C A P I T U L O 4 1
—Y díganle a Jin también, él tampoco puede faltar— les pedí, cuando estaban a punto de irse.
—Así lo haremos— afirmó mi amiga.
—¿Para qué todo esto?— indagó Taehyung.
—Pues..— me detuve pensando en qué decirles para convencerlos—...porque tenemos que unirnos como amigos, a Namjoon le habría gustado mucho algo así. Además Jin está demasiado mal, tenemos que subirle los ánimos— mentí, era obvio que caerían ante mi lujosa actuación.
—¿Y si no quiere ir?— cuestionó.
—Oblíguenlo— ordené firmemente— conociéndolo, pondrá mucha resistencia y se opondrá, pero debemos hacer hasta lo imposible para que acepte.
—Así será entonces, nos vemos a las 6:00pm— concluyó.
—Cuídense, y Ling— la llamé y me observó curiosa— te amo, amiga.
—Yo más, Kiki— respondió y se acercó a abrazarme.
—Yo también te amo ¿verdad Taehyung-shi?— bromeó Jungkook divertido.
—Deja la homosexualidad para la casa, Jeon— respondió fingiendo seriedad.
—¿Con Jungkook? ¡Kim Taehyung!— exclamó fingiendo molestia, haciéndome seguirle la corriente.
—¿¡Cómo es esto posible, Jeon Jungkook!? No lo creo— negué aprovechándome de mis habilidades de actuación— de Taehyung sí me lo esperaba, pero no de tí.
—Ah, o sea, que te parezco gay— contestó seriamente, pero no sé si se lo tomó en serio o no.
—Es broma, Taehyung— me apuré en decir, evitando que se molestara.
—Porque quiero hacerte una pequeña aclaración— habló acercándose peligrosamente a mí y a mi novio— yo no soy gay— negó— yo soy un mariconazo, y que lo sepas, fui la primera vez de este otro homosexual— bromeó en un tono afeminado, aportándole gracia a su actuación.
Admito que me lo creí, Taehyung es realmente bueno actuando.
—Los odio a ambos— negué estallando en carcajadas.
—¿Ves que eres un idiota?— añadió Lingsoo.
—Tu idiota, baby— contraatacó pícaro, acariciando su cintura, detalle que la hizo sonreír.
—Mi idiota— enfatizó posesiva, para posteriormente volver sus ojos a nosotros dos— y ustedes dos, nos vemos ahorita, par de ridículos— insultó divertida.
—¿Te has estado juntando mucho con Jin hyung, Ling?— cuestionó divertido.
—Siempre me he ofendido cuando me han llamado "ridícula" pero escucharlo de su parte me anima mucho, no sé por qué— nos contó graciosamente.
—Bueno, "ridícula" vete de aquí.
—No funciona cuando lo dicen ustedes, la magia la tiene Seokjin— aclaró.
—Lo que sea, hay que devolverle esa magia que tiene— recordé.
—Eso será imposible, Nicole— negó Jungkook— él quería mucho a Nam hyung.
—Nada es imposible, Kuko— negué— nunca se sabe qué es lo que puede pasar.
—Esta intriga me está matando por dentro. Nos vemos más tarde, chicos. Y tranquilos, Jin estará allí— aseguró mi universo.
—Es lo que quería escuchar, cuídense.
Me despedí de ellos y abandonaron completamente la vivienda, ahora venía la parte más complicada, ¿qué le diría a Jungkook? Él no se creyó lo de "una unión amistosa" y es que me conoce demasiado bien, apuesto a que el único que se lo creyó fue Taehyung, y porque es medio idiota.
Cerrando la puerta principal, la mirada del castaño se volvió intensa sobre mí, esperando una respuesta convincente.
—Espero a que me cuentes— dijo pacientemente.
—Nada, Jungkook, en serio, es sólo que quiero volver a verlos, es todo— me apuré en decir para continuar caminando hacia la habitación, pero tomó mi brazo, deteniéndome.
—No me lo creo— negó— pero bueno, si no quieres contarme no hay problemas, entiendo— explicó y me soltó lentamente.
Asentí para comenzar a subir las escaleras y dejar de sentirme tan tensa, dándome una ducha tibia.
