C A P I T U L O 1 2
—¿Quieres ramen, Jungkook?— cuestionó mi amiga, pero él negó educadamente.
—No gracias, estoy bien.
—Vale, ten Nikki— asintió y me ofreció ese tal ramen, nunca lo he probado.
—Gracias— expresé para aceptar la comida.
Estábamos sentados en el living, Soo al lado de Jungkook, yo un poco más alejada, mientras ellos hablaban de cosas que yo no entendía -eran bromas irracionales- yo me deleitaba consumiendo aquel alimento.
—¡Claro que iremos al bar, Kookie!— afirmó emocionada mi amiga, ganándose así mi atención.
Ahora que lo pienso ya no quiero ir.
—Messirve— contestó en broma— ya saben, no vayan tan provocativas, chicas— negó.
—Tú no eres nuestro padre, Jeon— lo enfrentó— nos vestimos como querramos.
—Soo-ah, yo sé porqué se los digo— avisó, para dirigir su mirada hacia mí— hay demasiados imbéciles en esos lugares, buscando mujeres hermosas y definidas como ustedes— continuó.
Siento que se ve muy sexy hablando serio.
—Lo tendremos en cuenta, Kook— afirmó con una rodada de ojos— nos vemos mañana entonces— lo despidió.
—¿Acaso me acabas de correr de tu casa Park?— preguntó indignado.
—Sí, anda, incomodas a Nicole— expresó, y me sobresalté, mi vista, que estaba fija en el suelo, inmediatamente la enfocó.
—¡No es cierto! ¡No la escuches!— negué rápidamente antes de que pudiera salir.
—Ah, entonces quieres que me quede más rato ¿no?— cuestionó burlón.
—No, no...—me detuve y negué con un gesto físico.
—Ay Nicole, ahora tú lo estás corriendo indirectamente— reprochó Ling en broma.
Esos malditos estaban jugando conmigo.
—Ya no diré nada, voy a la cocina a dejar esto— expresé furiosa, con un tono tranquilo, pero semblante asesino.
Me levanté de mi sitio, con el recipiente vacío en mis manos, dispuesta a lavarlo, pero una mano encerró mi muñeca, evitando que continuara caminando. Inmediatamente lo observé.
Jungkook.
—Sólo te molestábamos, Nicole— se justificó.
En cambio yo, no dije una palabra, tampoco me moví, fue como si hubiesen pausado el momento.
Lo mismo que pasó con Lingsoo Y Taehyung.
Un carraspeo de garganta fue lo que nos hizo alejarnos.
—¿Después decían que yo?— molestó mi amiga y tuve que reír levemente, cuya acción el castaño imitó.
—Debo irme, los chicos deben estar esperándome— avisó.
—Bueno, vale— asintió— ¿nos veremos allí?— cuestionó.
—Sí, para que todo sea más rápido. O prefieres que las busquemos— propuso.
—No, no, mejor nos traen de vuelta— negó.
—Entonces, ya sabes— dijo y se acercó a abrazar a Ling— te quiero.
—Yo también Kuko— contestó sonriente.
Concluyeron su abrazo, y el castaño se acercó a mí, para despedirse; pensé que me daría la mano o algo así, pero revolvió mi cabello de forma cariñosa y sonrió.
—Adiós, Nicole— se despidió.
—Adiós, Jungkook.
Dicho esto sonrió divertido, y su mano acarició mi cabello para remediar el desastre que había hecho, cual Huracán Sandy en 2012.
Y se marchó.
—Pero bueno, mira quién está cayendo por el jóven Jeon— comentó pícara luego de que cerrara la puerta.
—Ay cállate, Soo— la regañé divertida.
—"Ay cállate, Soo"— imitó mi voz burlonamente— tranquila, ya lo veremos mañana.
—¡Para, Ling!— exclamé al sentir calor agrupado en mi rostro.
—Vale, lo haré— afirmó y quitó el recipiente vacío de mis manos— sube a dormir, yo limpiaré esto.
—¡Deja de tratarme como una niña pequeña, Park!— la regañé, sintiéndome inferior.
—Siempre serás como una niña pequeña para mí, Kiki— expresó tiernamente, apretando mi mejilla con su mano— sube.
La fulminé con la mirada unos segundos, mientras ella sonreía, sin más remedio opté por subir a la habitación.
• 나의 인도하는 빛 •
Luego de un bostezo, abrí lentamente mis ojos, encontrándome con mi mejor amiga a mi lado aún dormida.
Duerme como un oso de invierno.
Totalmente, es muy tranquila, pero su rostro es lo que da miedo, cualquiera que no la conociera creería que está muerta, o que acaba de sufrir un ataque.
Soy tan buena amiga que opté por molestarla mientras duerme. Alcancé mi celular y casi tomo una foto de su "hermoso rostro" dormida; hubo un detalle
El jodido sonido del flash..
Ling despertó de un susto, observó todo a su alrededor fugazmente, ya en sus cinco sentidos y totalmente despierta, me dedicó una mirada asesina, lo cual respondí con una sonrisa.
Vengándome por todo lo que ocurrió anoche.
Cabreada, se levantó rápidamente de la cama e intentó arrebatarme el dispositivo de mis manos, por lo que también actúe rápido, corrí hacia el living donde pensé que no me alcanzaría; mas me equivoqué.
Bajó las escaleras pisándome los talones, está de más decir que su furia se percibía hasta en Cuba.
—¡Nicole Rodríguez!— exclamó con su presión arterial a nada de estallar— ¡dame el maldito celular!
¿Tan enojada está? Sólo me llama por mi nombre completo cuando está a punto de estallar.
Observando aterrada, lentamente le extendí el celular, ella lo arrebató de mis manos.
—No dejas dormir a nadie— se quejó.
—¿Qué hiciste?— cuestioné cuando me devolvió el dispositivo.
—Eliminé la foto— contestó, encogiendo sus hombros.
—¿Tanto escándalo sólo por una bendita foto?— interrogué— eres todo un drama.
—Me conoces, Nikki, me conoces— afirmó.
—Bueno, ¿qué hora es?— cuestioné en un tono poco audible y encendí mi celular para saber— vaya, 11:00am— comenté.
—Es temprano aún, ¿dormimos?— sugirió.
—No— negué.
—¿Qué quieres hacer, señorita?— cuestionó apoyando su peso en su pierna derecha y cruzando sus brazos.
—¿Salgamos?— propuse y me observó extrañada— ¿Por qué me miras así?
—¿La que odiaba salir quiere hacerlo? Eso es nuevo— opinó— de todas maneras, lo haremos en la noche, así que no— negó.
—Ling, son las 11am, por favor, la salida al Bar es a las 8pm, no jodas, no estaremos aquí todo el maldito día— me quejé.
—Vale, vale— expresó rendida— es que tengo sueño— se quejó, haciéndome reír.
—En la noche no lo tendrás, así que bebe un vaso de café y vámonos— ordené, esbozando una sonrisa en mis labios, para luego subir a cambiarme.
Intento hacer las cosas más fáciles, pero siento que me estoy desesperando por ser feliz.
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