30
Yoongi estaba enfrente del ventanal mirando hacia afuera. El cuarto de baño de Jimin, que era idéntico al de Jungkook, le había sorprendido mucho. No solo por lo espacioso que era sino también por las vistas que había hacia el bosque. Visto desde allí parecía un lugar pacífico.
La habitación y el cuarto de baño eran casi tan grandes como su apartamento. El mayor del grupo vivía en un piso pequeño con Taehyung. Compartía habitación con su hermano y la cocina abierta no disponía de muchos metros.
Seokjin era el único al que solían invitar. Taehyung nunca llevaba a sus amigos a casa y Yoongi quedaba con sus ligues en hoteles de la ciudad. Había muy poco espacio en su piso y demasiado en la casa de la montaña.
Yoongi se había secado el pelo con una toalla y llevaba el albornoz blanco que había cogido de detrás de la puerta.
Salió del cuarto de baño y se acercó al armario de Jimin. Allí se encontró con muchísima ropa. Toda parecía de alta calidad y hasta los pijamas se veían caros.
«¿Qué hago?»
Tenía el permiso de Jungkook para usar la ropa de su amigo y estaba seguro de que a Jimin no le importaría, pero seguía siendo extraño rebuscar entre sus cosas.
Cogió una camiseta negra y un pantalón de chándal del mismo color. No le parecía bien vestirse con unos vaqueros ni usar otro tipo de ropa sin su permiso.
Abrió varios cajones buscando la ropa interior. Cuando acertó con el cajón, dudó por un instante. La imagen de Jimin en calzoncillos le vino a la mente. Lo había visto en el río y también lo había mirado mientras dormía sobre su regazo.
En ese cajón estaba todo lo que se solía poner. Justo cuando iba a meter la mano entró alguien por la puerta. Yoongi lo cerró de golpe y se apartó avergonzado. Sintió como se sonrojaba.
-Hyung, ¿te gusta el Ramen?
-¿Ramen? Eh, sí, claro- carraspeó un poco -Me gusta mucho- el mayor no se dio la vuelta. Estaba mirando por la ventana, disimulando la vergüenza que sentía.
-¿No usas ropa interior?- le preguntó el maknae al ver que solo sujetaba una camiseta y un pantalón en la mano.
-¿Cómo?- su pregunta le descolocó por completo.
-No has cogido calzoncillos, hyung- Jungkook abrió el cajón de la ropa interior y sacó unos bóxers negros del fondo. Todavía estaban en una bolsa de plástico y tenían la etiqueta puesta -Parece que te gusta el negro así que toma.
-Gracias- Yoongi los cogió pero no le miró.
-Mi hermano es adicto a la ropa. Te aseguro que la mitad de lo que tiene en ese armario está sin estrenar- se rascó la cabeza -En fin, voy a hacer Ramen. Seguro que tenéis hambre. ¿Le hago algo a Taehyung hyung?
-Por ahora no. Dejémosle descansar. Cuando tenga hambre nos pedirá algo.
-Vale- Jungkook se fue hacia la puerta -Os llevo la comida en un rato- le dijo antes de salir de la habitación.
A Yoongi todavía le latía el corazón con fuerza. Menos mal que Jungkook no podía mirar dentro de su cabeza. Habría sido un momento muy incómodo si llega a saber en lo que estaba pensando.
Miró los calzoncillos que le había dado el menor y suspiró.
«¿Qué demonios te pasa? ¡No es momento para eso!»
Se vistió con calma y dejó todo recogido antes de irse de la habitación. Entró en el cuarto de Jungkook sin hacer ruido y vio a su hermano tumbado en la cama. Parecía estar durmiendo profundamente.
Encontró a Jimin enfrente del ventanal. Había empezado a llover y el rubio tenía la mirada perdida en el exterior.
Yoongi se fijó en su ropa. Llevaba una camiseta de manga larga y un pantalón de pijama. Todo era de color blanco. Su pelo estaba limpio y bien peinado.
Jimin notó cómo alguien caminaba hacia él.
-Hyung, ¿estás bien?
-Estoy bien- Yoongi le dio un abrazo muy fuerte. Estaba feliz de volverle a ver.
-¿Estás seguro?- preguntó preocupado. Su comportamiento le había confundido.
-Sí- el mayor se apartó de él y le miró a la cara. Jimin volvía a tener color en el rostro y no se veía tan abatido. Había recuperado su buen aspecto -Jungkook está en la cocina así que no te preocupes.
-Menos mal- dijo aliviado -Tu hermano no se ha despertado en ningún momento. Le he tomado la temperatura y no tiene fiebre. Se va a poner bien, ya verás.
Yoongi le escuchó con sosiego. Temía que las lesiones de su hermano fueran más graves pero las palabras de Jimin le dieron un poco de calma.
-Gracias por cuidar de él.
-No las des. Estamos juntos en esto, ¿no?
El mayor asintió. Bajó la mirada y observó las marcas de su cuello. Resaltaban en su piel.
