C A P I T U L O 2
"Nicole, no puedes irte del país"
¿En realidad piensa que puede gobernarme a estas alturas de la vida? Yo ni la conozco.
Cada vez que recuerdo todo lo que he vivido junto a ellos tres, me da asco mi existencia; todo por su maldita culpa.
Hace un tiempo, Lingsoo se fue, diciendo que tenía algo que hacer, y mentí cuando dije que iba a dormir; por más que quiero, me aterra.
No quiero lastimarme nunca más.
Pero mi mente se adueña de mis acciones, y no importa lo que me digan.
Nunca dejaré de odiar mi persona.
—Kiki, aquí estoy— anunció Lingsoo, sacándome de mis profundos pensamientos.
—Bien— contesté inexpresiva y me vió sorprendida.
—¿Estás bien? ¿Te hiciste daño?— cuestionó rápidamente, estaba nerviosa.
—No, Ling, estoy bien— respondí, pero sin la frialdad de hace minutos.
—Es que..así actúas cuando te lastimas y no quieres contarme— defendió.
Nadie me conoce tan bien.
—Prometo no lastimarme, Soo— comenté y sonrió, la imité.
Pero, en el fondo, dudo estar diciendo la verdad.
—Gracias, Nicole. Me anima que quieras cambiar esos hábitos de una vez— dijo con la mirada brillante; estaba feliz.
Respondí con una sonrisa forzada, y rezaba por dentro que no detectara la falsedad de ella. Gracias a Dios, no lo hizo.
—¿Dónde fuiste?— interrogué cambiando de tema.
—Fui a casa mi mamá— respondió sonriente— mi papá regresó con ella— continuó emocionada.
—No te creo— negué incrédula.
—¡Sí, Niki!— exclamó emocionada, eso me hizo sonreír ampliamente— estoy muy contenta.
Y se daba a notar, pues ella ama a sus padres, y lo único que quiere en esta vida es a una familia saludable, unida y feliz.
Yo me incluyo cuando mencioné "familia".
Ver a Ling tan feliz, hace que me contagie su estado de ánimo; su felicidad es mi felicidad.
—Bueno, y me dijeron que estaban felices por verme. Les conté que había venido contigo, y se emocionaron; dijeron eres de la familia— comentó y sonrió— les comenté todo lo que estás pasando y dicen que cualquier cosa que necesitemos les contestemos inmediatamente. Aquí tengo algo de dinero— cuando se refería a "algo" quería decir mucho dinero.
—Me alegra que estés feliz, Soo— expresé sinceramente.
—Mucho, la verdad. Bien, vamos— ordenó y la observé confundida.
—"¿Vamos?". Querrás decir: "voy a un lugar porque tú, amada amiga, quedarás durmiendo todo el día."— fingí su tono medio grave de voz de forma convincente, evitando salir; mas no funcionó.
—Nicole, sabes cómo soy— respondió seriamente— sabes que no te dejaré en paz de ninguna manera— amenazó.
—¡Déjame en paz, por favor!
—¿Qué? Sabes que no te dejaré en paz.
Un pequeño flashback se ve vino a la mente al escuchar esa inofensiva frase.
—Kiki ¿Estás bien?— cuestionó preocupada.
—Sí— respondí de inmediato, para evitar caer en ese tema, ella asiente poco convencida.
—Está bien, bueno, vámonos. Veremos qué es lo que nos regala este bello país— dijo con una sonrisa pícara en sus labios.
—Tú lo conoces mejor que nadie, ¿de qué te estas perdiendo tú?— pregunté incrédula.
—Hace mucho tiempo que no vengo, pero recuerdo ciertas cosas ¿sabes? No obstante, no hay que ser surcoreana para saber de sobra que el paisaje es muy hermoso— me comentó, aunque conozco el doble sentido de su frase.
Se refiere que en Corea Del Sur existen chicos súper lindos y monos.
—Ve a buscarte un novio coreano tú, Lingsoo. Yo no perderé el tiempo en eso ¿Vale?— avisé indiferente, cuyo aviso le causó gracia.
—Nicole, por favor, eso dices ahora, además, vamos a conocer Seúl juntas, no quiero ir sola— imploró con un puchero en sus labios, acción que ablandó mi frío corazón y al final terminé aceptando.
—Bien— contesté mientras rodaba mis ojos color café y me levantaba de la cama, un pequeño chillido salió de su garganta, debido a su felicidad— vamos antes de que me arrepienta— advertí y tomó mi mano para emprender nuestro viaje por las hermosas y brillantes calles de Seúl.
Ojalá que todo esto valga la pena para intentar mejorar esta vida.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro