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06

Cuando Jimin abrió los ojos y se encontró solo en la cama, el temor le inundó. Un temor que no duró mucho. Su hermano seguía en la habitación, estaba mirando por la ventana. El joven se relajó al verlo. La pesadilla todavía le tenía en tensión.

Jungkook ya no llevaba el pijama blanco que le había prestado Seokjin la noche anterior. El menor vestía un pantalón vaquero de color negro y una camiseta negra de marca. Justo la ropa que se había empeñado Jimin en comprarle ayer.

-Buenos días.

El mayor se levantó de la cama y su hermano se giró hacia él. La expresión de Jungkook era seria. Demasiado seria.

-¿Qué sucede?

Seokjin apareció por detrás de él. Su nuevo amigo también estaba vestido de calle. Llevaba un pantalón blanco de lino y una camisa larga rosa palo. Le quedaba tan bien que daba la sensación de que iba a desfilar por una pasarela.

-Los móviles siguen sin funcionar y la televisión tampoco va. No hay señal- dijo Seokjin angustiado.

-Además no dejan de pasar helicópteros por la zona. Llevan así toda la mañana. Parece que la cosa sigue empeorando- añadió Jungkook.

-¿Los vecinos tampoco tienen cobertura?- preguntó el rubio algo impaciente.

-No. He ido a preguntar y estamos igual- se lamentó Seokjin.

-¿Por qué no me habéis despertado?- Jimin miró a ambos desconcertado.

-¿Para qué? Son solo las diez de la mañana y tú necesitabas descansar- le contestó su hermano -Además, por ahora tampoco podemos hacer nada.

Eso era verdad. Estando la situación así, lo único que podían hacer era quedarse en ese lugar. Al menos ahí estaban a salvo.

-Hyung, te he dejado tu ropa en el cuarto de baño. Puedes cambiarte allí.

Jimin asintió con la cabeza y caminó hacia el cuarto de baño. Cuando entró vio la bolsa naranja en el suelo. Lo primero que hizo fue vaciar la vejiga. Después de lavarse las manos, sacó el pantalón vaquero de la bolsa y con los dientes rompió la etiqueta.

Se quitó el pijama y se puso el pantalón gris ajustado. A continuación hizo lo mismo con el jersey fino de Lacoste. El color era lo que más le había gustado de aquel jersey. Últimamente tenía obsesión con el azul oscuro. Ahora ya no importaba. Todo resultaba insignificante teniendo en cuenta la situación que vivían.

El siguiente paso fue lavarse la cara y peinarse de manera desenfadada, dejando la frente al descubierto.

Mientras se miraba en el espejo, oyó la voz de su hermano. Era demasiado fuerte, parecía estar discutiendo con Seokjin. Inmediatamente salió del cuarto de baño.

-¿Qué pasa?

-Hyung, ¡está loco!- dijo Jungkook alterado.

-¿Por qué?

-¡Quiere salir a la calle!

Jimin se quedó boquiabierto. ¿Salir? ¿Estaba de coña? ¡Tenía que estar de coña!

-Es mi decisión. Ya te he dicho que te puedes quedar aquí- Seokjin estaba de pie, frente al sofá. Su expresión era seria.

-¿Por qué quieres salir?- Jimin no entendía ese cambio tan repentino. Necesitaba entender qué estaba pasando.

-Estoy preocupado por mis amigos- se sentó en el sofá. Lo habían recogido mientras el rubio se vestía en el cuarto de baño -Mi amigo iba a buscar a su hermano, es el último mensaje que me envió anoche. Como los móviles no funcionan no sé si están bien o no.

Seokjin estaba serio. Siempre había tenido una sonrisa para ellos pero en ese instante se veía muy preocupado. Jimin se sintió mal por él. Vivir en la incertidumbre era difícil.

Sus amigos podían estar en casa, a salvo, pero también podían haber sido atacados por aquellos seres. El joven entendía su preocupación. Para él no era difícil sentir empatía por los demás.

-¿Quieres ir a su casa?- preguntó con calma.

El mayor asintió con la cabeza.

-Hyung, no estarás planteándote esa locura, ¿no?- Jungkook caminó hacia su hermano -Sabes lo que hay ahí afuera- le advirtió. El maknae había apretado los puños. Aquello no le gustaba en absoluto.

Jimin lo sabía bien. No lo había olvidado. ¿Cómo podría? Estaba seguro de que lo recordaría el resto de su vida.

-Nos ha ayudado mucho, Jungkook. No podemos dejarle tirado- dijo finalmente.

-No me debéis nada- Seokjin se levantó del sofá y miró a ambos -Os podéis quedar aquí. Iré yo solo.

El maknae se dio la vuelta y le miró enfadado. Seokjin no se sintió intimidado por su mirada penetrante. Su decisión era firme por lo que no apartó la vista del chico.

-Iré en mi coche. No está muy lejos, volveré enseguida. Solo necesito comprobar que están bien.

-De acuerdo- dijo Jimin.

-Hyung, ¿vas a dejar que vaya solo? ¡Va a morir!

-Claro que no. Yo iré con él. Tú te quedas aquí.

-¡No!- protestó el menor -¡De ninguna manera!

-Te lo agradezco de verdad, pero es mejor que te quedes aquí- dijo Seokjin.

Jimin miró a ambos. Jungkook se veía enfadado, preocupado e indignado. El rubio sabía que su hermano iba a reaccionar de esa forma. Aun así, no podía dejar a Seokjin solo. Se había portado muy bien con ellos, les había salvado la vida y no podía ignorar eso.

-No seáis ridículos- Jimin estaba tratando de quitarle hierro al asunto -Vamos a ir en coche y está cerca ¿no? ¿Qué puede salir mal?- dijo sonriendo.

-¡Todo!- Jungkook seguía molesto -Y lo sabes.

-Eres tan pesimista- le bufó a su hermano -Esas personas son importantes para Seokjin hyung, ¿no?

-Mucho. Son mi familia.

Jimin le miró a la cara. Había estado desde anoche sin noticias de sus amigos y no les había dicho nada. A pesar de su preocupación se esforzó en animarles y distraerles. Definitivamente Kim Seokjin era una buena persona.

-Pues entonces está todo dicho- sonrió el mayor de los Park.

-No, ni mucho menos- contestó el maknae irritado -¿Por qué me dejas atrás? Si hay que ir vayamos todos juntos pero no me dejes aquí. No soy un bebé...

Jungkook no pudo terminar la frase. Justo antes de pronunciar la última palabra, los cristales de las ventanas estallaron en mil pedazos y un enorme estruendo resonó por todo el lugar.

Todo sucedió muy rápido y aun así consiguieron reaccionar de forma ágil al imprevisto. Seokjin se resguardó del impacto tirándose a un costado del sofá mientras Jimin se lanzó sobre su hermano, cubriéndole con su cuerpo para protegerle. Su instinto de supervivencia respondió con firmeza.

Algo había explotado en el exterior. A Jimin le habían alcanzado algunos pequeños cristales pero afortunadamente para él, no tenía ningún corte.

-¿Hyung?

-Estoy bien. ¿Y tú? ¿Te has hecho daño?

-Estoy bien- ambos se miraron aliviados.

-¿Y Seokjin hyung?- preguntó el maknae.

Jimin y Jungkook se levantaron del suelo. El menor encontró a Seokjin sentado junto al sofá, visiblemente conmocionado.

-¿Estás bien?- le preguntó preocupado.

-¿Qué ha pasado?- Seokjin levantó la vista hacia el menor.

-No lo sé- contestó Jungkook. El chico le ayudó a levantarse del suelo.

-Tenéis que ver esto- dijo Jimin.

El rubio estaba mirando por la ventana. Se había sacudido los cristales de encima aunque todavía le quedaban algunos en el pelo. Jungkook y Seokjin no tardaron en ponerse a su lado.

Se veía muchísimo humo detrás de una hilera de edificios. La explosión debió de ser fuerte, el humo era denso y el olor cada vez más intenso. Las ventanas de los edificios de enfrente también estaban rotas.

-¿Qué habrá pasado?- le preguntó Jungkook a su hermano.

-Ni idea- contestó Jimin -pero como no paren el fuego y se siga extendiendo, llegará hasta aquí.

Seokjin observó el salón con angustia.

Algunas cosas se habían caído al suelo. El impacto tumbó varios marcos y en el suelo había un jarrón hecho pedazos. Cerró los ojos por un segundo y tragó saliva. Aquello parecía una auténtica pesadilla.

-Tenemos que salir de aquí- dijo el menor del grupo.

Jungkook miró a su hermano esperando una respuesta. Este seguía mirando la densa nube negra que había en el cielo. El maknae le quitó los pequeños cristales que tenía en el pelo.

-Hay que irse ahora mismo- contestó Jimin con decisión.

Adiós a la calma. La situación se vuelve a complicar. ¿Conseguirán salir a tiempo?

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