touji parecía ser un joven simple, pero bastante sincero. La clase de persona con quien Shinji podría hacer buenas migas, si no fuera por...

 —Ayayay! Hay muchas mujeres apuestas acá!, empezando por la maestra en la puerta! Que primor, ¡SI, NECESITO QUEDAR EN ESTA SECUNDARIA!— decía Touji con la llama del espíritu de lucha en sus ojos.

A shinji solo le dio un poco de vergüenza ajena y risa, bueno mas bien, entre mas hablaba Touji, mas y mas avergonzado se sentía de estar al lado de él, y comenzó a correrse de a poco.

 —Hey Shinji, demos lo mejor de nosotros!, Quizás este será el inició de una hermosa amistad.  —decía Touji con la simpatía que solo la humildad podía expresar.

 —Gra... Gracias Touji, esforcémonos—, dijo Shinji avergonzado y a la vez entretenido con la actitud de Touji.

Las personas entraban con mucha tranquilidad, del cielo la nieve dejo de caer. Shinji había sentido muchas emociones en tan poco tiempo, que quedo un tanto exaltado. De pronto escucho su nombre —Ikari Shinji—, al oírlo, Shinji salto de golpe de su trance musical y se acercó a la profesora.

 —Hola joven Ikari, soy Misato Katsuragi, y seré una de sus monitoras del examen el día de hoy, porfavor ¿puedes mostrarme tu identificación?— pidió alegremente Misato a Shinji con una energía cautivadora.

 —Por aquí está— dijo Shinji con un poco de vergüenza ante la personalidad de Misato, buscando entre sus bolsillos, la encontró y la presentó ante la profesora Misato.

  —Muy bien, puedes pasar, otro maestro te dará las instrucciones ahí adentro, la tuya es la sala número 34 en el tercer piso. Buena suerte Shinji-kun!—, dijo Misato cerrándole un ojo coquetamente al muchacho.

Shinji agradeció y entro al establecimiento ruborizado por el gesto de la profesora. Las murallas tenían un color azul claro, y el techo era blanco, los pasos del joven hacían eco en el vacío rectangular del pasillo, le producían un sentimiento de soledad abrumadora. Hacia menos frío que en el exterior, pero solo era suficiente para quitarse el abrigo, mas no las otras prendas abrigadoras. Por fin, había llegado a la sala 34, su cara empalideció al darse cuenta que aquella persona con la chaqueta blanca estaba sentada en aquella sala.

 —Hola, ¿puedes decirme tu nombre?— le pregunto un hombre de cabello largo y barba recién dejada crecer.

 —Shinji Ikari señor— respondió Shinji con solemnidad y nervios, aquella figura  de chaqueta blanca lo inquietaba de sobremanera.

 —Muy bien, toma asiento ahí— señalando la silla detrás de la persona de chaqueta blanca.

La sangre de shinji abandono su rostro, dejándolo pálido como la nieve que cubría el exterior. La entrada al salón de clases estaba al otro lado del pizarrón, por lo tanto aun no podía ver a la persona sentada en frente de él.
El joven de cabello negro se sentó detrás, con la cara aun pálida y los ojos muy abiertos, con pequeños temblores de nerviosismo. Shinji aun no podía explicar ese sentimiento que sofocaba su pecho.
Cuando al fin la sala se completo, el profesor pasó al frente, tomo unas hojas del escritorio, y comenzó a dar instrucciones.

 —Buenos días a todos, mi nombre es Rioji Kaji y seré su monitor en este examen, porfavor pasen las hojas hacia atrás— dijo el profesor entregando las hojas a los estudiantes que estaban en frente.

 —Ugh...!— contuvo su sorpresa Shinji, pensando en que sería su oportunidad de ver quién era la persona detrás de la chaqueta. Al momento que llegó la hoja a la persona de en frente, Shinji quedó helado, pero de pronto...

  —Veo que te quedaste sin hojas para tu compañero de atrás, error de cálculo mío— dijo el profesor Kaji con una sonrisa despreocupada en su rostro.

Toda la ilusión de shinji de ver quien era la persona se desmoronó, recibió la hoja con una sonrisa de resignación y una lágrima inocente de frustración.

  —Gracias Señor Kaji— dijo Shinji aun con aquella lágrima en su rostro.

  —¿No piensas quitarte la chaqueta?, acá no hace tanto frio— dijo Kaji con una sonrisa pacífica a la persona de chaqueta blanca.

Esto dio una nueva esperanza al joven Ikari de saber quien y como se veía aquella persona.

  —Si señor— dijo ella con voz femenina levantándose de su asiento.

Shinji al escuchar su voz, sufrió una puntada en su cabeza, le era demasiado familiar, pero en sus recuerdos no había nada de aquella voz. Era suave y a la vez sin ninguna emoción marcada, solo transmitía paz hacia Shinji. Pero ahora el necesitaba mas, necesitaba ver que apariencia tenía. Ella estaba de pie, desabrochando su chaqueta, y al caer, tenía un polerón con gorro tapando su cabeza; no era lo que Shinji esperaba, pero habría mas tiempo para descubrir mas sobre esta extraña muchacha de voz indiferente.

Ahora Ikari, logró desenchufarse un poco de aquella situación y decidió concentrarse en el examen, que era para lo que había venido, realmente estaba complicado, pero la mayoría de las cosas el las había estudiado y solo era cosa de trabajo el resolverlas. Una vez terminado todo, podía salir del salón y retirarse, pero Shinji quería quedarse a observar a la muchacha de la chaqueta blanca, ya estaba demasiado intrigado por aquello y no quería irse sin antes verla, quizás era la ultima vez que tendría oportunidad por si alguno de los dos, fallaba en el examen de admisión.

En lo que Shinji esperaba, Touji y Kensuke pudieron verlo sentado afuera del salon con sus audífonos puestos.

 —Hey! Ikari Shinji!— grito Kensuke.

 —Ah?...— dijo shinji al quitarse los audífonos.

 —Hombre, ¿Cómo te fue?— pregunto Touji emocionado. 

Ambos se habían parado en frente de Shinji tapándole la puerta de salida del salón 34.

 —Hey muchachos... me fue bien... ¿podrían darme espacio por favor?— dijo Shinji acomodándose para ver la puerta del salón de clases.

 —Relájate Shinji, creo que deberías descansar, que te parece si vamos a comer algo, nosotros vivimos a las afueras de la ciudad, pero la conocemos bastante y podemos llevarte a buenos sitios para que te vayas acostumbrando—, le dijo Kensuke con un tono amable y hospitalario.

 —Me encantaría chicos, pero primero hay algo que...— decía Shinji mientras sus ojos no podían creer que la chica ya había abandonado el salón, y ya se encontraba transitando por el pasillo, claro está a estas alturas, Shinji solamente pudo ver su espalda. Un rayo imaginario atravesó el alma del pobre joven Ikari.

 —Que pasa Ikari, ¿te encuentras bien?— preguntó Touji mientras veía al joven de cabello negro desfallecer.

 —Chicos! estaba intentando... agh, esperen un segundo, ya vuelvo...— dijo Shinji mientras se levantaba del sitio donde estaba sentado y se movía un tanto sigiloso detrás de aquella persona.

La chica dobla por un pasillo, y Shinji al temer perderle el paso, acelera para no perderla, pero al virar en aquella esquina, la muchacha de pelo rojo choca contra el desafortunado joven Ikari.

 —Aah! que te ocurre maldito niño— Grita la joven de pelo rojo, desde el piso al que había sido arrojada por el apurado Shinji.

 —L...Lo siento, yo solo quería...— dijo Shinji con pánico, por un lado había chocado con la pelirroja y por el otro, la muchacha de chaqueta blanca estaba ya alejándose un montón. —Perdón, pero necesito irme con prisa.

 —Que clase de modales son esos, vamos kinder— dijo con acento alemán, —me debes mas que una disculpa— dijo la pelirroja con ira.

 —S...si te recompensaré pero por favor, necesito irme ahora— dijo Shinji Nervioso.

En ese momento, Touji y Kensuke ya habían alcanzado al joven Ikari y el muchacho de lentes ayudo a levantar a la pelirroja casi como un rayo, Touji por su lado, le tendió la mano a Shinji.

 —Ikari, ¿a donde ibas con tanta prisa?, acaso andas siguiendo a esta hermosa dama—, dijo Kensuke con galantería mirando a la pelirroja.

 —Agh, no me digas así, que en ti se suena horrible— dijo la pelirroja reprochando a Kensuke.

 —UY!— exclama Touji, —¿así respondes a la amabilidad?— le reprocho el joven moreno.

 —Haber trio de chiflados, si quieren problemas pueden seguir molestándome, o bien, pueden decirle a su amigo que me pida perdón y que me  recompense por su agresión— dijo la pelirroja apuntando el suelo donde estaba tirada.

 —Vamos Ikari, pídele perdón a... em... ¿Cómo te llamas?— pregunto Touji con curiosidad.

 —Asuka, Asuka Langley Soryu— dijo Asuka con orgullo.

 —Eso Shinji, pídele perdón a Basuka— dijo Touji con malicia.

 —¿QUE?, ¿Cómo te atreves?— dijo Asuka molesta.

Shinji escuchaba toda la discusión con mucha tristeza, puesto que ya la muchacha de chaqueta blanca se había marchado. Pensando que jamás podría verle la cara nunca más.

 —Langley, lo siento mucho por chocar contigo, tenía mucha prisa y...—decía Shinji formulando una disculpa.

 —Nada de excusas, me debes una estúpido, si quedas en esta escuela, tendrás que recompensarme todos los días por tu atrevimiento, bis spatter (hasta luego)— Dijo Asuka con ímpetu, dando un rodeo al trio de muchachos y se marchó.

 —Vaya, tan linda y tan poderosa, ay Ikari, ya quisiera deberle algo— dijo Kensuke mirándola caminar con los vidrios de sus anteojos empañados.

 —Vamos amigo, es una bruja, no digas esa clases de cosas que me asustas...— dijo Touji mirando con miedo a su amigo, —Hey Ikari, ¿a donde ibas tan apurado?— pregunto Touji mirándolo de cerca.

 —E...em chicos, es solo que... —decía Shinji sin ya no poder evadir la pregunta— Vi a una persona que me resulto muy conocida, bueno, no le vi la cara, pero su voz si lo era...— Shinji comienza a contarles todo lo que pasó antes de entrar al examen y durante el examen.

 —Ew, Ikari, no me digas que eres una especie de acosador— dijo Kensuke mirando extrañado a Shinji.

 —¡N-no! ¡No es nada de eso!... solo me llamó la atención— decía Shinji, mientras recordó el copo de nieve— ¡Miren!, esto cayó en mi nariz mientras la miraba en la entrada de la escuela— sacando del bolsillo el copo de nieve para mostrándoselo a los muchachos, y se fijó que había aumentado muchísimo de tamaño.

 —¿Eh?, ¿Qué es eso?— miro Suzuhara el copo de nieve, seguido de una mirada acusando de loco a Shinji.

 —Parece una figura de un copo de nieve de plástico— Dijo Kensuke mientras se acomodaba los lentes.

 —¡No!, miren mas de cerca, es como una joya— insistió Shinji.

 —Ey amigo, parece que te lastimaste la cabeza o algo, ¿Qué tiene que ver el copo con la muchacha?— dijo Touji riendo— vamos Ikari, vayamos a comer, estaremos esperándote afuera de la escuela, ve primero a limpiarte la caída— Dijo Touji dando palmadas a Shinji—

 —Agh, otra vez con las palmadas, se nota que son amigos— dijo Shinji adolorido.

 —Bueno Ikari, te estaremos esperando, no tardes— dijo kensuke mientras caminaba con los brazos en su nuca.

 —Ugh... no pude verla— hablaba para si mismo en voz alta Shinji— creo que tendré que resignarme... pero, ¿y este extraño copo de nieve...?— de pronto el hielo cambió de azul a celeste, para la sorpresa de él, el copo parecía brillar con una intensidad mayor, cuando de pronto...

 —Ese copo de nieve...— dijo una voz femenina, una con un leve tono de sorpresa, dulce y familiar, esta voz la había escuchado hace solo unos minutos atrás.

Shinji Ikari, alzó su cabeza, y pudo ver de frente, a aquella muchacha de chaqueta blanca, pudo ver su piel pálida como el invierno, su cabello celeste oculto como el cielo detrás de las nubes, y unos brillantes y únicos, ojos color escarlata.

 —T-t... T-tu!— tartamudeo Shinji rojo con aquellos ojos.

Fin del primer capitulo

...

Creo que escribir sobre evangelion es algo que me hace no extrañar tanto a la serie y el manga, que me dejó con ganas de mucho mas, realmente disfruto mucho de este anime. Y es alentador pensar que puedo armar una historia, donde no necesariamente nuestros protagonistas sufran por cosas tan traumáticas como la perdida de un ser querido a una edad tan corta. Pero quién sabe, si murió Gandalf en el primer libro...

Espero que se hayan emocionado de alguna manera con la búsqueda de nuestro joven Ikari para ver el rostro de aquella misteriosa muchacha. Bueno, misteriosa para el, para nosotros es más que obvio quién es xD.

Muchas gracias por leer este primer capitulo! Nous vemous