Él prestaba su atención,
su rostro se iluminaba
mientras ella le contaba
esa historia de pasión

Enseñándole el anillo
dijo con mucha emoción
-Me hiciste proposición
en este rincón sin brillo.
Pusimos cada ladrillo
sobre ese mismo lugar
porque llegamos a amar
esa preciosa esquina.
Al principio estaba en ruinas
pero poco a poco hicimos
esta casa que hoy vivimos
aunque fue paso por paso.
No importaban los fracasos,
al final lo conseguimos.

Ahora dijo en broma
-Que bello fue ese noviazgo
no perdiste el entusiasmo
aunque vivía en la loma.
Cuando amor se nos asoma
no hay distancia ni frontera,
no derrite como cera
sino es fuerte como el oro.
Ese amor fue un tesoro
que doy gracias cada instante.
Cuando te tengo delante
de ti vuelvo y me enamoro.

Otra imagen que sacaba
puso risa en el ambiente,
una foto en una fuente
de cuando él la visitaba.
Ella ahí se recordaba
cuánto se divertían,
también cuando se mecían
en un columpio cercano.
Ella le tomo la mano
Y con placer le decía:

-Tú eras este joven fuerte
yo solo una dama sencilla,
era frágil como arcilla,
encontrarte fue mi suerte.
Siempre moría por verte,
cada mes es que venías.
Me juraste que querías
estar conmigo hasta la muerte-

-Nos conocimos de prisa,
tú pasaste y sonreíste,
pero al momento sentiste
que no pintaba una sonrisa
Sacaste de tu camisa
Un clavel muy bello y fino.

Me dijiste ''Este camino
a veces nos da dolor.
Pero aún existe el amor,
el amor que es verdadero.
¡Búscalo!, no es el primero,
ni el que se veía real.
Es el que es como la sal
que se siente su presencia,
que estremece tu existencia
y para siempre es leal''