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☆|Encuentra tu alma, Jean|

Reseña basada en doce capítulos leídos para Club_de_lectura_

Administradora: fiore0217

Ybir123

Sinopsis:

Normalmente, hemos aprendido que las sinopsis son «resúmenes» de la obra, pero no es tanto así.

Primero, es importante conocer qué elementos principales debe contener:

1. La trama.

2. Los personajes principales.

3. El contexto.

4. El conflicto.

5. Ambientación.

6. Los obstáculos (uno, dos o máximo tres) con los que se encuentran los personajes.

Te haré una lista de los principales errores que presenta tu sinopsis:

1. Ambigüedad en el conflicto central: A pesar de que se señala que Jean se enfrenta a situaciones extrañas y desconcertantes, no se especifica cuál es el conflicto principal en el que Jean se ve envuelto: ¿Está tratando de escapar, descubrir su origen o luchar contra sus manipuladores?

En una sinopsis es importante definir el objetivo o dilema central: ¿Qué es lo que Jean debe hacer? ¿En qué momento comienza a cuestionar su situación o se da cuenta de que algo no marcha como debería? ¿Por qué? ¿Qué hace que todo cambie?

Una sinopsis sin conflicto se siente vacía y sin propósito...

2. Lenguaje vago y poco específico: Frases como «eventos extraños», «situaciones desconcertantes», «extrañas personas», «laberinto de misterios y peligros» son vagas y no proporcionan imágenes claras ni un sentido de la atmósfera de la historia. Una sinopsis debe crear una imagen vívida de la trama y el tono, y términos más concretos ayudarán al lector a imaginar lo que ocurre o lo que ocurrirá: ¿Qué tipo de misterios o peligros enfrenta Jean? ¿Qué tipo de pruebas, por qué?

Evita palabras genéricas (y repetirla varias veces) y palabras/frases que no aporten nada: «la trama se centra» o «conducen la narrativa», sé más directa de otra forma, sin expresarlo como lo tienes, que sea más natural.

«Con una mezcla de suspenso, fantasía y reflexión filosófica, la historia explora», sin duda, no debería estar allí y lo explicaré en el siguiente punto...

3. Exceso de abstracción y explicación innecesaria: Primero, no hay una meta a la que Jean deba llegar ni una razón para actuar: no presenta una dirección decente para su arco de desarrollo. Segundo, le estás explicando al lector la temática, en lugar de dejar que el lector llegue a sus propias conclusiones y entienda el mensaje del libro por sí mismo.

Sin pensarlo, ese último párrafo lo debes eliminar en su totalidad.

La sinopsis debe centrarse en la acción y los personajes, no en analizar el significado profundo de la obra y explicarlo, no es tu trabajo hacerlo... Eso es algo que el lector debe hacer por sí mismo a medida que lea el contenido.

5. Final ambiguo y preguntas retóricas sin buen gancho: Terminar la sinopsis con preguntas retóricas, especialmente sin haber establecido un conflicto claro sobre el personaje principal, le resta fuerza. La pregunta sobre el «alma» y lo que sigue sobre «verdadera libertad» son vagas, ya que no hay algo previo (que se muestre de manera natural) que las refuerce.

6. Ausencia de contexto: Si la historia se sitúa en un contexto cultural o temporal específico (por ejemplo, un reino antiguo, una sociedad distópica o una civilización que existe en un universo paralelo), sería bueno incluir una referencia a ello para situar al lector y, además, establecer un género.

7. Ausencia de ambientación: La sinopsis debe ubicar al lector en el tipo de universo (ficticio o no) en el que transcurre la historia. Una simple frase o referencia puede ser suficiente para establecer dónde ocurre. La historia no puede ocurrir en ninguna parte.

8. Ausencia de eventos causa-efecto: La relación causa-efecto es un mecanismo esencial para crear coherencia en la narrativa, un suceso provoca el siguiente y construye la historia de forma progresiva. En este caso, la sinopsis describe situaciones y temas de forma general, pero no presenta una cadena de eventos donde las acciones de los personajes lleven a consecuencias claras o que desencadenen el conflicto.

9. Repetición de palabras/ideas y faltas de puntuación: Evita repetir ideas o palabras. En tu sinopsis repites: «existencia» dos veces, «extraños» dos veces, «misteriosas» y «misterios», «desafíantes» y «desafían»... Y, además, debes mejorar la puntuación de la sinopsis.

10. Falta de estructura/organización: Organiza la sinopsis de manera que las ideas fluyan de manera lógica y secuencial. Las ideas están dispersas y la estructura (sobre las explicaciones innecesarias) debe mejorar.

1. Ejemplo de Orgullo y Prejuicio de Jane Austen:

En la sociedad inglesa del siglo XIX, la joven y obstinada Elizabeth Bennet se enfrenta al desafío de encontrar el amor y la felicidad en un mundo dominado por las expectativas sociales y las convenciones de la época. Cuando conoce al apuesto pero arrogante señor Darcy, Elizabeth se ve obligada a cuestionar sus propios prejuicios y a enfrentarse a las complejidades del amor y la clase social.

2. Ejemplo de La Vegetariana de Han Kang:

Yeonghye es una mujer aparentemente normal, joven, sin mayores virtudes o defectos. Una noche, sin ninguna actitud previa que hiciera suponer un cambio en su carácter, su marido la encuentra en la cocina tirando a la basura toda la carne almacenada en el congelador. Cuando él la increpa por lo que está haciendo, ella le dice que ha tenido un sueño y que abandonará la ingesta de carnes. Su determinación es absolutamente radical e irrevocable, pero el marido y la familia no están preparados para esta decisión ni para la transformación que comienza a gestarse en Yeonghye a partir de ese momento.

3. Ejemplo de El Imperio Final de Brandon Sanderson:

Durante mil años, han caído las cenizas y nada florece.

Durante mil años, los skaa han sido esclavizados y viven sumidos en un miedo inevitable.

Durante mil años, el Lord Legislador reina con un poder absoluto gracias al terror, a sus poderes y a su inmortalidad. Le ayudan «obligadores» e «inquisidores», junto a la poderosa magia de la alomancia. Pero los nobles a menudo han tenido trato sexual con jóvenes skaa y, aunque la ley lo prohíbe, algunos de sus bastardos han sobrevivido y heredado los poderes alománticos: son los «nacidos de la bruma». Ahora, Kelsier, el «superviviente», el único que ha logrado huir de los Pozos de Hathsin, ha encontrado a Vin, una pobre chica skaa con mucha suerte... Tal vez los dos, unidos a la rebelión que los skaa intentan desde hace mil años, logren cambiar el mundo y la atroz dominación del Lord Legislador.

Un ejemplo vago de cómo podrías estructurar tu sinopsis:

En X (nombre de tu universo, o mundo, así ofreces un ambiente y cierto contexto), donde el límite entre la realidad y los sueños se desvanece, la existencia de Jean es manipulada por seres que proclaman ser sus dueños, quienes desean recuperar algo que solo él posee, pero que desconoce. En un intento de mantener el control de su vida, y de su alma, Jean debe (acá puede añadir qué debe hacer, algo específico, algo que tenga que cumplir: su conflicto).

¿Qué significa realmente ser dueño del alma de alguien? ¿Cuál es el propósito detrás de las pruebas en las que Jean se verá envuelto?

Puntuación:

Hay algunos errores de puntuación y sintaxis que dificultan la comprensión y fluidez de la lectura.

1. Ejemplo: La coma nunca debe separar al sujeto del predicado, ya que ambos elementos forman una unidad que expresa una idea completa.

2. Ejemplo:

También tenemos problemas con la escritura de algunas palabras que no existen. Por ejemplo: "serpenteó".

Gerundios:

Se usa para expresar simultaneidad o continuidad de una acción relacionada con el verbo principal, o bien para añadir información complementaria sobre la acción principal sin introducir una nueva acción independiente.

En ocasiones, abusas de ello.

Transiciones:

Esta es una herramienta que permite pasar de una escena a otra, de un punto de vista a otro, o de un período de tiempo a otro, con suavidad. Estos conectan diferentes partes de la historia, ya sea por medio de palabras de transición u otros elementos de vital importancia.

En tu historia, algunos cambios de escenas, perspectivas o temáticas ocurren de manera abrupta y sin una conexión fluida entre sí. Esto hace que la narración parezca desorganizada.

Mostrar en lugar de contar:

En la vida cotidiana, contar es algo muy común. En la literatura, sin embargo, no funciona igual. Esta es una de las técnicas más importantes para mejorar la escritura, ya que consiste en hacer que el lector se involucre con la historia y los personajes, en lugar de sólo informarle lo que pasa o lo que sienten.

Narrar y contar son conceptos muy diferentes.

Es decir, si tomamos un sentimiento (tristeza, por ejemplo), necesitamos mostrarla a través de una escena de nuestros personajes. No le hablamos directamente al lector de tristeza, preocupación o alegría; o no en la mayoría de ocasiones. Si no que se lo mostramos mediante escenas que creamos para provocar esos sentimientos en él. Es el lector quien debe poner nombre en su cabeza, a raíz de las escenas que está visualizando.

Contar en los momentos menos oportunos resta sutileza y deja menos espacio para la interpretación del lector.

Por supuesto, no todo se debe mostrar, pues no todo es relevante en la historia (hay que saber definir el orden en que se presentan los eventos en la narrativa sea lógico para que fluya de manera natural. Esto implica: qué eventos son más importantes para narrar, cómo se relacionan entre sí, cómo afectan a los personajes y a la trama en conjunto, entre otros). Tampoco hay que mostrar demasiado. Es decir, se debe buscar un equilibrio.

Chéjov dijo: «No me digas que brilla la luna; muéstrame un destello de luz sobre cristales rotos».

La exposición es una técnica utilizada en la narrativa para proporcionar información esencial sobre los personajes, el escenario o la trama únicamente dirigida al lector. Evítalo lo más que sea posible. En especial, por medio de los diálogos excesivos (varía las formas. No siempre utilices el mismo método ni formato).

Ahora cabe aclarar y resaltar que esto no siempre es malo. Pero la clave está en proporcionar la información necesaria de manera que sea relevante, pertinente y oportuna, y que esté bien integrada en el contexto de la historia que se va presentando.

Estructura narrativa (variada):

Los párrafos se componen de oraciones variadas que deben ser claras y coherentes entre sí. Cada uno presenta una idea distinta, los saltos de uno a otro ofrecen una pausa y una transición suave y natural para el lector (siempre que se sepa hacer y utilizar las palabras precisas). El paso de un párrafo a otro, índica una evolución en la idea que se está exponiendo o el inicio de un nuevo tema.

La inclusión de elementos ajenos que no apoyan la idea central puede afectar su cohesión.

La longitud de los párrafos influye en la voz narrativa. Igual que ocurre con las oraciones, se deben variar la extensión de los párrafos para evitar la sensación de estancamiento o previsibilidad.

El escritor y crítico literario, William Zinsser, dijo una vez: «Mantén tus párrafos cortos. La escritura es visual; los párrafos cortos dan aire a tu escritura y hacen que parezca más atractiva».

Se trata de no utilizar la misma fórmula para cada párrafo (ni para cada diálogo, ni siquiera para iniciar cada capítulo. La variación es la clave; composición). Evita que todos tengan en mismo largo y la misma estructura... Haz que el texto sea más dinámico y fluido, alternando entre oraciones cortas y largas, simples y compuestas, activas y pasivas, directas e indirectas, etc.

Eso evitará que el texto sea monótono, repetitivo o robótico, como se siente el tuyo, y le dará más ritmo y énfasis a la narración (además de añadirle cierta musicalidad indispensable).

Y no solo con los párrafos o las oraciones, sino también con los capítulos en sí.

Ahora, también hay un tema con la estructura de la historia, pero es más complicado de explicar.

Evita los tópicos literarios:

No emplees las mismas frases narrativas que salen de cientos de miles de libros, menos con demasiada frecuencia. Busca otras formas de expresar las ideas...

Sufijo "-mente" (información sacada de escribirbienyclaro):

«... La terminación –mente viene de la palabra latina mens-mentis, que significa intención. Así que cuando añadimos a un sustantivo dicha terminación, estamos introduciendo un matiz que resulta apropiado para modificar ligeramente el sentido del verbo y explicar cómo suceden las cosas.

...

Por consiguiente, los adverbios terminados en -mente no constituyen una falta de ortografía o un error gramatical, sino un vicio de estilo. ¿Por qué? Simplemente tienen muchas sílabas y, por lo tanto, alargan la oración. Y eso atenta contra y contra la comprensión. Si podemos decir algo de forma más sencilla o breve, siempre es mejor que complicarnos. Para explicarlo bien, nada mejor que acudir a uno de los grandes escritores de nuestro idioma para que nos explique por qué los adverbios terminados en -mente pueden llegar a cansar. García Márquez lo explicaba así:

"La práctica terminó por convencerme de que los adverbios de modo terminados en -mente son un vicio empobrecedor. Así que empecé a castigarlos donde me salían al paso, y cada vez me convencía más de que aquella obsesión me obligaba a encontrar formas más ricas y expresivas."

Tanto se esforzó el Premio Nobel por desterrarlos que en la novela El amor en los tiempos del colera no se encuentra ni uno, mientras que sí los había en sus obras anteriores.

...

Y este es el consejo que te damos. Cuando tengas que escribir algo con intención de que otros lo lean, procura tomar algunas medidas para que tu texto no esté repleto de adverbios terminados en -mente. No hace falta que los erradiques. Tampoco hay que ser exagerado. Pero revisa y, si puedes, sustituye alguno por una paráfrasis (expresar lo mismo con otras palabras). Tu texto se verá más limpio y se leerá mejor».

Inconsistencias narrativas:

Son grietas en la estructura de una historia.

Son momentos en los que algo no cuadra, afectando la coherencia y la credibilidad. Pueden manifestarse de varias formas, como contradicciones en la trama, cambios inexplicables en el comportamiento de los personajes, errores de continuidad o fallos en la lógica interna del mundo ficticio y eventos que se desarrollan.

Pueden ser pequeñas, como un cambio repentino en el color de los ojos de un personaje (sin explicación lógica), o grandes, como un evento que contradice lo establecido de manera previa en la trama o en la actitud e historia de estos.

Estas inconsistencias pueden romper la ilusión que el autor intenta crear, haciéndole perder credibilidad.

Por eso es importante identificarlas y corregirlas, para mantener la coherencia y la verosimilitud.

Ejemplo: Si Violet tiene las muñecas aprisionadas por cadenas y está envuelta en ellas (por lo que se da a entender, todo su cuerpo), sería casi imposible que hubiera podido correr. Las cadenas dificultarían cualquier movimiento rápido.

Y no es lo único, hay más momentos que no tienen coherencia alguna.

Epítetos:

Se usan de manera excesiva.

El uso constante de palabras como «la mujer» o «joven» (o cosas por el estilo) para referirse al personaje hace que la narración sea mucho más que densa, complicada.

Además del ejemplo de arriba, donde se lee "mujer" tres veces...

1. Ejemplo: 

2. Ejemplo:

Es muy fácil perderse y no saber de quién estás hablando con exactitud en esos momentos. Lo cual solo hace la lectura pesada y enredada. Utiliza los nombres de los personajes sin miedo.

Redundancias/repetición de información/ideas/palabras:

Evita la repetición innecesaria de ideas o palabras (incluso frases completas) para mejorar la fluidez narrativa y tu escritura. Cabe resaltar que, a veces, la reiteración es buena. Pero hay que saber cómo y cuándo hacerla. Algunas palabras repetidas se pueden reemplazar por sinónimos o expresiones similares para enriquecer el vocabulario y evitar la monotonía.

No trates al lector como si fuera tonto: No repitas una idea hasta la saciedad. Ni uses ejemplos para explicar algo que es obvio (tampoco los diálogos). No repitas palabras o expresiones recientes.

Esto se liga a utilizar los epítetos sin parar, pero también a otros detalles:

1. Ejemplo:

2. Ejemplo:

3. Ejemplo:

Falta de enfoque en los conflictos internos del personaje:

No se profundiza en los conflictos internos de Jean, o de Emma/Renji, a lo que enfrentan o en cómo estos afectarán sus acciones y decisiones a lo largo de la historia.

Primera línea del primer capítulo:

La función de las primeras líneas es captar laatención del lector. Lo mejor es que la primera frase muestre al protagonista ante un conflicto, ya sea poco antes o durante. Evita inicios de descripciones de ambiente, algo que dos editores muy famosos llamen La Sala de Espera con mucho Follaje...

Tiempos verbales inconsistentes:

Estos ocurren cuando un texto cambia de un tiempo verbal a otro sin una razón clara o justificación narrativa. Este tipo de errores puede desorientar al lector, ya que dificulta seguir la cronología de los eventos o la coherencia de las acciones y pensamientos de los personajes.

Diálogos y su estructura:

Es uno de los métodos más efectivos para presentar un personaje.

Después de todo, como en la vida real, lo que las personas dicen y cómo lo dicen es importante. Por lo tanto, se deben aprender las reglas básicas del arte del diálogo para que los personajes suenen creíbles al conversar entre sí y no forzados.

No se trata de hacer que nuestros personajes hablen sin propósito sólo para llenar páginas de contenido vacío. Por lo general, a los lectores les aburre que dos personajes charlen sobre eventos recientes (párrafos o capítulos atrás) sin otro fin que repetir información de manera redundante. Es decir, sin intentar revelar algo más allá de la conversación tediosa y sin importancia.

En el día a día, solemos dar rodeos antes de ponernos de acuerdo para elegir una película o decidir la hora y lugar de un encuentro. En la narrativa, cada línea de diálogo debe ser significativa y tener un propósito claro.

La puntuación y formato de estos dependen de diversos factores:

1. Si no hay aclaración.

—¡Déjame soñar, idiota!

—Oh, no hay problema.

2. Si hay aclaración y comienza con un verbo dicendi.

A. No continúa.

—Iré por unas cervezas y un juguito de mamá para Trish —anunció Mikaele tras salir de la carpa.

—¿Qué es lo que harás ahora, zerath? —inquirió el menor.

B. Continúa.

—¡Obvio! ¡El gran Caden Dasko ni siquiera ha stalkeado a sus seguidoras! —vociferó Trishna, disgustada y agitando las manos en el aire con indignación—. ¿Tendrá la enfermedad de las vacas locas?

—Pero adoras que lo sea —canturreó Oria con diversión y se recostó del espaldar de la silla. Tras darle la espalda al mayor, añadió—: Pediré algunos días libres para llevar a Kihoi y a Azzar a Nizzea, aprovechando que maa y zerath tendrán su Ceremonia de Recuerdos cerca de la fecha.

3. Si hay aclaración y no comienza con un verbo dicendi (acción).

A. No continúa:

—¿Qué les parece? —Caden detuvo los dedos sobre las cuerdas.

B. Continúa.

—Sí, dejaré la moto en el garaje de los Parker. —En eso, recordó que siempre solía invitarla a las tocadas. Tomó aire y le dedicó una sonrisa—. ¿Vendrás?

Adicional 1: Cuando el diálogo es largo y debe continuar en otro párrafo, se utiliza la comilla española cerrada "»". Por ejemplo:

—No temo a las responsabilidades —declaró el joven Tsarki. Enseguida, trasladó una mano hacia el pecho y estrujó el colgante que pendía en el mediastino—. Pero ellas implican decepciones y errores. Es decir, no me dolería decepcionarme a mí mismo. No obstante, es complejo si se trata de usted, o de zerath, o de Sari, o de Ari.

»¿Qué pasaría si elijo mal y esa decisión causa sufrimiento a los que están a mi alrededor? —preguntó con el corazón acelerado y un nudo en la garganta—. ¿Y si, en vez de ayudar, empeora? No soportaría vivir con ese peso.

Adicional 2: Cuando el diálogo inicia después de la acción:

Swein Parlot entrecerró sus ojos y alzó el rostro hacia el cielo.

—Catos, ya lo hemos hablado, el combate acaba cuando tu rival ya no puede pelear y punto.

Otro detalle importante:

El verbo dicendi (o del habla) va en minúscula, siempre. En cambio, otros verbos de acción van en mayúscula (aunque existen escasas excepciones no expuestas).

Adicional: el dicendi (si comienza con él, obvio) en la mayoría de los casos va primero, luego el sujeto y, al final, todo lo demás que desees añadir. Esa es su estructura convencional.

¿Sabías que describir menos también es un arte? Trata de no enfocarte demasiado en asuntos triviales en la narración y extenderlo demasiado, eso no le da profundidad a los personajes ni a las situaciones.

No coloqué todas las capturas para ejemplos por el límite de imágenes de la plataforma.

Hay muchos otros errores que noté (ligados al narrador, a la voz, al tono, al estilo, abuso de advervios y adjetivos que no son necesarios, a la estructuración de los personajes), pero ya da mucha flojera seguir mencionándolos y, bueno, esto ya está bastante largo...

Te recomiendo leer mucho, lee historias de grandes autores (no acá en Wattpad). Leer ayuda mucho a aprender sobre escritura. Lee como escritora, lee para aprender a estructurar historias, crear ganchos, crear personajes, analiza las historias de autores que han sido publicados y cuyos libros hayan pasado por manos de editores y correctores.

Si tienes alguna duda (o si quieres que te recomiende algunos libros), puedes escribirme sin problema.

No te desanimes, la escritura es un proceso largo y complicado en la mayoría de las ocasiones.

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