Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

12

Para enmendar un error a veces hay que cometer otro.

Busque a Logan en todas partes, primero fui al salón de fiestas, pero algunos de sus amigos me dijeron que él ya no se encontraba allí y me comentaron que se había ido muy cabreado a la enfermería y que no había dejado que nadie le acompañara.

¿Con eso querían decir que la tonta de Hayley ni siquiera lo había defendido? ¿Ella había dejado que se fuera solo después de que le pegaron la golpiza de su vida? Me respondió a mí misma que eso debió suceder porque de otra forma los chicos me habrían mencionado que se fue con alguien.

Salí del salón de fiestas apresurada, avance por los pasillos diciendo su nombre en voz alta con la esperanza de que anduviera en algún lugar cercano. Me desate el cabello sintiéndome frustrada y me pasé las manos sobre el mismo en un intento de disminuir mi estrés. La cabeza ya me estaba doliendo y sentía un dolor punzante en los oídos. Ya veía venir el ataque de pánico acompañado de una angustia incalmable.

Quizá estuve buscándolo como una loca desesperada durante media hora o más, ya no tenía idea de cuánto tiempo llevaba abriendo puerta tras puerta y aula tras aula, obteniendo siempre el mismo resultado, un salón vacío y el sonido hueco de mi respiración agitada confirmando que a cada segundo mi preocupación se volvía más y más intensa y mis latidos más inconstantes.

Le agradecí al cielo inmensamente cuando lo vi al otro lado del pasillo, apoyado en una columna de lockers. Mi alivio fue tan grande que corrí hacia él, rápido como si fuera a desaparecer y cuando llegué a su lado le puse las manos a ambos lados de la cara para comprobar que no me lo estaba imaginando.

—Ashley, ¿Qué carajos ocurre contigo? ¡Suéltame! —me exigió de mala manera, fulminándome con sus pupilas—. ¡Con un demonio, he dicho que me sueltes!

No entendí su actitud agresiva hasta que me fijé detalladamente en su rostro y vi que tenía fracturada la nariz, moretones y heridas en los pómulos y sangre regada por toda la cara.

Me enfureció tanto verlo en ese estado, la ira fluyó a través de mis venas y descargué todo ese coraje contra él.

—¿Estás demente o qué demonios es lo que pretendías hacer? Meterte en una pelea con ese do nadie problemático delante de medio instituto, ¿qué te ganabas con eso Logan? Porque evidentemente la situación se te fue de las manos —lo ataque furiosa, dándole un golpe en el brazo, cabe mencionar que ni siquiera se inmutó y no se movió un solo centímetro.

—No estoy para tus reclamos Ashley, déjalo estar sí —se limpió la sangre que le brotaba del labio con las yemas de los dedos e hizo una mueca de dolor—. Ya he tenido suficiente con ese bastardo de mierda —dijo entre dientes, con la mandíbula tensa y los puños apretados.

—Mira cómo te ha dejado la cara, ¿es que no lo ves? Logan, ese imbécil se ha pasado de la raya, está completamente loco, date cuenta de que esto pudo haber pasado a mayores, así que no me digas esa estupidez de que lo deje estar porque no lo voy a hacer —exclamé a centímetros de su rostro.

Si pensaba que me quedaría callada y de brazos cruzados estaba equivocando.

—Te estoy diciendo que no quiero hablar de eso, ya me vengaré yo por mi cuenta. No necesito que te metas en mi vida —repitió un poco más calmado, pero sin bajar la voz.

—Me meto porque me importa... —cerré la boca antes de que fuera demasiado tarde, aunque seguramente él entendió lo que estuve a punto de decir. Me aclaré la voz y añadí—. ¿Te cuesta tanto creer que me preocupo por ti? ¿Me consideras tan frívola y hueca? ¿Eso es lo que piensas de mí? Te advierto que si es así puedes irte directo a la mierda —tras decirlo di media vuelta dispuesta a marcharme, pero cuando di el segundo paso sentí su mano sujetando mi muñeca.

