Capítulo 14.
Daddy issues Remix- the neighbourhood.
De nuevo la oscuridad había cubierto toda la luz del día, pero esta vez a diferencia de la anterior noche Hannae y yo habíamos decidido parar y dormir en el coche. Tampoco nos quedaba mucha gasolina por lo que por la mañana pararíamos en la primera ciudad que encontráramos.
En ambos lados de la carretera había campo, sin mucha vegetación, por lo que también había entradas de arena habilitadas para los coches y bueno, nos metimos en una.
Avanzamos casi al final de esta hasta llegar a una zona algo alejada, pero tampoco mucho, para que no se nos viera por la carretera y así poder estar algo más tranquilos.
Ahora estábamos ambos sentados en el suelo, contra el coche con la música de la radio alta para que saliera por las ventanillas y poder escucharla mientras comíamos algo.
Al principio comimos sin decir nada, el ambiente era relajado y el silencio que solo rompía la música era acogedor. Era un sitio tranquilo con hierba verde y algún que otro árbol, lo cual me sorprendió porque desde la carretera no se veían muchos.
Hannae estaba moviendo la cabeza al son de la canción hasta que decidió hablar.
— Aún no me lo creo.
— ¿El qué de todo?
— Que esto sea real, ¿sabes? Cuando los sueños se hacen realidad cuesta creer que sean de verdad.
— Pues lo es y mucho.
— ¿No te parece raro?
— Si, pero estoy feliz, lo necesitaba.
— ¿Pero no te importa que haya sido en estas condiciones? — preguntó antes de coger la botella de ginebra que había robado a su padre y darle un sorbo pequeño.
— ¿Quieres la verdad? — ella asintió por lo que continúe hablando. — Creo que han sido las mejores, la cosa se estaba poniendo fea y era mejor no retrasar las cosas. ¿Fue sorprendente y al principio me dio algo de miedo? Si, pero ya está hecho y no me arrepiento. Yo, Hannae, de verdad que no podía seguir ahí. — murmuré girando la cara y mirándola a los ojos. — Yo pensaba que si, pero una vez fuera me he podido dar cuenta de todo el dolor que me producía, de todo el sufrimiento que retenía, necesitaba volver a respirar porque sentía que me estaba ahogando y no había manera de evitarlo. ¿Tú lo sentías?
— Si, ya lo sabes, pero no sé. Ha sido todo muy rápido y aún no me hago a la idea. No sabemos cuando volveremos a ver a Yun y a Kane, y eso me asusta, porque aún tenemos cobertura en los móviles, pero si las cosas se complican puede que dejemos de poder usar el móvil, ¿y qué pasará a partir de ahí?
— Que nos tendremos a nosotros.
— Asher... sabes a lo que me refiero. No sé, aún no lo asimilo, solo es eso. Es demasiado lo que hemos dejado atrás, y no sé si a ti te pasara, pero yo siento que todos los recuerdos dolorosos que allí tenía olvidados al irme han regresado. Es frustrante porque no son pocos.
— A mí también me está pasando, de hecho antes he tenido la sensación de ver a mis padres y ha sido raro. Porque ni sé si están vivos ni sé si tendrán el mismo aspecto que la última vez que los vi. Y aunque no estoy seguro de cómo describirlo creo que me ha dolido pensar que podría verlos y no reconocerlos.
— ¿Crees que los volverás a ver, de verdad?
— Una parte de mí me dice que si los vuelvo a ver será en el infierno, — nada más decir eso conseguí un gesto de cansancio de Hannae, odiaba que me pusiera a mi mismo como el malo. — y otra parte de mí me dice que a lo mejor es dentro de poco tiempo. Y no sé con cuál quedarme.
— No le des más vueltas, solo espera a ver que pasa.
— ¿Y tú crees que volverás a ver a Bern? — no lo quería llamar como su padre, no después de lo que hizo consiguiendo que nos fuéramos de estas formas.
— Sinceramente solo sé que no quiero volverlo a ver. Incluso, aunque suene cruel, ya no tengo tan claro si sufriría al enterarme de su muerte.
— ¿Por qué ibas a sufrir por alguien que nunca te demostró amor?
— Porque es mi padre.
— ¿Y? Por el hecho de compartir sangre dejamos que nos hagan daño sin razón, y no deberíamos hacerlo. Sí, es tu padre, pero sólo porque puso algo de él en ti, que tuviste suerte de no sacar, no ha hecho más para merecerse ese título.
— Lo sé, pero era lo único que me quedaba y aunque lo odiaba algo de mi siempre esperó ver un cambio por su parte. Sé que era ingenuo pensar eso, pero no podía evitar tener esperanza. Incluso mi madre creo que en algunos momentos la mantuvo.
— Hannae tu madre estaba destruida por dentro, si la tuvo era porque a lo mejor era la única salida para aguantar un poco más.
— Asher ella lo quería, ella se enamoró de él de verdad y creo que eso fue lo peor, que el quererlo tanto y ver lo mucho que la dañaba fue lo peor que la pudo pasar y yo... Yo veía la mayoría de cosas o por lo menos las escuchaba y viví con el miedo de acabar como ella, muerta en vida y con miedo de todo, y aunque la admiraba por aguantar tanto mi peor pesadilla era ser de mayor como ella. Encontrar a alguien como mi padre en ese lugar era demasiado sencillo y yo antes era demasiado temerosa como para decir que no, podría haber acabado mal de muchas formas distintas. Podría haberme quedado embarazada a los 16 abandonando toda esperanza y teniéndome que quedar con un tío que me pegara por el hecho de que él consideraba que tenía más poder. Pero te conocí a ti, y supe que no acabaría igual por lo que me relaje en ciertos aspectos, aunque le temía con todas mis fuerzas intentaba buscar aquello por lo que mi madre se enamoró de él, pero no encontré nada. — dijo a punto de llorar, tragándose las lágrimas para poder continuar mientras que yo tragaba fuerte, y se me quedaba un mal sabor en la boca y una oleada de rabia me invadía.
>>Entonces comencé a pensar que debía quererlo por como era, aunque fuera una mala persona y hubiera hecho muchas cosas malas en la vida, pero al final de todo era mi padre, por lo que quise quererle para que doliera todo menos y el miedo no fuera el sentimiento principal que tenía al verlo. Y funcionó, pero no sirvió del todo porque cuando me dio el vestido pensé que toda la esperanza y cariño de mentira que había desarrollado no había sido una pérdida de tiempo. Quise creer que estaba cambiando, aunque no fuera con los mejores métodos, pero ya ves, al final del todo él me abandonó a mi suerte sin pestañear dos veces. Porque él nunca me había querido, y yo había sido la única que intentó quererlo a él. — me quede callado, Hannae seguía mirando al frente con lágrimas finas bajando por sus mejillas, mientras mis ojos estaban llorosos por escucharla hablar con la voz tan rota. Puse la mano en el césped cerca de ella para que me la cogiera, y al captar el movimiento ella no tardó en poner su mano en la mía para luego apretarlas. Y con eso comprendí que era mi momento de hablar, aunque primero sacará un cigarro de la cajetilla, me lo colocara en la boca para encenderlo y le diera una calada mientras los restos blancos comenzaban a desprenderse.
— Yo también intente querer a mis padres durante mi infancia, obligarme creer que mi situación era normal y lo que se veía en las películas era una exageración para pintar de colores nuestras vidas. Intenté quererlos a los dos, pero solo lo conseguí con mi madre, ya que ella no tenía culpa de que mi padre la hubiera destruido y quitado toda capacidad de vivir su vida. La odié durante algunos años, sin ser consciente de que ella en verdad no era así, sino que era la versión que mi padre había obtenido de ella después de romperla en miles de pedazos. Mi padre era otra historia, nunca lo quise, creo que ni siquiera lo intente mucho. Lo odiaba por quien era y por lo que me hacía, porque los golpes que me daba de pequeño no eran un juego, porque que me humillara y me hiciera llorar hasta las tantas de la madrugada no era lo que los padres hacían, los gritos y amenazas a mi madre tampoco era lo que un marido debía hacer y cuando yo, inocente de mí, intentaba defenderla me encontraba en el suelo después de ser apartado de formas bruscas. Y sé que aunque mi madre no lo demostrara la dolía, solo que ni ella ni yo teníamos culpa de que yo fuera su pequeño recordatorio de que su infierno parecía no tener fin.
>> Ella me quería, lo se Hannae, ella se quedó todo ese tiempo para que yo pudiera tener las mayores comodidades que pudiéramos permitirnos. Ella aguantó mucho, pero el dinero siempre gana, incluso cuando mi padre jugaba a que su vida no valía una mierda y todo era culpa de mi madre, en uno de sus jodidos trucos para evitar que se fuera y se quedará con la culpa impuesta por él hiciera de todo en su conciencia. Ella quiso darme lo mejor, y me quiso a su manera aunque nunca supiera cómo demostrármelo. Y al final lo único que no quería era ser como él. — de nuevo silencio, porque no había nada que decir cuando se acababa de decir todo. Yo me centré en mi cigarro, el cual ya estaba a la mitad por el tiempo que había estado hablando y lo había dejado encendido, calada tras calada sumidos en el silencio lo fui terminando mientras mi cabeza seguía reflexionando por todo lo dicho, y la de Hannae hacia lo mismo aunque ella siguiera bebiendo poco a poco de la botella.
Porque al final ambas habían querido lo mismo, y habían aguantado por la misma razón, porque de una forma u otra ambas nos querían con toda su alma y dieron todo por darnos todo lo que pudieron. Ellas querían que creciéramos sin que nos faltara de nada aunque tampoco tuviéramos cosas que nos sobraran, mejor que como lo habían hecho en su día ellas, también una educación y algo de amor entre todo ese caos, quisieron darnos una casa, con una familia incluida, aunque esta nunca se hubiera convertido en un hogar.
>>Bueno, parece que el mundo por fin ha dejado de ser cruel con nosotros. Que nos está dando una oportunidad. — comente yo rompiendo el silencio, mientras la luna reinaba el cielo y los grillos se escuchaban como música de fondo.
— Ya era hora de que lo hiciera. — contesto Hannae, esta vez no hizo ni el intento de rebatirme diciendo que no lo habíamos pasado tan mal, porque aunque estuviéramos juntos el camino no había sido fácil. Yo seguí mirando al frente hasta que Hannae me cogió de la barbilla y me giro para mirarla, y no pude fijarme en sus labios rojos, que por culpa de beber a morro habían perdido algo de pintalabios, aunque era impresionantes de todas formas. No dijo nada, yo tampoco quise hacerlo, simplemente se incorporó y sin darme tiempo ni a pestañear me beso con seguridad y consciente de todo lo que sentía. Una especie de orgullo me embriago al recordar los primeros besos inseguros que me dio, había mejorado mucho su seguridad en cuanto a todo desde entonces y no pude evitar sonreír mientras que ella me besaba. Cuando dejé de hacerlo le robé el control del beso, cogiéndola la cara por las manos, mientras ella ponía las suyas sobre las mías. Y así con la luna de fondo y las voces de cantantes de otra época como banda sonora nos quedamos Hannae y yo, perdidos en los labios del otro hasta que necesitamos respirar y nos cansamos de estar despiertos. Poniendo fin al día durmiéndonos abrazados en los asientos de atrás de aquel Mustang del 75 del padre de Hannae.
***
¿Parte intensita y triste? Sí, muy necesaria.
Nos vemos en el próximo capítulo, os quiere oldspirit9.
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