10
Habían pasado aproximadamente quince minutos desde que dejaron el mirador. Seokjin intentaba, sin mucha fortuna, encontrar una cadena de radio en emisión mientras Taehyung se había quedado dormido en el asiento trasero.
La cabeza del chico había encontrado comodidad en el hombro de Jungkook y este, aunque en un principio pensó apartase bruscamente, cambió de opinión cuando Jimin le echó una mirada de reproche.
Así que el maknae se había limitado a mirar por la ventanilla y a esperar impacientemente a que Taehyung despertase.
En todo el trayecto que habían hecho se había fijado en una cosa; no se cruzaron con ningún coche.
-¿Por qué no hay coches por aquí?- le preguntó a Yoongi extrañado.
-La carretera está cortada- contestó -Pero no te asustes, hay un camino por el bosque que conoce muy poca gente. Vamos a dar un rodeo para evitar la autopista.
-No me asusto, me parece lógico- dijo con confianza.
Jungkook miró a su hermano. Parecía estar distraído, sumergido en sus propios pensamientos. No había hablado desde que dejaron el mirador.
De repente Yoongi frenó el coche.
-¿Ya hemos llegado?- se sorprendió Jungkook.
-Sí. Es por ahí.
El camino que tenían que tomar era estrecho y montañoso. En ese lugar los árboles tenían una altura asombrosa y había mucho follaje.
-Parece un camino de cabras- comentó Seokjin -Y está bien escondido.
-Si no sabes que está ahí, no lo ves- dijo Yoongi -Agarraos bien. Esto va a ser un poco violento.
El mayor de los Min puso el coche en marcha. Cuando las ruedas pisaron el terreno montañoso, el vehículo empezó a moverse bruscamente.
Jimin se sujetó a la manilla de la puerta y Jungkook se agarró al brazo de su hermano. El coche iba a poca velocidad, sin embargo se notaba mucho el balanceo en el interior del automóvil.
Taehyung se despertó de sopetón. Nervioso, agarró la manilla de la puerta con ambas manos. Jungkook soltó una carcajada y le miró con una sonrisa burlona. Le había causado gracia y se lo hizo saber de inmediato. Taehyung, ofendido, le sacó la lengua.
-¿El camino va a ser así hasta Busan?- se quejó el mayor del grupo.
El coche avanzaba seguro pero a paso de tortuga. A Seokjin le estaba sacando de quicio.
-No. Más adelante hay una carretera en buenas condiciones. Luego tenemos que cruzar un puente y a partir de ahí podremos avanzar más rápido.
-¿Cómo conoces este sitio, hyung?
-Lo descubrí por casualidad- le contestó a su hermano.
Yoongi parecía un tipo reservado. No compartía más información de la que era necesaria. Al menos esa era la impresión que tenía Jimin de él.
El viaje por el bosque fue lento y agotador. A pesar de tanto movimiento, nadie se mareó.
Para Jimin todo aquello era surrealista. Ayer por la mañana estaba disfrutando de Daegu y ahora estaba huyendo con tres desconocidos por el monte. ¿Qué sería lo siguiente? Francamente, no quería saberlo.
Cuarenta y cinco minutos duró el suplicio. La alegría fue grande cuando divisaron una carretera común y corriente. Todos suspiraron aliviados.
-Hemos llegado- exhaló Yoongi.
Conducir con ese automóvil por aquel terreno había sido realmente duro para él. A pesar de las dificultades había hecho un gran trabajo.
-Increíble que no te hayas dejado medio coche por el camino- Seokjin y Yoongi compartieron una sonrisa de alivio.
-He venido varias veces por aquí pero siempre en moto. Y créeme, no hay ni punto de comparación- le contestó a su amigo.
Los chicos se veían más relajados. Yoongi tomó la carretera y aumentó la velocidad. Volver a tener asfalto bajo las ruedas era maravilloso. A ese paso no tardó demasiado en llegar al puente que había mencionado con anterioridad.
-Ahí está- dijo Seokjin alegre. Pero su expresión cambió de manera inmediata.
En un costado del puente de piedra había un autobús volcado. El vehículo estaba tumbado de lado y desde la distancia no se podía calcular si el monovolumen de Yoongi sería capaz de pasar por el espacio abierto que dejaba.
-¡Vaya mierda!- Seokjin miró a Yoongi preocupado.
Todos los que se encontraban en el coche tenían la misma expresión. Estaban agobiados. El recorrido había sido lento y complicado, y ahora tenían que enfrentarse a otro nuevo reto.
-¿Por qué tenemos tan mala suerte?- suspiró Taehyung.
-Voy a acercarme un poco a ver si el coche puede pasar por el hueco- Yoongi pisó suavemente el pedal. El vehículo avanzó despacio.
Mientras pasaban al lado del autobús, todos menos Yoongi se pegaron a la ventanilla para ver el desastre. El autobús era corriente, de un tamaño mediano y parecía tener una de las ruedas traseras pinchada. Como las ventanas quedaban por arriba, no sabían si en el interior había gente. Tampoco se escuchaba nada.
El puente era estrecho por lo que Yoongi se pegó literalmente al muro de piedra para conseguir pasar por el espacio abierto. Se podía oír perfectamente como se estaba rayando el coche. El sonido resultaba desagradable.
Cuando consiguieron pasar del todo, los chicos se giraron para ver el siniestro desde la frontal. La luna del autobús estaba completamente pintada de negro y ampliamente agrietada. Seokjin notó que había una mochila en el suelo. Algunas cosas estaban desparramadas por el asfalto.
-¿Por qué está la luna pintada de negro?- se mosqueó Jimin.
-¿Y esa mochila de dónde sale?- añadió Taehyung.
Yoongi paró el automóvil pero no apagó el motor. Todos los integrantes del vehículo estaban observando la escena. En el suelo había una linterna y varios paquetes de pilas. También había un cuchillo grande. Parecía de caza.
-¿Deberíamos coger el cuchillo?- preguntó Jungkook -Tener uno de esos sería útil.
-También deberíamos comprobar si hay supervivientes- dijo Seokjin -No podemos pasar sin más.
En el coche estaban a salvo, salir significaba exponerse al peligro. Todos miraron a Yoongi. Nadie le había hecho el líder del grupo pero desprendía una gran confianza y por lo tanto, buscaban su opinión y consejo.
-Solo tenemos mi bate y algunas herramientas así que el cuchillo nos vendría bien- dijo Yoongi pensativo -Podemos mirar si hay supervivientes pero que sea rápido. Es mejor no exponerse demasiado.
-¿Quién va?- preguntó Taehyung.
-Iré yo- contestó Seokjin a la vez que se desabrochaba el cinturón de seguridad -Yoongi, quédate al volante por si tenemos que salir pitando. Y vosotros tres haced lo que os diga.
-¿Por qué tú?- dijo Jungkook inconforme -Yo soy más rápido. Puedo hacerlo en un santiamén.
-Es sencillo. Tú eres un mocoso y yo soy el mayor. Así que a callar- le reprendió.
Seokjin abrió la puerta del coche. Antes de salir miró a su mejor amigo a los ojos y le dedicó una sonrisa. Algo en ese gesto hizo que a Yoongi le diera un vuelco el estómago. Con rapidez le sujetó del brazo.
-Ten cuidado. Si no lo ves claro vuelves y nos vamos.
-Es enternecedor lo mucho que te preocupas por mí pero sé lo que tengo que hacer.
-Más te vale volver de una pieza. ¿Te queda claro?
Seokjin se rió y salió del monovolumen. Lo primero que escuchó fue el sonido del agua. El río que corría por debajo del puente sonaba fuerte.
En el coche había sido muy valiente pero ahora sentía como el miedo recorría su cuerpo. Con cuidado se fue acercando al cuchillo. En ningún momento dejó de mirar el parabrisas del autobús. Cuando tuvo el cuchillo al alcance, se agachó para recogerlo.
Casi le dio un ataque al corazón cuando en ese preciso instante se oyó el sonido de una canción. La música venía del autobús y la canción que sonaba estaba a un volumen ensordecedor. Seokjin conocía la canción. Era Voodoo Doll de Vixx.
Poco a poco se fue aproximando al autobús. Si el ruido de la radio venía de ahí, que era bastante evidente, alguien tenía que haberla puesto en marcha.
-¿Hola? ¿Hay alguien ahí?
No obtuvo respuesta.
-¿Hola? ¿Me puede oír?
Nadie le contestó. Allí no parecía haber ningún ser humano. ¿Quizás la radio estaba estropeada? Seokjin se dio la vuelta para coger las pilas que estaban a pocos metros de él.
Se agachó en el mismo instante en que cesó la música. Seokjin escuchó un golpe seco. Al levantarse y darse la vuelta, vio como vibraba la cristalera del autobús.
El siguiente golpe rompió la luna y varios infectados salieron atropelladamente del interior del vehículo. No le dio tiempo a reaccionar, uno de ellos se le echó encima.
Envuelto en pánico dejó caer el cuchillo que sujetaba. Afortunadamente para él logró evitar un mordisco mortal, empujando con fuerza por los hombros a la mujer que le atacaba.
La infectada cayó al suelo y otro infectado se dirigió hacia él. Si no llega a ser por Yoongi, Seokjin no lo habría contado. El chico de pelo negro le reventó la cabeza con el bate de béisbol.
-¡Levántate! ¡Ya!- le gritó.
El cuerpo de Seokjin se movió por el suelo de manera lenta y torpe. Yoongi había tumbado a otro más cuando este consiguió ponerse de pie.
Un adolescente estuvo a punto de morderle en el brazo pero Seokjin consiguió esquivarlo. El infectado no desistió y volvió a por él.
El mayor no estaba armado. Había perdido el cuchillo y no se veía capaz de luchar contra ese crío. Por un segundo pensó que ahí estaba su final pero Jimin no titubeó en clavar un destornillador en el cráneo del adolescente. El infectado cayó desplomado al suelo.
-¿Estás bien?- le preguntó angustiado.
Seokjin no fue capaz de contestar. Yoongi se había unido a ellos. De un momento para otro se vieron rodeados por infectados. Había demasiados, no podían contarlos.
-¡Rápido! ¡Subid al muro!- gritó Yoongi.
Seokjin fue el primero en subir, seguido de Jimin y por último Yoongi. El chico de Daegu los estaba manteniendo a raya.
-Aquí no nos pueden morder pero tened cuidado- dijo Yoongi.
Jimin no podía hacer mucho con el destornillador. No era el bate de béisbol de Yoongi pero al menos tenía algo para defenderse.
-¡Hyung!- gritaron Jungkook y Taehyung.
Ambos habían salido del coche. Estaban viendo aquella escena horrorizados. Yoongi notó cómo algunos infectados se percataron de su presencia y empezaron a caminar torpemente hacia ellos.
-¡Taehyung!- gritó Yoongi -¡Coge el coche y huye!
Su hermano se quedó conmocionado cuando escuchó eso.
-Pero... hyung...
-¡Coge el puto coche y sal de aquí ahora mismo!
Taehyung le miró aterrado pero no tardó en acatar las ordenes de su hermano. Se sentó inmediatamente en el asiento del conductor y cerró la puerta de golpe.
Jungkook no podía creer lo que estaba viendo. Apresuradamente corrió hacia la puerta del copiloto y se asomó hacia adentro.
-¿Qué cojones haces? ¡Nos necesitan!- le gritó.
Taehyung tiró de la camiseta negra de Jungkook con todas sus fuerzas. El joven cayó al interior del vehículo. Sin vacilar ni un momento, el hermano de Yoongi alargó el brazo para cerrar la puerta del lado del maknae. Después bloqueó todas las puertas con el cierre centralizado.
-¡No me jodas!- gritó Jungkook -¡No los puedes abandonar así!
Taehyung miró por el espejo retrovisor. Había siete infectados cerca de su coche pero no era eso lo que miraba. Su vista estaba clavada en su hermano.
Yoongi estaba golpeando a varios infectados con el bate de béisbol. A continuación miró hacia el vehículo y cuando vio que Taehyung y Jungkook se encontraban dentro del coche, empujó a Seokjin y a Jimin al río.
Después sonrió en dirección a su hermano y se dejó caer al agua.
Cuando Taehyung vio como desaparecía Yoongi, pisó el acelerador con rabia.
La situación era muy complicada pero han conseguido salir de ahí con vida.
Ahora el grupo se separa... ¿Qué pasará?
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