-¿Cómo te encuentras?
-Me he tomado un calmante- admitió -Estoy más tranquilo.
-Has hecho bien- le tocó el cuello con la mano -¿Te duele?
-Un poco- Jimin se fijó en las heridas que tenía su amigo en los brazos. Cuando le salvó no se dio cuenta, estaba demasiado alterado como para haber percibido esos detalles.
-No es nada- dijo Yoongi al ver cómo cambió la expresión de su cara -Solo son rasguños.
-Deja que te cure.
-No hace falta.
Jimin le ignoró. Caminó hacia la mesilla, cogió varias cosas del botiquín y se acercó al mayor.
-Levanta el brazo- le pidió.
-¿Es necesario?
-Sí.
Yoongi suspiró pero hizo lo que le dijo. Miró al menor mientras le curaba las heridas. Había visto un miedo muy profundo en los ojos de Jimin pero ahora no había ni rastro de ese temor. Parecía haber desaparecido por completo.
-Jungkook es un buen chico. Me ha sido de gran ayuda.
-¿En serio?- su cara se iluminó -¿Se ha portado bien?
-Sí. Creo que nos vamos a llevar bien.
-Eso espero- Jimin sonrió. Le entusiasmaba esa idea -Los cuatro deberíamos llevarnos bien.
-Estoy de acuerdo.
El menor no tardó en curarle los brazos y los nudillos. Las heridas de Yoongi eran superficiales pero también requerían de atención. Al terminar, recogió todo.
-Te queda bien.
-¿Qué?
-Mi ropa.
-Jungkook me dijo que podía usarla- se pasó la mano por la nuca.
-Puedes ponerte lo que quieras, hyung. Ahora vamos a vivir juntos, esta también es tu casa.
Yoongi bajó la mirada. Su abuelo tenía la costumbre de recalcar prácticamente a diario que no estaba en su casa y que debía seguir sus normas. Pasó años sintiéndose un extraño en aquel lugar. Nunca le permitió sentirse parte de la familia.
Seokjin fue el primero en decirle que estaba en su casa y ahora Jimin había pronunciado las mismas palabras que su mejor amigo.
Yoongi sabía a qué se debía. Estaban atrapados en ese mundo y la situación les había llevado a eso, pero a pesar de todo, se sintió feliz.
-Gracias.
-No me las des- le cogió de la muñeca y lo llevó hacia Taehyung -Ven, debes estar con él- le soltó y se fue hacia la ventana.
El mayor le miró durante unos segundos. No sabía cómo habían surgido esos sentimientos por Jimin pero haber estado a punto de perderle le había dejado algo muy claro; lo que sentía era real.
Bajó la vista hacia Taehyung. A pesar de los golpes en la cara, la expresión de su hermano era suave. Se sentó en la cama y cogió su mano. La besó y la acarició con dulzura.
Jimin contempló la escena desde la ventana. Yoongi podía dar la impresión de ser una persona dura pero en realidad era todo lo contrario.
Pasaron los minutos y ninguno habló. El chico de Busan permaneció en el mismo lugar, dándole tiempo y espacio a su amigo para estar con Taehyung.
Al cabo de un rato entró Jungkook por la puerta. Traía una bandeja con comida.
-¿Has hecho Ramen?- se sorprendió Jimin -Qué bien huele.
-Sí- sonrió de oreja a oreja -Pensé que no queríais bajar a comer así que os he subido la comida.
-Muchas gracias.
Jimin cogió dos cuencos y le dio uno a Yoongi. Ambos se sentaron en el suelo, al lado del ventanal. Jungkook les acercó las bebidas y luego se sentó a comer junto a ellos.
-No me he dado cuenta del hambre que tengo hasta que he olido el Ramen- comentó el rubio antes de sorber un poco del caldo. Sintió dolor al tragar pero no mostró ninguna señal de malestar. No quería preocupar a nadie -Qué rico.
-Sí que está rico- dijo Yoongi después de probarlo.
-Por supuesto. Mi Ramen es lo mejor que hay- contestó Jungkook orgulloso.
-Es lo único que sabes hacer- se burló Jimin.
-No es lo único, es lo más rico- afirmó con la boca llena.
-No mientas, no sabes hacer otra cosa.
Yoongi observó cómo los hermanos Park discutían en voz baja. Estar bajo un techo seguro comiendo Ramen y verles más animados después de todo lo que habían sufrido, le pareció irreal. Y al mismo tiempo agradecía cada sonrisa o mueca que hacían mientras discutían.
En el exterior seguía lloviendo con ganas. Yoongi comió en silencio, mirando de vez en cuando a su hermano y a sus amigos.
Su paz habría sido completa si Seokjin hubiera estado a su lado. Pero no estaba.
Terminó de comer al mismo tiempo que Jungkook. El maknae se había pasado todo el rato hablando pero engullía como no había visto en la vida. Ese muchacho era tan fuerte como glotón.
