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Capítulo 25.

Paradise motion- Charlotte Cardin. 

POV Asher:

Por primera vez desde que llegamos aquí teníamos una noche en la que no debíamos pasearnos por fiestas como dos enamorados para luego ponernos a vender en las esquinas, por lo que habíamos decidido coger el coche, cosa que me sorprendió que nos permitieran, y buscar un poco de tranquilidad alejados de la ciudad. Nos habían dicho que había un prado tranquilo a las afueras de la ciudad, donde la gente no solía ir porque en esta ciudad los habitantes casi no conocían el concepto de tranquilidad o descanso.

Todo iba muy rápido, la vida se pasaba sin que te dieras cuenta de ello y el dinero se gastaba sin que pudieras casi disfrutarlo. Por lo que trabajar era lo único que hacían, y luego se iban de fiesta a "desestresarse" pero yo pensaba que al final se agobiaban más que se tranquilizaban. Dado que Hannae y yo no éramos como ellos Hannae había decidido que hiciéramos una especie de picnic, a modo de excusa para respirar aire libre sin una alta contaminación que nos destruyera los pulmones.

Casualmente hoy hacía un día lluvioso, no era común en julio, y si hubiera hecho caso a Hannae podría pensar que se trataba de un mal presagio, pero yo no hacía caso de esas cosas. Sí que creía muchas de las que ella me contaba, pero aún me costaba verle el sentido a todo lo que no fuera terrenal. Era demasiado pragmático en muchos aspectos como para creer en todo lo espiritual. Pero si ella lo creía yo confiaba en ella, solo que no quería pensar de una forma más negativa a como lo solía hacer.

Mire a Hannae, quien estaba apoyada en la ventanilla mientras miraba las pocas gotas de agua que caían en estos momentos, observando cuál era la más rápida en llegar al final de la ventana, y yo por mi parte esperaba que aunque luego no saliera el sol no nos lloviera mucho para una vez que salíamos.

— ¿Queda mucho? — preguntó, a Hannae nunca le había gustado eso de tener que estar mucho tiempo en el coche, la agobiaba estar tanto tiempo en un sitio tan pequeño.

Sin embargo, yo amaba pasarme interminables horas conduciendo, no me importaba no dormir por ello. Me gustaba la sensación de conducir, tenías el control de a donde querías ir, era mecánico y sencillo si los otros conductores lo hacían bien. Normalmente me gustaba ir escuchando música, aunque fuera a un bajo volumen, pero no me importaba eso de ir en silencio. No era un gran fan del silencio en sí, me agobiaba y nunca sabía que esperarme de él o de lo que decidiera comenzar a pensar mi cabeza, pero en el coche podía perderme en mis pensamientos positivos <<aunque cueste creerlo los tenía>>, crear escenarios en mi cabeza, nuevos sueños por cumplir, alimentar mis ganas de buscar algo más en la vida, pensar en versos... Era inspirador. Ojalá que en un futuro, cuando todo esto hubiera acabado, tuviéramos una casa y un trabajo fijo y pudiera perderme sin preocupación por las carreteras de la ciudad en la que viviéramos. Me gustaría mucho eso.

— Creo que cinco minutos o así, ¿quieres que entre hasta la zona más verde o vamos andando?

— Entra hasta donde puedas, estoy cansada, me duelen algo las piernas. — contestó sin muchas ganas, esperaba verla más animada, pero no era el caso. Esperaba que ese dolor fuera por su periodo, ya que le había llegado el día anterior, y no una de las primeras consecuencias del mono, aunque aún no le había comentado nada de ello.

Pensaba hacerlo hoy, lejos de todo, donde pudiéramos estar tranquilos y pudiéramos hablar del tema sin problema. Solo esperaba que Hannae estuviera colaborativa, sabía que estaba cansada y quizás algo más irascible de lo normal, ya que solía ser una persona calmada, pero era un tema importante y no quería dejarlo pasar.

No tardamos mucho en llegar, cuando pare el coche salí rápido de él para ir a abrirle la puerta a Hannae, quería tener un gesto cariñoso con ella.

Una vez ambos fuera y después de que ella cogiera las cosas que había decidido preparar, aunque yo aún no tenía mucha hambre iba haciendo el esfuerzo de comer aunque fuera un mínimo, decidí fijarme en el lugar. Era un prado inmenso, con un pequeño bosque de árboles al final de este, lleno de flores pequeñas y que con la lluvia que había caído estaban más coloridas de lo que hubieran estado hace una semana.

Ayude a Hannae a extender un mantel y puso las cosas en este para después sentarse. No se había maquillado, estaba guapa de todas formas, pero se la notaban unas ojeras que no acostumbraba a tener. La noche anterior había dormido mucho, pero después de estar semanas en las que lo único que hacía era dormir ahora que casi no lo hacía se le notaba.

Comenzó a comer en silencio, era lo que solía hacer cuando tenía la regla, ya que tenía el doble de hambre y hasta que no comiera algo no era persona, era como un espíritu del que podrías olvidar su presencia.

Yo me empecé a beber un té, apoyándome sobre un codo, dejando que el aire fresco me golpeara en la cara con los ojos cerrados mientras que la humedad me iba poco a poco rizando aún más el pelo, lo que siempre me ocurría después de la lluvia.

— El sitio es precioso, y muy tranquilo, necesitábamos un poco de calma. — comentó Hannae con una voz dulce que me sacó de mi ensoñación y me hizo abrir los ojos.

— Si, necesitábamos un poco de paz y silencio en nuestra vida.

— ¿Tú estás bien? — me preguntó, sorprendiéndome.

— ¿Yo? Sí, ¿por qué lo preguntas?

— Solo quería saberlo, ¿estás seguro de que lo estas?

— Ha habido momentos peores y otros mejores, pero últimamente tengo más fuerza, de voluntad al menos.

— Ya comes más.

— Lo intento, no quiero que vuelva a ocurrir nada igual.

— Lo siento. — murmuró Hannae con un deje de tristeza y culpa.

— ¿Por?

— Por haberlo propuesto, fui egoísta y solo pensé en mí.

— No, no Hannae. — me incorporé negando lo que había dicho, quise abrazarla, pero ella negó con la cabeza, quería hablar y no iba a ser yo quién se lo impidiera.

— Si fui egoísta Asher, pensé en lo que yo quería y creía que necesitaba aunque fuera algo demencial. No debí haberte arrastrado a hacerlo, no después de tu episodio. Lo siento tanto, estos no somos nosotros. Yo en otra situación nunca habría hecho algo así. — las lágrimas comenzaron a mancharla el rostro y supe que ahora sí que debía abrazarla.

— Hannae, no llores por favor. Ambos lo hicimos mal, cometimos un error. Yo te seguí el juego, yo también estaba harto y pensamos que haciendo las cosas mal nos sentiríamos mejor. — comencé a hacerle cariños en el pelo mientras ella lloraba apoyada en mi hombro. — No quiero que te culpes, ha sido un error, no lo volveremos a repetir. Vamos a salir de esto, ¿vale? — la separé de mí para cogerla la cara y mirarla a los ojos, limpiándole con el dedo las lágrimas que seguían manchando su mejilla. — Lo vamos a dejar atrás, nos vamos a recuperar y no vamos a culparnos más. Hemos aprendido de esto, vamos a ser mejores. Vamos a volver a ser nosotros, sin que nos lleven a hacer cosas de las que nos arrepintamos. ¿De acuerdo? — ella asintió y yo la bese, queriendo que parara de llorar entre mis brazos, aunque note el regusto salado de varias de sus lágrimas entre mis labios no dude en seguir besándola con cariño y ternura dispuesto a acabar con las pocas que quedaban.

[...]

Hacía un rato había comenzado a llover, y en un intento de hacer reír a Hannae y hacer que se olvidara de lo malo por un momento, la había cogido a caballito y había comenzado a correr por el prado mientras la lluvia nos mojaba la ropa y el pelo, pero consiguiendo que nuestras risas opacaran el sonido de las gotas de agua por unos instantes.

Ahora más tranquilos y con alguna que otra decisión tomada, Hannae estaba sentada dentro del coche con la puerta abierta viendo como me terminaba de fumar el cigarro antes de volver.

— Dime la verdad Asher, — habló de repente Hannae con más seriedad de la que esperaba— ¿tenemos dinero suficiente como para irnos?

— ¿Cuándo?

— Ya.

— No, no nos daría ni para una semana.

— ¿Y si lo robamos?

— No podemos robarle a T. — <<pero si quemarle la droga, y amenazarlo>> me extrañaba que no hubiera pasado nada después de eso, pero quería disfrutar un poco de la calma.

— ¿Y qué hacemos?

— Tenemos comida de sobra, no tenemos que pagar el piso, simplemente debemos intentar trabajar más y...

— ¿Y?

— No volver a consumir, ningún bajón, aunque nos joda el mono y no podamos hacer nada no podemos recaer. No solo por nuestra salud, si queremos huir necesitamos todo el dinero que podamos ahorrar. Perdimos mucho pagando las pastillas, las primeras fueron gratis para que quisiéramos más, pero las demás las tuvimos que pagar.

— Mierda.

— Bueno, no va a volver a pasar.

— Somos unos irresponsables. — creo que se quedaba corto el adjetivo, pero no quería meter el dedo en la llaga cuando Hannae se estaba llevando las manos a la cabeza.

— Lo arreglaremos, no te preocupes.

— ¿Cómo tú estás tan positivo Asher? O me engañas a mí o te engañas a ti mismo. O la droga te ha cambiado. — intentó bromear, buscando quitarle algo de tensión al momento, pero solo conseguí que me saliera una sonrisa de boca cerrada en la cara.

— Antes tú me dabas esperanzas, solo nos hemos cambiado los papeles. — le conteste más serio de lo que quería antes de tirar al suelo el cigarro, y pisarlo.

— Entiendo.

Me subí al coche para irnos, era algo tarde y queríamos descansar para tener la cabeza algo más aclarada para no volver a joderla. No podía volver a pillarnos débiles, debíamos hacernos fuertes. O fingir que lo éramos, e ignorar cuando quisiéramos dar la batalla por perdida.

[...]

Llegamos al apartamento bromeando sobre cómo nos habíamos empapado de vuelta por la tormenta repentina.

Abrí la puerta y me quedé parado viendo el panorama.

Estaba T con cuatro guardaespaldas.

<<Mierda, mierda, mierda, joder.>>

Hannae murmuró algo que no comprendí detrás de mí, pero yo estaba demasiado sorprendido y aterrado como para preocuparme por ello.

— Tenemos un encargo para ti, Asher. — dijo T con el gesto frío, con una voz que hizo que mi cuerpo entero temblara, se habían acabado los buenos tratos.

<<Quizás si debiera de haber hecho caso a Hannae sobre el mal presagio de la lluvia.>>

***

Empieza bien, pero termina mal, mi especialidad.

Nos vemos en el próximo capítulo, os quiere oldspirit9.

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