—Es increíble que acabes de confesar que te importo, no puedo creer que te preocupes tanto por mí, te conozco bien y sé que no eres así. Vaya, estoy impresionado —dijo detrás de mí y me contuve a no darle un puñetazo solamente porque ya tenía demasiados golpes que aún tenía que curar.

Me volví hacia él y me lamí los labios al articular:

—Yo no dije eso, simplemente... me preocupa que Zach pueda hacerte daño, recuerda que ya te lo hizo una vez y tardaste mucho en salir del hospital, ¿por qué vuelves a hacer lo mismo? Ambos sabemos que el tipo es una basura y que la vida le está cobrando cada uno de sus errores, entonces ¿por qué te empeñas en joder a alguien que ya está jodido desde hace tiempo?

—Porque él me arrebató a la persona que me hacía feliz, me la arrebató de las manos y la perdí por su culpa. Yo sé que no puedes entenderlo porque nunca te has enamorado —respondió con la voz rota y los ojos se le pusieron rojos. Se notaba que reprimía sus lágrimas para hacerse el fuerte—, Pero el día que pases por eso te darás cuenta de que por más que lo intentes el recuerdo de esa persona siempre vivirá en ti y que jamás podrás olvidarlo, porque ese es el verdadero amor, el que con el tiempo no pasa y se vuelve eterno.

No me tomé su comentario personal porque él tenía algo de razón; Zach le había quitado a Emma y Emma había muerto amando a Zach, no a Logan, así que esa era una razón más por la que creía que el amor era una estupidez; cuando es correspondido se acaba y cuando no es correspondido nunca muere; seguramente vivir con eso en la consciencia era un verdadero martirio, uno que Logan tuvo que afrontar para no derrumbarse, y al final lo consiguió, pero jamás se olvidó de ella. Ya se los digo yo, enamorarse duele, desmoronarse por alguien duele, aferrarse a alguien duele, te rompe, te daña, acaba contigo hasta dejarte sin nada, eso le sucedió a Zach y el chico acabó con su vida destruida.

—El amor lo perdona todo, pero yo no puedo perdonar su muerte. Ashley, esto duele, es muy difícil lidiar con su perdida cada maldito segundo del día —bajó la cabeza y miró el suelo, allí me di cuenta de que hablar del tema lo tenía mal, tan mal que se estaba dejando caer frente a alguien que no tenía idea de lo que era el amor.

Al no saber qué hacer para reconfortarlo, me acerqué y lo abracé suavemente para no lastimarlo. Él hundió su cabeza en mi cuello y le escuché sollozar y respirar lento. Le froté la espalda con una mano y susurré a su oído:

—No llores, esto pasará pronto.

Logan me rodeó la cintura y se mantuvo cerca de mí.

—Lo peor es que está sucediendo de nuevo —murmuró en voz baja y yo no pude entenderlo.

Odiaba verlo derrotado y caído, normalmente era uno de los chicos más fuertes e intocables, y ahora se veía hecho pedazos, con el corazón roto y el alma ausente.

—Será mejor que vayamos a la enfermería, vamos, te acompañaré —dije para hacerle olvidar su dolor por unos pocos minutos, él asintió y me soltó.

Hizo una mueca de dolor cuando le toque el hombro, yo me disculpe por ser tan torpe, él me dijo que no pasaba nada y se alborotó el cabello antes de avanzar un paso. Noté que caminaba medio agachado y eso me arrancó una sonrisa involuntaria.

—Para ser un vampiro eres demasiado lento y te regeneras muy mal, si querías probarles a todos que eras fuerte te llevaste la peor parte amigo mío —comenté y tal como suponía mi comentario le hizo sonreír.

—Para ser una demente te escuchas demasiado razonable. Dime Harley ¿dónde te has dejado a tu amado Joker? —contraatacó él, mirándome de reojo.

No supe que responder a eso, así que solté una carcajada y dije:

—Lo he dejado tirado para venir contigo —admití con honestidad y pude ver que sus ojos se abrieron como platos.

—¿Hiciste eso? Yo creí que lo estabas pasando de maravilla con ese chico, incluso los vi salir de la fiesta antes de la pelea.

Le empujé suavemente el brazo y le guiñé un ojo.

—Nunca subestimes el honor de una villana.

