Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

E P I L O G O

—Cielo— lo llamé en un tono medio audible, evitando que se despertara de golpe, mientras acariciaba suavemente su torso desnudo.

—¿Hmm?— vocalizó adormilado, aún con sus ojos cerrados.

—¿Dormiste bien?— cuestioné.

—Hmm— volvió a vocalizar, pero esta vez con un tono de afirmación.

—Ay, pequeño— pronuncié levantándome de su lado— te ves demasiado cansado.

—¿Tú no lo estás?— murmuró con una voz ronca.

—No tanto— negué estirando mis extremidades, volteé a verlo y me di cuenta que sus ojos estaban abiertos; su mirada era de impacto.

—¿Que no estás cansada?— preguntó incrédulo— ¿Luego de más de cinco rondas?

—Ay, Jungkookie— hablé divertida— lo entenderás cuando viajes a Cuba, y bailes por una hora entera, sin descansar.

—¿Lo hiciste?— interrogó y asentí. Luego de un bostezo por su parte, se levantó, quedando sentado en la cama— perdón por no preguntar antes, ¿cómo dormiste?

—Tranquilo, dormí bien— respondí, restándole importancia con una sonrisa.

—¿Fui muy duro contigo ayer?— indagó.

—Esa pregunta te la quisiera hacer yo a tí, Jeon— contesté burlonamente, haciéndolo sonreír.

—Vamos, tenemos que ir al aeropuerto, hermosa— indicó, acariciando mi mejilla suavemente, provocándome escalofríos en dicha zona. Suspiré cansada y me levanté completamente.

—¿Qué tanto me ves?— interrogué confundida al sentir su mirada pesada sobre mi anatomía.

—Admiro lo que conquisté anoche— murmuró añadiendo aquel toque sensual a sus palabras— y seguiré conquistando todas las noches— aseguró finalmente.

—Pervertido— critiqué divertida e ingresé al cuarto de baño para ducharme.

Debíamos ir hacia el aeropuerto.

나의 인도하는 빛

—¿Ves a Namjoon hyung?— escaneó todo el lugar con su campo de visión, con la intención de buscar a su hermano de cariño.

Observé lentamente los detalles de aquel lugar, pero fue en vano, pues no encontrábamos al mayor.

—¡Mira!— exclamé señalando con mi dedo índice a Jimin, Taehyung y Lingsoo quienes se encontraban sentados en espera.

—Vamos con ellos— indicó y comenzamos a caminar en su dirección. Taehyung fue el primero en vernos, por lo que saludó primero.

—¡Hey! ¿Quedaron dormidos?— se burló apenas se acercó, detrás de él venían su novia y su amigo.

—Yo también estoy feliz de verte, Kim— habló sarcásticamente el menor.

Heartbeat— se acercó mi amiga, para rodearme con sus brazos formando un abrazo afectuoso como saludo.

Universe— la saludé de la misma manera, provocándole una pequeña risa.

Deshicimos aquella muestra de afecto lentamente para observarnos detenidamente.

—¿Dónde está Namjoon?— rápidamente consulté.

—Bueno, hemos estado esperando— me explicó— Jin tampoco aparece por ninguna parte.

—¡Hey, pequeña!— alzó la voz, ganándose inmediatamente mi atención y una sonrisa sincera— ¿no piensas saludarme a mí?— indagó fingiendo tristeza e indignación.

—No seas dramático, Jimin— negué burlonamente, para posteriormente envolverlo en un abrazo afectuoso.

—¿Están bien?— cuestionó en un susurro.

—De maravilla, ChimChim— respondí cariñosamente—¿y tú?

—Soltero— contestó repentinamente, provocándome deseos de comenzar a reír, pero no estaba segura en hacerlo, pues podría no tomárselo a bien.

—¿Duele?— preocupada opté por preguntarle.

—¡Para nada!— negó tranquilamente, alejándose de mi cuerpo para observarme sonriente— lo mejor del mundo está soltero, nenas— alardeó vanidoso, pero con intenciones divertidas; esta vez no contuve la risa.

—Lo que digas, Park— verbalicé con una rodada de ojos y una sonrisa.

—¿No te falta alguien por saludar?— sentí esa voz detrás de mí, giré sobre mis talones, viendo la imagen de Taehyung frente a mí.

—Hey— lo saludé fríamente, lo cual lo indignó.

—¿Así saludas a tu cuñado favorito?— indagó dramáticamente, con una mano colocada en su pecho fingiendo insulto.

—¿Cómo quieres que lo haga entonces?— dudé.

—Así..

Sujetó mi brazo izquierdo, acercándome a él, con la intención de formar un abrazo conmigo; correspondí inmediatamente.

—Así— repitió.

—Con que..¿cuñado favorito?— pregunté incrédula.

—Lo soy, y lo sabes— aseguró vanidoso.

Al deshacer la muestra de afecto, decidí bajarle el ego.

