Taehyung estaba viendo una película en la enorme pantalla de televisión que colgaba de la pared del salón. Jungkook le había puesto el Blu-ray antes de irse a dormir.

El joven estaba concentrado en una escena cuando oyó a alguien bajar por las escaleras. Giró la cabeza y vio a Jimin acercándose a él. Sostenía unas sábanas grises entre los brazos.

—Buenos días, Jimin— le sonrió.

—Buenos días, Taehyung— le devolvió la sonrisa —Me alegra verte aquí.

—No podía quedarme arriba toda la vida.

Jimin le observó detenidamente. El chico vestía un pijama diferente, de color naranja pálido que Jungkook se ponía muy pocas veces. Su pelo brillaba casi tanto como la expresión de su rostro. Taehyung parecía estar de buen humor.

—Te has bañado, ¿no? ¿Necesitas que te cure las heridas?

—Me ha curado Jungkook y también he desayunado— señaló el cuenco de cereales vacío que había en la mesa —No te preocupes, estoy entretenido viendo una peli.

Jimin miró hacia el televisor. Sonrió al ver lo que estaba viendo.

—Cómo robar un millón. ¿Te gustan las películas antiguas?

—¡Me encantan!— contestó entusiasmado —Y más las de Audrey Hepburn.

—Tienes buen gusto— se acercó un poco más al sofá —A mí me gusta mucho el cine. Tengo un montón de películas, si necesitas alguna recomendación no dudes en pedírmela.

—Eso está hecho— Taehyung miró por encima del hombro del mayor y vio a Yoongi bajando por las escaleras —Buenos días, hyung.

—Buenos días, Tae.

Jimin bajó la mirada. Había entrado a cambiar la cama cuando su amigo estaba en el cuarto de baño. No quería evitarle pero tampoco sabía qué decirle.

—Voy a poner una lavadora— le dijo a Taehyung —Te dejo con tu hermano.

El rubio se dio la vuelta y salió de allí sin cruzar la mirada con Yoongi. El mayor del grupo tampoco le miró, pasó de largo y se sentó en el sofá, al lado de su hermano pequeño.

—Tienes buen aspecto— le miró —Que hayas bajado...

—Hyung, no hablemos de mí— le interrumpió —¡No me lo puedo creer!

—¿El qué?

—Lo que has hecho— sonrió con picardía —Te dije que corrieras hacia la portería, no que metieras un gol por toda la escuadra.

—¿Qué?— Yoongi arqueó una ceja y le miró confundido.

—No te hagas el desentendido. Jimin cambiando las sábanas, Jimin huyendo de aquí sin mirarte a la cara— le dio varias palmaditas en el brazo —Sí que te has lanzado— se rió.

—Lo has entendido mal— le contestó en un tono seco.

—Claro, claro, ahora hazte el tímido.

—Lo de las sábanas es por la pesadilla que tuvo anoche— hizo una pausa larga —No me ha mirado porque me ha rechazado y debe sentirse incómodo.

—¿Qué?— Taehyung se quedó de piedra —¿Me tomas el pelo?

—No— Yoongi miró hacia la pantalla de televisión. La película parecía estar llegando a su fin —Eso es lo que ha pasado.

—¿Pero cómo? ¿Qué te ha dicho?— le preguntó inquieto.

—No importa— murmuró.

—Hyung, dímelo.

—No quiere que vuelva a dormir con él. Me ha dicho que debería cuidar de ti y que...— Yoongi se pasó la mano por la nuca —Y que no me necesita.

—¿Le has dicho lo que sientes y eso te ha contestado?

—No.

—¿No qué?

—No le he dicho lo que siento.

—Si no le has dicho nada, ¿entonces por qué te lo tomas como un rechazo?— le dijo extrañado.

—Porque lo ha sido— contestó con firmeza —Me ha llamado hermano mayor y no quiere que me quede con él. ¿Cómo debería tomármelo?— volvió a fijar la vista sobre el plasma —Aunque claro, puede que solo haya sido una excusa porque en realidad le doy grima.

Taehyung miró a su hermano durante unos segundos, se veía muy disgustado.

—¿Grima? ¿Qué quieres decir?

—¿Y si es hetero?— Yoongi frunció el ceño —Es posible que se haya sentido incómodo al verme otra vez en su cama. No debí hacerlo...

Taehyung sabía que Jimin no era heterosexual. Estuvo a punto de decirle lo que le había comentado Jungkook pero decidió hacerle otra pregunta.

—¿Qué piensas hacer?

—No haré nada más. Le dejaré tranquilo.

Taehyung torció la boca. ¿De verdad se iba a rendir tan fácilmente? Pasaron unos minutos antes de que el menor de los Min retomase la conversación.

—Nunca te interesó de verdad, ¿no? Pensé que Jimin era diferente, pensé que te gustaba mucho pero solo es otro de tus ligues de mierda.

—Taehyung, no hables de lo que no tienes ni idea.

El menor aguantó su mirada penetrante. Yoongi nunca le llamaba Taehyung, solo lo hacía cuando se molestaba seriamente con él.

—Me parece patético que te rindas solo por eso.

—¿Solo por eso? No imaginas lo que me ha dolido escuchar que no me necesita.

—¡Pues haz que te necesite!— gritó.

Yoongi le miró con los ojos muy abiertos. Su hermano nunca le solía levantar la voz.

—Sabes de sobra lo que hay ahí afuera y sabes de sobra cómo pinta nuestro futuro— señaló hacia la ventana —Sí, te ha dicho que no quiere que duermas a su lado. ¿Y qué? Pues haz que se arrepienta. Haz que se muera por tenerte cada noche a su lado— le miró fijamente a los ojos —Deja de compadecerte. El chico que te gusta está vivo. ¿Quién puede decir eso en estos momentos? Que esté vivo debería ser suficiente motivación para no rendirte.

Yoongi no apartó la mirada de él. Aguantó el chaparrón que le estaba cayendo sin abrir la boca.

—Has necesitado un maldito apocalipsis zombie para enamorarte— Taehyung miró hacia la televisión y se cruzó de brazos —¿Y te vas a rendir por cuatro palabras? Ni siquiera le has dicho lo que sientes— refunfuñó —Ten los huevos de decírselo y si luego te manda a la mierda entonces hablamos pero hasta que no lo hayas intentado de verdad, no me vengas con chorradas.

Yoongi se quedó callado. Su hermano se había enfadado con él, le había echado la bronca y el mayor no sentía ganas de reprocharle ninguna de sus palabras. En el fondo sabía que tenía razón. Se había rendido al primer tropiezo.

El joven de cabello negro no lo entendía. Siempre había sido un luchador que se crecía ante las adversidades pero unas pocas palabras de Jimin habían sido suficiente para desanimarle.

—A mí también me han rechazado— agregó Taehyung —Varias veces— le miró a los ojos —Pero lo he intentado hasta el final.

—Creo que me he asustado— dijo en voz baja —Cuando me ha dicho que no me necesita, me he asustado— Yoongi bajó la mirada —Nunca he tenido esta clase de sentimientos. En el instituto he salido con chicos y sí, me gustaban, pero el sentimiento era diferente— suspiró profundamente —No entiendo qué me pasa con él.

—Yo sí lo entiendo— le contestó en un tono más amable —Por eso no puedes rendirte.

—No quiero rendirme.

Taehyung sonrió. Su hermano mayor siempre mostraba una gran seguridad en sí mismo. Envidiaba esa calma y esa fortaleza que tenía para afrontar cualquier problema. Por eso le chocaba ver cómo se estaba comportando con Jimin. Desde luego estaba descubriendo otra versión muy diferente de su hermano.

El menor le dio un abrazo.

—No seas empalagoso— se quejó Yoongi.

—Cállate. Tengo ganas de sacarte tarjeta amarilla por ser tan inconstante y llorón— le pellizcó en el brazo —Pero como eres tan mono, lo voy a dejar en una advertencia.

—No soy mono y deja ya esa referencia.

Taehyung se sentó otra vez en su sitio. En la pantalla ya estaban saliendo los créditos finales de la película.

—No cambies tu actitud, sigue como hasta ahora y cuando veas el momento adecuado, dile lo que sientes. Ah— le miró a la cara —Y no te preocupes por su orientación sexual, es de los míos.

—¿Qué?— el mayor se levantó del sofá de sopetón —¿Cómo lo sabes?

—Me lo dijo Jungkook.

—¿Cuándo?

—Mmmm— Taehyung le miró pensativo —¿Ayer? Creo que ayer.

—¿Ayer?— se quejó —¿Lo sabías cuando me metí en su cama?

—Mmmm sí— sonrió con inocencia.

—¡Maldito niñato!— Yoongi estuvo a punto de darle una colleja —¿Por qué no me lo has dicho antes?

—Porque habría sido muy fácil, hyung— Taehyung le sacó la lengua —Y solo te lo he dicho ahora porque has decidido luchar por él, que si no, no te lo habría dicho.

—Serás...

Yoongi iba a darle una colleja cuando apareció Jimin.

—¿Qué hacéis?

—Jimin, sálvame de mi diabólico hermano— gritó de manera exagerada.

Yoongi le fulminó con la mirada y Taehyung le mostró una sonrisa burlona.

—Parecéis muy animados— contestó el rubio.

