"Querido Hermano"

No puedo expresar todos mis sentimientos en una simple hoja de papel. Hermanito, las cosas se han puesto difíciles, y créeme que si hago esto es porque te amo con la vida, y si tienes ahora la oportunidad de leerla significa que algo pasó ¿no es así? Siempre recuerda mantenerte fuerte, porque yo no estaré disponible para siempre; tú tampoco, nadie.

Protegerte siempre fue mi primer objetivo en la vida, y la frustración de que algo pudiera pasarte me hizo lastimarte emocionalmente, lo siento. No sabes cuánto me dolía el hecho de que me hablaras y tuviera que cortar aquellas conversaciones tan agradables que solíamos tener. No sabes cómo me duele estar alejado de tí, piensas que ya no te quiero, o peor, que te odio; pero adivina qué, te equivocas, porque creo que siento más amor por tí que por mí mismo; un logro.

Amenazaron con quitarte la vida si volvía a acercarme a tí, y no permitiría bajo ningún concepto que algo te ocurriera, por lo que no tuve otra opción que aceptarlo.

Desde que nuestros padres fallecieron, nos hemos tenido uno al otro, y eso nunca habría cambiado. Siento un vacío enorme en mi pecho, por el simple hecho de no poder hablarte, con el fin de protegerte.

Seguro ahora mismo he perdido la vida, y lees esto con lágrimas en los ojos, te pido que no te sientas triste, pues yo no estoy, al menos tengo la dicha de tener al mejor hombre del mundo como hermano, recuerda nada más que amarte a tí mismo siempre será la primera opción, nunca permitas que nadie, NADIE, evite que te ames a tí mismo. Recuerda la maravillosa persona que eres, y por favor, nunca cambies, tu hermanito de tu corazón nunca habría querido eso.

Mi único deseo en la vida era ser feliz, con el chico que tanto adoro desde que éramos unos niños, todos esos hermosos recuerdos los tengo guardados en la galería de mi corazón. No puedo escribir esto sin derramar una lágrima, realmente te extraño.

Por favor, protege a las personas que quieres, algunas pueden resultar lastimadas y no podré hacer nada para evitarlo, sé fuerte, ámate, demuestra tu mejor versión y recuerda que yo siempre te amaré.

Kim Seokjin.

¿Qué es esto? Mi rostro está humedecido por alguna razón; definitivamente estaba llorando.

Jungkook me observó y abrazó, pensando lo que necesitaba.

No sabe lo que yo sé, pero en su lugar, o mejor, en el lugar que tendría que estar yo, habría implorado una muestra afectiva así.

Y más si viene de él.

Nos separamos de aquel abrazo en un movimiento lento, pero volví a hacerlo, no quería alejarme aún.

—¿Te encuentras bien?— cuestionó preocupado.

—Sí— afirmé— sólo mantente así, abrázame fuerte— pedí.

—A la orden— contestó burlonamente como de costumbre, haciéndome sonreír.

—Gracias, Jungkook.

—No agradezcas nada— dijo mientras se alejaba para verme a los ojos, luegos de varios segundos continuó— ¿ya te he dicho lo hermosa que eres?

—No, nunca me lo has dicho— negué mintiendo.

—Bueno, entonces te lo diré— empezó su idea, acercándose cada vez más a mi rostro— lo eres, la más bonita, de hecho.

—Detente, me sonrojo— pedí tímida.

—Te ves más guapa— aseguró, sin desconectar nuestras miradas.

—Para, por favor— imploré, cortando así el contacto visual, ya me había avergonzado.

Él no paraba de observarme.

—¿Me das un beso?— cuestionó tiernamente.

Me acerqué lentamente a sus labios, pero antes de que algo pudiera pasar..

—¿Recuerdas cuando te dije que quería comerte a tí y no aceptaste? Ahora te aguantas— verbalicé, dejándolo con aquellos deseos de unir nuestros labios.

—Qué mala— opinó en una queja.

—Lo sé— afirmé.

—Pero yo puedo ser peor— declaró pícaramente para dirigirse a la cocina nuevamente.

¿Cómo es posible? Cuando me hago la pícara es fácil, pero si él contraataca con picardía quedo como tonta, porque me pongo nerviosa.

Si pensaba que iba a hacerme una estúpida estaba equivocado, ya verá con quién se mete.

Caminé hasta la cocina, bebía un vaso de agua tranquilamente.

Voy a provocarlo.

Caminé acercándome, pero no me prestaba mucha atención, estaba concentrado en beber agua. Me posicioné delante de él, quedando de espaldas.

—Permiso— pedí, fingiendo buscar algo entre los estantes que quedaban frente a él.

—¿Qué haces? Ni siquiera los alcanzas— se burló nuevamente.

Tranquilo, Jungkook, me burlaré igual de tí.

—Aguarda, es sólo un momento— añadí.

Caminé dos pasos hacia atrás, fingiendo ver lo que buscaba desde un poco más lejos, y este fue el resultado:

Choqué levemente con su cuerpo.

Activo modo actriz.

—¡Diablos! Lo siento— fingí vergüenza, la cual me faltaba y por mucho— no fue mi intención.

—Vale, no hay problema— respondió restándole importancia— sólo que si me calientas tendrás que bajarme la calentura después— declaró tranquilamente.

Este maldito sabe cómo jugar con mi mente.

—Oh, pero que cosas dices, Jeon— comenté aparentando inocencia y volví a voltearme.

¿Crees que no volveré a provocarte?

Esta vez fue intencional, uní nuestros cuerpos y ladeé mi cuello hacia un lado, en espera de besos, los que tanto ansiaba sentir en ese momento.

Entendió la petición, pues llenó esta zona de roces, mordidas y demás muestras de pasión.

Un suspiro salió de mis labios al sentir los suyos sobre mi zona sensible, acaricié aún de espaldas su cabello, aquel que tanto adoraba, disfrutando el momento.

Estaba a punto de experimentar un momento que nunca había tenido, y no me asustaba, al contrario, era lo que realmente quería.

Sus manos no salieron limpias de la acción, pues comenzó a acariciar mi cintura, mientras continuaba con su trabajo.

—¡Ah!— exclamé cuando sus dientes impactaron contra mi piel, no sé si de impresión o placer; quizás las dos.

—¡Pero bueno!— exclamó burlón, riéndose de mi reacción— si querias más lo hubieses pedido.

—¿Cómo es que eres tan bueno en todo, Kook?— interrogué aquella pregunta que me reservé por mucho tiempo.

—Mis amigos me llaman maknae dorado por algo— presumió con una sonrisa.

—Pues, veamos qué tan bueno eres en todo entonces— comenté con la intención de sobrecalentar su mente.

No iré al cielo si continúo así y él tampoco, pero por este hombre prefiero correr el riesgo.

Con sus manos aún sobre mi cintura hizo que girara sobre mis talones, conectando nuestras miradas nuevamente.

—No sabes con quién te metes— negó con una sonrisa pícara.

¿Qué hicieron con el Jungkook que me da ternura?

—¿Estás bien? ¿Tienes fiebre?— cuestioné burlonamente.

—No, pero si quieres me pongo caliente y me llevas a la cama— contraatacó, dejándome vacía de respuestas.

Creo que me arrepentiré de provocarlo.

O quizás no.

Nota:

Les sugiero que lean la carta con alguna canción triste, para darle efecto. Yo personalmente, usé Wherever It Is de Han Dong Geun, pero Epiphany de Jin también es una muy buena opción.

Ah, el lemon, esperen tantito ;)