48
Yoongi cerró la puerta de la sala de música y se quedó parado en mitad del pasillo. No entendía nada, estaba completamente desconcertado. Creía que todo iba bien entre ellos. ¿Acaso lo había interpretado mal?
Caminó hacia la escalera y subió los escalones. De nada servía darle vueltas al asunto, lo único que podía hacer era enfrentarse a la situación. Buscaría a Jimin y le preguntaría directamente, no se andaría con rodeos, esta vez no.
Escuchó un murmullo de voces provenientes de la cocina. Se acercó y vio a Taehyung sacando el contenido de las cajas que había tirado. Jimin estaba a su lado, indicándole donde debía guardar los alimentos. El rubio parecía el de siempre, estaba sonriendo y hablando animadamente con su hermano.
Yoongi se quedó observando la escena. Jimin se había ido de la sala de música, cierto, pero ¿y si lo hizo por vergüenza? Pudo sentirse incómodo al escuchar la voz de Taehyung. Se había puesto en lo peor como solía hacer siempre pero esta vez podría estar equivocado.
—Hyung— Jungkook estaba tumbado en el sofá, mirándole fijamente a los ojos —¿Qué haces?
Yoongi se sorprendió, ni siquiera se había dado cuenta de la presencia del maknae.
—Llevas un rato ahí parado— comentó —¿Estás vigilando a Taehyung hyung?
—Ah, bueno— se pasó la mano por la nuca y se sentó en el sofá —Me has pillado— mintió.
—Está mucho mejor, no te preocupes por él.
—Tienes razón— le miró —¿Qué haces ahí tirado?
—Estoy cansado— suspiró —Me he pasado toda la mañana limpiando los baños. Creo que me va a salir un sarpullido.
Yoongi se rió. Cuando se trataba de matar infectados, Jungkook era el primero en salir por la puerta pero si tenía que coger un trapo y limpiar un retrete, parecía el fin del mundo para él.
—Pues ya sabes, sigue las reglas y no tendrás que pasar por eso.
—Hyung, créeme, no pienso saltármelas nunca más— suspiró.
Yoongi volvió a mirar hacia la cocina, su hermano estaba pelando unas patatas. Jimin le intentaba explicar cómo debía hacerlo para no llevarse media patata en el proceso. El mayor sonrió. Taehyung nunca había sido hábil para ese tipo de cosas. Cuando Yoongi cocinaba él solía fregar los platos o poner la mesa porque todo lo demás terminaba en un desastre.
—A Jimin se le da bien cocinar— comentó —¿Quién le enseñó?
—Aprendió solo durante su estancia en Nueva York. Creo que intentó probar la vida común y corriente— bostezó —Yo desde luego no me habría molestado. ¿Para qué cocinar si puedes comer todos los días en un buen restaurante? No tiene sentido...
—A ti te pega ser así.
Jungkook se encogió de hombros y se echó a dormir. Yoongi fue hacia la estantería a coger un libro. Quería pasar el rato leyendo pero las risas entre Taehyung y Jimin no le dejaban concentrarse en la lectura. Cada vez que intentaba meterse en la historia terminaba mirando hacia ellos, así que desistió y los observó en silencio.
El maknae era el encargado de poner la mesa. Yoongi lo despertó cinco minutos antes de comer. Jungkook hizo el trabajo medio adormilado y sin muchas ganas. Cuando todo estuvo listo se sentaron a la mesa. Como iba siendo habitual en los últimos días, Taehyung fue el que inició la conversación.
—La película que vi anoche es buenísima— comentó entusiasmado —El actor principal me impresionó mucho. Para ser tan antigua está muy bien hecha.
—Lo dudo— dijo Jungkook con sueño.
—Pero si no sabes de qué película te estoy hablando— le miró con el ceño fruncido.
—No hace falta, las películas antiguas son muy malas.
—¿Cómo puedes decir eso?— se mosqueó —Hay auténticas joyas entre el cine clásico.
—No veo películas que se hayan grabado antes de 1997.
—¿Qué?— Taehyung le miró sorprendido —¿Por qué?
—¿No es obvio? Porque son muy malas. Me parece una pérdida de tiempo— contestó el maknae.
—¡Eso es terrorismo cultural!— se indignó golpeando la mesa con ambos puños.
Yoongi observó con una sonrisa en los labios cómo discutían. Esos dos se podían llevar de maravilla y al mismo tiempo se echaban los perros por tonterías. Era muy entretenido ver sus debates.
El chico de cabello negro miró a Jimin. Estaba comiendo tranquilamente sentado al lado de Jungkook, justo enfrente de Taehyung. Parecía ajeno a lo que sucedía entre los menores.
—Jimin, ¿me puedes acercar el kimchi?
El rubio estaba a punto de llevarse un poco de arroz a la boca pero al oír la voz de Yoongi se detuvo. Cogió el kimchi con la mano izquierda y se lo pasó sin mirarle a la cara.
—Gracias.
Yoongi se quedó pensativo. ¿Por qué no le había mirado? ¿Seguía avergonzado? Algo en su reacción le dejó intranquilo.
—¿Entonces nunca has visto El padrino, Qué bello es vivir o Psicosis?— movió la cabeza indignado —Vas a ir directo al infierno por ser tan ignorante.
Los menores seguían picándose entre ellos e intentando quedar el uno por encima del otro. Yoongi ya no podía disfrutar de ese momento, seguía mirando a Jimin confuso y preocupado. El rubio mantenía la mirada sobre su plato, solo la levantó por un segundo cuando Taehyung le mencionó para decirle lo simplón que era su hermano.
Los chicos estaban a punto de terminar de comer y la discusión no había cesado. Jimin seguía ignorando a Yoongi. El mayor le había pedido las verduras salteadas y el rubio reaccionó de la misma manera que con el kimchi.
Yoongi no aguantaba más, necesitaba hablar con él de inmediato.
—Jimin, ¿tienes un minuto?— le preguntó sin titubear.
—¿Ahora?
Yoongi no le contestó. Estaba esperando que le mirase a la cara pero no lo hizo. No le quedó más remedio que confirmárselo en voz alta.
—No puedo. Tengo cosas que hacer— le dijo mientras se levantaba de la mesa.
—No te quitaré mucho tiempo— Yoongi también se levantó —Seré breve.
—En otro momento...— Jimin pasó a su lado.
—No me ignores— le sujetó del brazo —Tenemos que hablar sobre lo que ha pasado.
—Suéltame— contestó en voz baja pero con firmeza.
—Jimin...
El menor se soltó bruscamente y abandonó la cocina. Yoongi solo pudo observar cómo se alejaba de él. Su presentimiento inicial sí fue correcto, algo había ido mal, algo que no lograba comprender. ¿Por qué no quería hablar con él?
Al darse la vuelta vio a los menores mirándole fijamente a la cara.
«¡Mierda! ¡Me he olvidado de ellos!»
—¿Qué ha pasado, hyung?— le preguntó Taehyung preocupado.
—Nada.
—¿Nada? Mi hermano no reacciona así por nada— contestó Jungkook en un tono serio —¿Qué le has hecho?
—¡Oye!— Taehyung le miró molesto —¿Por qué piensas que le ha hecho algo?
—No quiere hablar con él, algo habrá hecho, ¿no?
—No tiene que ser eso. Puede que tu hermano se haya enfadado por una tontería y ahora esté dramatizando.
—¿Te estás describiendo a ti mismo, hyung?— le dijo en un tono áspero.
—Dejad de discutir— Yoongi se sentó en su sitio —Ha sido culpa mía.
Jungkook señaló al mayor y miró a Taehyung con cara de «Te lo he dicho» pero el chico no le hizo caso e ignoró esa provocación.
—¿Por qué ha sido tu culpa?— le preguntó su hermano —¿Acaso le has visto desnudo?
—¿Por qué iba a molestar eso a mi hermano?— preguntó Jungkook frunciendo el ceño.
—No sé, a ti te molestó cuando te vi en calzoncillos— le recordó —Puede que la gente de Busan sea así de puritana.
—O puede que la gente de Daegu sea demasiado lujuriosa.
—No es nada de eso— les cortó Yoongi.
—Pues dilo de una vez— le exigió Jungkook —Lo que pase entre vosotros nos concierne.
Yoongi le miró durante unos segundos y luego bajó la mirada pensativo. No tenía ningún problema en contarle lo que había pasado a su hermano pero con Jungkook era otra cosa.
—¡Hyung!— dijo Taehyung exaltado —¡No me digas que se lo has dicho!
—Más o menos.
—¿Decirle qué?
—¿Y qué te ha contestado?— Taehyung ignoró a Jungkook y le siguió preguntando.
—No he podido hablar con él.
—¿Entonces cómo se lo has dicho?
—¿Decirle qué?— repitió Jungkook molesto.
—Es que no se lo he dicho con palabras...
—No me digas que...— Taehyung miró a su hermano con los ojos muy abiertos. Yoongi asintió con la cabeza —¡Tienes que hablar con él ahora mismo, tienes que decirle lo que sientes!
—¿Se puede saber de qué estáis hablando?— el maknae se estaba empezando a cabrear.
—Eso quiero hacer pero ya has visto cómo ha reaccionado— suspiró —Ni siquiera me ha mirado a los ojos.
—Hyung, si no quiere hablar contigo enciérrate con él en una habitación y oblígale a escucharte.
—¿De qué vas?— Jungkook se levantó molesto de la silla —¡Aquí nadie va a obligar a mi hermano a nada!
—¡Jimin tiene que escucharle! ¡Esto es muy importante, Jungkook!
—Ah sí, ¿y qué es tan importante?
—Estoy enamorado de Jimin.
Jungkook miró a Yoongi a los ojos. Por un segundo creyó haber escuchado mal pero el mayor no apartó la vista de él. Su mirada era firme, no estaba bromeando en absoluto. ¿Cuándo había pasado eso? Nunca habría imaginado que Yoongi pudiera estar interesado en su hermano y mucho menos enamorado.
—Solo quiero hablar con él.
—Pero...— Jungkook hizo una pausa larga y se volvió a sentar en la silla. Todavía estaba impactado por la noticia —Él siempre está dispuesto a hablar. ¿Qué has hecho para que no quiera escucharte?
Yoongi miró a Taehyung, no estaba seguro de si debía contárselo. El menor de los Min asintió varias veces con la cabeza, eso fue suficiente para despejar las dudas.
—Le he besado.
Jungkook no reaccionó. El chico no salía de su asombro, seguía muy sorprendido por la relación de Yoongi con su hermano.
—Solo quiero explicarle por qué lo he hecho— dijo con calma —Solo quiero que me escuche.
—No te va a escuchar.
—¿Por qué?— preguntó Yoongi sorprendido.
Ambos le miraron a la cara, esperaban una respuesta de él pero el menor no contestó. Su expresión era tan seria que empezaron a preocuparse.
—¿Por qué dices eso?— preguntó Taehyung intranquilo.
Jungkook se levantó de la mesa sin decir ni una sola palabra. Caminó hacia el piso de arriba dejando atrás a los Min. Escuchó de fondo la voz de Taehyung exigiendo una explicación pero no se paró a dársela.
Sabía perfectamente dónde encontrar a su hermano. Recorrió el pasillo del segundo piso, subió por las escaleras del fondo y salió al exterior. El rubio estaba sentado en uno de los sillones grises que había en la azotea.
Jungkook se quedó apoyado sobre la puerta, mirándole durante unos minutos. Seguía sorprendido por su relación con Yoongi. ¿Cómo se le había pasado algo así? Si echaba la vista atrás, había presenciado algunos momentos entre ellos que le podrían haber dado alguna pista, pero Jungkook tenía que admitir que no sospechaba nada. Bromeó una vez con Jimin sobre su relación con Yoongi pero solo había sido eso, una broma.
El maknae suspiró. Estaba sorprendido pero también preocupado. Jungkook sabía en qué estaba pensando su hermano, sabía muy bien por qué había reaccionado así. Se acercó y tomó asiento a su lado.
—Siempre vienes aquí cuando discutes con papá o cuando necesitas pensar.
—Es mi lugar favorito— le contestó —En la azotea siempre hay mucha tranquilidad.