—Estamos de buen humor— le dijo el menor del grupo —Sabes, íbamos a ver una película. ¿Por qué no te unes?

Jimin se quedó callado. Taehyung notó su inquietud, parecía indeciso, como si esperase encontrar la excusa perfecta para poder salir de allí.

—Anda, será divertido— agregó —Además, tampoco tienes otra cosa que hacer.

Yoongi miró a su hermano. ¿Qué estaba haciendo? No habían hablado de ver una película.

—Claro— contestó Jimin —¿Qué queréis ver?

—Una película romántica— dijo Taehyung.

Jimin se acercó al mueble que tenían debajo de la televisión para mirar las películas.

Yoongi cruzó los brazos en señal de negativa. De todos los géneros que existían en el mundo del cine, ¿por qué tenía que elegir ese? Taehyung le sonrió con satisfacción mientras su hermano le maldecía por dentro.

—Yo prefiero una película de acción o de ciencia ficción— dijo Yoongi.

—Hyung, acción hemos tenido bastante y la ciencia ficción la encuentras saliendo de casa. Yo quiero amor. A.M.O.R— deletreó la palabra lentamente.

Yoongi se sentó al lado de Taehyung.

—¿Quieres morir? M.O.R.I.R— le susurró al oído.

—Aunque una peli de acción o de ciencia ficción no suena tan mal— dijo el menor rápidamente.

Jimin estaba sentado en el suelo mirando las películas. Levantó el Blu-ray de Interstellar.

—¿Qué os parece este?

—Perfecto— contestó Yoongi.

Jimin se levantó, puso el Blu-ray y se acercó a la cocina. Él y Yoongi todavía no habían desayunado así que iba a preparar algo rápido para comer mientras veían la película. Encima de la superficie de la cocina encontró unos cuencos llenos de cereales. Al lado había una nota escrita.

«Los cereales también se me dan bien. No seas envidioso, hyung. JK»

Jimin sonrió. ¿De verdad estaba alardeando por echar unos simples cereales en unos cuencos? El rubio no pudo contener la risa.

—¿Qué pasa?— preguntó Taehyung al escucharle —¿Qué es tan gracioso?

Yoongi también miró hacia la cocina. La expresión seria que había mantenido Jimin había cambiado por completo. Ahora se veía como el chico dulce y risueño que era.

—Jungkook— dijo entre risas —Eso pasa.

Yoongi se levantó del sofá y se acercó a su amigo. Jimin le dio la nota del maknae. El mayor sonrió al leerla.

—Vaya pique tenéis vosotros dos.

—Esto parece la historia interminable.

—Solo tienes que admitir que sabe hacer algo más que Ramen y vuestra historia tendrá un final.

—No pienso hacerlo— se negó rotundamente.

—¿Por qué?

—Porque me encanta picarle— le contestó sonriendo de oreja a oreja.

Taehyung los observó. ¿Habían dejado el mal rollo atrás? Ambos parecían cómodos, estaban hablando con naturalidad.

El menor sonrió. No podía negarlo, hacían buena pareja.

Se giró al ver que caminaban hacia el sofá. Yoongi se volvió a sentar en el mismo sitio y Taehyung cogió un cojín y lo puso sobre el regazo de su hermano. Acomodó la cabeza sobre él y se tumbó en el sofá medio encogido. Yoongi le miró a los ojos, el menor le hizo un gesto con el dedo para que se acercase.

—Sé que Jimin es muy atractivo pero no te excites eh, que estoy tumbado sobre tu regazo— le susurró al oído.

Yoongi le golpeó en la frente y Taehyung se quejó.

—Hoy te vas a llevar una patada— le amenazó Yoongi.

—Estoy herido— se quejó —¿Por qué eres tan agresivo? No tienes sentido del humor.

—Tu sentido del humor da puto asco.

—Pues a mí me gusta.

Jimin los miró con una sonrisa en la cara. No sabía de qué iba la cosa pero esa escena le había traído recuerdos de la cueva.

«No te preocupes, no eres el primero que me usa como almohada»

Eso le había dicho Yoongi después de despertarse sobre su regazo. El mayor seguía discutiendo con su hermano y a Jimin le dio mucha ternura ver a los Min tan animados.

Se sentó al lado de Taehyung y puso la película. Los tres se quedaron callados en el momento en que comenzó la primera escena. Jimin quería volver a sentir algo de normalidad. Al menos durante los próximos 169 minutos quería olvidarse de lo que acechaba ahí afuera y ser un chico normal. 

Aunque lo de ver una película romántica no ha salido como quería, Tae no va a permitir que su hermano se rinda con Jimin. Más le vale a Yoongi ponerse las pilas si no quiere que le de la lata. 😂