
레스플란도르
El destino es algo que la gente usa para dar un motivo o un pretexto ridículo a las cosas, esa palabra suena y llega a ser absurda.
¿Porque le llaman destino? No es como si un ser todo poderoso nos estuviera viendo y manipulando cada cosa que hacemos.
Ese término simplemente no va, no tiene sentido alguno, simplemente es algo estúpido y ridículo.
Abrí mis ojos y me sente lentamente en mi cama, mire a mi alrededor y me puse de pie, comencé a caminar hacía la ducha para despejar mi mente y así comenzar mi día.
Mi nombre es Jung Hoseok y yo soy la persona que no cree en el destino.
-¡Fijate por donde vas idiota!
Era la segunda vez que me gritaban eso, pero no podía llegar tarde al trabajo, volví a cruzar la calle esta vez mirando a ambos lados, me quedaban solo cinco minutos para entrar o si no me quedaría sin empleo.
Corrí hasta mas no poder y sonreí al escuchar como se abría la puerta y sonaba la campana de esta, había llegado justo a tiempo.
- Hoseok tienes una hora de retraso.
-¡¿Que?! Pero si apenas va a comenzar mi turno.
- No, ayer te dije que te tocaba abrir la cafetería y llegaste tarde por lo que yo tuve que abrir.
A veces odiaba a mi jefa, Suran, una mujer realmente hermosa pero con un mal carácter, de ser heterosexual la invitaría a salir pero no lo soy.
- Porfavor solo dejame trabajar, mañana yo abrire lo prometo.
- Tienes suerte que venga de buenas.
¿Lo esta? Esta mujer es más dura que una piedra.
Entre y deje mis cosas en mi lugar, me coloque mi mandil y lave mis manos, me acerque a las mesas que tenían gente y comencé a atenderlas siempre mostrando una sonrisa.
Al terminar mis estudios no había encontrado una carrera que me llamara la atención o que quisiera ejercer por lo que me la pasaba teniendo trabajos de medio tiempo.
Así era hasta que decidí trabajar aquí, el aroma a café me había capturado y ahora me dedicaba a prepararlos siempre con una sonrisa.
Termine de limpiar una de las mesas cuando escuche como la puerta se abría dejando escuchar el sonido de la pequeña campana.
Me di la vuelta y puse la mejor sonrisa que pude para poder atender a la persona que entró.
- Bienvenido al café "Aeternum" en que puedo-
Mi sonrisa se borró y mi voz se corto, por esa puerta había entrado aquel chico, su cabello era negro como la noche, sus labios delgados, manos hermosas, clavículas perfectas y una mirada que mataría a cualquier chica o chico.
Me miro y se quedó así un rato, nadie hablaba solo nos mirábamos, así era hasta que llegó.
- Si no lo vas a atender entonces vete a ver que haces.
-¿Ah? A sí. Bienvenido al café Aeternum.
- Gracias
Sentí mis piernas débiles y que caería en cualquier momento, no había escuchado una voz tan ronca, era suave y gruesa, era hermosa.
Le indique que me siguiera, se sentó en una mesa y me miro, sabía lo que tenía que hacer pero no podía formular ni una sola palabra ni moverme un milímetro.
Tenía que controlarme o de lo contrario tendría que buscar un nuevo empleo así que aclare mi garganta y comencé con mi trabajo.
-¿Que desea tomar?
- Un café.
¿Acaso me vió cara de payaso? Si pedía un café era obvio que sería café pues es una cafetería. Trate de seguir sonriendo y continúe.
- ¿Solo eso o algo más?
- Quiero un café americano con poca azúcar para llevar porfavor.
Al menos era amable y sabía que tipo de café quería. Asenti y me di la vuelta para hacer su orden.
Era guapo si, educado sí, payaso tal vez, seguramente solo era yo y mi parte amarga.
Me quedé mirando como se llenaba el vaso poco a poco y dejaba que me relajara el aroma de los granos de café, una sensación unica e inigualable.
Aleje el vaso para agregarle poca azúcar y después taparlo, tome una servilleta y la coloque en el vaso.
¿Se verá mal si anotó mi número en ella? ¡Por supuesto que si! No podía hacer tal cosa porque lo haría sentir incómodo y seguramente me reportaría.
Solté un suspiro y simplemente me dedique a llevarlo, ví que estaba en su teléfono sin prestarme atención y solo deje el vaso frente a él con suma delicadeza.
- Aquí tiene.
Le dije mientras seguía con mi estúpida sonrisa, me dolian los pómulos de tanto forzarlos, ¿en que momento piensa hacerme caso?
Dejó su teléfono de lado y saco unos billetes, uno, dos, cinco billetes, un café no cuesta tanto para que exagerar.
Me tendió el dinero y solo tome uno, su rostro se torno serio sin ninguna expresión, pero que había hecho, ¿no hice nada mal verdad?
- ¿Aceptaras el dinero o no?
- Ya lo hice, eso es su cambio.
- Deja de jugar y tómalo.
- Su pedido solo costo veinte wones, usted me estaba dando cien wones.
Escuche como se quejó y bufo por lo bajo, pero que quería, si los aceptaba me diría que le robe.
Se puso de pie mientras guardaba su dinero junto con su celular, tomó su vaso de café y me miro nuevamente.
¿Tendre algo en la cara o porque me mira tanto?
-¿Se le ofrece algo más?
Le dije esperando su respuesta, dejó el vaso de café en la mesa con un poco de fuerza mientras bufaba y se giraba hacía mí, ¿Que quiere? Seguramente me equivoque en su pedido o algo.
- Seré directo....... Hoseok.
Dijo viendo mi pequeño gafete, me sentía nervioso y atrapado en su mirada, parecía que estaba viendo a un bicho raro, ¿No soy raro o si?
- ¿Podrias darme tu número de teléfono?
¿Que?
A este tipo si que le gustaba ir rápido, demasiado rápido a mi parecer, no me molestaba en absoluto, solo me extrañaba, parecía alguien tranquilo.
-¿Disculpa?
- Eres un chico lindo y no quiero desaprovechar esta oportunidad.
Dijo tomando mi mano, se sentía extraño, mi última pareja fue hace dos años y no era para nada lindo.
Aparte mi mano de su toque y le sonreí mientras pasaba un mechón de mi cabello tras mi oreja.
- Lo siento, no puedo.
- Eres difícil.
Normalmente se lo hubiera dado sin dudarlo pero quería divertirme un rato, y así también vería cuales eran sus intenciones.
- Esta bien, esperare hasta que me des tu número..... Hoseok.
Espere a que se fuera y cuando cerro la puerta corrí hasta en donde estaba suran, podía ser un poco fría pero cuando se trataba de chicos era muy divertida.
-¡Suran!
- No me grites ya te escuche.
Dijo tapándose los oídos, apuesto a que ella también gritaria si le pasará lo que a mi.
- ¿Que pasa? ¿Porque esa enorme sonrisa?
- Recuerdas al chico de hace un rato.
- Si, el de ojos preciosos, que pasa con el.
- Me pidió mi número de teléfono.
Le dije para después sentir como tomaba mis manos y comenzaba a saltar de emoción.
Ella había sido testigo de como era mi anterior pareja, me había dado consejos y cuando se dió cuenta del tipo que era ella me alentó a dejarlo.
Y ahora ambos estamos felices por un chico que no sabe si lo volveré a ver o que intenciones tenga.
- ¡Esto es genial Hobi!
-¿Hobi?
Ambos borramos nuestras sonrisas mientras veíamos como sonreía, sentí como suran dejaba de tomarme de las manos y se alejaba lentamente, dejandome morir solo.
¡¿Porque el?!
De todos los escenarios en los que pudo verme me vió gritando como nena solo porque me pidió mi número de teléfono, sentía mi rostro rojo y no pude hacer más que agachar la mirada.
- Olvide darte esto.
Dijo tomando mi mano para después dejar algo en ella, abrí la palma de mi mano y ví un billete y unas monedas.
-¿Dinero? N-no entiendo.
- Es tu propina mi querido Hobi.
Sentía mi rostro arder por escuchar como me había llamado, solo suran y mi madre me llamaban así y que el lo hiciera era extraño.
Camino hacia la entrada y después se fue nuevamente, me quedé ahí mirando mi mano y lo que tenía.
Su tacto había sido cálido y suave, aún podía sentir su mano tomando la mía. Era una nueva sensación.
- Hobi ¿Estas bien? Estas muy rojo.
- A-ah......... e-el to-tomo mi mano.
Le dije en un susurro que escucho, sentí como me abrazaba y se reía mientras yo solo estaba reviviendo el mismo momento en mi cabeza.
- Sabes, de ahora en adelante yo abrire la cafetería.
-¿Que? Suran no, yo-
- Hoseok hace dos años que no te veía así.
-¿Asi como?
- Sonriendo, avergonzado, jugando con tus dedos y con ese hermoso sonrojo.
- N-no se de que hablas.
- A partir de mañana quiero que comiences a mostrar quien eras, ya sabes el chico lindo y dulce pero sexy a la vez.
-¿Ah? Te refieres a....
- Si, atrapalo con tus encantos porque te aseguró que él es diferente.
-¿Y si no puedo?
- Si ese chico se fijó en tí es porque sabe lo que vio, así que comienza la misión hope.
La semana ya había iniciado y como me había dicho suran comencé a buscar la mejor ropa que tuviera.
