Me pican, me escuecen
vuelan por los aires
pequeño bichos
y se cuelan
por mis oídos.

Doy manotazos,
espantándolos
me persiguen con sus pinchos
solo quieren chupar mi sangre.

Me paralizo,
si no me ven
quizá se vayan,
nadie quiere molestar
a una estatua.

Se acerca una
recelosa
¿qué es eso?
Es imposible que sea un insecto.

En las alas
lleva incrustadas
miles de palabras
y su cuerpo está encadenado
a una frase magullada.

Me duele la cabeza
¿por qué le daré vueltas?
Solo son ecos
que retumban
y agrietan
las paredes de mi testa.

Es molesto,
solo debo olvidar
y dejar
que esas voces dejen de gritar,
ignorar,
ya cesarán.

No debo escuchar,
¿por qué me empeño en pensar?
Calma y a luchar.

— Janny.