—Cierto, aquí hay mucha calma— Jungkook le miró de reojo. Jimin estaba jugando con uno de los agujeros de su pantalón vaquero. Era un hábito que tenía cuando algo le preocupaba en exceso —Parece que he sido el último en enterarme de lo tuyo con Yoongi hyung.
Jimin no le contestó, solo bajó un poco la mirada.
—Te gusta, ¿no?— hizo una pausa larga —No quieres admitirlo pero sabes que es así.
—Jungkook, no quiero hablar de eso.
—No tienes por qué hablar conmigo si no quieres, pero deberías hablar con él.
—No sé qué decirle— suspiró.
—Dile lo que sientes.
—No puedo...
Jungkook se levantó del sillón y se sentó sobre la mesa de piedra que estaba enfrente del rubio.
—Yoongi hyung no es como ese gilipollas.
—Lo sé, no se parecen en nada.
—Hyung, si te ha besado y no le has rechazado, es porque sientes algo por él.
—Jungkook...
—No, escucha— le interrumpió —¿No crees que ya va siendo hora de que te des una oportunidad a ti mismo?
—¿Por qué insistes?— le miró a los ojos —Siempre has espantado a todos los que se me acercan.
—Es cierto— admitió —Pero Yoongi hyung es diferente a todos los demás. Es íntegro, valiente, hábil y cuida de todos nosotros. Me cae bien, me fío de él y creo que lo que siente por ti es real.
—Real...— repitió Jimin con amargura.
—Hyung, estas asustado porque te gusta, ¿no es así?— Jungkook no necesitó una respuesta a su pregunta, su hermano no se atrevía a pronunciarlo pero él sabía la respuesta, se veía en sus ojos —Lo entiendo, entiendo que lo estés pero debes decirle algo, no puedes dejarlo así.
—¿Y qué le digo?
—La verdad. Si no le cuentas la verdad no va a entender lo que te pasa.
—No quiero que lo sepa— dijo en un susurro.
—No debes avergonzarte, tú no hiciste nada malo.
—No puedo— Jimin se levantó y se alejó de él.
Jungkook solo observó cómo caminaba hacia el muro de la azotea. Ver a su hermano en ese estado le dio mucha rabia.
—¿Y esto es todo?— le gritó —¿Piensas dejar las cosas así?
—¡No insistas!
—¡Yoongi hyung se merece una explicación!
Jungkook esperó pero fue en vano, su hermano no le contestó. Lo intentó varias veces más y al ver que le seguía ignorando, abandonó la azotea dando un tremendo portazo. El maknae bajó por las escaleras cabreado. No estaba enfadado con Jimin, conocía demasiado bien los temores de su hermano. Estaba enfadado porque después de todo ese tipo seguía estando presente en sus vidas.
Jungkook bajó tan rápido que estuvo a punto de chocar con Taehyung en el pasillo del segundo piso.
—¿Sabes dónde está Jimin?— le preguntó.
Yoongi salió de la habitación del maknae al escuchar la voz de Taehyung. El menor apuntó con el dedo hacia el techo cuando lo vio salir.
—Ven conmigo, está en la azotea.
Jungkook solo se lo había dicho a Yoongi pero Taehyung se dio por invitado y siguió a ambos por las escaleras. El maknae se detuvo delante de la puerta y miró a Yoongi a los ojos.
—Lee Taemin.
—¿Lee Taemin?— repitió.
—Pregúntale por él.
Yoongi notó cómo se endurecía la mirada del menor, había puro desprecio en sus ojos. Quiso hacerle alguna pregunta pero por su expresión no parecía que fuera a contestarle. Sin decir ni una palabra más, salió al exterior.
Jungkook cerró la puerta con llave.
—¿Qué haces?— preguntó Taehyung sorprendido.
—Seguir tu plan.
Jungkook se ha tomado los sentimientos de Yoongi bastante bien, se nota que se lo ha ganado. ❤️
El maknae sabe mejor que nadie por todo lo que ha pasado Jimin... ¿Alguien se imaginaba que la persona que le hizo daño sería Taemin?
El pasado de nuestro mochi está a punto de desvelarse y tengo muchas ganas de que lo leáis. 👀
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