Tome una camisa blanca con un pantalón negro de vestir, mire el conjunto y lo lancé para seguir buscando. De esa forma parecía mesero así que buscaría algo más.
Algo que no fuera tan elegante ni muy fachoso, algo cómodo y lindo.
Tome un pantalón de mezclilla azul cielo y una playera blanca de manga larga, peine mi cabello un poco dejando mi frente descubierta, agregue un poco de crema para el cabello.
Hidrate mi piel y aplique un poco de perfume, busque en mi cajón y encontré mi brillo aplique un poco sobre mis labios y por último me coloque unos lentes de accesorio.
No me veía nada mal.
Mire mi reflejo y me sonreí, hacia tanto que no me vestía así que me sentía un poco felíz.
Tome mis cosas para salir e ir al trabajo, me sentía cómodo con mi imagen, estaba seguro que así me había visto hace unos años atrás.
Cruce la calle y comencé a caminar, tenía un poco de tiempo así que lo hacía con calma para evitar que me arrolllara un auto como casí pasaba ayer.
Sentía muchas miradas sobre mí tanto de hombres como de mujeres, eso me hacía sentir incómodo.
Llegue a la cafetería y me de tuve en la puerta para buscar mi gafete, sentía unas miradas sobre mí pero no exactamente en mí, si no mis pequeños atributos.
- Cariño que bueno que haz llegado.
Escuche como me decía con una voz suave y gruesa, lo mire y no había notado en que momento había estado frente a mí.
Me tomó de la mano y me acercó a él recargando su cabeza en mi cuello como si me estuviera abrazando, quise alejarlo pero el me presionó más contra él.
- No te preocupes ya se han ido.
-¿Que?
Dije girando la mirada, ya no estaban, ya no sentía esas miradas incómodas, ¿sera que él se abra dado cuenta y me habrá ayudado a su manera?
- Anda entra porque no quiero que nadie más me atienda si no eres tú.
-¿Que tratas de hacer?
Le dije, quería saber sus intenciones conmigo, no quería ilusionarme y terminar herido otra vez.
No me respondió y solo me hizo entrar, camine rápidamente hasta mi lugar para dejar mis cosas y comenzar a trabajar.
- Wow Hobi, te vez bien.
- Gracias Suran.
- Me diras porque llegaste con él o me imagino cosas.
- No llegamos juntos, unos tipos me estaban molestando y el mágicamente apareció.
- Aww, lo vez, él si es un gran partido.
- No lo se, no me siento seguro.
- Hobi no creo que sea de los hombres que solo buscan llevarte a la cama
- Solo no quiero ilusionarme, eso es todo.
Le dije soltando un suspiro, no sabía que esperar, mi última experiencia en una relación no había sido de lo mejor y esa inseguridad seguía en mí.
Limpie mis manos y me acerque hasta él para atenderlo, me miro y sonrió dejando de lado su teléfono y acomodandose en su lugar.
- ¿Que va a querer?
- Un café americano con azúcar.
-¿Poca azúcar?
- No, esta vez lo quiero dulce, quiero que sea dulce como lo eres tú.
Mi corazón se achicó al escuchar su halago, sentía como mi rostro se calentaba por lo que aclare mi garganta y seguí anotando su pedido.
-¿Algo más?
- Tu número de teléfono bonito.
- Solo un café.
Le dije sonriendo y retirandome hacia las cafeteras.
Tal parece que hará cualquier cosa para tener mi número, pero yo no era tan fácil, no señor, Jung Hoseok no caería tan fácil.
Tome dos sobres de azúcar y los verti en el café, sonreí al recordar su halago y tome otros tres sobres.
Quería que fuera dulce, y yo era Muy dulce. Lo revolvi y coloque una servilleta en el vaso, deje la cuchara en la barra y camine hasta él.
- Aquí tiene su café.
Le dije mientras lo ponía delante de él, me sonrió y yo le correspondi pero solo estaba esperando ver su cara con la reacción del café dulce.
Bebió un poco e hizo una pequeña mueca, saco un billete y me lo dió, lo recibí pero en este venía un pequeño papel doblado.
Lo mire extrañado y desblobe el pequeño pedazo de papel, sonreí al ver lo que decía y tome mi pluma de mi bolsillo para responderle.
¿Me darás tu número de teléfono?
No :)
Lo volví a doblar y se lo di, ví como miraba el papel y sonreía para después volverlo a guardar y tomar de su café.
-¿Que tengo que hacer para que me des tu número?
- Simplemente no quiero dartelo.
-¿Entonces aceptas una salida conmigo?
Dale tu número!
Definitivamente prefería darle mi número a que me invitará a una cita, no podía y además no quería, era mi tipo pero todo iba demasiado rápido.
-¿U-una cita?
- Una cita, una reunión, una salida, tómalo como quieras. ¿Aceptas?
- No gracias.
- Oh vamos Hobi, acepta.
- No puedo.
- Esta bien, entonces vendre ahora todos los días hasta que me des tu número.
Me di la vuelta para seguir con mi trabajo, el que me dijera eso me hizo remover algo dentro de mi corazón, tal vez solo es la pequeña esperanza que tengo sobre él.
- Espera.
Me dijo tomando mi mano para después juntarme a su cuerpo, sin duda ahora parecía un tomate, sentía su respiración cerca de mí e intente alejarme.
Su mano se acercó a mi rostro y tomó uno de mis mechones para apartarlo de mi cara para después quitarme los lentes al tiempo que sonreía.
- Te ves perfecto así.
-¿Que?
- La forma en la que decidiste vestirte, hace que te veas hermoso.
- Porfavor no digas eso.
- Es enserio, si sigues vistiendote así tendré que matar a todo aquel que te dirija la mirada.
Me dijo mientras dejaba un pequeño beso que más bien había sido un roce en mi mejilla, me aleje de él y prácticamente corrí hasta en donde estaba suran.
Me detuve antes de llegar y posee mi mano en mi pecho, sentía como si se saliera mi corazón, mire hacia la entrada y ya se había ido, seguí caminando hasta suran que me veía con una sonrisa.
- Suran-
- No me digas nada, lo he visto todo.
- No lo malint-
- Hobi él de verdad se interesó en tí, deberías ceder un poco.
- Ya te lo dije no me siento seguro.
- Lo se, pero él se ha dado cuenta del pequeño cambio que hiciste y esa sonrisa que tuvo todo el tiempo me dice que el no te ve como algo de una sola noche.
-¿Estuvo sonriendo?
- Claro que sí, te sugiero que cedas un poco la próxima vez.
- No habrá otra vez.
De eso estoy seguro.
A partir de ese día él comenzó a ir cada que podía, de alguna forma me hacía sentir especial pero luego volvía a sentirme inseguro.
Cada vez que iba me pedía mi número pero definitivamente no se lo daría, no aún.
-¿Me darás tu número esta vez?
-¿Si lo hago dejaras de venir?
- No.
- Haz probado casí todo el menú y-
- Es que todo sabe de maravilla si lo preparas tú.
Sus halagos siempre me sacaban una sonrisa, no podia evitarlo, mi corazón se sentía felíz tan solo verlo entrar por esa puerta.
Solté un suspiro mientras tomaba mi pluma, tome mi pequeña libreta y anota mi número, me había dicho que no se lo daría tan fácil pero ya era tarde.
- Esta bien, aquí esta.
-¿De verdad?
- Haz venido por un mes entero, supongo que debia-
- Taehyung.
-¿Que?
- Mi nombre es Taehyung, no te lo había dicho.
- Taehyung, que nombre tan raro.
Le dije mientras le daba el papel donde se iba mi orgullo, había estado tan distraído preguntanme si vendría al día siguiente que no me había detenido a pensar cual era su nombre.
Bueno, ahora el chico que ocupaba mis pensamientos tenía nombre.
- Ahora que tengo tu número puedo-
-¿Morir en paz?
- Moriré en paz cuando consiga tener una cita contigo.
¿En verdad estará interesado en mi? Tenía miles de preguntas y miles de dudas sobre eso, no sabía si sus sentimientos eran reales para aceptarlos o solamente queria jugar conmigo para después botarme como si nada.
-¿Que es lo que quieres de mi?
- Que sientas lo mismo que yo. Adiós Hobi.
Dijo tomando mi mano para dejar un beso en esta, comenzó a caminar hacia la puerta bebiendo de su capuchino.
Que sientas lo mismo que yo.
Salió por la puerta dejando escuchar esta cerrarse y el tintineo de la campana.
Por mi mente cruzó una idea, idea que se me hizo esrupida pero ahora estaba caminando rápido hacia la puerta para abrirla.
Mire a ambos lados y lo ví a punto de cruzar la calle, si corría no podría alcanzarlo así que con todas mis fuerzas alce la voz.
-¡Espera!
Le grite haciendo que volteara, corrí hasta él y tome su mano, trate de normalizar mi respiración y cuando lo hice alce la mirada y note su sonrisa.
-¿Que pasa?
- Salgamos esta noche.
Sentía mis nervios al mil pero había tomado una decisión y esa era intentarlo de nuevo, aún si salía lastimado lo haría.
Porque en su mirada no encontraba maldad o un sentimiento negativo, su mirada siempre me hacia sentir seguro y sentir una paz que no podía describir. Era una mirada pura, una mirada que no contenía lujuria o deseo.
-¿Estas seguro?
- Sí, ¿Tu no?
- Claro que sí.
Me dijo al tiempo en que me abrazaba, sentía su pecho vibrar y una sensación de calidez me envolvió. Se sentía demasiado extraño todo esto pero me hacia sentir cómodo.
-¿Esto es un sueño?
Me dijo, pero no sabía a que se refería con eso, seguramente no era nada y solo estoy pensando demasiado.
- No lo es.
Le dije mientras correspondía su abrazo, sentía como si algo me hiciera querer abrazarlo y al hacerlo no quería soltarlo porque me daba la sensación de que si hacía eso no volvería a verlo jamás.
- Entonces donde paso a recogerte.
- Podemos vernos aquí.
Le dije mientras poco a poco nos separabamos, su mirada dió con la mía y parecía como si me hubiera hipnotizado porque no podía dejar de verlo.
Sentí su mano acariciando mi mejilla para después acercarse y dejarme un pequeño roce en esta.
- Nos vemos a las ocho Hobi.
- Aquí te esperare Tae.
Le dije en un susurro mientras se alejaba, comencé a caminar de espaldas de vuelta a la cafetería mientras veía como se subía a un auto y se alejaba completamente.
Sonreí como bobo y en el momento en que iba a entrar la puerta se abrió y me dejó ver el rostro de suran, se veía rara, tenía una sonrisa que me daba miedo.
-¿Aceptaste?
- Lo hice.
Pego un pequeño grito y me hizo entrar para después abrazarme y no dejar de decir lo felíz que estaba, igual que yo.
-¿Cuando es la cita?
- Es hoy...... por Dios no puedo creerlo.
Le dije mientras ocultaba mi rostro entre mis manos, me sentía demasiado nervioso, ya había aceptado y ahora tenía que cumplir.
-¿Ya sabes que ponerte?
- No..... tendré que buscar en todo mi clóset-
- Nada de eso.
-¿Ah?
- Vamos a ir de compras.
- No no no, Suran no podemos irnos, tenemos que atender y.......
La dije mientras veía alrededor y ya no había ni una sola alma, parecía como si hubiera estado preparado que no hubiera gente para salir con él.
- Esta bien vamos.
Escuche como solto un pequeño grito y corrimos hasta los lockers para tomar nuestras cosas, tomó las llaves y salimos dejando todo cerrado.
- No quiero.
- Oh vamos Hobi, seguro se te verá bien.
- Esta muy apretado.
- Solo sal.
- Pero-
- Jung Hoseok sal ahora mismo o entro por tí.
- Esta bien esta bien.
Le dije mientras abría la cortina del probador y me asomaba, salí por completo y ví como abría su boca en demasía.
Tenía puesto un pantalón de cuero negro que se ajustaba a mis largas piernas y remarcaba mi cintura. Tenía una camisa semi transparente color negra y un collar de seda alrededor de mi cuello, tenía unos botines negros que me agregaban un poco de altura y unas pulseras plateadas.
- Wow y-yo........ Hobi te vez precioso.
-¿De verdad?
Le dije mientras ella se ponía de pie y me tomaba de la mano para acercarme a un espejo.
-¿Ese soy yo?
Dije mientras veía mi reflejo, era yo. Sonreí mientras me miraba por completo y sentía algunas miradas sobre mí.
Me di la vuelta para mirar a suran y ella solo sonreía mientras tomaba mis manos.
- Si fueras hetero te rondaría.
- Oye no digas eso.
Le dije mientras ambos reíamos, se separó de mí y fue a ver más ropa, seguí mirándome en el espejo sin poder creer que aquel reflejó me pertenecía a mí.
¿De verdad crees que te ves bien así? Esas ropas no te quedan, no tienes nada para lucir...
Esa voz que me atormentaba había vuelto haciendo que me mirara de nuevo, mí mirada había cambiado y eso ella lo había notado.
- Hey hey, no pienses en eso.
-¿Que quieres decir?
- Hoseok conozco esa mirada y se lo que pensaste. Hoseok te vez hermoso, no pienses en el pasado, anda Muestrame como te queda con esto.
Me dijo mientras me daba una chamarra de cuero y me hacía ponermela.
No me veía nada mal.
Suran tenía razón, no tenía porque recordar eso y menos cuando ya casi llegaba la hora.
- Me siento nervioso.
- Calma, solo falta una hora.
- No me lo recuerdes, además siento un poco de frío.
- Piensa en algo que te haga olvidar el frío.
-¿Como que?
- No lo se, tal vez en lo que pase después de la cita.
Sentí mi rostro caliente haciendo que dejara de sentir frío, era una mal pensada. No me acostaria con nadie en la primera cita.
- N-no va a pasar eso.
-¿Porque no? ¿Tienes miedo?
-¿Miedo? ¿Porque lo tendría?
- De despertar y no poder caminar no lo se solo digo.
- Deja de decir esas cosas, nada de eso va a pasar.
- Aja, ¿A que hora quedaron?
- A las ocho.
- Falta menos de media hora, vamos.
Salimos de la tienda entre risas y bromas, ella se había comprado cientos de vestidos mientras yo solo había comprado lo que tenía puesto y un perfume nuevo.
Al llegar a una calle antes de la cafetería nos separamos, ella se iba directo a su casa mientras que yo iba al lugar acordado.
- Me llamas por si vas a trabajar mañana.
- Claro que iré a trabajar.
- Solo decía.
Dijo mientras se alejaba agitando su mano, me despedí de igual forma y segui mi camino.
¿Estaba nervioso? Sí, sentía que era un manojo de nervios, hacia mucho que no salía con alguién y pensar que habías aceptado una salida con él me hacía sentir demasiado nervioso.
- Ya casi es hora.
Susurre mientras veía mi celular, faltaban cinco minutos, sentí que hacía un poco más de frío por lo que me abrace, solo traía puesto una chamarra pero no me daba el calor suficiente.
Cerré los ojos tratando de pensar en otra cosa que no fuera el frío, estaba concentrado en mi mente.
De pronto sentí como algo cálido se colocaba en mis hombros dándome su calor, un aroma peculiar llegaba a mis fosas nasales por lo que levante la mirada.
- Hola.
Me dijo mientras sonreía y seguía sujetándo el abrigo, había llegado sin darme cuenta. Le sonreí y tome su abrigo para después acomodarlo. Se sentía demasiado bien.
- Hola.
Le dije mientras sentía como tomaba mis manos y las acercaba a su boca para soltar un poco de su aliento cálido haciendo que mis manos dejaran de temblar y que mis mejillas estuvieran rojas.
- Lamento llegar un poco tarde, ven.
Me dijo mientras soltaba mis manos y me acomodaba su abrigo nuevamente, ví un hermoso auto negro, seguramente era último modelo.
- Ven sube.
Dijo mientras abría la puerta de copiloto, me adentre al auto y sonreí como bobo al sentir en el interior toda su fragancia en el aire.
Me sentía cómodo y de alguna forma me sentía protegido y querido.
Escuche como cerraba la puerta del piloto y como me sonreía mientras se acomodaba en su lugar.
- Tienes un bonito auto.
- Gracias, lo compre apenas y la verdad no e subido a nadie más aquí.
- Ah...
Decidí no decir nada más, parecía como si todo esto fuera algo irreal, como si estuviera en un mundo paralelo donde todo es perfecto y nada malo pasa.
-¿Quieres escuchar un poco de música?
Me dijo mientras sonreía y seguía conduciendo, parecía bobo mirandolo porque en verdad era lindo, aparte la mirada sintiendo mis mejillas arder.
- N-no gracias
- Anda, no seas tímido.
- Es que no podría, no se si te guste.
- Estoy abierto a nuevos géneros de música.
- De acuerdo.
Susurre mientras tomaba su móvil y buscaba una canción, me sentía nervioso, demasiado nervioso.
No sabía como actuar o que hacer, no sabía mucho sobre este tipo de cosas.
- Coldplay, tienes buenos gustos.
Dijo mientras subía el volumen y se escuchaba más fuerte Yellow, era la primera canción que se me había venido a la mente, que podía hacer.
Sentí como si la música me hubiera envuelto y pude relajarme un poco, mire por la ventana como las luces de la ciudad iluminaban todo a su paso, en eso alce la mirada y note la enorme Luna.
Era Luna llena, se veía realmente hermosa, un montón de estrellas comenzaron a aparecer y una pregunta invadió mi mente.
- ¿Porque algunas de estrellas no brillan como las otras?
Susurre para mi mientras me recargaba en el cristal del vidrio del auto, suspiro y escuche como se aclaraba la garganta y le bajaba un poco el volumen a la música.
- Mi madre me decía que las personas son estrellas, las que brillan es porque son felices, y las que no, es porque aún no aparece la persona que la hará brillar como las que están en el enorme cielo azul. Es como si cada persona tuviera dentro una pequeña estrella que va creciendo con el tiempo y cuando llega el momento, la persona indica, esta resplandecera como un bello cristal.
Una sensación demasiado calida me invadió, era un pensamiento hermoso, una ideología única pues jamás lo había visto desde ese punto de vista.
Me sonrió y volvió a subirle a la música, sin duda mi corazón estaba cómodo, como si estuviera listo, listo para comenzar de nuevo y seguir sin arrepentimiento alguno.
- Ya llegamos.
Dijo mientras yo mirada hacia adelante, jamás hubiera pensado que sería un lugar así, alguien más hubiera pedido una cita en un lugar costoso o en un lugar a las afueras de la ciudad.
Pero esto era totalmente diferente, algo único.
- Ven.
Me dijo mientras tomaba mi mano y me ayudaba a caminar, frente a mi había una hermosa vista de la ciudad, podía ver todo Seoul frente a mi.
Las luces le daban un hermoso brillo, todo se veía hermoso, realmente único. Jamás había visto un lugar como este, ni siquiera podía imaginar que existía un lugar así, en donde uno podía ver todo un lugar y poder sentir una sensación de libertad, como si pidiera tenerlo en mis manos.
- Hermoso, ¿no?
- Mucho, yo, jamás había visto este lugar.
- Es porque es secreto.
Dijo mientras me sonreía y cubría su boca con un dedo en modo de que guardara el secreto, sonreí y lo seguí
Había un lugar en donde habían dos sillas y unas mesas, se veía algo rústico, cómodo.
- No se mucho sobre esto así que trate de hacer lo mejor que pude, ven, toma asiento.
Le sonreí y hice caso, al parecer también era nuevo en esto, igual que yo. Ví que no se sentó a un lado mío y me sonrió mientras sacaba un estuche, parecía de algún instrumento.
- Prepare esta pieza para ti, espero y te guste el violín porque si no podrías decirme y-
- Me gusta.
Le susurre un poco sonrojado, solo había escuchado unas dos piezas de violín pero nunca me había llamado tanto la atención como en este momento.
Saco el violín y lo tomó con suma delicadeza mientras yo solo lo miraba atento, esperando a escuchar aquella melodía.
Cerré los ojos en cuanto comenzo, la conocía, esa melodía me gustaba, sonreí al recordar la pieza, era Lindsey Sterling.
Con esa melodía en mi mente aparecían millones de recuerdos, recuerdos que parecían algo lejanos pero que ahora no lo eran.
Abri los ojos y ví como su rostro se mantenía relajado, me quede mirandolo mientras me preguntaba, porque yo. Habiendo tantas mujeres y hombres hermosos porque de todos ellos yo.
Un simple chico que trabajaba en una cafetería para retar el "destino" y escapar de los problemas.
La pieza término y sonrió mientras abría los ojos, su mirada, era como su hubiera cambiado haciendola ver más pura que antes.
- ¿Te gusto?
- Me encanto.
Le dije mientras sonreía, guardo el violín y se acercó hasta mí sentándose a mi lado mientras sonreía.
- Sabes, mi madre siempre me dijo que el violín era un instrumento delicado, uno que solo se dejaba tocar si sabias como hacerlo, si sabías como tratarlo. Pensaba que era absurdo hasta que ella me regalo uno y lo comprendí.
- ¿Eres violinista?
- No, me gusta tocarlo pero no me dedicó a ello.
-¿Porque no?
- Porque si te dedicas a algo que amas con toda tu vida dejara de ser bello, se convertirá en una necesidad, una obligación y dejara de ser una Pasión, y es ahí en donde pierde sentido y se pierde el apreció.
Aprecio, si tuviera alguna Pasión por algo sin duda no la forzaría, sin embargo no la tengo, porque todo aquel talento que alguna vez llegue a tener lo deje de lado, por un amor que no era correspondido.
Una nueva duda surgió en mi mente, ¿que pensara el sobre el amor?
- Taehyung
- Dime
-¿Tu que piensas sobre el amor?
Le pregunte y se quedó pensando un momento, como si estuviera escogiendo las palabras adecuadas para definir ese enorme sentimiento.
-¿El amor? Creo que el amor no es más que crear historias hasta que aparezcan las estrellas.
Dijo y me miro a los ojos, sus palabras eran directas pero a la vez eran metáforas, sin duda su modo de hablar era encantador a mi parecer.
-¿Y tu?
-¿Que?
- ¿Que piensas sobre el amor Hobi?
Ahora fue mi turno de quedarme pensando, realmente yo no lo definiría como algo hermoso, mi experiencia había sido horrible y con ello había cambiado mi modo de ver ese sentimiento.
Solté un suspiro y alce la mirada observando la enorme Luna llena, como si ella fuera a decirme lo que era el amor.
- Siendo sincero no lo se.
Le dije, no mentiria, no mentiria por no saber que era realmente, prefería descubrirlo poco a poco.
- Con que no lo sabes........ Entonces dejame mostrartelo.
-¿Que quieres decir?
- Lo que quiero decir es que aceptes salir conmigo.
Dijo mirándome a los ojos, su mirada me atrapo y senti mis mejillas calentarse de nuevo, me estaba invitando a salir, queria tener algo serio conmigo.
- Porfavor Hoseok, intentemoslo.
-¿Porque yo? ¿Porque no alguien más?
- Porque solo tú haz logrardo hacer esto.
Susurro mientras tomaba mi mano y la colocaba en su pecho, senti pequeñas vibraciones haciéndome sonrojar a más no poder.
- Porque solo me siento atraído a tu ser, porque siento que contigo a mi lado todo saldrá bien, porque es como si mi corazón te reconociera de algún lado, algún lugar o alguna ocasión en la que nos hayamos visto.
Susurra bajo cada vez acercándose más, sentía su respiración combinarse con la mía y de pronto me invadió la necesidad de querer sentirlo, sentir esos labios rosas y dejarme llevar.
Se acercó más haciendo a mi corazón dar un vuelco y a mi hacerme sentir miles de sensaciones porque no fue un beso lo que llegó.
Sus brazos me rodearon haciendome quedar en su pecho, inhalando su dulce aroma, haciendome sentir querido.
-Entonces que dices, ¿Quieres salir conmigo?
-¡¿Y lo dejaste ahí?!
- Uhm........ No.
- Hoseok si quieres seguir con todo esto tienes que dejar de tener miedo, Taehyung no es él esta bien, el no hará lo mismo
-¿Como saberlo?
- Tu mismo lo haz dicho, su mirada es pura, sus pensamientos y sentimientos también lo son. ¿Que hiciste en tu primera cita con el otro?
- Casi nos acostamos.
Susurre con algo de pena mientras bajaba la mirada.
-¿Y que hizo Taehyung? El te abrazo, te aseguró lo que sentía y te prometió amor. Hoseok no desaproveches esta enorme oportunidad, debes amar, y dejarte amar también.
- No lo se suran, es que siento que en algún momento todo cambiara y el-
- El no se irá, Hoseok entiende que no todos son iguales, inténtalo. El te dijo que te daría tiempo para pensarlo, te dio tu espacio, solo deja que las cosas fluyan y que el destino haga su trabajo.
Susurro mientras tomaba mis manos y me sonreía, tal vez tenía razón, estaba pensando mucho sobre su propuesta cuando la respuesta era clara, yo había cedido ante el en el momento en que le di mi número, no podía alejarme.
- Tienes razón.
Le susurre sin poder evitar que una sonrisa se escapara de mis labios, queria estar con el, queria volver a intentarlo, queria saber el significado del amor a su lado.
- Entonces ve.
-¿A donde?
- Ve con él y gritale cuanto lo quieres, cuanto deseas vivir con él y que quieres estar a su lado.
Me dijo con una enorme sonrisa mientras miraba detrás mío, ahí estaba, como si hubiera entrado en el momento correcto y esperará por mi respuesta.
Me puse de pie y le sonreí mientras me iba acercando a él, tenía demasiados nervios pero esta vez estaba seguro de mi mismo.
Llegue y me detuve frente a él, no sabía que hacer así que solo me deje guiar y toma su mano, sin pensarlo lo jale hacia afuera de la tienda.
- ¿A donde me llevas?
Pregunto yo solo seguí caminando sin detenerme, solo sentía que me seguía y me lo imaginaba con una sonrisa en su rostro.
Llegue a un pequeño parque que casi nadie visitaba, era un lugar pequeño pero que a mi me gustaba, que mejor lugar que uno que solo yo conociera, así como el lo hizo.
- Me llevaste a un lugar único, a un lugar secreto, uno que solo tu conocías y que me compartiste, yo también queria hacer algo así.
Le dije mientras el solo me miraba, sentí los nervios querer invadirme pero no los dejaría, debía ser claro, tanto en mis palabras como con mis sentimientos.
- Quiero intentarlo Tae.
-¿De verdad?
- Si, quiero poder descubrir lo que en verdad es el amor, a tu lado.
Susurre y fue entonces que sentí esa bella caricia, porque si, era una suave caricia, sus labios se juntaron con los míos haciendo que mi corazón latiera con rapidez y que experimentara de nuevo esa sensación.
Porque para mí, ese si había sido un beso lleno de amor.
Y tal vez solo tal vez si había sido obra del destino pues nos habíamos visto aquella vez y ahora, estábamos juntos dispuestos a intentar que nuestro pequeño amor creciera porque si.
Creo que el amor no es más que crear historias hasta que aparezcan las estrellas.
Hace dos años que esta historia había estado publicada, pero había recibido muchas criticas para nada agradables y ahora la vuelvo a traer de vuelta. Esta vez es el mismo concepto pero diferente "versión" y un poco más larga, aunque si gustan leer la primera versión pueden decirme y como gusto la público.
Bueno mis ✨estrellitas✨espero les haya gustado no se les olvide votar y comentar 😉
- Jungyuli3312💜
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