Jungkook no se movió, tampoco miró ni habló. Mantuvo su promesa y le dio a Taehyung el momento que necesitaba.
Habían pasado cinco minutos bajo ese olmo y el maknae sabía que todavía corrían peligro. Los infectados podrían aparecer en cualquier momento pero ahora mismo, su prioridad era Taehyung.
El chico le había contado algo muy personal y necesitaba un instante para recuperarse.
Si uno de esos bichos osaba aparecer, Jungkook le iba a moler a palos.
-Gracias- dijo con la voz entrecortada.
-¿Estás bien?- preguntó el maknae sin girarse.
-Sí- se secó las lágrimas con la mano.
-Bien- Jungkook se sentó en cuclillas -¡Sube!
El mayor no tardó en hacer lo que le pedía. Jungkook cargó a Taehyung a caballito y volvió a retomar el camino.
El hermano de Yoongi no estaba seguro de cómo empezar una conversación. No tenía tanta confianza con el menor y aun así le había abierto su corazón.
-¿Has matado a algún infectado?
Taehyung se sorprendió. No por la pregunta en sí, lo que le sorprendió fue la manera tan natural de cambiar de tema y actuar como si no hubiera pasado nada.
Probablemente sabía que estaba avergonzado. Agradeció el gesto del maknae.
-Sí, he matado a uno.
-¿Solo a uno?
-Sí.
-Pues yo me he cargado a dos- manifestó orgulloso.
-¿Por qué lo dices en ese tono?- Taehyung frunció el ceño -¿Te sientes orgulloso?
-¡Por supuesto! Yoongi hyung creía que iba a palmar con el primero. Espera que lo vea, se lo voy a restregar por toda la cara.
-Eres como un niño pequeño- le espetó -¿No te dan pena?
-¿Pena? ¿Por qué deberían de darme pena?- preguntó confuso -No son personas.
-Lo fueron una vez y no eligieron ser así. A mí me dan pena.
-Si te oye tu hermano te da con el bate de béisbol. Y yo le animaría.
-¡Oye!- Taehyung le tiró un poco de la oreja -¿Por qué de repente te pones de lado de mi hermano? Recuerda, él no daba ni un Won por ti- torció la boca en muestra de desagrado -Eres un maldito traidor.
-No lo soy- Jungkook se rió -Estoy de tu parte pero, ¿imagínate que te matan porque un infectado te da pena? ¡Sería ridículo!
-Una cosa no tiene que ver con la otra- bufó molesto -Tenemos que hacerlo por nuestra supervivencia. Soy consciente de ello. Solo me da pena ver en lo que se han convertido. No soy tan insensible como tú.
-Eh, que te he salvado de un maldito infectado. Siento ser insensible. Debería haberle dejado hacerse un sándwich contigo- soltó mosqueado.
-¿Cómo? ¿Me has salvado de un infectado?- Taehyung abrió la boca sorprendido -¿Cuándo?
-Cuando te saqué del coche. Nos atacaron dos. Tú estabas inconsciente y uno de ellos intentó matarte.
Hubo un corto silencio entre ellos. Jungkook se giró brevemente para ver si les perseguía alguien pero solo había bosque a sus espaldas.
-Es decir, me has salvado dos veces en un día- Taehyung se quedó pensativo -¿Ya no te caigo mal?
-No- musitó.
-¿Qué? No te oigo- le habló al oído.
-Mira que eres pesado.
-Eso quiere decir que eres mi amigo- sonrió animado- Lo sabía. Sabía que serías mi amigo.
-Si eso te hace feliz- contestó Jungkook desganado.
-Mira que eres seco- Taehyung usó el mismo tono que había usado el menor segundos atrás -Podías poner un poco más de entusiasmo- le exigió.
-Ya pones tú suficiente entusiasmo por los dos- Jungkook notó cómo apoyaba la barbilla en su hombro. Ese gesto le preocupó -¿Te has vuelto a marear?