—No volveré a hacerlo, lo prometo —me prometió mostrándome su mejor sonrisa—. ¿Y a dónde fueron cuando desaparecieron? Dudo mucho que hayan ido a perseguir a Batman.

Me puse más roja que una cereza y Logan se dio cuenta de ello sin que pudiera evitarlo, me miró con picardía y yo me cubrí la cara para ocultar la vergüenza que sentía.

—Tú sigue caminando y olvídate del tema —le advertí con los ojos entrecerrados.

Él se quedó en silencio un par de minutos y para hacerme enfadar agregó:

—Ya, vale, ¿segura que no interrumpí nada?

Lo fulminé y le lancé una mirada asesina.

—Ya me estoy arrepintiendo de esto —exclamé muy seria.

—Todavía puedes hacer conmigo lo que ibas a hacer con él —me sugirió risueño y yo puse los ojos en blanco.

—Vete al infierno —le solté más en broma que para asustarlo.

—Ya estoy en el —respondió sin problema, tomándome el pelo.

Llegamos a la enfermería tras quince minutos de caminata nocturna, en absoluto silencio. Antes de que él abriera la puerta corrediza le deseé suerte, una vez que cruzó la entrada se giró y antes de cerrarla susurró:

—La propuesta sigue en pie para cuando tú quieras.

Ahí sí quise darle un golpe más que curar por pasarse de listo y seguir fastidiando el asunto.

Cuando iba de camino al dormitorio pensé en lo que había sucedido y en lo que pudo pasar si no hubiera ocurrido lo de Logan. Seguramente en estos momentos estaría entre los brazos de Noah, sintiendo sus labios en los míos y su cuerpo junto al mío.

Probablemente, Noah me estaba odiando y no podía culparlo. ¿Qué clase de chica primero se le lanza a un chico y después lo deja tirado para irse con otro?

No sabía cómo fue que pude dejar a ese bombón justo cuando la situación se estaba poniendo interesante, hasta a mí me impresionaba lo que hice.

«Ahhh, tremendo fastidio».

Esperaba que esa decisión no dificultara lo que estaba surgiendo entre él y yo, realmente lo esperaba.

๑❥๑๑❥๑๑❥๑

No vi a Noah ni el domingo ni el lunes, ni el día que siguió de ese, aparentemente la tierra se lo había tragado porque no lo localizaba por ningún lado.

El domingo estuve viendo películas y charlando por chat con Logan, el lunes fui a clases y por la noche fui a la fiesta que se organizó en el dormitorio de los chicos (Logan me invitó por supuesto), lo pasamos bien, pero más que nada yo fui con la esperanza de ver a Noah, quien no se dignó a aparecer por nada del mundo. El martes tuve entrenamiento con las porristas y estuve ocupada todo el día, terminé agitada y al dar la noche no me quedaron fuerzas para pensar en Noah.

Honestamente, si yo fuera él tampoco querría encontrarme con la chica que me dejó a la mitad de un acto íntimo sin darme explicaciones. Bah, seguramente creyó que me fui porque me arrepentí de lo que estaba sucediendo y en cuando intente explicarme me mandará al demonio, pero dudo mucho que vaya a comportarse así. En fin, estaba a punto de descubrirlo.

No fue hasta el miércoles que volví a verlo, así como lo oyen, pasé más de cuatro días sin saber qué era de su vida y allí estaba, sentado en su sitio con la cabeza metida en un libro.

Caminé en su dirección y dejé la mochila en el suelo antes de sentarme en el banco de al lado. Apoyé las manos en la mesa y me mordí la mejilla nerviosa.

¿Qué debía decirle? ¿Cómo debía comportarme después de mis estupideces? No podía decirle hola y fingir que nada había pasado en Halloween, eso era de bárbaros.

Cuando notó mi presencia, mas bien, cuando se dignó a notarla, le vi un poco indeciso, pero tras pensárselo terminó por decir:

—Hola —habló neutral, sin volverse y sin mirarme, con los ojos puestos en su lectura.

Estaba pasando, me había dicho hola y estaba fingiendo que no había pasado nada el fin de semana. Touché.

