Convencí a Lingsoo para salir de la casa un rato, pero la cuestión es la siguiente:

¿Adónde vamos?
(insertar voz de Dora la exploradora)

—Ya estamos en la calle, ahora ¿para dónde vamos?— cuestionó y aplaudí triple, me miró extrañada.

—Es el chiste de "Dora La Exploradora"— le conté riendo, mientras ella me observaba seria— no tuviste infancia, amiga— negué para empezar a caminar, luego de unos segundos, mi amiga estaba caminando a mi lado.

—Vayamos a las tiendas, a ver qué se puede comprar, por si las moscas, agarré algo de dinero— ordenó y asentí.

• 나의 인도하는 빛 •

—Estoy agotada— comenté recostando mi espalda a la suya, descansando un momento.

—Lo mismo digo— asintió, de acuerdo conmigo y un suspiro salió de sus finos labios— pero bueno..— continuó su frase, levantándose de aquella banca— ..no podemos estar sentadas aquí todo el día, así que vamos, levántate— ordenó y extendió su mano hacia mí, ayudándome a ponerme en pie.

—¿Ahora a dónde?— interrogué.

—Te mostraré el Río Han, nunca has estado allí, te gustará— aseguró.

—¿Por qué no me llevaste a ese lugar el primer día?— pregunté confundida.

—Es un lugar para admirar, pero créeme, es muy relajante estar allí. La razón es la siguiente; quería que estuviéramos juntas un buen rato allí, y no sólo unos minutos de turísmo— explicó.

—Pues, vamos entonces.

Mientras caminábamos, hablábamos de cualquier estupidez. Íbamos tan sumidas en nuestro mundo que el cuerpo de Lingsoo chocó con otro más alto.

—Perdón— expresó ella antes de ver su rostro, al hacerlo, instantáneamente sonrió como niña boba.

—Hola, bonitas— saludó con una sonrisa sexy— y discúlpame tú a mí, Ling, no te había visto— se justificó.

—¿Es eso una indirecta para recordarme mi altura?— cuestionó divertida, haciendo que a Taehyung se le escapara una leve risa.

—En mi defensa, puedo decir que no fue mi intención ser tan directo— negó divertido.

Me sentía estorbando en la conversación, y no quería molestar ni interrumpirlos, por lo que decidí hacerlo más fácil.

—Ling-ie, si quieres vamos al Río otro día, ¿vale?— comenté amablemente y ella me observó apenada.

—Perdón amiga— se disculpó y regresó su mirada al rubio— iré al Río Han con Nikki, en la noche nos vemos ¿no?— cuestionó.

—Claro, allí las esperamos— afirmó sin problemas— disfruten el tiempo en el Río Han— pidió para luego verme— dicen que los momentos más memorables quedan guardados en aquel lugar— contó y asentí, pues fue directamente conmigo con quién habló.

—Pero..¿por qué decírmelo directamente a mí?— cuestioné perdida.

—Porque eres la turista, sólo te estoy informando— respondió divertido y observó a Ling— tengan buen día, nos vemos más tarde— dicho esto, se despidió con una leve reverencia y siguió su andar.

Lingsoo lo observaba como si se tratara de algún hermoso animal en peligro de extinción, o alguna maravilla del mundo.

Honestamente, no la culpo.

—¿No es precioso?— cuestionó estúpidamente.

—Anda, vamos, deja de babear— la molesté y me asesinó con la mirada.

• 나의 인도하는 빛 •

—Te presento al Río Han— expresó después de haber llegado.

Era una de los lugares más hermosos que había visto en la vida.

El puente era muy extenso, y jamás había visto esto por fotografías, tampoco por Internet.

—Adorable, en serio— comentó Ling, dejando su brazo descansar sobre mi hombro.

—Esa palabra, y todas las demás quedan cortas, esto es más que una belleza cualquiera— respondí impresionada y con mi campo de visión puesta sobre el gran Río.

Después de varios minutos en silencio, Ling soltó un suspiro para comenzar a hablar nuevamente.

—Nicole, ¿te he dicho que eres la mejor amiga que se puede tener en todo el mundo?— preguntó tiernamente, volteé a verla.

—¿Te vas a poner sentimental?— cuestioné burlona, causándole gracia.

—Es que...estoy feliz— expresó.

—¿Por....?— pregunté.

—Míranos hace unos meses atrás, y míranos ahora— explicó— nuestra vida cambiará poco a poco, te lo prometo.

Tenía razón. Habíamos planeado esto por años, y me prometió que nuestras vidas darían un giro para bien, ahora nosotras debíamos poner de nuestra parte para conseguir lo que tanto se anhelaba.

—Tienes razón— expresé, abrazándola completamente— te amo, Lingsoo.

—Te amo, Nicole— contestó— te dije que esto iba a mejorar— recordó y se alejó para verme— te lo dije y te lo repito todas las veces necesarias, con tal de que nunca más vuelvas a lastimarte.

—No pasará, Ling— negué tranquilizándola.

—Me reconforta saber eso— confesó.

—Este lugar es realmente hermoso— comenté nuevamente.

—Un día te traeré para admirarlo de noche, y subirnos en uno de aquellos— aseguró y luego señaló unos barquitos— por la noche es más bonito, pero no haré spoiler— negó.

—Que sea un trato, muero por regresar a este lugar— pedí, enamorada de ese paisaje.

—Trato— asintió— ¿no tienes hambre?— cuestionó.

—Un poco, ¿comeremos de esa sopa que hiciste?— pregunté emocionada.

—¿Te refieres al ramen?— preguntó y asentí— No, de eso podemos comer cuando sea— negó.

Acaba de romperme el corazón.

—¿Entonces?

—Amiga, eso no es lo único que alimenta en Corea, hazme caso y vamos— ordenó.

—Adiós, Río Han~..— grité agitando mi mano, despidiéndome; las personas me observaban de manera extraña.

—Mira lo que causas, Nicole— me regañó levemente— ahora vámonos, ya volveremos a este lugar— aseguró y jaló mi brazo derecho para empezar a caminar.

Ese lugar a pesar de ser hermoso, me transmitió una paz y tranquilidad que hace mucho tiempo no sentía en mí, era normal que no quisiera moverme de aquel paisaje.