03
-Dejad el calzado en el armario. Podéis usar las zapatillas blancas del segundo cajón.
Ambos hicieron lo que les dijo el joven de cabello castaño y a continuación le siguieron hasta el salón. El apartamento era sencillo pero acogedor. El salón y la cocina estaban en una misma habitación.
Paredes blancas, muebles de madera, cortinas doradas, el lugar le agradó a Jimin. Estaba limpio y había un suave olor a lavanda en el ambiente. No tenía muchos muebles pero la decoración era agradable.
-Sentaos.
El desconocido señaló amablemente el sofá marrón. Los chicos le volvieron a hacer caso y tomaron asiento.
-No sois de por aquí, ¿verdad?
-No. Somos de Busan- contestó Jimin.
-Eso me pareció. Se os nota el acento- sonrió -Lo siento, todavía no me he presentado. Mi nombre es Kim Seokjin. Encantado de conoceros.
Aquel extraño seguía de pie frente a ellos. Seokjin llevaba un pantalón de chándal gris oscuro y una camiseta morada. Tenía el pelo un poco despeinado pero ese pequeño detalle no ocultaba su enorme atractivo. Parecía un idol.
-Encantado. Yo soy Park Jimin y este es mi hermano pequeño, Jungkook- ambos se levantaron y le hicieron una reverencia. Seokjin respondió con otra.
-Muchas gracias por dejarnos entrar- dijo el maknae.
-Es lo mínimo que puedo hacer - contestó Seokjin con una sonrisa -Podéis sentaros.
Los hermanos Park se volvieron a sentar. Seokjin caminó hacia la cocina.
-¿Qué edad tenéis?- quiso saber.
-21 y 19- contestó Jimin.
-Ah, ya veo- sacó unas latas de la nevera -Sois unos niños. Entonces ¿mejor leche o refrescos?
-¿Y Usted ahjussi? ¿Qué edad tiene?
Jimin miró a su hermano con cara de desaprobación. Estaba seguro de que se había picado por lo de la leche.
-¿Ahjussi? ¿Ahjussi?- repitió ofendido y en un tono dramático -Tengo 24 años. Estoy en la flor de la vida. Soy un hombre joven así que llámame hyung, mocoso.
-Lo siento- se disculpó Jimin.
-De verdad. Los niños de hoy en día- se quejó moviendo la cabeza.
Jungkook le observó divertido. Para él la reacción de Seokjin había sido muy cómica. Se acercó un poco más a su hermano.
-¿Por qué se queja? Habla como un viejo- le susurró al oído -¿No es gracioso?
-¿Quieres callarte ya..?- le contestó Jimin -Compórtate.
Jungkook se acomodó más en el sofá y desvió la mirada hacia la televisión. En el momento que la vio se giró hacia Seokjin.
-¿Puedo poner las noticias, Seokjin hyung?- el chico puso énfasis en el hyung.
-Claro- le contestó sonriendo a la vez que dejaba varias latas de refrescos encima de la pequeña mesa de madera, justo al lado del mando de la televisión.
-No sé qué está pasando. En las noticias hablan de varias cosas y no hay nada claro- dijo el mayor.
-Muchas gracias- Jimin cogió una lata de zumo de uva y bebió un buen trago. Hasta ese momento no se había dado cuenta de la sed que tenía. El zumo le supo a gloria.
-Hyung, mira.
Jimin miró hacia la pantalla. Seokjin se sentó en el suelo, cogió una lata de té de limón y tomó un trago. Con los dedos se arregló un poco el cabello despeinado.
Jungkook miraba atentamente a la mujer de mediana edad que estaba dando las noticias. Tenía varios papeles en las manos y se veía ligeramente estresada.
-Los altercados en Seúl han aumentado. Se han reportado innumerables incidentes en la capital. También nos llegan noticias desde Incheon, Suwon, Cheongju y Daegu. De momento no se sabe quién está detrás de este ataque, pero el Gobierno insiste en que los ciudadanos no salgan a la calle hasta que la Policía controle la situación.
Jungkook cambió de canal.
-No se expongan al peligro, quédense en casa y no salgan bajo ningún concepto. El gobierno tiene todo bajo control pero su colaboración es necesaria. Por favor, hagan caso a nuestras indicaciones.
El maknae volvió a cambiar de canal.
-El primer altercado sucedió anoche en Incheon y en este momento hay al menos 10 ciudades del país afectadas por esta ola de violencia producida por un virus desconocido. Cuando una persona entra en contacto con ese virus, se vuelve agresiva y recurre a la violencia.
En todos los canales que había puesto repetían lo mismo. Altercados, virus desconocido, quedarse en casa y confiar en el gobierno. No decían nada más.
Así que aquello no estaba ocurriendo solo en Daegu. La mitad del país estaba igual. Jungkook miró a su hermano. Ambos se veían preocupados.
-¿De dónde ha salido ese virus?- preguntó el menor -¿Cómo es posible que suceda algo así?
-No hay nada claro- comentó Seokjin mientras apoyaba el codo sobre la pequeña mesa de madera -Pero es posible que haya salido de algún laboratorio clandestino.
-¿Crees que es cosa del gobierno de Corea?- dijo Jungkook sorprendido.
-No es algo que podamos descartar. Todo gobierno tiene su lado oscuro, hermano.
El mayor se levantó del suelo. Seokjin parecía tranquilo. Demasiado tranquilo. Probablemente no se había topado con ninguno de esos seres y por eso mantenía esa serenidad.
-Eso es cierto, sin embargo ahora mismo solo nos queda confiar. Sé que estáis angustiados pero no debéis preocuparos en exceso- intentó calmar a sus invitados -Yo ya he cenado pero seguro que vosotros tenéis hambre. He estado enfermo así que no he salido a comprar desde hace unos días. Espero que no os importe comer algo sencillo.
-¿Enfermo? ¿Qué te pasa?- preguntó Jungkook.
-No es nada. He pillado un pequeño resfriado y me he pasado estos últimos días en cama pero ya estoy bien.
Jimin suspiró. Esa persona no tenía ni idea de nada. Había estado en cama, seguramente durmiendo la gran parte del tiempo y no sabía lo que sucedía realmente.
Si la televisión no había pasado imágenes, que era lo más probable, Seokjin no había visto a esos seres y por eso estaba tan tranquilo. Quizás creía que se trataba de un altercado cualquiera, quince imbéciles armando jaleo en varias ciudades del país. Algo así. Pero qué equivocado estaba Kim Seokjin.
-Mientras os hago algo de cenar deberíais daros un baño. Si necesitáis ropa os puedo prestar algo.
Jimin miró a su hermano. Jungkook llevaba una camiseta blanca y unos vaqueros azules agujereados. Su camiseta tenía manchas oscuras. Seguramente se había ensuciado huyendo de aquellos monstruos.
La camisa celeste que llevaba Jimin no parecía estar sucia pero sí la sentía sudada. En cambio el pantalón blanco tenía varias manchas. Darse un baño y cambiarse de ropa era buena idea.
-Tenemos ropa para cambiarnos, lo único que no tenemos es ropa para dormir- comentó Jimin.
-Eso tiene arreglo. Ahora os traigo algo.
Jimin le agradeció su amabilidad. El hermano de Jungkook tenía algo muy claro. Encontrar a Kim Seokjin había sido una gran suerte.
El rubio se levantó para coger la mochila y sacar las bolsas que había metido ahí el menor.
-Parece que mi afición por la ropa no es tan inútil al fin y al cabo, eh Jungkook.
El maknae cogió una lata de zumo de piña e ignoró a su hermano.
-Vete a ducharte tú primero- le dijo, pero Jungkook no le contestó.
Parecía estar sumergido en sus propios pensamientos. Al cabo de un rato dejó la lata vacía en la mesa y se dirigió a Jimin.
-Hyung.
-¿Qué?
-¿Crees que Mamá y Papá están bien?- preguntó en un tono bajo.
Jimin soltó la bolsa que tenía en la mano y miró a su hermano a la cara. La preocupación se reflejaba en el rostro del chico.
-Claro que sí. Están en Europa y esto solo está sucediendo aquí.
-Por ahora- murmuró.
-Jungkook, no te preocupes por ellos. Ahora mismo les voy a enviar un mensaje para que se queden allí y no vuelvan a Busan hasta que todo se haya solucionado- le tranquilizó.
-¿Y nosotros qué haremos?
Jimin se quedó en silencio por unos segundos. Su hermano no apartaba la mirada de él. Esperaba una respuesta, una solución y el mayor lo sabía.
-Vamos a pasar aquí la noche- dijo -probablemente mañana las cosas se hayan calmado. Si la Policía no puede con esto lo hará el ejército. Y si no...
-¿Y si no qué?- Jungkook le miró atento.
-Tendremos que salir del país- dijo con firmeza.
¡Por fin tenemos un personaje nuevo! Bienvenido Kim Seokjin. ❤️
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