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22

Jimin se despertó con la luz del sol. El chico estaba tumbado de costado, mirando hacia afuera. La lluvia de anoche había cesado y el sol volvía a brillar con intensidad.

«¿Ya es de día?»

Tardó unos segundos en notar que su cabeza estaba apoyada sobre algo blando. No recordaba haberse tumbado en el suelo.

Giró la cabeza, miró hacia arriba y se encontró con la mirada de Yoongi.

-Buenos días- dijo el mayor con voz profunda.

-Buenos días- contestó con sueño. Todavía estaba algo adormecido.

Yoongi le seguía mirando y Jimin tardó un poco en entender sobre qué tenía la cabeza. Cuando comprendió la situación, se sentó de sopetón.

«¿He estado durmiendo sobre...? ¡Qué vergüenza!»

-¿Qué pasa?- preguntó Yoongi tras ver su reacción.

-Lo siento... Yo... No sé cómo he acabado durmiendo sobre ti- contestó de manera desordenada y torpe. Jimin se había sorprendido muchísimo.

-No te preocupes, no eres el primero que me usa como almohada.

El menor no sabía qué contestar. Estaba avergonzado.

-Tengo un hermano, ya sabes.

-Ah sí, claro, Taehyung, claro- Jimin se pasó la mano por el cabello. La situación le parecía demasiado embarazosa.

-¿Has dormido bien?

-Mejor de lo que esperaba- contestó un poco cortado.

-Bien- Yoongi le despeinó con la mano -Vístete. Vamos a salir en breve.

Ese había sido el primer gesto cariñoso que había tenido Yoongi con él. Jimin se quedó asombrado, mirándole a la cara con los ojos muy abiertos.

El chico de cabello oscuro se dio cuenta.

-¿Tengo algo en la cara?- le preguntó con el ceño fruncido.

-No. Es solo que...- se peinó con las manos mientras hablaba -No has dormido, hyung. ¿Por qué no me has despertado? Quedamos en que nos íbamos a turnar, ¿no?

-No te he despertado porque necesitabas dormir. Y yo...- Yoongi miró hacia otro lado -Cada vez que cierro los ojos veo a Jin...

Jimin no quería presionarle. Yoongi estaba mostrando mucha entereza dada la situación. El menor apretó su brazo con cariño.

-Vamos a vestirnos.

Yoongi asintió. Jimin bostezó varias veces mientras se ponía el pantalón. La ropa seguía húmeda. No había hecho frío durante la noche pero tampoco calor. El menor sentía el cuerpo dolorido. Dormir en el suelo tenía sus consecuencias.

No tardaron en salir al exterior. Cada uno miró hacia una dirección diferente para asegurarse de que no había ningún peligro.

Yoongi observó el terreno. Se habían quedado sin objetos para defenderse y no podían seguir el camino con las manos vacías.

-Jimin, busca una rama fuerte. Algo con lo que podamos golpear y que no se rompa al primer golpe.

Había llovido tanto que el bosque parecía un barrizal. Ese hecho les dificultó la búsqueda. Aun así siguieron buscando con dedicación hasta que Jimin consiguió dar con una rama robusta. Se la llevó a Yoongi.

-Es buena- la cogió satisfecho -Nos sirve.

-¿Y ahora? ¿Hacia dónde vamos?- el menor estaba completamente desorientado. Todo lo que veía le parecía igual.

Yoongi sabía donde estaban. Se había fijado bien en el camino y por suerte para ellos, tenía buena orientación.

-¡Por aquí!

Jimin le siguió en silencio. El bosque parecía un lugar tranquilo. Se oían los cánticos de los pájaros y el susurro del viento al pasar entre las hojas. No había ni rastro de infectados.

Yoongi evitó el camino por el barranco. No quería volver a ese lugar. No quería revivir todo lo que había sucedido.

Miró a Jimin de reojo. El chico caminaba a su lado y lucía algo pálido.

-¿Estás bien?- preguntó Yoongi.

-Sí. Solo tengo un poco de hambre.

-¿Un poco? Se te da muy mal mentir.

-Lo sé- Jimin le miró a la cara -¿No tienes hambre?

-Estoy acostumbrado a pasar hambre así que no me supone ningún problema estar sin comer.

A Jimin le impresionaron sus palabras. Sabía que había pasado por momentos duros, él mismo se lo había contado la noche anterior. Pero Yoongi lo dijo con demasiada naturalidad. Era evidente que pasar hambre no había sido cosa de un solo día.

-Te quedabas sin comer para dárselo a Taehyung, ¿no?

Jimin no le miró. Siguió caminando por el barro a paso ligero.

-Es lo que hace un hermano mayor.

-No todos los hermanos son tan generosos como tú, hyung- contestó Jimin -No te quites mérito, lo que has hecho por él merece mucho respeto.

Yoongi se sorprendió. Seokjin le había dicho algo muy similar. No pensó escuchar esas palabras de la boca de otra persona.

También era cierto que jamás le contaba su vida a extraños y tampoco tenía intención de hacerlo. En cambio con Jimin resultó diferente.

Quizás fue por la situación. Yoongi nunca se había sentido tan frágil e indefenso. Necesitaba compartir lo que llevaba dentro y Jimin estaba allí, cierto, pero lo hizo porque le transmitía mucha confianza.

No le gustaba abrirse a la gente pero con Jimin había sido fácil hablar. Ese chico tenía algo que le hacía bajar la guardia.

-Tú harías lo mismo por Jungkook. No somos tan diferentes- contestó el mayor.

-Yo no soy tan buen hermano como tú- la expresión de Jimin cambió.

-Lo dudo. No os he tratado a ambos mucho tiempo pero Jungkook parece estar muy unido a ti. Si no fueras un buen hermano entonces ese chico no se comportaría como un chicle pegado a un zapato.

-Durante un tiempo no me comporté bien con él.

-Discusiones y problemas tenemos todos. No es fácil ser el hermano mayor.

Jimin no contestó. Se adelantó un poco y Yoongi le siguió con la mirada. No sabía si debía preguntar pero teniendo en cuenta que él se había sincerado con Jimin, lo justo sería darle a él la misma oportunidad. Además, a Yoongi le había entrado curiosidad.

-¿Qué crees haber hecho tan mal?

Jimin se dio la vuelta. Yoongi se paró delante de él.

-Puedes confiar en mí.

-Lo sé, hyung.

El menor le miró durante unos segundos. Si algo le había transmitido Yoongi desde que le había visto por primera vez, era seguridad. Sabía que podía confiar en él. Habían pasado por demasiadas cosas.

Jimin respiró profundamente. Estaban solos en ese bosque, nadie les escuchaba, nadie les veía. Podía hablar con sinceridad pero la verdad es que no sabía cómo hacerlo.

Si le hablaba sobre Jungkook también le tenía que hablar sobre su ex y no estaba seguro de cómo hacerlo.

-Yo...- empezó indeciso -Hyung, yo...

Jimin y Yoongi se sobresaltaron al escuchar el claxon de un coche. El bosque había estado en calma. Aparte de ellos, del viento y de los pájaros, no había otros sonidos en aquel lugar. El pitido se escuchaba a lo lejos pero el sonido era claro.

-¿Lo oyes?- preguntó Jimin agitado.

-¡Lo oigo!- Yoongi apretó la rama con fuerza -¡Es un coche! ¡Vamos!

Ambos salieron corriendo hacia la dirección de la que provenía el sonido. Entre el terreno y la falta de sueño, el mayor estaba teniendo dificultades para seguirle el ritmo a Jimin. El rubio se adelantó unos pocos metros.

Con cada paso que daban, el sonido se volvía más y más fuerte. Alguien estaba tocando el claxon con insistencia.

Jimin corrió con todas sus fuerzas. La persona que lo estaba tocando les estaba indicando la dirección hacia la carretera. Les estaba ayudando sin saberlo. Tenía que llegar lo antes posible.

Con un vehículo llegarían mucho antes a la casa de la montaña. Por un breve instante sintió esperanza. Jimin sintió como el optimismo envolvía todo su cuerpo.

Divisó la carretera y aumentó la velocidad pero paró abruptamente en el momento en el que vio lo que estaba pasando en ese sitio.

Había un Hyundai rojo volcado en mitad de la carretera. Alrededor del coche caminaban siete infectados. Otros seis estaban devorando el cuerpo sin vida de un hombre de mediana edad que yacía sobre el asfalto.

En el interior del vehículo se encontraba una mujer pelirroja. Seguía tocando el claxon con persistencia.

Jimin se quedó de piedra. Estaba a poca distancia de esa terrible escena y no sabía qué hacer.

Yoongi lo agarró por los brazos y lo empujó contra un árbol. Rápidamente le tapó la boca con la mano.

Los ojos de Jimin estaban muy abiertos y el corazón le latía a mil. No había notado la presencia de su amigo. Le tomó por sorpresa.

-Calla- le susurró al oído -¿Qué cojones haces? ¡¿Es que quieres suicidarte?!

Jimin frunció el ceño. Quería contestarle pero Yoongi seguía tapándole la boca.

-Ni lo pienses- apartó la mano -No podemos hacer nada.

-Pero hyung, la van a matar- le contestó en voz baja.

-¿Y? ¿Tengo que salvar a todo el que esté en apuros?

-El sonido del claxon nos ha traído hasta aquí.

-Sí, y justo por eso está jodida- Yoongi echó un vistazo -Hay como unos trece infectados, son demasiados.

-Podemos distraerles...

-No podemos- Yoongi le apretó los brazos con más fuerza -Es demasiado peligroso.

-Gracias a ella hemos encontrado la carretera- insistió.

-No voy a arriesgar tu vida por la de una desconocida.

-Hyung, esto no trata sobre mí...

-He visto morir a mí mejor amigo, no voy a dejar que mueras tú también.

Yoongi no le gritó pero ganas no le faltaron. No podía hacerlo. Si levantaba la voz los infectados irían a por ellos.

-Te llevaré a tu casa aunque tenga que arrastrarte hasta allí.

Jimin no replicó. Solo le miró a los ojos. Su mirada era dura pero sus manos no dejaban de temblar.

Yoongi tenía miedo.

-Lo siento- contestó en voz baja.

La chica del coche le había recordado a la muchacha de la bocacalle de Daegu. Jimin quería hacer algo por ella, quería evitarle una muerte cruel pero Yoongi tenía razón.

No podía guiarse por el corazón, tenía que pensar con la cabeza.

Había demasiados infectados y solo eran dos. Encima no tenían armas, solo una rama que les serviría para defenderse de un número reducido de infectados, pero no contra una manada de ellos.

Ayudar a esa chica sería heroico y moralmente lo correcto, pero ellos no eran héroes, solo supervivientes.

Jimin le apretó el brazo con la mano. Yoongi debería ser su prioridad. Seokjin había dado la vida por él y Jimin le había hecho una promesa. Cuidaría de Yoongi, eso había dicho y por un momento casi rompe la promesa y le pone en peligro.

-Hyung, iré contigo.

Yoongi le soltó. Sintió un gran alivio al ver la reacción del rubio. Lo último que quería era discutir con él y atraer a esos seres a voces.

Afortunadamente para ellos, la muchacha seguía insistiendo con el claxon y los asesinos estaban demasiado ocupados intentando llegar hasta ella.

Yoongi y Jimin se alejaron de ese lugar con la máxima rapidez y discreción que pudieron.

Caminaron por el bosque, pegados a la carretera. Ambos iban en silencio. Después de lo que había pasado, ninguno tenía ganas de hablar.

Era duro dejar a un ser humano a su suerte y no se sentían orgullosos de haber tomado esa decisión.

Yoongi caminaba por delante. Al escuchar la voz de Jimin, se dio la vuelta. El menor estaba mirando hacia un lado en concreto. Había un camino a través del bosque.

-¡Es por ahí!

-¿Estás seguro?

-¡Sí! Ese camino lleva a mi casa. Desde aquí tenemos una larga caminata pero estamos muy cerca- Jimin le tiró un poco de la camisa -¡Vamos!

Todo este tiempo habían estado caminando hacia la dirección correcta. Ya quedaba poco para reunirse con Jungkook y Taehyung. Un poco más, un último esfuerzo y volverían a estar juntos.

El viaje de Yoongi y Jimin no está siendo nada fácil. La casa de la montaña está cerca, ya no les queda mucho pero ¿conseguirán llegar?

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