-¿Queréis algo más?- preguntó el maknae.
Yoongi negó con la cabeza y Jimin señaló con la mano que no podía más. El cuenco de Ramen que había preparado Jungkook era enorme. Se quedaron llenos y satisfechos.
-Tenemos que mirar cuánta comida hay en la despensa- dijo Jimin -A ver si tenemos la suficiente para aguantar hasta que todo vuelva a la normalidad.
-De eso nos podemos ocupar mañana- le contestó su hermano -Vosotros deberíais descansar. Seguro que estáis agotados.
-Quiero quedarme con Tae. Ya descansaré cuando él esté bien.
Jimin miró a Yoongi. Tenía las ojeras marcadas y el cansancio se le notaba en el rostro.
-Hyung, tu hermano está a salvo. Tú también debes descansar.
-Jimin, quiero cuidar...
-No- le cortó -Sé que quieres estar con él y lo entiendo, pero cuando se haga de noche te vas a ir a dormir.
-Yo no...
-De nada sirve que Taehyung se recupere si tú caes enfermo- le volvió a cortar -Además, nosotros nos podemos ocupar de él. ¿O no confías en mí?
-Sabes de sobra que sí- suspiró el mayor.
-Entonces me vas a hacer caso y te vas a ir a dormir.
Jungkook se quedó muy impresionado. ¿Cómo podía Jimin hablarle así a Yoongi?
-De acuerdo- dijo murmurando. No estaba conforme pero la mirada del rubio le decía que no pensaba aceptar un no por respuesta.
-Hyung, tú también deberías dormir. Habéis pasado la noche en el bosque, seguro que ninguno de vosotros ha pegado ojo.
Jimin bajó la mirada. Eso habría sido lo normal pero no era su caso. A pesar de la situación había conseguido dormir.
Levantó la mirada y se dio cuenta de que el chico de cabello oscuro le estaba mirando fijamente a la cara.
Jungkook siguió hablando pero Jimin no le prestó atención. Se quedó mirando a Yoongi hasta que este le sonrió. Desde la muerte de Seokjin no le había visto sonreír ni una sola vez.
«Extrañaba tu sonrisa»
La tos de Taehyung llamó la atención del grupo. Todos se levantaron del suelo para ver qué pasaba.
-Huele a Ramen- dijo con voz adormilada.
-¿Te molesta?- le preguntó Jungkook. Él y Jimin estaban al pie de la cama.
-Para nada.
-¿Cómo estás?- Yoongi se había sentado a su lado -¿Tienes dolor?
-Estoy bien, no te preocupes.
-Eso es imposible- le dijo Jimin -Tu hermano te quiere demasiado como para no preocuparse por ti.
Esas palabras le hicieron muy feliz. Sonrió a su hermano con alegría.
Yoongi sintió mucha calma al verle sonreír así. Después de todo lo que había pasado, tener a Taehyung a su lado le parecía un milagro.
-¿Tienes hambre?- le preguntó Jungkook. Él también se sintió más tranquilo al ver su expresión.
-Ahora no pero luego quiero comer Jjajangmyeon- miró a su hermano -¿Crees que Jin hyung me puede hacer algo?
Un silencio abrumador se hizo en la habitación. Yoongi sabía que ese momento llegaría y también sabía que debía mentirle, pero no se le ocurría nada.
Jimin y Jungkook se mantuvieron en silencio.
-No sé si tenemos todos los ingredientes- dijo al fin.
-Mmmm... Cierto. Da igual. ¿Dónde está Jin hyung? ¿Por qué no está aquí conmigo?
-Él está descansando.
-¿Descansando? ¿Es que se ha hecho daño?
-No, solo está durmiendo...- dijo con un hilo de voz.
-Hyung, ¿me estás ocultando algo?- Taehyung le miró con duda -Él no se iría a dormir sin hablar conmigo.
Yoongi no pudo seguir. Quería protegerle pero no de esa forma.
-¿Por qué estás llorando, hyung?
El mayor no había notado cómo las lágrimas inundaban sus ojos y tampoco las había sentido bajar por sus mejillas.
Taehyung le miró asustado. Su hermano no solía llorar con facilidad. De hecho le había visto llorar muy pocas veces en su vida.
-¿Qué está pasando?- le preguntó alarmado -¿Dónde está Jin hyung?
-Lo siento mucho, Tae- sollozó -Jin ha muerto.
Llegó el momento de la verdad. Yoongi ya no lo puede alargar más. ¿Cómo se tomará Taehyung la muerte de su amigo? ¿Podrá superarlo?
♥ Quería aprovechar la ocasión (30 capítulos ya) para daros las gracias por seguir Evanescente. Es mi primer fanfic y sé que hay muchas cosas que mejorar (me seguiré esforzando ❤️) pero ver que a pesar de eso hay personas siguiendo mi historia, me hace muy feliz. ¡Mil gracias! De verdad. ♥
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