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Aeterno.

Summertime sadness. - Lana del rey. 

Pov Hannae:

La noche era fría y el cielo estaba teñido de un azul oscuro casi negro, era ya la última semana de agosto y de principios de septiembre por lo que ya nos estábamos despidiendo de las altas temperaturas y de los días soleados del verano, acogiendo entre nosotros el aura nostálgica del otoño. Las flores del cerezo habían desaparecido por completo de los árboles y solo nos quedaba esperar a que comenzaran a caer todas las hojas que aún se esperaban a que la siguiente estación acabara con todo. Incluso sin haber terminado esta ya echaba de menos las calles llenas de flores, deseando que el invierno pasará rápido para volver a ver ese paisaje cuanto antes.

Asher y yo íbamos paseando con un skate, en el que estaba subido ahora Asher, para ambos con la compañía de la luz de la luna, que tímidamente había decidido por fin estar llena hoy, completando de una vez por todas su ciclo.

Como había dicho el ambiente era fresco y parecía que en cualquier momento podía empezar a llover, y solo deseaba estar en un sitio cubierto cuando lo hiciera. Primero porque no me apetecía mucho empaparme hoy, y segundo iba con el vestido rojo que me regaló hace ya tanto tiempo mi padre y una chaqueta de cuero, por lo que mis piernas iban totalmente descubiertas y podía congelarme y ponerme mala. Y ese no era el mejor plan para terminar el verano. Además los cables telefónicos que estaban por encima de nosotros no eran lo más seguro para resguardarse de la lluvia, comenzarían a chispear y como era muy antiguos no quería imaginarme que podrían provocar.

Me sorprendió mucho que por esta zona de la ciudad hubiera tantos, era una zona en las afueras no muy moderna, como lo era el centro, pero tampoco antigua como los pueblos cercanos. Tenía grandes edificios de ladrillos a ambos lados de la avenida y calles con tiendas en cada uno de los bajos, además de restaurantes de comida rápida. Había una gran cantidad de jóvenes en la zona por los locales de fiesta y conciertos que había, ya que buscaban algo más económico y menos exagerado que lo que había en el centro. Además salías un poco del esquema de ciudad típica japonesa, tenía cierto aire estadounidense, o al menos a mí me había recordado a alguna de las calles que podían salir en un cambio de escena en una serie.Y al igual que todos los jóvenes que estaban aquí estábamos nosotros, un poco cansados de solo ver edificios con grandes carteles luminosos que anunciaban proezas de la tecnología, queríamos algo más tranquilo, menos impresionante.

Me gustaba el sonido leve de la música que salía de los locales, solo un murmullo para que tú continuaras la canción, no los altos volúmenes de las otras zonas que te martilleaban la cabeza, también agradecía el olor a comida que salía de ciertos locales, aunque ya había cenado no podía resistirme a querer comprar cualquier cosa y comérmela paseando junto a Asher. Pero bueno, eso me pasaba siempre en cualquier lugar y bajo cualquier circunstancia.

Desconocía porque, pero desde por la mañana había estado extrañamente feliz, Asher no tanto, se había mantenido en un estado normal. Pero yo estaba eufórica, lo sentía por todas las partes de mi cuerpo y en el aire, en la tierra, en cada lugar en el que posara mi vista o alguno de mis sentidos. Quería saber porque era, pero si no lo descubría no me quejaba, me gustaba la sensación que me estaba dejando.

Era como si una extraña fuerza antes desconocida se apoderara de mí, y me hiciera sentir una valentía que no era mía, no me daba miedo absolutamente nada, y por primera vez y sin saber porque la muerte había dejado de aterrarme. Bueno, eso era un poco subjetivo, nunca me había asustado la muerte como idea, me había asustado la idea de morirme y perder a Asher, pero después de la boda sabía que eso no iba a suceder.

Sabía que me hacía feliz la idea de la boda, pero ahora que estaba cerca de haber pasado un mes me sentía aún extremadamente feliz. El hecho de estar unida a él ante los ojos de todo el mundo, de forma oficial, me gustaba. Era bonito pensar que estábamos casados, que habíamos reafirmado nuestro amor y que nada había cambiado, de hecho solo había mejorado. Con todo lo que nos había pasado ahora éramos más felices que nunca, no tenía casi ninguna queja en estos momentos.

Mire a Asher, y le sonreí, él no tardo en devolverme la sonrisa y tenderme la mano, bajando la velocidad del skate para ir a mi altura, ya que él había estando yendo unos metros delante de mí durante un rato, girándose de vez en cuando para robarme una sonrisa mientras yo me fijaba en los dibujos de su chaqueta vaquera. La que le había regalado Yun hacía años con los dibujos hechos por ella, yo la había ayudado, pero aunque me había gustado siempre dibujar la que tenía verdadero talento era ella. En verdad Yun tenía talento para muchas cosas, no solo para dibujar y cantar, si no para todo lo que se proponía. Ella siempre había tenido la extraña valentía que yo acababa de encontrar en mí.

— ¿Estás muy feliz hoy, no? — me preguntó Asher con una sonrisa de lado.— O simplemente mucho más sonriente de lo normal.

— Si, no sé porque, pero me gusta. — dije yo con una sonrisa tonta.

— Te sienta muy bien. — contestó Asher.

Lo miré sonriendo, hasta que de repente deje de hacerlo, ya que de manera inmediata mi boca y mis cejas se curvaron en una mueca de extrañeza. Al ver y al sentir como si delante de nosotros pasaran Yun y Kane de la mano. ¿Me estaba volviendo loca? Lo dudaba, porque había sido demasiado real como para haber sido una completa ilusión mía. Me quede parada, y Asher al tener su mano agarrada a la mía se dio cuenta y me miro extrañado, mientras yo no apartaba la vista del lugar.

Los había visto reírse, Yun de negro con unas botas que la hacían parecer no tan bajita al lado de Kane, mientras se tapaba la boca, como siempre hacía, para que no la viera reír con tantas fuerzas y un Kane que la miraba con toda la ternura del mundo, es que esa mirada no podía habérmela inventado.

— ¿Qué pasa Hannae? — me preguntó Asher con tono de preocupación.

— ¿No los has visto? — pregunté saliendo de mi pequeña ensoñación, mirando de nuevo a Asher.

— ¿A quiénes? Me estás asustando. — comentó Asher bajándose del skate y agarrándolo.

— A Yun y a Kane.

— ¿Qué?

— Que los he visto ahí, al final de la calle— le dije señalando el lugar. — se veían felices, juntos, como algo más que amigos.

— Hannae, por ahí no han pasado.

— No estoy loca. —salté un poco a la defensiva.

— No estoy diciendo eso,— habló Asher despacio para que dejara de sentirme atacada, aunque sabía que el no había dicho nada con la intención de hacerme sentir así.— simplemente tienes tantas ganas de volver a verlos que habrás confundido a una pareja con ellos. No pasa nada, me podría haber pasado a mí y hubieramos estado entretenidos. — le miré con el ceño fruncido, porque si le hubiera pasado a él tendríamos otra clase de problema. — No me mires así, era una coña.

— ¿Ya lo tienes tan asumido como para hacer coñas de ello? — pregunté, divertida levantando una de mis cejas.

— Efectivamente, tengo otro trauma del que poder hacer humor. — dijo Asher riendo, lo miré mal evidentemente. — Ven aquí. — comentó haciéndome soltar una pequeña risa al tirar de mí hacía él, hasta que su brazo paso por mis hombros y con el skate agarrado con la mano derecha comenzó a andar de nuevo. — No te preocupes.

— Es que eran tan reales, tan ellos, que me cuesta creer que no estén aquí. — dije en un leve susurro.

— Te habrás confundido simplemente, olvídalo, no puedes hacer nada. Estabas muy feliz como para ponerte así por una cosa de nada. — me dijo Asher con una sonrisa, levanté la mirada para verlo y me apoyé contra él para seguir andando.

— Eres el mejor. — entoné con seguridad.

— ¿Por?

— Nada, solo quería que lo supieras.

— Ah si es por eso no te preocupes, ya lo sabía. — dijo haciéndome soltar una carcajada por su descaro, uniéndose el rápido a mis risas, para seguir bromeando y andando.

[...]

Había decidido ignorar lo que había visto porque no merecía la pena entristecerme por ello, además había sido una imagen muy bonita que me alegraba de haber imaginado y que estaba deseando ver en primera persona. Porque estaba claro que Yun y Kane acabarían juntos, con mucho trabajo, pero era imposible pensar que no conseguirían encontrar el punto que los equilibraría a ambos, sobre todo a sus sentimientos.

Desde el momento en el que se conocieron lo supe, Kane también, y Yun seguramente también, pero decidió ignorarlo por la diferencia de edad, la cual Kane respeto de forma ejemplar durante mucho tiempo. Creo que fue cuando Yun cumplió los 18 que empezó a mandarle señales claras de interés, ya que Kane ya tenía 23, pero si hubiera sido antes cuando tenía 21, recién cumplidos, y Yun 17 no hubiera estado muy bien que digamos. Mantuvieron su amistad sin ninguna otra connotación durante mucho tiempo y si nunca conseguían estar juntos como pareja estaba segura de que siempre se tendrían, al final eran Kane y Yun. Estaban unidos de una forma difícil de comprender al igual que lo estábamos Asher y yo.

Como ya era completamente de noche las calles tenían algo más de ambiente fiestero y la música se filtraba por los huecos de los locales y llegaba hasta la calle. De nuevo, esa extraña energía que se había apoderado de mí durante todo el día volvió a hacer acto de presencia, aunque ahora con algo de nostalgia acumulada.

Me deje llevar por la música, aunque no llovía sí que caían de vez en cuando alguna gota de agua, y siguiendo el ritmo de la música comencé a bailar por medio de la calle únicamente transitada por la gente que iba de un local a otro, y como iban en mal estado yo no desentonaba. Con el vestido rojo, conjuntado con mis labios, comencé a girar sobre mi misma avanzando por la calle, como este no era totalmente pegado la tela se movía al son de mis pasos y el escote se me pegaba más a la piel por él poco agua que caía. Que rápidamente dejo de ser tan poca, pero ya no me importaba mojarme, no me importaba ni me preocupaba nada mientras sentía la intensa mirada de Asher sobre mí con una sonrisa escapando de sus labios, como siempre ocurría.

La canción de la que creía que era Lana se comenzó a mezclar con el chisporroteo de las gotas cayendo sin orden, yo seguí bailando, dejando que el vestido se me pegara a mi cuerpo completamente y el pelo se me empapara, solo esperando que el maquillaje no me hiciera parecer una loca. Abrí los ojos, mirando a Asher con una sonrisa, este se había apoyado en un coche para mirarme con los ojos iluminados por la mezcla de varias sensaciones, sonreí orgullosa.

Hice que se acercara a mí, y comenzara a bailar a mi lado, pegando su cuerpo al mío, encendiendo todas mis terminaciones nerviosas, haciendo que los calambres producidos por nuestros cuerpos nos invadieran a ambos, nos reímos y bailamos acompasados. Con el ambiente triste de las calles ahora vacías por la lluvia, pero que conseguíamos reducirlo por el sonido de nuestras risas.

Se estaba terminando el verano y con él se marchaban las sonrisas intactas e involuntarias y llegaba el frío con la perdida de ganas que nos producía a ambos, pero aunque el ambiente estuviera cargado de esa inminente despedida quisimos ignorarlo.

Cogí la cara de Asher entre mis manos y lo miré a los ojos, con la lluvia colándose por cada hueco de distancia de nuestros cuerpos, casi no podía abrir los ojos con comodidad sin que notara como el rimmel se me caía, pero no me importaba, no aparte la vista de él. Asher me sonrió con esa sonrisa que era experta en hacer cosas locas con tu cuerpo, y me cogió por la cintura pegándome de golpe aún más a él, dejando que se me escapara un suspiro por la sorpresa del contacto. Me abrazó la cintura, aferrándose a mí, mientras yo aún le tenía la cara sujeta antes de no poder aguantar más y pegar nuestros labios.

No fue lento ni fue cariñoso, fue apasionado y espectacular, rápido y algo alocado. Nuestras lenguas jugaban a su propio juego mientras yo colaba mis manos por su pelo mojado y lo agarraba con fuerza y Asher pasaba sus manos por mi cuerpo, recreándose un poco en mi culo aprovechando que solo era una pequeña tela mojada lo que lo separaba de mi piel.

Cuando nos separamos, totalmente calados, ambos nos miramos y tiramos el uno del otro para ponernos debajo de alguna de las grandes marquesinas, buscando no tener que luchar contra la lluvia mientras nos besábamos. Una vez debajo la una fue la mano de Asher la que me agarro a mí, cogiéndome el cuello y comenzando a besarme, dejando totalmente indefensa al inundar todos mis sentidos con pura electricidad. Su mano acabó por bajar, y las mías en busca de tocar algo y retomar el control sobre mi propio cuerpo se colaron por debajo de la camiseta de Asher, y él colocó las suyas encima de mis pechos. Su boca se alejó de la mía y comenzó a atacar mi cuello para acabar subiendo y mordiendo con cuidado el lóbulo de mi oreja, conmigo moviéndome para darle total acceso.

Me era imposible pensar con claridad, todo mi cuerpo vibraba y mi cabeza estaba totalmente nublada aunque no me quejaba, no podía hacerlo si se trataba de Asher consumiendo cada parte de mi ser. La respiración se me entrecortaba totalmente mientras Asher, teniéndome arrinconada, decidía colocar sus manos, y dedos, en otros lugares.

Estábamos un poco alejados de la calle principal, no llegaba a ser un callejón, pero era una esquina de una calle menos transitada, aunque aun así nos podía ver cualquier persona, pero parecía no importarle y si a él le daba igual a mí menos. Harta de no sentir sus labios junto a los míos volví a cogerlo para besarlo y acallar los suspiros de ambos, Asher no protestó sino que me dio acceso libre y yo no dude en aprovecharlo. Nunca me cansaría de esto, sería imposible hacerlo y si fuera posible estaría loca si buscaba conseguirlo.

La canción de antes se había dejado de escuchar hacía bastante, y fue el ruido de los televisores de la tienda de electrónica que había a nuestra izquierda lo que nos hizo separarnos, bueno fue Asher quién se separó con gesto de sorpresa absoluta mezclada con algo de horror, aunque aún con el pelo hecho un lío y los labios completamente rojos e hinchados. Había comenzado a sonar un anuncio, que hablaba del nuevo hit de Mgk, el cantante favorito de Asher, pero había algo más, no se hubiera separado si solo hubiera sido un anuncio cualquiera.

Yo me coloqué un poco el vestido y el pelo, volviendo a la realidad y haciéndome con el control de mi cuerpo, el cual al ver la cara de circunstancia de Asher había abandonado cualquier deseo de algo más. Le toqué el hombro con delicadeza y Asher giro la cara inmediatamente para mirarme.

— ¿Qué ocurre Asher? — le pregunté con la voz algo débil aún.

— Esa canción, — dijo con la voz ronca aunque fue solo un leve murmullo, lo cierto es que había comenzado a escucharse la canción que habían anunciado y por primera vez me fije en la letra y el ritmo, quedándome ahora con el mismo gesto de sorpresa que Asher. — es mía, la terminé de componer cuando lo de T. Mierda, — soltó de repente apartándose de mí para ir al escaparate y ver la televisión que estaba poniendo el anuncio. — deje el papel allí, pero estaba claro que era mi última preocupación cuando estaba a punto de morir. — comentó con una risa seca.

Me acerqué a él y me puse detrás, perdiéndome en la letra de la canción e identificando cada uno de los versos con lo que nos había pasado, aunque algunos estaban algo versionados, ya que estaban llenos de sueños, pero se podía distinguir como estos se filtraban entre el relato real de la canción.

Pretty toxic heavy conscience

Weighing on my soul

Six shots in my revolver

When I'm on my own, back against the wall

It got me anxious

Helpless, frigid, cold

Late nights drinking on my own

— Asher. — intenté decir, pero él no me contesto, siguió mirando la televisión.

— Es mi canción, es mi historia, y la tuya también. Ahora todo el mundo la va a conocer sin saber que paso en verdad. — dijo con lágrimas en los ojos.

Pero no pude contestar cuando escuchamos en el mismo anunció que Mgk en una entrevista reconocía que el tema no era suyo, que había incluido un verso, pero que desconocía quien era compositor original, pero que era bueno.

Las lágrimas de Asher crecieron, Mgk era su cantante favorito, estaba cantando su canción y reconocía que era buena, y toda esa emoción se mezclaba con el hecho de que T le había robado algo suyo y con eso su sueño e idea de venderlo y comenzar a trabajar de ello.

— ¿Te acuerdas cuando me comenzó a interesar el rap? — preguntó Asher, dejando de mirar la televisión, ahora apagada, para mirarme a mí.

— A los 17, cuando descubriste a Mgk. — él asintió.

— Ahora él está cantando mi canción, debería estar feliz, pero lo único que puedo sentir es rabia porque me la han robado. Podía haberlo conocido, pero me han quitado también la oportunidad de vivir de mi música y empezar con buen pie.

— La gente va a saber que es tuya.

— ¿Cómo, Hannae?

— En la batalla, mucha gente te grabo, no tardará a darse a conocer tu nombre. No está todo perdido, aún tienes una oportunidad. — le dije abrazándolo, dejando que la rabia que sentía se evaporara al menos un mínimo. Porque daba igual todo, estos eran los momentos importantes en los que debía de estar para él. No entendía su dolor, pero quería que supiera que lo apoyaba y que estaba con él.

El dolor de Asher y mi preocupación por él no duraron mucho, fue imposible que lo hicieran cuando de repente un coche policial y otros varios de alta gama aparecieron en la calle a velocidades exageradas, con las luces y las sirenas sonando, para acabar derrapando y aparcando a unos metros por delante de donde nos encontrábamos nosotros.

Ambos nos giramos, con el corazón desbocado y el miedo por lo que podía pasar invadiendo nuestros sentidos. Las puertas se abrieron, los policías salieron de ellas, para que después se abrieran las del coche negro de alta gama.

Estoy segura de que deje de respirar durante un momento. T había salido el primero del coche, Asher y yo nos miramos presas del pánico, no estaba muerto. Esto no había acabado. No habíamos estado a salvo en ningún momento.

No esperamos a que se acercaran, a que dejaran de salir del coche ni a que nos dijeran nada, Asher y yo comenzamos a correr de la mano como almas que llevaba el diablo.

*** 

Yo ya estoy llorando, el último capítulo narrado por ellos jej, estoy fatal.

Nos vemos en el próximo capítulo, os quiere oldspirit9.

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