C A P I T U L O 2 8
Desesperados, impacientes, aterrados y con los nervios a flor de piel, esperábamos una respuesta por parte de los médicos. Ha pasado un buen rato, y no nos ha dirigido la palabra, ni por un lado, ni el otro.
Taehyung estaba también en el hospital, pero en el momento que llegamos caminaba por la parte trasera, intentando relajarse; pero regresó con nosotros luego de un tiempo.
Seokjin lloraba mucho, se le notaba que verdaderamente le importaba su hermano. Habíamos hablado, y me confesó su gran amor por Namjoon, pero desde que fue testigo de aquel malévolo plan de ese horrible hombre que tanto odio, lo atraparon, amenazaron con asesinar a su ser más querido, y prohibieron que le dirigiera la palabra; Yoongi y Hoseok lo estarían vigilando. Le dolía ignorar a su hermano y no poder contarle la verdad, pero era lo mejor. Se disculpó conmigo, y acepté su petición, sin resentimientos.
Jimin estaba sumido en sus pensamientos, sus ojos se encontraban perdidos en algún punto de la pared, y no ha murmurando una palabra desde que hablamos hace un rato; estaba más que preocupado.
Taehyung se tomó a mal todo lo que le contamos, estaba realmente enojado conmigo y me amenazó con no perdonarme en la vida si algo malo le ocurría a Ling o a Namjoon. Su expresión era triste, preocupada, pero con esperanza de superar el mal momento.
Jungkook y yo nos encontrábamos igual de nerviosos, de vez en cuando tomaba mi mano y sonreía, intentando relajarme; imitaba su acción con la misma intención.
Una enfermera asomó su cabeza por la puerta, sin salir completamente de la habitación donde operaban a Lingsoo; inmediatamente la observamos esperando respuestas.
Mi corazón parecía que explotaría.
-¿Joven Kim?- llamó a Taehyung.
-Sí, soy yo- afirmó- ¿ella está bien?- le preguntó desesperado.
-Puede pasar- le informó.
-Gracias- contestó, para luego voltear a vernos con una sonrisa aliviada- ella está bien- articuló emocionado y entró a dicho lugar.
Suspiré aliviada y abracé a Jungkook.
-Gracias a Dios- agradecí- mi mejor amiga está bien.
-Es mi mejor amiga también- se quejó tiernamente, haciéndome sonreír- no puedo estar más aliviado- confesó para luego alejarse lentamente de mí cuerpo.
-Yo también quiero un abrazo- pidió Jimin tiernamente, y así lo hice- gracias, realmente lo necesitaba- agradeció y besé su mejilla, tranquilizándolo.
-Tranquilo, Jimin-shi- expresé- está bien.
Nos separamos lentamente, y al observarnos, nos sonreímos mutuamente.
-Jin hyung, tranquilo- tranquilizó Jungkook a su hyung, sobando sus hombros.
-Jin- lo llamé esta vez yo- Namjoon es fuerte, él estará bien- animé.
-Gracias, ojalá que así sea- habló con dificultades, el llanto lo había consumido.
Y lo entiendo, no es fácil perder a un hermano, y menos si esa persona importante es Kim Namjoon, el mejor hombre que he conocido.
Los médicos entraban y salían, aumentando nuestros nervios.
-Jimin- susurré y el mencionado se acercó para escuchar- ¿puedes salir con Seokjin, para ver si intenta relajarse? Se le ve realmente mal- imploré.
Él observó a Jin por un segundo, y su mirada se tornó comprensiva y afligida, asintió luego de levantarse de su asiento.
-Hyung, salgamos un momento- le pidió.
-Jimin, no tengo ganas- informó adolorido.
-Por favor, le hará falta- explicó.
-Sólo porque eres tú, ahora mismo estoy hecho una mierda- comentó, levantándose de su asiento, y saliendo del pasillo con el menor.
Quedándome con Jungkook en aquel pasillo de la desesperación, comentamos entre nosotros sobre el estado del hermano del paciente.
-Jin hyung está fatal- comentó afligido- me duele verlo así.
-Jungkook, quiero comentarte algo que no me atrevía delante de Jin- confesé.
-¿Qué ocurre?
-No quiero ser negativa, pero la herida de Nam fue bastante grave, y tú y yo lo sabemos- expliqué- ¿crees que pueda-..
-No, Nicole- interrumpió negándose a mi idea- no pienses en eso, tú misma dijiste que Namjoon era fuerte- recordó.
No quería escucharme, le aterraba que mi idea pudiera ser real, y lo peor es que había una gran probabilidad de que algo malo ocurriera. Realmente no quería pensar en eso, una persona tan buena como él debe ser librado por los ángeles de esta desgracia.
-Lo siento, es cierto- me disculpé.
Giré mi vista hacia otra habitación, y mis lágrimas fueron liberadas; no quería llorar frente a Jungkook, así que fugazmente las deshice con mis manos. Él no lo notó, ya que concentró su vista en alguna otra parte.
-¿Quieres salir por ahí?- cuestionó repentinamente.
La verdad no tenía ganas.
-No, lo siento, Jungkook, no tengo nada de ánimos- negué.
-Vale, me las pagarás- amenazó burlonamente.
-¡No! Ya te dije que lo siento- me quejé divertida.
-Te perdono solo si te disculpas correctamente- informó.
¿Correctamente? Ahhh..ya entendí.
-Perdóname, Kookie- pedí, agregando un pequeño abrazo haciéndolo más convincente.
-Ahora sí- comentó sonriente.
Sentimos unos pasos provenientes de los jóvenes Jimin y Jin.
El mayor se encontraba un poco más relajado, ya no lloraba, pero no tenía intenciones de sonreír en todo el día.
Ya cerca, regresaron a sus lugares, el menor a mi lado y el mayor junto a Jungkook.
-¿Todo bien?- susurré.
-Hice lo que pude por relajarlo- explicó.
-Gracias, Jimin.
Repentinamente, Taehyung salió de la habitación de Ling, con una expresión seria.
-¿Todo bien, Tae?- cuestionó Jimin, pero lo ignoró caminando hacia mi sitio.
-Te lo advertí- recordó serio y me levanté de mi asiento, viéndolo un poco más de cerca.
-¿A qué te refieres?- pregunté confundida- no importa, quiero ver a Lingsoo- informé apartándolo de mi camino, pero tomó mis hombros y me empujó levemente regresándome a mi lugar de origen.
-No- negó firmemente.
-No eres nadie para prohibirlo, Kim Taehyung- declaré molestándome por su actitud- además, dijiste que si le pasaba algo a Ling te olvidarías de mi existencia, pero no fue así ¡Ella está bien!- exclamé.
-Ella sí, pero nuestro hijo no- informó seriamente.
Diablos.
-No sé que decir- confesé apenada- lo lamento mucho.
Siendo sincera conmigo misma, no me sentía tan apenada por la noticia. No soy insensible, ni deseaba la muerte de la criatura, no tenía la culpa de la irresponsabilidad por parte de sus padres. Honestamente, considero que el algo que puede esperar, y preparar con más tiempo.
No podía decirle nada de eso, porque si normalmente me odiaba, probablemente me diría hasta de qué moriría.
-Mejor no digas nada, Nicole- ordenó.
Una enfermera interrumpió nuestra conversación, parándose frente a nosotros preparada para informar algo; inmediatamente nos sentamos, esperando su respuesta a nuestras interrogantes.
¿Cómo está Namjoon?
-¿Familiares del joven Kim?- preguntó antes de comenzar a hablar.
-Yo, señorita- informó Seokjin.
-¿Cómo se encuentra el paciente, enfermera?- cuestionó Jungkook, preocupado- por favor, de buenas noticias.
Ante la ternura del menor esbozó una leve sonrisa, pero no era una alegre.
Era una sonrisa triste.
Oh, no, por favor eso no.
-Lamento informar que el paciente no pudo sobrevivir- comenzó diciendo, haciéndonos colapsar internamente- a pesar de que hicimos nuestro mayor esfuerzo por salvarlo, mis más sentidas condolencias- terminó y se retiró, no sin antes hacer una reverencia.
Sólo deseaba que todo fuera una pesadilla.
Mis lágrimas cayeron involuntariamente, no hizo falta mentalizar un recuerdo específico con aquel hombre, el simple hecho de haber escuchado esas palabras me destruía.
Seokjin se puso peor de lo que estaba hace un rato, imagino el dolor que debe estar sintiendo, y lo comprendo.
Jimin se resistía por no hacerlo, no quería llorar frente a nosotros, pero finalmente el dolor venció su orgullo.
Jungkook abrazaba a Jin, mientras compartían los mismos sentimientos. Era primera vez que los veía llorar, y cabe constatar que no era un llanto cualquiera.
Habían perdido un ser querido especial para ellos, para todos.
-Felicidades, Nicole- comentó Taehyung sarcásticamente, volteé a verlo y noté el dolor que estaba sintiendo internamente, sus lágrimas estaban a nada de ser libres- ¿Alguien más en este juego de quién muere en un día?- interrogó con furia muy notoria en sus palabras, luego de decir eso se retiró rápidamente, casi corriendo.
Entendía su molestia, lo comprendía demasiado. Yo también estoy muy enojada internamente.
Yo los metí en este problema.
La culpable de todo soy yo.
Él está muerto, y todo por mi maldita culpa, como siempre.
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