—No eres mi favorito, sino el único— negué burlonamente.

—Si hubiera otro, aún fuera tu favorito— afirmó con un puchero y un tono aniñado.

—Lo que digas, Kim— repetí la misma frase que utilicé con Jimin, con los mismos gestos.

—Ahora diré algo vanidoso para que me digas: "Lo que digas, Jeon"— se acercó mi novio, abrazándome por la espalda, regalándome un beso tierno en la mejilla.

—Ustedes van a volverme loca— predije, girando nuevamente sobre mis talones, pero esta vez en la dirección del castaño.

—Yo te vuelvo loca todas las noches— afirmó vanidoso.

Estaba al punto de responderle, cuando otra voz me detuvo.

—Tú y yo hablaremos muy serio luego, jóven Jeon— avisó en un tono amenazante el hombre que me salvó la vida en más de una ocasión.

Por tercera vez, giré encontrándome con aquella persona tan importante para mí desde que llegué a Corea Del Sur.

Una sonrisa se pudo apreciar en mi rostro.

—Hasta que al fin llegan— se quejó el menor de todos, corriendo hacia él para abrazarlo.

Luego de separarse de su hermano de sangre por un instante, se dejó abrazar por el menor.

—¿Cómo estás, Seokjin?— saludé en cuanto se acercó a nosotros.

—No podría estar mejor en la vida— replicó alegremente.

A pesar de que se alejará de su hermano, se siente feliz.

—¿Félix no vino con ustedes?— interrogué confundida.

—Sí, pero se detuvo por los relojes, nosotros nos adelantamos— explicó.

—Entiendo.

Dirigí mi mirada hacia Namjoon, el cual estaba siendo abrazado por todos los presentes, con excepción de su hermano y yo; quería despedirme de él personalmente y en privado.

—Me alegra que estén felices, ¿no lo extrañarás?— mi pregunta lo hizo sonreír.

—No— negó, confundiéndome por un instante.

—¿Cómo que no?

—Nos vamos juntos— aclaró felizmente.

No podía expresar la felicidad que sentía en esos instantes por aquel dúo de hermanos, una sonrisa no bastaba, pero me limité a demostrar mi alegría con este gesto.

—¡Increíble!— exclamé eufórica.

—No puedo sentirme más feliz.

—Hey baby— intervino en la conversación.

—Hey baby— contesté de la misma forma, y me acerqué para abrazarlo por última vez.

—Mi niñita, cuídate mucho— imploró, aferrándose a mí.

—Tú también, Nam— pedí lo mismo— te extrañaré muchísimo, ni siquiera sé cuánto tiempo estaré sin verte— dije afligida.

—¿Quieres saber?— cuestionó y asentí inmediatamente, se acercó a mí oído para susurrarme las siguientes palabras— nos iremos ahora para regresar en cuatro meses— explicó— pero no le digas a nadie ¿vale?

Escuchando su aclaración, sentí paz en mi corazoncito; extrañaría demasiado a mi luz resplandeciente.

—Así será— aseguré para separarme de la unión que habíamos formado— pero igual te extrañaré en estos meses.

"Buenos días señores pasajeros. El comandante y todos nosotros les damos las gracias por elegir este vuelo de la compañía con destino a Australia. En breve conduciremos hacia su destino, tengas buen viaje"

Aquellas palabras retumbaron en todo el lugar, indicando que faltaba muy poco para despegar. Al instante, pudimos ver a Félix agitado y cansado, al parecer de correr hasta nosotros.

—Demoraste, Félix— lo regañó Namjoon.

—¡Ese idiota no quiso dejarme pasar!— se quejó intentando recuperar el oxígeno.

—Vale, vale— tranquilizó— vamos, tenemos que irnos— indicó y observó a todos los presentes— los amo, chicos, cuídense mucho entre todos.

—Así será, señor— afirmó divertido Jimin.

—Te daré un premio el día que no bromees conmigo, Jimin— propuso divertido.

—Cuídese, hyung— pidió el castaño, haciéndonos sonreír por su ternura de niño pequeño.

—Así será, pequeño Jungkook— aseguró— nos veremos, más pronto de lo que esperan— expresó.

—Te queremos Namjoon— le recordó Lingsoo, simulando un corazón con sus manos.

—Yo también— respondió haciendo el mismo gesto.

Fue lo último que hizo antes de comenzar a caminar hacia el avión con Félix; pero volteó a ver a su hermano confundido.

—¿Seguro que quieres que vaya?— indagó dudoso, ganándose la atención de todos los presentes, pues no conocían esa parte de la historia.

—Por favor, hermano, ¿qué más quisiera yo?— verbalizó poniendo sus ojos en blanco, sacándole una gran sonrisa al mayor.

—¿Jin hyung también?— preguntó Taehyung confundido.

—Sí, él también— afirmé sonriente.

—¡Qué frustración!— exclamó mi castaño— ¿por qué siempre sabes lo que ocurre antes que nosotros?— se quejó.

—No sé— negué burlona— quizás es porque soy especial.

—Tenemos que irnos ya— avisó Namjoon.

—¡Un abrazo, hyung!— suplicaron los menores, y automáticamente lo rodearon, armando un abrazo grupal, al cual me uní.

—Cuídense mucho— expresó Jungkook luego de haber deshecho aquella muestra.

—Los quiero, ridículos— habló burlón.

Como nos gustaba ver a nuestro Seokjin.

—Adiós— fue la última palabra expresada por Namjoon antes de subir las escaleras.

Todo sucedió en cámara lenta; fue un momento emotivo para los presentes.

Pero no del todo triste, sabía que volvería pronto, además necesitaba ser feliz; espero que esos cuatro meses le sirvan para volver a sentirse completo.

Me reconfortaba saber que estaría en buena compañía; su hermano lo adoraba y se cuidarían mutuamente.

No alejamos nuestras miradas de aquel trío, hasta que desaparecieron de nuestro campo de visión por completo.

Suspiros tristes se adueñaron del silencio que reinaba entre nosotros.

—Vámonos— indicó Taehyung, rompiéndose así el momento silencioso.

Con un asentimiento, nos retiramos de aquel lugar, aún con esa leve aflicción en nuestro interior.

나의 인도하는 빛

Un mes con dos semanas han transcurrido desde aquella despedida en el aeropuerto.

La vida nos ha ido maravillosamente bien, gracias a Dios.

Mi relación con Taehyung ha mejorado a un nivel que nuestros novios tienen que alejarnos mutuamente; somos como mejores cuñados.

Jimin conoció finalmente a su "Bella" y no digo que sea una Bestia, pero yo sé porqué lo digo; conozco sus habilidades.

El TaeLing es una relación estable, pocas veces se enojan, y cuando lo hacen saben cómo resolver las cosas rápidamente; dato que mejora cada vez más su relación y agranda su confianza.

Namjoon y Jin están viviendo felizmente en Australia, sin reportar problema alguno, y esperando un regreso pronto a su país natal para vernos nuevamente.

Yoongi y Hoseok siguen encerrados, no hemos recibido noticias de su estado, pero tampoco es algo que nos quite el sueño.

En cuanto a Jungkook y a mí pues.. simplemente somos felices.

Mantenerme viva era lo único que la vida me pedía; aunque no entendía el porqué de tal petición. Sufría, sufría demasiado.

Cada día de mi horrible vida derramaba un sinfín de lágrimas y sangre, a tal punto que comencé a padecer anemia.

No tenía apetito, ni deseos de levantarme de la cama.

Sentía miedo, demasiado miedo.

Y a pesar de que Ling nunca se apartó de mi lado, muchas veces no pude evitar sentirme sola.

Actualmente, entiendo perfectamente el porqué de aquella petición, y estoy eternamente agradecida con mi mejor amiga por haberme ayudado a mejorar mi vida.

Sé que existen altos y bajos, pero también soy consciente de que una persona debe caerse y lastimarse para entender que la vida es dura.

He caído tantas veces que creí que la vida no era justa conmigo, pero eso me ha hecho superarme, convirtiéndome ahora, en una de sus mejores guerreras.

Tengo la hermosa dicha de poder pronunciar plácidamente la frase: "soy feliz".

Porque sí, finalmente me siento feliz.

Mi lucha contra la depresión no ha acabado todavía, pero me siento mucho más fuerte internamente que hace un tiempo atrás, por lo que podré luchar contra ella.

Mi piel está recuperando su color, y las heridas han sanado a la perfección. Mi mente tampoco se ha sentido en disposición de lastimarme. Definitivamente un avance.

"Juro que seré feliz cuando dejes de respirar" Fue la frase que expresé en mi última conversación con David, antes de ingresar a la prisión en mi país natal; nunca creí que llegaría a ser tan literal mi afirmación.

Las personas que me rodean me hacen sentir querida y especial, nunca los lastimaría, no de nuevo.

Sólo espero que esta alegría no acabe. En la vida existirán momentos donde caeremos temporalmente, pero no detendremos nuestro deseo de ser felices.

La alegría es la piedra filosofal que todo lo convierte en oro.

Es increíble escuchar hablando de esta manera a una persona que deseaba ansiosa sentir el peso la muerte sobre ella.

Ahora estoy viviendo en un mundo donde las personas que considero mi familia son estrellas en el cielo, cada una iluminándome con su luz propia. Me di cuenta que sólo necesitaba un poco de luz que iluminara el oscuro agujero donde me encontraba estancada; necesitaba a esa persona especial que extendiera su mano hacia mí, dispuesto a ayudarme y a volver a confiar en las personas, en la esperanza y en el amor.

Esa persona especial, sin duda alguna, es nada más y nada menos que:

Jeon Jungkook.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro