La enorme fila de personas que me precede parece paradójicamente más larga cada vez que el director menciona un nombre en alto y alguien más desaparece al sentarse en la fila de asientos reservados. Soy la última persona tras todos mis compañeros y los nervios hacen que cada minuto se sienta como una hora.

Me obligo a dejar de mirar a todas las personas que me preceden y mis ojos van directos al enorme público que se ha congregado en el hermoso jardín de la universidad para presenciar el evento. Unos hermosos y chispeantes iris azules me devuelven la mirada de inmediato y no puedo evitar sonreír de vuelta, consiguiendo así que parte de mis nervios desaparezcan.

Ace está sentado en primera fila junto a nuestros amigos, vestido con un precioso traje y sus rizos, que ya están tan largos como solían, peinados con gomina hacia atrás. Sé de buena tinta que mi novio se ha encargado de arrastrar a todos una hora antes de la ceremonia para asegurarse de tener los mejores sitios. Cuando me ha visto al final de la fila, O'Shea ha tenido que sujetarle para evitar que se levantase de la silla y se pusiera a aplaudir y vitorearme a voz en grito.

Al verme tan nerviosa, Ace levanta los pulgares y les susurra algo a todos nuestros amigos, que asienten y me miran a la vez. Los cuatro empiezan a poner caras graciosas y a hacer mímica, ofreciendo un espectáculo absurdamente gracioso al ver el contraste de su comportamiento con la clase que exuda el resto del público. Una risa sustituye el nudo que se ha instalado en mi estómago y casi rompo a reír en medio de la ceremonia cuando Eric y Marshall empiezan a darse suaves golpes en el hombro mientras Jordan se ríe en silencio de ambos. Gracias a ellos, mis nervios desaparecen y antes de que pueda darme cuenta, solo hay una persona delante de mí en la cola.

—¡Aaron Zimmer!

Cuando el director llama al último alumno antes de mí, Ace me indica mediante gestos que respire hondo, sonriéndome ampliamente. Yo le devuelvo la sonrisa y, cuando me guiña el ojo, río con suavidad antes de fijar la vista al frente de nuevo.

—Y ahora, como todos sabéis, es el momento de presentar a la alumna con el mejor expediente de esta promoción. No solo ha logrado obtener un expediente de diez en una carrera..., ¡ha obtenido calificaciones perfectas tanto en Derecho como en Economía! Es todo un placer para mí recibir a... ¡Alexa Arden!

En cuanto el director pronuncia mi nombre, un grito de puro júbilo resuena por el enorme jardín, y no me hace falta mirar a la primer fila para saber de qué garganta ha salido. Con una amplia sonrisa y entre los vítores y aplausos del público, recibo mi diploma y estrecho las manos de los directivos de la universidad antes de posar para la foto. En cuanto salta el flash, miro directamente a Ace, deseando compartir este momento con él, aunque sea en silencio.

Mi novio no para de gritar y silbar, saltando y jaleando con el resto de nuestros amigos. Son los únicos del público que están de pie, saltando como miembros de un circo, y hacen tanto ruido que veo a la seguridad de la graduación echándoles el ojo en caso de tener que expulsarles por el escándalo que están formando. Cuando levanto el diploma sobre mi cabeza, veo a Ace hacer el amago de correr hacia la plataforma sobre la que estoy subida, pero Eric consigue sujetarle en el último momento, por lo que tiene que contentarse con saltar y gritar en brazos de su mejor amigo.

Antes de descender por las escaleras, me fijo en un inconfundible traje azul marino brillante que destaca entre aquellas personas del público que se encuentran de pie al final de las filas de sillas. Los ojos de Liam se encuentran con los míos y una amplia sonrisa se extiende por su rostro mientras aplaude con entusiasmo. A pesar de que le había invitado personalmente, no pensaba que fuese a venir después de lo que ocurrió en el cumpleaños de Ace, pero aquí está, apoyándome en la distancia, y siento las lágrimas agolpándose en mis ojos. Cuando llega el momento de unirme a mis compañeros, Liam me hace un reverencia y saca su móvil, indicándome que lo celebraríamos juntos uno de estos días. Le respondo con un leve asentimiento de cabeza antes de verle desaparecer y unirme a mis amigas recién graduadas.

—¡Enhorabuena, estrella de la promoción! —chilla Gigi, iniciando un abrazo grupal en el que no faltan los chillido y vítores.

—¡Enhorabuena a todas, que lo hemos conseguido! ¡Por fin nos hemos graduado!

Nuestra pequeña celebración pronto se ve ahogada por los gritos del resto de graduados, que empiezan una cuenta atrás con los birretes en la mano. Las chicas y yo nos unimos y al terminar, cientos de birretes vuelan al cielo entre risas y aplausos. Apenas consigo atrapar el mío, unos fuertes brazos me rodean por detrás y una cabeza coronada por rizos empieza a colmar mi cuello de besos.

—Enhorabuena a la mujer más inteligente y magnífica que jamás he conocido —susurra Ace en mi oído, haciéndome soltar una suave risa—. ¿Qué demonios habré hecho en mi anterior vida para recibir el regalo divino que es salir contigo?

—¿Y qué habré hecho yo para estar saliendo con el mejor alumno de su promoción, carismático y más guapo que todos los modelos de Vogue juntos?

—No sé..., ¿robarle el corazón para siempre?

Sus palabras hacen que me gire para mirarle, rodeándole el cuello con los brazos y uniendo mis labios a los suyos en un apasionado beso. Cuando me aprieta contra su cuerpo, me doy cuenta de que todavía llevo la estúpida y horrible toga, por lo que me separo con una sonrisa pícara.

—¿Quieres ver lo que llevo debajo...? —pregunto, sujetando la tela de forma burlona.

—¡¿Nada?! Dios, por favor dime que no llevas nada y nos vamos ahora mismo a casa para...

—¡Pero cómo voy a ir desnuda, no digas disparates, guarro! —le interrumpo entre risas, dándole un suave golpe en la cabeza. Al quitarme la toga y dejarla caer al suelo, revelo un largo vestido negro tiene una abertura a la altura de la cadera que revela gran parte de mi pierna, y un precioso escote rematado con enormes cristales que asemejan diamantes. El diseño es un Mügler vintage y es uno de los vestidos más sexys que he visto—. ¡Tachán!

—¡El vestido que elegí, es el que te dije! —exclama Ace como un niño pequeño, dando un paso hacia atrás para admirar mi cuerpo—. Dios, ¡estás espectacular!

—Tú llevaste el traje que elegí para ti en tu graduación, así que obviamente yo tenía que hacer lo mismo...

—Pero yo no estaba ni la mitad de guapo de lo que estás tú, conejita. Fíjate, este vestido es casi mejor que la opción de ir desnuda. Casi, casi.

Ace acompaña sus palabras con una mirada inocente que me hace romper a reír y volver a refugiarme en sus brazos. En ese momento, escuchamos un silbido y Jordan reclama nuestra atención mientras sujeta a Cher, que también se ha desecho de su toga.

—¡¿A quién le apetece un fiestón de graduación en el Apollo, cortesía del gran Ace Hale?!

Todos nuestros compañeros responden entre vítores y aplausos, pero yo me inclino para besar a mi novio y anfitrión de la fiesta. Si pudiera, permanecería así toda mi vida, besándole en sus brazos.

—A mí me apetece mucho ir a la fiesta y celebrar lo maravillosa que es mi novia, ¿pero sabes qué me apetece más?

—¿El qué?

—Irme a París una semana con ella mañana mismo y disfrutar de la ciudad del amor con mi alma gemela.

Ace me levanta del suelo como una princesa, sonriendo como un niño el día de Navidad. Un suave chillido de sorpresa escapa de mi boca, seguido por una risa de pura felicidad. Mis labios vuelven a encontrar los suyos y me fundo en el beso más apasionado y dulce que soy capaz de dar. Por fin Ace y yo podemos volver a disfrutar de una fiesta juntos y mañana mismo nos iremos a disfrutar de una luna de miel anticipada, viaje que estoy seguro será el primero de muchos.

La primera de infinitas experiencias maravillosas compartidas con el amor de mi vida.

¡Hola, hola!

Bueno, pues aquí estoy con una lagrimita suelta escapándose por mi mejilla porque ya hemos llegado al final de la segunda parte de esta trilogía, ni más ni menos 🥹.

Me siento muy feliz y orgullosa de haber llegado hasta aquí y por supuesto, encantada de poder compartir mi novela con todos los que me leéis. El capítulo siguiente estará dedicado a los agradecimientos, así que no voy a explayarme más por aquí 🥰.

Parece que la historia de Acelexa vuelve a ir por el camino del amor, pero os recuerdo que todavía queda la tercera y última parte... ¿Qué creéis que nos depara? Estoy encantada de escuchar teorías 😊

Os leo! ❤️