• 나의 인도하는 빛 •
—¡Kookie!— lo llamé desde arriba.
—¿Sí?— gritó desde el living.
—Ya puedes subir— avisé.
—Yo podía subir en el momento que quisiera, hermosa— rectificó vanidoso, acción que me hizo bajar las escaleras y estar, en un movimiento ágil, frente a él—¿Qué?
—No te creas tanto, Jeon— negué.
—¿Bajaste para decirme eso?— preguntó burlón.
—Aish, ¡eres un idiota!— exclamé frustrada para luego subir las escaleras, sentí una risa burlona desde abajo— ¡Quien ríe de último, ríe mejor!— amenacé.
—Te amo, hermosa— continuó burlón.
—No te quejes cuando se me escape otro nombre cuando tengamos sexo— provoqué.
—¿Qué?— sentí cómo cambió su tono, volviéndose más serio; yo seguía burlándome desde arriba.
—¿Qué pasaría si por accidente te dijera "Sí, Jimin, dame más"?— continué provocando.
—¿Y por qué con Jimin?— indagó insultado subiendo las escaleras, al verlo rápidamente me adentré en la habitación, cerrando con seguro la puerta.
—Porque baila divino y es muy sexy— le comenté detrás de la puerta, obviamente bromeando. Es cierto lo que digo, pero no lo veo como algo más.
—Ay, pequeña, sólo espera a que abra la puerta— amenazó.
Ante su amenaza, abrí la puerta, viéndolo frente a mí.
—¿Qué harás? No te tengo miedo— reté burlona.
Él no dijo nada, pero agarró mi brazo sin llegar a lastimarme y cerró la puerta tras él.
Me estampó contra la pared, donde me acorraló y se dispuso a observarme seriamente.
—¿Qué te parece gracioso?— cuestionó cuando se me escapó una sonrisita pícara.
—Tu reacción— contesté— tus amenazas no me asustan, Jeon— verbalicé, viéndolo directamente a los ojos, demostrando que no sentía miedo alguno.
—Podría dejarte inválida, pequeña— amenazó nuevamente.
Esto se pone cada vez mejor.
—Lo dudo— contraataqué, subestimándolo falsamente; él si podría dejarme inválida si se lo propone.
—Ah ¿lo dudas?— preguntó insultado.
—Claro, ahora apártate, déjame hacer mis cosas— ordené esbozando aquella sonrisa burlona aún, y complació mi petición. Antes de alejarme completamente de él me acerqué a su oído para susurrarle un comentario— creo que Jimin si podría dejarme inválida.
Y eso fue suficiente para frustrarlo completamente. Giró mi rostro hacia él, y sus labios se encontraron con los míos, uniéndolos en un beso posesivo, con un toque de salvajismo; me encanta su lado celoso.
—Tú eres mía, que eso te quede claro, pequeña— susurró entre el beso.
Esos detalles son los que me tienen a sus pies.
—Eso lo sé, no necesito que lo digas. Pero si quieres demostrármelo...— comencé a decir, acariciando su pecho—..estás en tu derecho de hacerlo— propuse.
—Ay nena, no caminarás durante toda una semana— advirtió pícaramente, con sus manos posicionadas en mi trasero, apretándolo.
Por muy tentador que fuera, no podía aceptar. Él se burló de mí, me toca.
—Oh, una lástima— hablé fingiendo tristeza— pero eso no será hoy, daddy— hice incapié en la última palabra, dejándolo con más ganas de hacerme suya.
—Eres una niña muy mala— opinó seriamente, pero luego esbozó una sonrisa de lado— tranquila, salgamos, pero no prometo que puedas volver a salir hasta un tiempo— avisó para acercarse a mi oído posteriormente— no te librarás de mí hoy, bonita— susurró pícaramente.
—Ya cállate, que me calientas— pedí— mejor ve a ducharte tenemos que irnos.
—Aún falta mucho— se quejó.
—Pero tú te demoras siglos en el baño, Jeon.
—Exagerada— habló disgustado.
—Tu exagerada, idiota— contraataqué.
—Tu idiota, exagerada— respondió con el mismo tono que usé yo, para adentrarse en la bañera.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro