112
La decoración no se diferenciaba mucho del resto del búnker; los muebles del interior también eran de color blanco. Una estantería repleta de libros de medicina cubría la pared más amplia del cuarto. Detrás del escritorio se podía apreciar una pintura de Luke Fildes, que Jimin reconoció inmediatamente como El Doctor.
Un hombre de unos cuarenta años de edad, pelo negro y sonrisa encantadora les dio la bienvenida.
-Hola, soy el Doctor Gong Yoo- se inclinó levemente -Y Usted debe ser el Señor Park, ¿no es así?
-Eh, sí- contestó Jimin cegado por esa sonrisa de anuncio -Soy Park Jimin.
-Park Jimin- repitió dedicándole una mirada muy profunda -Encantado de conocerle.
-Igualmente- respondió con educación -Este es mi no...- carraspeó -Hermano- a Jimin se le hacía demasiado raro llamarle así.
-Mucho gusto- Gong le sonrió con el mismo encanto.
Yoongi se fijó en su ropa. Vestía casi igual que las personas que habían visto por los pasillos, la única diferencia consistía en que su vestimenta era de color beige y por encima llevaba una bata blanca. El brazalete de Gong mostraba la letra «A».
-Dígame Doctor- Yoongi pasó a su lado para dejar a Jimin sobre la camilla -¿Puede ayudarle?
-Confío en que sí- contestó con amabilidad -Señor Park, ¿puede quitarse la ropa por sí mismo o llamo a una enfermera?
-No es necesario- intervino el hermano de Taehyung -Yo me ocupo.
-De acuerdo- le sonrió -Vuelvo enseguida.
Yoongi esperó a que saliera de la habitación para desvestir a su novio.
-Señor Park, ¿está cómodo o quiere que le traiga una almohada?- imitó la forma de hablar del médico.
-Qué idiota eres- Jimin no pudo contener la risa.
-No sé qué clase de conexiones tiene tu padre pero deben de ser excepcionales si llegan hasta aquí- le quitó el calzado.
-Su empresa tiene un trato frecuente con los hospitales de todo el país, no es raro que un médico conozca mi nombre.
-No, eso no es raro pero aquella mujer también conocía tu nombre y ella no es médico.
-Quizá sea la esposa del Doctor Gong, ¿no?- se dejó quitar el pantalón.
-No hay fotografías por ninguna parte y tampoco lleva anillo en el dedo.
-Puede que estén liados.
-Puede- le miró -Pero tengo la sensación de que aquí hay algo más- Yoongi dejó la camiseta y el pantalón sobre una silla.
-¿Algo más?- se sorprendió -¿Cómo qué?
Gong regresó en ese instante.
-Espero no haberme demorado demasiado, Señores.
Yoongi torció el gesto. Nunca lo habían llamado Señor y no creía que alguien lo haría hasta que tuviese por lo menos cuarenta años.
-Si me lo permite, Señor Park, voy a hacerle unas cuantas pruebas.
Yoongi se apartó para dejarle trabajar. Ver el trato que le daba aquel médico a Jimin era de lo más desconcertante para él. Los doctores de su barrio no eran amables, ni tampoco le habían tratado nunca de Usted. El Doctor Gong en cambio le hablaba y sonreía con una simpatía que resultaba chocante.
La forma de actuar de Jimin mostraba que estaba más que acostumbrado a esa clase de ambiente. Yoongi sabía que venían de mundos distintos pero en ese momento fue realmente consciente de ello.
El médico le sacó varias muestras de sangre, muestras que analizó inmediatamente en el laboratorio del que disponían en esa misma planta.
Yoongi y Jimin esperaron inquietos, dándose ánimos mutuamente. Cuando entró por la puerta, la tensión se volvió insoportable.
-Ya me habían informado de que Usted es un Serendipia, pero la muestra de sangre lo ha confirmado por completo.
-¿Qué es un Serendipia?- Yoongi le miró fijamente a los ojos.
-Llamamos Serendipia a las personas que han recibido el prototipo de vacuna contra el virus E7-12 y han sobrevivido a él.
Yoongi y Jimin se miraron desconcertados.
-Un momento. Yo no... No he sido vacunado contra el virus...
-Sí ha sido vacunado, de lo contrario no estaría aquí- le sonrió ampliamente.
-¿Pero cómo es posible...?- Yoongi estaba tan confundido como el menor.
-Solo algunas personas han recibido la vacuna. Por desgracia no funciona con todo el mundo, por eso es Usted un Serendipia, Señor Park.
-¿Cómo...?
El Doctor sonrió al ver el rostro desencajado del rubio.
-El virus E7-12 es extremadamente peligroso. El cuerpo humano no es capaz de hacerle frente, ni siquiera con la vacuna hay garantías de éxito. Hemos tenido muy pocos casos de Serendipia. Los niños y los acianos no sobreviven al proceso y los jóvenes... Los jóvenes rara vez lo logran.
El hombre ayudó a Jimin a tumbarse sobre la camilla.
-Ahora le administraré un medicamento mediante terapia intravenosa- le miró a los ojos -Podría marearse. Quédese tumbado, por favor.
-Oiga, Doctor- Yoongi se colocó al pie de la camilla -¿Qué le va a inyectar?
-Voy a explicarlo de forma sencilla- contestó mientras le ponía la vía en la mano -La vacuna ha logrado bloquear la transformación pero el cuerpo de su hermano ha quedado muy debilitado. Ahora mismo es incapaz de recuperarse por sí solo. Este medicamento le ayudará a recobrar las fuerzas.
-¿Y me pondré bien?- preguntó Jimin con un ligero temor en la voz.
-Sí- Gong le sonrió -Con el medicamento, una buena alimentación y mucho descanso debería recuperarse al 100%.
-¿E-En serio?- Jimin desvió la mirada hacia Yoongi -¿Lo has oído?
El chico de Daegu esperó con impaciencia a que el médico se apartase. En cuanto lo hizo, tomó al joven entre sus brazos.
-Ya no tienes que preocuparte por nada, te vas a poner bien.
Jimin tuvo que oprimir las ganas de llorar. Eran demasiados sentimientos, demasiadas emociones las que lo invadieron.
El Doctor se retiró a su escritorio para apuntar algunas cosas. Yoongi agradeció esos pocos minutos que pudo pasar abrazado a Jimin. Cuando el rubio se volvió a tumbar, agarró una silla y la colocó a su lado, para estar cerca de él.
-Doctor Gong- el médico se acercó en cuanto Yoongi lo llamó -Dijo que los jóvenes rara vez lo logran. ¿Por qué ha sobrevivido Jimin?
-¿Honestamente? No lo sé. Lo único que tienen los Serendipia en común es que están entre los veinte y treinta años de edad.
-¿Entonces aquí estudian el virus?- Yoongi le miró intrigado.
-Así es. De hecho...- se quedó callado -Tenemos a gente trabajando en ello.
-Eso es genial- la mirada de Jimin se iluminó -Seguro que dan con la cura.
-¿Aquí están todos vacunados contra el virus?- Yoongi observó el rostro del hombre. Parecía ocultar algo y eso no le gustó.
-No. La vacuna no se originó aquí y tampoco tenemos muestras de ella.
-Pero Usted ha dicho que ha habido más supervivientes como Jimin- insistió.
-Y eso es correcto. Tenemos información que lo corrobora, no obstante, el Señor Park es el primer Serendipia que vemos.
Yoongi se fijó en la mirada que le dedicó el Doctor a su novio. Parecía demasiado emocionado con la presencia de Jimin, como un científico delante del hallazgo de su vida.
-Entonces... Si me han vacunado antes de que se propagara el virus... ¿Mi hermano también podría estar vacunado?- murmuró el rubio pensativo.
-Si me lo permite, me gustaría comprobarlo- sonrió el médico.
Yoongi tardó unos segundos en reaccionar; se había olvidado que estaba interpretando el papel de Jungkook.
-No es necesario...
-Sí que lo es. Necesitamos hacerle un reconocimiento médico para comprobar que está sano, Señor Park.
Yoongi frunció el ceño. ¿Ahora él también era el Señor Park? No le apetecía hacerse un chequeo pero tampoco le quedaba de otra. La mirada serena de su chico lo calmó un poco.
Jimin se acomodó, observando cómo el Doctor Gong le hacía las pruebas a Yoongi. El agotamiento se fue disipando gracias al medicamento, que no tardó en hacer efecto en él. Esa mejora le hizo sentirse muy bien, a pesar de la incertidumbre que le causaba todo el tema del virus y la vacuna, notar cómo su cuerpo respondía al tratamiento le causó una felicidad indescriptible.
Cuando Gong finalizó, el medicamento de Jimin se había agotado.
-Ahora le administraré otro medicamento- explicó mientras le cambiaba el goteo -¿Cómo se siente?
-Mucho mejor- sonrió risueño -Doctor, ¿todavía tengo el virus en mi organismo?
-Todavía queda algo pero la medicina ayudará a expulsarlo.
-¿Aún puede contagiar a alguien?- preguntó Yoongi.
-No- negó rotundamente -El Señor Park no puede transmitir el virus por saliva o contacto físico. A menos que alguien se beba su sangre, cosa que veo poco probable, no hay peligro de contagio. En unos días su estado volverá a la normalidad y no tendrá que seguir preocupándose.
-¿Y cómo funciona en los muertos?- quiso saber el mayor de los Min -He visto a gente convertirse y a otros no. ¿A qué se debe?
-Bueno, para que el virus haga efecto tiene que estar el cerebro intacto. Es decir, si una persona muere pero su cerebro no sufre ninguna clase de lesión y posteriormente es mordida por un infectado, entonces su cuerpo revive.
-Y si una persona ha muerto por, digamos un tiro en la cabeza...
-Entonces no puede revivir porque su cerebro está dañado.
Yoongi meditó sus palabras. Ahora tenía lógica lo del hombre en el pozo y también lo de los farmacéuticos en el pueblo.
-¿Y cómo es en el caso de los animales? A Jimin lo arañó un lobo. ¿Por qué se contagió?
-El virus se apodera de cada célula del cuerpo de su víctima. Los animales, al igual que las personas infectadas, tienen la capacidad de transmitirlo a través de mordiscos y arañazos. No obstante, para lograr su objetivo debe haber contacto directo con la sangre de su presa. Si no hay contacto directo, el virus no puede propagarse- miró al rubio -En su caso lo hubo, pero afortunadamente la vacuna logró pararlo.
Una mujer de mediana edad entró por la puerta. El doctor Gong se disculpó y salió con ella al pasillo.
-¿Has oído? Ya no soy un peligro.
Yoongi se inclinó sobre él, tomándole la cara con ambas manos. El rostro del menor volvía a tener su color natural y el brillo en sus ojos mostraba una gran mejora. El joven le rozó los labios suavemente antes de besarle con anhelo.
Jimin rodeó la espalda del chico atrayéndole hacia su cuerpo.
-Vuelves a tener fuerza- afirmó Yoongi sobre su boca.
-Ya no me tienes que cargar como a un saco de patatas- sonrió -Debes estar agotado.
-No me subestimes- se hizo el ofendido -Tengo más fuerza de la que crees.
-Lo siento, hermanito- Jimin hizo un puchero.
-Eso es lo más sucio que me has llamado desde que te conozco... No lo vuelvas a hacer- se estremeció.
Jimin sonrió antes de besarle. Había extrañado tanto el sabor de su boca que se dejó llevar completamente.
El sonido de la puerta hizo que Yoongi se separase rápidamente de él.
-Gracias, Señora Kang- Gong se despidió antes de acercarse a la camilla -En cuanto terminemos aquí podrán darse un baño.
-Eso estaría bien. ¿También podemos comer algo?- Jimin se percató de la incomodidad de su novio; eso le hizo sonreír -Tengo hambre.
-Esa es una gran señal, Señor Park- le miró complacido -Primero tendrán que hablar con Monsieur, luego podrán comer algo.
-¿Monsieur?- Yoongi lo pronunció como pudo -¿Quién es?
-Pronto lo sabrán- sonrió enigmático -Luego le informaré del resultado de su análisis- le dijo al mayor, concluyendo así con la consulta.
Al salir por la puerta se encontraron con sus amigos esperándoles en el pasillo. Jungkook se apresuró hacia su hermano, que volvía a caminar por su cuenta.
-Hola Yoongi- dijo el rubio en broma -¿Me has echado de menos?
-Para nada- sonrió inquieto -¿Cómo te encuentras?
-No me vas a perder de vista- Jimin le miró emocionado -Estoy bien.
-Espera- los ojos del maknae se agrandaron -¿Quieres decir que estás curado?- al ver que su hermano asentía lo abrazó y alzó con energía -¡Estás curado!
Taehyung se abalanzó sobre ellos, uniéndose al abrazo. Yoongi levantó a Mellie y los observó al lado de Namjoon, que le sonreía con la misma felicidad que Hoseok y Eunha. El intercambio de afecto no duró mucho, Hyojin apareció de repente, interrumpiendo aquel momento entrañable.
-Seguidme.
-¿A dónde vamos?- quiso saber Eunha, pero la mujer la ignoró.
Yoongi les puso al corriente sobre el virus E7-12 y la vacuna. La Doctora que trató al grupo de Namjoon no les había dado ninguna clase de información, de hecho el trato que recibieron fue muy diferente al que obtuvieron Yoongi y Jimin por parte del Doctor Gong.
Hoseok fue el que más frustrado salió de aquella consulta; todas sus preguntas fueron ignoradas.
Jungkook se quedó completamente desconcertado al escuchar a Yoongi. El maknae quiso hacerle muchas preguntas, principalmente sobre la vacuna y el tema relacionado con su hermano, pero el trayecto fue corto y no tuvo ocasión de hacerlo.
-Esto es un vestuario- Taehyung se sorprendió al encontrarse en un sitio como ese -¿Tenéis gimnasio?
-Sí- Hyojin se dio la vuelta y le miró a los ojos -A unos pocos pasillos de aquí.
En el centro se hallaban varios bancos, colocados en una hilera. Jungkook tomó asiento y observó las taquillas; había más de treinta. En ese sitio también dominaba el blanco.
-Al fondo están los servicios y a vuestra izquierda las duchas- explicó la mujer -El agua se corta en diez minutos- señaló las dos bolsas que había sobre uno de los cuatro bancos del vestuario -Aquí os han dejado zapatillas y ropa limpia. También encontraréis protectores de baño para que cubráis vuestras heridas. En veinte minutos vendrá alguien a recogeros así que no os retraséis- Hyojin miró a Eunha -Tú vienes conmigo.
-¿A dónde?
-A otro sitio. ¿O acaso quieres ducharte con ellos?
-Claro que no- la joven se sintió avergonzada.
Yoongi arqueó una ceja; definitivamente esa mujer no tenía tacto.
-Mellie cuidará de ti- el mayor dejó a la perrita sobre los brazos de su amiga -Si alguien se mete contigo, ella te protegerá.
La muchacha sonrió agradecida. Ese lugar la inquietaba y la actitud de la mujer tampoco ayudaba a sentirse más cómoda. El gesto de Yoongi le dio confianza.
-Mellie, si alguien molesta a Eunha quiero que lo muerdas- intervino Jungkook.
La perrita ladró como si hubiese entendido la orden.
-Pero si le arrancas un dedo no te lo comas- pidió Taehyung -No quiero que luego te duela la tripa.
Eunha se rió por la ocurrencia del hermano de Yoongi.
-En un rato nos vemos- Namjoon le tocó el pelo -No dejes que nadie te pise.
La joven asintió decidida. Cuando se quedaron solos, Taehyung fue a mirar las duchas.
-Espero que no seáis vergonzosos- sonrió de oreja a oreja -Son duchas colectivas.
Hoseok fue a comprobarlo por sí mismo. El pelirrojo se encontró con una habitación ovalada. Había diez grifos sujetos a las paredes, cinco en cada lado. El suelo antideslizantes era de color blanco al igual que las baldosas que cubrían las paredes.
Taehyung tuvo que contener la risa por la expresión en su rostro. Saltaba a la vista que a Hoseok le daba vergüenza ducharse con otros.
El de Seúl se sentó al lado de Jungkook.
-¿No hay separación?- preguntó el maknae en voz baja.
-No- contestó abatido.
-Mucho lujo y luego no saben separar unas simples duchas- se quejó Jungkook.
-¿Verdad?- la queja del menor animó al pelirrojo -Se han gastado todos mis impuestos en lámparas finas pero no han podido poner duchas individuales- cruzó los brazos indignado.
-El gobierno de este país es un puto chiste, hyung- refunfuñó.
Taehyung se plantó delante de ambos.
-Es la primera vez que os ponéis de acuerdo en algo. Parece que la vergüenza une- se mofó.
Hoseok y Jungkook le miraron disgustados.
-¿Cómo podéis mear delante de otros siendo tan vergonzosos?- se quitó la camiseta sucia -Solo tenemos diez minutos así que moved el culo.
Namjoon fue el primero en dirigirse hacia la ducha. Hoseok y Jungkook todavía seguían quitándose la ropa cuando Yoongi y Jimin salieron del vestuario.
-Nos vamos a quedar sin agua si seguís así de lentos- Taehyung se hartó de esperar y le bajó los calzoncillos a Jungkook.
-¡Oye!- el maknae agarró la camiseta que había dejado sobre el banco y se tapó sus partes -¡N-No hagas eso!
-Anoche me pedías justo lo contrario- le contestó con picardía, provocando un mayor rubor en las mejillas del menor -O entras ahí o les cuento a todos lo que hicimos ayer en tu cama.
-¡No me amenaces con eso!- se indignó Jungkook.
-No es una amenaza, es una promesa- le quitó la camiseta de las manos y le azotó el trasero -¡Entra ahí de una vez!
-¡Tae! ¡No me pegues!- se escandalizó -¡Estás mal de la cabeza!
-¿Y eso lo has descubierto hoy?- el chico dejó de atizar a su novio para ir en busca de su amigo -¡Hobi hyung!- vociferó -¡Tu turno!
El menor vio cómo se desvestía rápidamente y pasaba a su lado muerto de la vergüenza. Taehyung le siguió satisfecho pero al encontrarse a Jungkook parado en la entrada de la ducha, se volvió a molestar.
Unos gritos provocaron que Jimin se diera la vuelta.
-¡¿Estoy loco o TaeTae les está pegando con una toalla?!- dijo entre risas.
-Parece una camiseta- Yoongi giró el rostro del rubio suavemente hacia él -Y no, no estás loco, el loco es mi hermano- aseguró mientras le seguía lavando el cabello.
-¿Y si nos pega a nosotros?
-Entonces le haré tragar el bote de champú- sentenció.
-Qué bruto eres- se rió Jimin.
-Cierra los ojos y olvídate de esos críos de guardería.
Taehyung los condujo hacia las duchas a base de azotes. Namjoon no se inmutó a pesar del escándalo. El chico siguió duchándose tranquilamente, hasta que escuchó un golpe. Al girarse vio a Hoseok, Taehyung y Jungkook tirados sobre el suelo, quejándose y reprochándose cosas sin sentido.
Namjoon se rió por la escena. Al levantar la vista se topó con un joven de veintipocos años de edad, parado al lado de la puerta. El desconocido vestía de blanco y llevaba un brazalete marrón, al igual que los demás residentes del búnker. Tenía el pelo corto, de color negro, pero lo que más llamaba la atención era una cicatriz que le atravesaba el ojo derecho.
Namjoon notó que estaba observando algo. Al seguir el trayecto de su mirada se detuvo en Yoongi y Jimin. Ambos seguían conversando animadamente, sin prestar atención a las quejas de sus amigos.
Cuando Namjoon volvió a mirar hacia la puerta, el chico había desaparecido.
Gong ha aclarado algunas dudas sobre la condición de Jimin, el virus E7-12 y la vacuna. Ahora todo parece tener más sentido, pero ¿creéis que el buen Doctor se ha guardado algo? Yoongi no parece fiarse del todo...
¿Estará Jungkook también vacunado contra el virus? ¿Quién es ese tal Monsieur al que deben ir a ver? Y el misterioso chico de la cicatriz, ¿por qué estaba mirando a Yoonmin? Todas las respuestas irán llegando a su debido tiempo.
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