-Un poco.
-Cierra los ojos e intenta descansar. No creo que tardemos en llegar.
Taehyung le hizo caso y Jungkook aumentó el ritmo. Estaba muy cansado, le dolía todo el cuerpo pero tenía que esforzarse un poco más.
Cada vez había más nubes en el cielo, no tardarían en romper a llover.
El maknae quería llegar cuanto antes a su casa. No solo porque su cuerpo necesitaba descanso con urgencia, sino porque estaba preocupado por Taehyung.
El chico se había dado un golpe en la cabeza y sus mareos probablemente se debían a eso, pero Jungkook se sentía inquieto al respecto.
En mitad del camino se encontró con un niño de unos 7 años de edad. Tenía una herida grotesca en la pierna izquierda y le faltaba la mandíbula. Jungkook tragó saliva al ver a esa criatura.
Estaba empezando a llover y no quería perder el tiempo. Evitó al infectado rodeándole por el bosque.
Se había formado una gran tormenta y la lluvia caía con más intensidad. Jungkook echó a correr con las pocas fuerzas que le quedaban. Taehyung se sujetó con firmeza a su amigo para no caerse.
-¡Tú puedes!- le decía al oído -¡Ánimo!
Taehyung sabía que Jungkook estaba alcanzando su límite. En realidad no llegaba a comprender cómo no se había agotado antes. El esfuerzo que estaba haciendo era sobrehumano. Lo único que podía hacer por él era animarle.
Afortunadamente no tardaron en llegar a su destino. Taehyung se sorprendió al ver la casa de la montaña. Su nuevo refugio tenía dos pisos de altura y la fachada era casi toda de madera. Entre tanta madera destacaba una pared de piedra.
A un costado se veían unos ventanales enormes. Justo debajo había un balcón.
El mayor estaba completamente fascinado. Parecía una de esas casas occidentales que salían por la televisión.
Jungkook corrió hacia la entrada de la casa. La puerta era grande y de madera. Taehyung se preguntó cómo iban a hacer para entrar dentro.
-Quédate aquí. Vuelvo en un momento.
Dejó bajar al hermano de Yoongi con cuidado. El joven apoyó la espalda contra la fachada y se mantuvo de pie sobre la pierna buena.
El maknae se acercó hasta el pequeño jardín que había al lado de la entrada de la casa. El terreno estaba decorado con varias piedras grandes y algunos arbustos.
Jungkook se agachó delante de una piedra blanca, la levantó y metió la mano en la tierra. De ahí sacó una llave.
El chico de cabello castaño oscuro corrió hacia la entrada y abrió la puerta de su casa. La tormenta sonaba cada vez más fuerte.
Levantó a Taehyung por la cintura y ambos entraron al hogar.
-¡Lo has conseguido!- Taehyung le dio un abrazo efusivo.
-Lo hemos conseguido- le contestó el maknae con una sonrisa en el rostro y correspondió a su abrazo con la misma intensidad.
-No me puedo creer que estemos aquí- suspiró aliviado.
-Ha sido duro pero lo hemos logrado- Jungkook le soltó y se agachó para quitarle las zapatillas a su amigo -Tengo que comprobar si seguimos teniendo agua y electricidad. Te puedes sentar en el sofá.
Jungkook se descalzó y metió el calzado en el armario de la entrada.
-Gracias.
-Te traeré un albornoz así que quítate la ropa.
Taehyung no sabía si debía desvestirse en la entrada o en el salón, pero cuando vio que Jungkook se estaba desnudando delante de él, entendió que debía hacerlo ahí.
-No quiero tener que secar luego el suelo- dijo el menor -Además, si entro chorreando mi madre me mataría.
Ambos se rieron.
Taehyung se había quitado la parte superior y ahora estaba luchando con el pantalón. No podía apoyar el pie en el suelo, la rodilla le dolía y temía perder el equilibrio y hacerse daño. Bajó el pantalón hasta los muslos y paró inseguro.
Jungkook ya se había quitado la ropa mojada cuando se fijó en que estaba teniendo problemas.
-Espera.
El maknae levantó a su amigo por la cintura y lo sentó encima del mueble negro que tenían en la entrada. Con mucho cuidado le bajó los pantalones.
Taehyung tenía el dolor escrito en la cara. Suspiró de alivio cuando Jungkook terminó de desvestirlo.
-Gracias- el mayor bajó solo, apoyándose en la pierna sana -Desde aquí ya puedo yo- le dijo sonriendo.
Taehyung no quería pedirle más, había hecho muchísimo por él y ahora lo que necesitaba Jungkook era descansar.
El chico de Daegu pasó el brazo por la cintura de Jungkook. Su intención era llegar al salón dando pequeños saltos pero el maknae no estaba por la labor de dejarle hacer eso. Sin previo aviso lo levantó en brazos. Taehyung le agarró por los hombros asustado.
-¿Qué haces? ¡Casi me muero del susto!
-¿Qué crees que hago? Llevarte al sofá.
-¡Puedo solo!- se enfurruñó el mayor.
-Si no te puedes ni quitar el pantalón.
-¡Puedo ir dando saltos!
-Claro, como que te voy a dejar. Terminamos antes si te llevo yo, ¿no?
-¡Puedo solo!- insistió.
Jungkook le miró fijamente a los ojos. ¿Por qué estaba tan empeñado en ir solo? Le vino una idea a la mente.
-¿Es que te da vergüenza?
-¡Claro que no!
-Si te he llevado a cuestas durante horas.
-¡No es eso!
-O es que crees... No hay segundas intenciones. No soy gay.
-¡Lo que me faltaba! ¡No seas estúpido! Es que no quiero que te sobreesfuerces.
-¿La pataleta es por mí? Pero si estoy genial. Soy como Iron Man.
-Iron Man no es nada sin su traje y tú estás en calzoncillos.
-Si no llegas a estar herido te dejaba caer al suelo.
-Bien. Así podría ir dando saltos al sofá.
-Ya no me acordaba de lo cansino que eres- Jungkook lo dejó con cuidado sobre el sofá -Vuelvo enseguida. Quédate quieto, canguro.
Taehyung le sacó la lengua. El maknae se dio la vuelta y caminó hacia las escaleras. Cuando Jungkook desapareció de su vista, se quedó fascinado observando el amplio salón.
Los ventanales eran enormes y las vistas al bosque preciosas. En pleno invierno y con el bosque nevado, el panorama tenía que ser espectacular.
Se fijó en el sofá negro de cuero. No solo era muy cómodo sino que ahí cabían al menos ocho personas.
El salón estaba abierto y la cocina se podía apreciar al fondo.
La mesa del comedor era para diez personas y los muebles de la cocina parecían de alta calidad.
A Taehyung le gustó cómo estaba todo decorado. Los muebles eran de lujo, no había duda, pero la decoración lucía sencilla y acogedora.
A su izquierda había dos escaleras. Unas que subían a una planta superior y otras que bajaban a una planta inferior.
Taehyung abrió los ojos como platos. Cuando Jungkook subió hacia el piso de arriba no se había dado cuenta. Desde fuera la casa parecía tener dos plantas pero en realidad tenía tres.
-¡Qué pasada!
Esa casa era mucho más de lo que se esperaba. En su cabeza se había imaginado la típica casa de madera con una planta y poco más. Pero ese sitio era un palacio.
Taehyung suspiró aliviado. Habían pasado por muchísimas cosas y a pesar de tantos inconvenientes, lo habían logrado.
Estaban a salvo.
Jungkook y Taehyung por fin han llegado a la casa de la montaña. Los pequeños del grupo están a salvo.
A ver si sus hermanos consiguen reunirse pronto con ellos.
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