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103

Taehyung y Jungkook habían pasado toda la tarde encerrados en el dormitorio, compartiendo sus sentimientos libremente, explorando sus cuerpos y amándose sin limitaciones.

El maknae entrelazó los dedos con la mano de su chico, para a continuación depositar un beso sobre su piel.

—Tae— murmuró —Necesito comer algo.

—¿Qué quieres comer?— preguntó sin dejar de besarle el pectoral izquierdo.

—Pues...— el menor se apartó el pelo de la frente —Cualquier cosa.

—¿Cualquier cosa?— se apoyó sobre el colchón para quedar cara a cara con él —Traeré algo rico. Necesitas mucha energía para seguir quemándola conmigo.

—Eres insaciable— se rió.

—Y tú irresistible— Taehyung volvió al ataque y le besó la oreja —Por eso resulta tan difícil quitarte las manos de encima— le manoseó el pecho.

El menor sonrió. Taehyung no paraba de seducirle, tanto era el deseo entre ellos que incluso se saltaron la comida para permanecer juntos; pero el cuerpo de Jungkook ya no podía seguir viviendo solo de caricias y besos.

—Después de comer haré lo que quieras— prometió.

—Eso ya lo sé— Taehyung le besó y se levantó risueño de la cama.

Jungkook se tumbó de costado, observándole en cada movimiento que daba. Al maknae le resultaba muy difícil apartar la mirada de él; le tenía fascinado.

—Ahora vuelvo— el mayor estaba a punto de salir de la habitación.

—¡Oye!— se sentó sobre la cama —¿A dónde vas así? Ponte algo.

El joven se rió al percatarse de que estaba desnudo.

—No me había dado cuenta— Taehyung se apresuró hacia el cuarto de baño. Desde allí seguía escuchando la risa de Jungkook, al que ese despiste le había hecho mucha gracia —¿Mejor?— preguntó dando una vuelta sobre sí mismo, mostrando el albornoz que había elegido.

—Mejor— asintió —Así no asustarás a nadie.

—¿Asustar?— le miró con picardía —Lo que no quiero es dar envidia.

—¡Eres idiota!— Jungkook estuvo tentado en lanzarle la almohada.

—Soy realista— se encogió de hombros.

—Vete ya pero no tardes.

—Vaya, el cachorrito me echa de menos— aseguró visiblemente emocionado.

—No me llames así, no soy un cachorro— se cruzó de brazos.

—Con otros eres Terminator pero conmigo eres un cachorrito— sonrió —Ahora te traigo la comida y luego te tomas la leche.

—Tae, ya no queda más leche.

—No me refería a esa clase de leche— pronunció seductor, guiñándole un ojo.

—¡Eres un cerdo!— le lanzó la almohada avergonzado —¡No pienso hacer eso!

Taehyung la esquivó sin problemas y salió de la habitación a carcajadas. No podía evitarlo, le encantaba meterse con él y sacarle los colores.

«Qué tierno es» pensó emocionado.

El chico se encontró a Yoongi y Jimin hablando en la cocina. Ambos cortaron la conversación en cuanto le vieron.

—Hola— saludó el menor con total naturalidad —¿Queda algo de comida del mediodía?

—Arroz y verduras— contestó Yoongi ojeándole de arriba a abajo. El pelo de su hermano estaba despeinado y aunque llevaba el albornoz atado, mostraba parte de su pecho —¿No te podías haber puesto algo más apropiado?

—¿Apropiado?— Taehyung tiró un poco del albornoz azul —¿Y esto qué es?

—Me refiero a ropa de calle. No estamos solos, hay gente de fuera— insistió.

—Hyung, si no se han trastornado con vuestros gemidos entonces no les traumatizará verme así— se encogió de hombros.

Yoongi puso los ojos en blanco; luego siguió mirando la lista que tenía delante. Estaba repasando las cosas que debían llevarse mañana en el viaje.

—Por cierto, ¿dónde están los demás?

—En la habitación de invitados— Jimin sacó la comida de la nevera, sin inmutarse por aquellas palabras. A esas alturas ya no le importaban los comentarios pícaros de Taehyung.

—Es poco— opinó pensativo —Jungkook tiene un hambre de lobo. ¿Está bien si le hago algo más?

—De hecho, hay algo que os gustaría comer a los dos— Jimin dejó la comida sobre la superficie de la cocina y se puso a buscar entre los armarios —Ah, aquí está. Esto es para ti.

Taehyung abrió los ojos como platos. El rubio sostenía dos paquetes de Ramen con sabor a Jjajangmyeon.

—¡No!— soltó incrédulo pero muy emocionado —¿Pero cuándo...? ¿Cómo es que no sabía nada de esto?

—Eso tiene una explicación muy simple; porque estábamos todos destrozados por culpa de este— Jimin le pegó a Yoongi con el Ramen en la cabeza.

—¡Ey!— el joven se pasó la mano por la zona donde había sido golpeado —Dijiste que me habías perdonado.

Jimin le dio el Ramen a su amigo y abrazó a su novio por la espalda.

—Y lo he hecho pero a veces aún me entran ganas de...— le rodeó el cuello con las manos y apretó levemente.

Yoongi se dejó hacer y cuando Jimin terminó de ahogarle en broma, lo agarró del brazo y lo sentó sobre su regazo, dándole un suave beso en los labios.

Taehyung los dejó a lo suyo y bajó la vista hacia el paquete. No podía creer que Jungkook hubiese encontrado el Ramen que le había pedido. El chico se dispuso con una alegría contagiosa a preparar los fideos.

Yoongi y Jimin le observaron mientras sacaba una cazuela del armario.

—Oye, TaeTae. ¿Jungkook está bien?— el rubio no estaba seguro de si debía preguntarle. Sabía lo que había pasado entre ellos, el aspecto de Taehyung lo dejaba claro. Aun así no era de su incumbencia, pero como hermano mayor que era, tenía la necesidad de saber cómo se encontraba el maknae.

—¡Por supuesto!— le sonrió —Le he dejado agotado así que estará durmiendo. Ya sabes, él...

—¡Déjalo ahí!— le interrumpió Yoongi —Joder, ten algo de sentido común. No necesitamos detalles.

Jimin parecía estar de acuerdo porque negó rápidamente con la cabeza.

—Qué sosos sois los dos— bufó decepcionado —Parecéis un matrimonio de abuelitos rancios.

—Cariño, ¿qué dice? No le oigo— dijo Jimin imitando a una persona mayor.

—Algo de que es un rancio— contestó Yoongi siguiéndole el juego.

Taehyung les miró con el ceño fruncido pero terminó soltando una carcajada. Después de haberlo pasado tan mal, respirar esa paz era algo increíble.

El joven cocinó el Ramen con una alegría digna de estudio. Estaba radiante, lo estaba por muchas razones pero la razón principal tenía nombre y apellido; Park Jungkook.

Cuando el menor terminó de cocinar y de calentar el arroz y las verduras, colocó todo sobre una bandeja de madera.

—Toma— Jimin dejó dos refrescos al lado del Ramen.

—Oh no, nosotros ya nos hemos tomado los que nos correspondían.

—Está bien— Yoongi tachó algo de la lista —A Jimin y a mí nos gusta más el alcohol. Podéis tomaros los nuestros.

—¿Estáis seguros?— preguntó con un poco de pena. Taehyung no quería dejarles sin refrescos, no cuando era tan difícil conseguirlos.

—Hazle caso a tu hermano— Jimin dejó una tableta de chocolate sobre la bandeja —Y esto de postre. Tenéis mucho que celebrar, ¿no?

A Taehyung se le iluminó la mirada cuando vio el chocolate.

—¡Me muero!— el chico no consiguió controlar la felicidad y abrazó al rubio de golpe —¡Es chocolate!

—Eh, sí, es chocolate— Jimin se apartó de su amigo un poco cohibido. No quería ser maleducado pero no llevaba nada debajo del albornoz y olía a sexo, situación que le resultó algo violenta.

Yoongi se percató de su incomodidad y le miró con una sonrisa burlona.

—Buah, qué chulo el dragón de la caja— Taehyung seguía emocionado por el chocolate —A Jungkook le va a encantar. Muchas gracias— el joven se acercó a su hermano y le dio un beso en la mejilla— Os quiero— y con esa felicidad digna de un niño pequeño, se alejó de ellos.

—Vaya, te acaba de dar un beso— se sorprendió Jimin.

—¿Y? No es nada nuevo— siguió tachando cosas de la lista —Mi hermano es muy cariñoso.

—Lo sé, pero ya sabes donde ha tenido la boca.

—¡Joder Jimin!— Yoongi se frotó la mejilla con el brazo mientras oía la risa diabólica de su novio.

—Eso te pasa por burlarte de mí.

Taehyung entró en la habitación escuchando las carcajadas del rubio de fondo. Se encontró al maknae durmiendo, justo como había pensado. El mayor cerró la puerta ayudándose del pie, dejó la bandeja sobre la cómoda y se acercó a la cama observándole detenidamente.

«Parece tan inocente»

El corazón se le aceleró al ver su expresión. Taehyung se inclinó para besarle y despertarle de una forma suave. Jungkook abrió los ojos lentamente, correspondiendo con cariño al beso.

—Huele a Ramen— murmuró adormilado.

—Mi cachorrito tiene buen olfato— Taehyung se apartó rápidamente, evitando un golpe en la cabeza. El maknae falló por centímetros.

—Te he dicho que no me llames así— bufó, ya completamente despejado —Eres un pesado.

«Parecía tan inocente. ¡Es un bicho!» Taehyung se rió.

—No es culpa mía, Kook, no puedo evitarlo.

Jungkook le observó con desconfianza; sabía que podía evitarlo, simplemente no quería. El ceño fruncido desapareció al ver el Ramen.

Taehyung lo notó y le dio el bol junto a un plato con el arroz y las verduras del mediodía.

—No me dijiste que lo habías conseguido— dijo el mayor acomodándose sobre la cama.

—Es que no fui yo— tomó los palillos —Lo busqué en el supermercado del pueblo pero allí no había. Nuestros hermanos lo encontraron en el centro comercial.

—Oh, ya veo— le miró risueño —Da igual, sigues siendo mi héroe.

Jungkook sonrió antes de probar los fideos.

—¡El Ramen es lo mejor!— gimió contento.

—Sí pero solo después de esto— Taehyung alzó la tableta de chocolate —¡Mira, mira!— canturreó como un niño —Chocolate.

Jungkook tomó un sorbo del caldo sin quitarle la vista de encima. Sabía que tenían chocolate, de hecho fue él quien guardó toda la comida del supermercado en la despensa.

—Somos unos privilegiados.

—¿Verdad?— Taehyung miró la caja —Y encima tienen forma de dragón, en plan Targaryen.

Jungkook iba a coger un trozo de nabo pero se detuvo.

—¿Te gusta Juego de Tronos?— preguntó sorprendido.

—Oh sí, soy un fanático de los libros— contestó saboreando el Ramen —¿Y a ti?

—Bueno, lo que he visto de la serie me ha gustado— Jungkook pensó en las palabras de Jimin. Le parecía una auténtica tontería preguntarle pero la curiosidad le pudo, a pesar de considerarlo una estupidez —Tae, ¿a ti quién te gusta más? ¿Stark o Targaryen?

Taehyung se sorprendió por la repentina timidez del maknae. Había bajado la mirada y parecía avergonzado. El joven no entendía ese cambio de actitud por algo tan trivial.

—Targaryen. Siempre me han tirado más los dragones. ¿Y a ti?

«La persona con la que salgas debe contestar Targaryen. Hazme caso. El lobo y el dragón deben estar juntos»

Jungkook se mordió el labio inferior conteniendo la risa. No podía creerlo.

«El friki de mi hermano no me dejará vivir en paz si se llega a enterar de esto» pensó.

—¿Y a ti?— repitió ante su silencio.

—Stark— contestó sonriendo de oreja a oreja.

Taehyung tomó un poco del refresco contemplando su sonrisa. Daría un brazo por saber lo que se le estaba pasando por la cabeza.

—¿Ves? Te lo dije— le señaló con los palillos —Eres un cachorrito, aunque no de perro sino de lobo— hizo una pausa para seguir comiendo —Kook, el lobo audaz.

—Suena a cuento infantil— se rió.

—Vaya, no has querido pegarme— alzó ambas cejas —Parece que lo de lobo sí te gusta.

—Tengo mis razones— murmuró bajando la mirada.

—¡Lo admites!— se sorprendió —¡Dímelas!

—No quiero.

—Soy tu novio, tienes que compartirlo todo conmigo— Taehyung puso especial énfasis en «todo».

—Todo— contestó Jungkook con recochineo —Ya está, compartido.

—¿Me estás vacilando?— le volvió a señalar con los palillos —Sigue así cachorrito y mañana no podrás caminar.

Jungkook se puso como un tomate; Taehyung se echó a reír. El mayor contempló el mohín que hizo mientras se quejaba por su atrevimiento. Le daba tanta felicidad estar con él que lo único que deseó Taehyung fue que ese día nunca acabase.

Hoseok y Eunha estaban tirados sobre la cama de la habitación de invitados, jugando con Mellie. La joven disfrutaba mucho de la compañía de la Shiba Inu, que afortunadamente para ella, le había tomado mucho cariño.

Namjoon entró en la habitación y Eunha le hizo sitio, echándose más hacia el centro. El chico de metro ochenta se tumbó al lado de la muchacha y al instante fue atacado por la patita de Mellie, que demandaba su atención.

—También quiere jugar contigo— dijo Eunha, adorando a la pequeña.

Namjoon se animó y cogió el peluche para jugar con ella. El silencio en la habitación solo lo rompían los pequeños ladridos de la perrita, que intentaba desesperadamente recuperar su conejito de peluche.

—¿Estáis nerviosos?— Hoseok no apartó la vista de Mellie.

—Yo sí— admitió Eunha —Hemos estado esperando este día tanto tiempo que no puedo controlar los nervios. No dejo de preguntarme qué encontraremos allí. ¿Habrá gente? ¿Estará la base militar activa?

—Mañana saldremos de dudas— aseguró Namjoon con una gran calma —No sirve de nada ponerse nerviosos. Lo más difícil ya lo hemos logrado, por fin tenemos a alguien que nos puede llevar— le dio el peluche a Mellie y miró a sus amigos —Sé que allí estaremos a salvo.

—Tienes razón— el pelirrojo soltó un suspiro —Parece mentira que estemos a un paso de lograrlo.

—Los demás se van a llevar una gran sorpresa cuando sepan que la base sí existe— la muchacha miró a Namjoon —Te van a tener que pedir disculpas.

—No hace falta...

—Sí hace falta— le interrumpió —Han sido unos cretinos contigo. Si no te piden perdón les daré una patada.

—Estoy con ella, Joonie. Y ya sabes cómo funciona esto; dos votos a favor, uno en contra, así que no puedes quejarte— Hoseok y Eunha chocaron los cinco.

Namjoon sonrió ante la complicidad que mostraban. Aunque no tenían lazos de sangre, la unión que había entre los tres era mucho más fuerte que eso.

—¿Pero qué pasa si en la base militar no hay gente o peor aún, qué hacemos si ya no existe?

Namjoon se quedó callado al escuchar las palabras de su mejor amigo. Aunque todos intentaban ser positivos y deseaban encontrarse allí con el ejército coreano, cabía la posibilidad de que nadie hubiera sobrevivido y su búsqueda habría sido en vano.

—Entonces tendremos que volver a la aldea.

Hoseok y Eunha asintieron levemente. Ambos querían regresar con sus amigos, pero al mismo tiempo no querían decirles adiós a Yoongi, Jimin, Taehyung y Jungkook. Su relación era muy reciente, sí, pero habían conectado y apreciaban su amistad.

—De todas formas espero que ese no sea el caso— añadió Namjoon —Quiero regresar a la aldea pero para llevarlos a la base militar. Quiero que todos estemos seguros y que por fin podamos salir de este infierno.

—Yo también— dijeron Hoseok y Eunha a la vez.

Ese era un deseo que compartían todos.

—Deberíamos irnos a dormir— Namjoon miró el reloj —Hay que madrugar y es mejor que descansemos todo lo posible— Eunha se iba a levantar de la cama para irse a su habitación pero el joven la detuvo —Quédate aquí. Una noche como esta no es para pasarla sola.

—Joonie tiene razón, una noche como esta hay que pasarla con las personas que quieres.

—De acuerdo— Eunha sonrió y se tumbó en el centro, justo en medio de ambos —Me quedaré con vosotros pero solo por si tenéis miedo y necesitáis que vuestra hermana os proteja.

Namjoon parpadeó incrédulo. ¿Había dicho hermana? Todavía recordaba las peleas y las veces que le había gritado que él jamás sería su hermano.

Hoseok observó cómo la expresión de total incredulidad de Namjoon se tornaba suave. Eunha en cambio tenía medio rostro hundido en la almohada, gesto que no le impidió ver que estaba sonrojada.

El mayor se abalanzó sobre ellos, abrazándoles con fuerza.

—Los hermanos Kim-Jung, eh— el joven empezó a reírse armando un escándalo.

Cuando Hoseok se ponía en ese plan, lo mejor era dejarse engullir por su alegría. Ni Namjoon ni Eunha querían soltarse del abrazo de Hoseok; ambos se lo devolvieron con el mismo cariño.

Los tres eran una familia y eso no lo cambiaría ni nada ni nadie. 

Las cosas entre Taehyung y Jungkook no pueden ir mejor. Los dos están en una nube, disfrutando de su relación y del amor que se tienen. Mientras tanto el grupo de Namjoon ya se está preparando para lo que podrían encontrarse en la base militar. ¿Habrá gente? ¿Llegarán todos a salvo? Pronto lo sabréis...  

Hola~ ¿Cómo habéis estado? Espero que bien. ❤️ El concierto de BTS ha sido increíble, aunque decir que ha sido increíble es quedarse corta. 😭 En los próximos días publicaré mi experiencia para esas personas que me lo han pedido, pero no lo haré aquí, así que quien quiera leerlo que se pase por mi perfil. Gracias por los mensajes que me habéis mandado. ¡Pronto comienza una nueva trama en Evanescente! Espero seguir viéndoos por aquí.  ❤️

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