–Maestro–dijo Wayzz – ¿No está preocupado por la chica?

–No, mi viejo amigo.–respondió al mismo tiempo que ojeaba sus antiguos libros–Sé que volverá, solo necesita procesar todo.

–¿Pero y si se encuentra con personas con las que no debería? ¿Si cambia algo que pueda afectar la línea del tiempo? Inclusive el movimiento de una pequeña roca puede cambiar las cosas...

–Lo sé, lo sé...por eso debemos estudiar este evento lo más que podamos.

Preocupado, miró al reloj que se alzaba en una esquina.

Era un poco más de la una de la madrugada.

–Si tenemos suerte, podremos encontrar una forma de llevarla a su tiempo y sin que cause nada que pueda ser desastroso para el futuro.–se quedó unos segundos pensativo– A menos que...

Un sonido fuerte lo interrumpió.
Era Ladybug entrando por la puerta principal. Tenía una gran sonrisa, lo que lo hizo sospechar.
Se escuchó un pitido y su transformación desapareció.

Marinette y Tikki se acercaron al maestro.

Se inclinaron en forma de respeto.

–Discúlpeme por mi actitud, sé que usted sólo quiere ayudarme. Me comporté de forma infantil...

–Oh, nada de eso. Todos actuaríamos de la misma forma si estuviésemos en tu situación, pequeña.–cerró su libro sutilmente– ¿Eso significa que serás mi huésped este tiempo?

–Solo si usted me lo permite.

Fu asintió con la cabeza relajado. De esta forma podría controlar (aunque sea un poco) que los cambios no sean malos.

–Gracias maestro–habló Tikki.–Prometemos ayudarlo en lo que necesite.

–Exacto.–asintió Mari.

Suspiró.

–Supongo que estás cansada, puedes ir a dormir–dijo el anciano con tranquilidad.

Ambas volvieron a inclinarse y comenzaron a retirarse.

–Marinette –la llamó Fu.

–¿Si?

–¿Tuviste contacto con alguna otra persona además de mi?

Marinette pensó en el hombre al que había borrado la memoria, pero se negó a hablar de él. Podría contarle otro día sobre ello.

–Con Lord Paon–dijo tranquila– de hecho seré su nueva compañera. Vengo de hablar con él.

–Interesante–susurró tomándose la barba–Bueno, puedes irte. Mañana hablaremos con más calma.

–Gracias–le dijo y se retiró.

Cuando estuvieron solos Wayzz volvió a hablar.

–Maestro, no podemos permitir que sea su compañera, los cambios serán totalmente desastrosos...

–A menos que sea el destino–lo interrumpió.

–¿Destino, maestro?

–Si. Dime querido amigo, ¿qué día es hoy?

–14 de febrero.

–No, mira la hora.

El kwami obedeció.

–Es 15 de febrero.

–Exacto. Lord Paon conoció a Ladybug hoy, hablaron y acordaron ser compañeros...al inicio del año de la Cabra de Metal.

Wayzz abrió los ojos sorprendido.

–Esto no puede ser una coincidencia–dijo Wayzz.–debían conocerse, deben ser compañeros.

–Exactamente.–habló Fu sonriente– Feliz año nuevo, amigo.

————————————————

Frente a ella estaba ChatNoir, Hawk Moth lo ahorcaba.

–¡No!–gritó ella–¡Suéltalo!

El hombre sólo giró su cabeza para dedicarle una malvada sonrisa.
Ladybug comenzó a correr hacía él pero cuando estaba cerca una figura le impidió seguir con su camino.
Era Tempus-Fugit.

Este comenzó a hacer girar su látigo y otra vez la luz blanca apareció.

–¡No!–gritó ella al verse envuelta en la luz.

Marinette se levantó de golpe. Estaba llena de sudor y su respiración era agitada.
Se tomó la cabeza con una mano.
«So-solo fue una pesadilla» pensó.
Miró al techo y se dio cuenta de que había un tragaluz muy grande, de donde provenía la luz que la asustó.

Se tranquilizó.
Todo estaba bien, no pasaba nada malo. Aún no podía pasar nada malo porque ella estaba en el pasado.
Respiró hondo y profundo.
«Si, el tiempo se detuvo allá hasta que vuelva...»

Se levantó del colchón y salió.
Bajó las gradas y encontró la puerta del salón cerrado.
Se acercó para abrir la puerta.

–No–la detuvo Wayzz–No podemos interrumpir al maestro cuando está con un cliente.

–¿Cliente?

–Si, él sana a la gente con energía.

Marinette lo miró sorprendida. Pero aún así no quería volver a su "habitación", sucia y llena de telarañas.

Después se quedó un momento pensativa.

–¿Entonces puedo pedirte por favor algo para limpiar mi cuarto?

–¡Seguro! Sígueme.

Dicho esto él la guió a una pequeña puerta donde estaban todas las escobas y trapeadores.
Ella tomó algunos y subió junto a Wayzz.

Al volver a entrar vio que Tikki aún seguía dormida en una esquina de la almohada.

No tardó en despertarla y pronto los tres comenzaron a poner en orden ese lugar. Encontrando muchas cosas que restauraron. Desempolvaron cada esquina. Hasta limpiaron el traga luz.

De esta forma cuando Fu subió se encontró con un nuevo lugar.

–Esta hermoso muchachos.

–Muchas gracias maestro Fu.–respondieron todos.

Entonces el anciano caminó hasta la cama y se sentó.

Suspiró y habló:

-Creo que encontré una forma en la que vuelvas al futuro.

-¿Hay posibilidad de que vuelva?

Fu asintió con la cabeza.

-Pero debemos trabajar mucho, desde ahora seras mi aprendiz.

-¡Esto es increible, muchisimas gracias maestro!-se emocionó- ¿Qué debo hacer?

-Bueno, te enseñaré el arte de la meditación, también el control de energias y todo lo que conlleva a un control perfecto de tu mente y espiritu.

Marinette no cabia de la felicidad. Este era un primer paso para volver a donde pertenecía.

–Pero empezaremos con lo más básico.

Marinette se sacudió el polvo de su ropa.

–Ya estoy lista–dijo emocionada.

Fu rió y la llevó al salón.

Abrió un cajón y sacó una pequeña cajita de madera.

–En esta caja hay cristales de todo tipo, debes tener mucho cuidado.–dijo mientras le entregaba la caja.

–¿Los usaremos?–preguntó curiosa.

–No–respondió tranquilo– las llevarás a una señora que vive en el centro. Es una entrega. Aquí está la dirección –dijo tendiéndole un papel.

–Oh–suspiró desilusionada.

–Debes llevárselas porque yo tengo aquí un cliente en unos minutos

–Esta bien, lo haré...

Se levantó y preparó para salir pero Fu la detuvo.

–Con lo que te pague la señora puedes comprarte lo que necesites, ropa, shampoo o lo que sea necesario. Además cuando vuelvas comenzaremos con las lecciones.

Esta vez Marinette le dedicó una pequeña sonrisa.

–Gracias, maestro. Prometo volver rápido.

Entonces abrió la puerta y después de guardar una galleta en su cartera (para Tikki) se fue.