Me aclaré la garganta y ladeé la cabeza hacia él.

—Ejem... —expresé con intención de atraer su atención, pero lo único que obtuve fue una mirada fugaz de su parte.

Ese día él llevaba puesta una sudadera amarilla y un pantalón de mezclilla. Su cabello rubio se veía igual de rizado que siempre y traía puestos los mismos lentes de siempre.

¿Cómo iba a ser sino? Habíamos regresado al punto de partida y lo peor era que había sido culpa mía.

Muchos decían que la indiferencia duele más que las palabras crueles, al ver la actitud que Noah estaba tomando conmigo me di cuenta de que eso era realmente cierto.

Que ni siquiera se dignara a mirarme era peor que recibir una fuerte bofetada, es decir, nunca ningún chico me había tratado así por dejarlo plantado.

Le debía una buena explicación y se la daría, maso menos, a mi manera.

No pude soportarlo más, de un salto me levanté de mi asiento y me planté delante de él, al ver que sus ojos verdes seguían fijos en el estúpido libro se lo quité de las manos y lo dejé sobre la mesa, después le puse las manos sobre sus anchos hombros, Noah se estremeció cuando lo toqué, pero no se apartó ni rechazó mi contacto.

—Lo acepto, me comporté como una tonta el sábado y estoy muy apenada contigo, de verdad no era mi intención hacerte creer que no quería...

Si alguien sabía por qué estaba diciendo una tontería tras otra que me lo hiciera saber ya porque ni yo misma me entendía.

—¿Estás apenada por haberte arrepentido de enrollarte conmigo? Puedo con eso Ashley, no necesito que me lo restriegues en la cara ¿ok? Solo déjalo así —musitó, restándole importancia a lo sucedido y eso fue un golpe realmente bajo para mi ego.

¿Cómo que lo dejara así? ¿Qué quería decir con eso? Mierda, necesitaba una guía para poder leer a este chico y saber lo que estaba pasando por su mente porque ante mis ojos se veía impasible.

Aparté mis manos de sus hombros y las moví de un lado a otro al comenzar a explicarme.

—No, no lo entiendes, tuve que ir a buscar a una amiga y por eso...

—Ashley, tengo cosas más importantes de las que ocuparme —alzó la voz para dejarme claro que no estaba de humor para escuchar mis excusas.

—¿Y qué significa eso? —cuestioné dudosa y él se limitó a alzar los hombros.

—Que mi vida no se resume solamente a ti, desafortunadamente —dijo la última palabra con desánimo.

En otra persona me habría tomado eso como un: «El caso es que me importas una mierda», pero con su voz esas palabras se escucharon mucho más devastadoras.

—¿Entonces no quieres arreglarlo? ¿No quieres que salgamos más? —exclamé en un susurro para que nadie pudiera oírme además de él.

Mi comentario le hizo arquear una ceja y levantar la mirada.

—Tampoco exageres, te confieso que me sentí muy confundido cuando te fuiste de la nada, pero eso no significa que ya quiera nada contigo, de ser así estaría completamente loco, ¿cómo crees que te dejaría escapar si eres lo más lindo que puedo ver en el día? —expresó con la más absoluta de las certezas, impresionándome una vez más.

Sus ojos verdosos se clavaron en los míos mientras se inclinaba sobre la mesa. Un escalofrío me recorrió la espalda y me quedé atenta esperando sus próximas palabras.

Despacio y en voz baja añadió:

—Ash, yo lo quiero todo contigo, absolutamente todo.

Al ver que no le respondía entornó los ojos y se mordió el labio mientras se acomodaba los lentes.

Me gustaba escuchar todo lo que tenía para decirme, pero a veces se escuchaba tan encantador y sincero que comenzaba a darme miedo que no lo dijera solamente para conquistarme, sino para enamorarme.

Le sonreí y volví a sentarme en mi sitio. Me pasé la mano por el cabello y él hizo lo mismo con el suyo para peinarlo hacia atrás.

—Te tomas muy en serio eso de ser mi alma gemela —comenté para no tener que responder nada al respecto de que quería todo conmigo, según él.

—No es que me lo tome en serio, es que soy así cuando alguien me interesa de verdad —expresó él y me sentí mareada.

Si no paraba de decir cosas lindas terminaría vomitando un arcoíris.

Repentinamente, Noah acercó su cara a la mía y sin ningún problema me besó suavemente en los labios. Todos lo vieron, el salón entero presenció la escena, incluso los alumnos que se encontraban pasando por el campus al otro lado de la ventana pudieron vernos.

Grité entusiasmada para mis adentros. Ese beso significaba que no estaba enfadado ni disgustado conmigo, todo entre nosotros seguía normal y seguiríamos avanzando, lo que me alivió de cierto modo, porque de ese modo podría hablarle de lo que había estado pensando en estos últimos días.

Miré el reloj y me di cuenta de que en pocos minutos la maestra entraría al salón y perdería la oportunidad de decírselo, así que tomé valor y se lo propuse.

Agarré el lapicero de Noah y coloqué la punta del mismo entre mis dientes, él pasó a mirarme fijamente, y a pesar del reflejo trasparente de sus lentes distinguí un brillo en sus ojos.

—Noah, el viernes va a haber un evento académico en el instituto y se pospondrán las clases, si quieres puedes venir conmigo a mi casa a pasar un buen rato.

Ahí estaba, lo había dicho y seguía siendo la misma Ashley confiada de siempre.

En vez de responderme que si o que no, él dijo:

—¿No preferirías emplear la palabra "disfrutar" quizá?

Disimulé una sonrisa e intenté darle un codazo en las costillas por el doble sentido que le tomó a mi proposición, pero me paró sujetándome la mano.

—Me refería a nadar en la piscina y mirar juntos el atardecer desde el balcón —agregué más específica y él se rio de mí sin disimulo alguno, y vaya que me encantaba escuchar su risa y ver esos hoyuelos preciosos en sus mejillas.

Sin soltarme la mano y con la mirada fija en la unión de sus dedos y los míos asintió y me dirigió una cálida sonrisa.

—Eso mismo fue lo que pensé, me estás invitando a disfrutar de una tarde contigo, no sé qué fue lo que creíste que entendí —se defendió, simulando inocencia, pero ambos sabíamos perfectamente lo que quiso decir con ese comentario.

—Ya, claro. ¿Vendrás o no? —repetí mi pregunta esperanzada, dejando su lapicero en su lado de la mesa, él lo tomó y me escribió su respuesta en la palma de la mano.

—Ya te he dicho que no sé cómo decirte que no, así que la respuesta es sí.

Me le quedé mirando y cerré la mano, como si al hacerlo estuviera capturando la intensidad de ese momento. No podía calcular en cifras lo especial que me sentía en su compañía.

—Buen día, chicos —nos saludó mientras depositaba su bolso y su carpeta sobre el escritorio—. Espero que ya hayan avanzado con el trabajo que les dejé la semana anterior —comentó la maestra de Biología atrayendo nuestra atención y la del resto de los compañeros, algunos respondieron y otros se limitaron a asentir, incluidos Noah y yo.

Volteé a ver a mi compañero de asiento, lo miré con complicidad y él me miró sonriente. Los dos estábamos pensando en aquella tarde que realizamos el proyecto, precisamente en el momento que nuestras bocas se juntaron por primera vez.

Desvié la mirada y fingí prestar atención a la profesora, Noah también intentó hacerlo, pero sorprendentemente en vez de anotar el título del tema que veríamos en clase, en su libreta escribió su nombre y el mío en cursiva y bajo el mismo escribió una fórmula con números y letras que no pude comprender. Enarqué una ceja y él negó con la cabeza mientras sonreía.

Tras algunos minutos, su boca se acercó a mi oído y en cada ocasión que la profesora se giraba y escribía algo en el pizarrón él me susurraba continuamente:

—Quería recordarte que aún no hemos escrito la conclusión del trabajo, ¿cómo crees que deba terminar?

La respuesta era fácil, con nosotros en la piscina, besándonos a la luz de atardecer, solos, atrapados por la seducción y la intriga del: ¿qué sucederá después?

Pronto lo averiguaríamos, o quizá no, uno nunca sabe.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro