Capitulo 38
POV Gabriel.
« –¿Cuándo podré conocer a la persona que pone esa tonta sonrisa en tu rostro, hijo?–preguntó mi madre antes de que pudiera salir de mi casa.
Y sin pensarlo con claridad respondí:
–¿Qué te parece hoy, durante la cena?»
Ahora debía afrontarme a las consecuencias de esas palabras.
Los nervios me carcomían, nunca en toda mi vida había llevado a una chica a mi casa, y mucho menos a conocer a mi madre.
El temblor en mi mano me jugó una mala pasado, y de pronto perdí el control del cuchillo, cortándome la palma.
–¡Auch!–me quejé y mi madre se acercó a mí.
Me quitó el queso y el cuchillo.
–No es una buena idea que lo uses, mejor ve a ver el pollo.
Asentí con la cabeza, pero antes de que pudiera obedecer el timbre sonó.
Mi corazón paró. ¡Ya estaba aquí!
–Voy a abrir la puerta.–informé y corrí hasta la entrada.
La abrí y por poco mi sonrisa desapareció. Pero no dejé que lo hiciera.
Esa mañana, al llegar a casa de Marinnette para pedirle que venga a cenar, no había percatado que Charlotte bajaba las gradas y lo había escuchado todo.
Entonces al instante Marinnette insistió en que ella más debía venir. No pude decirle que no.
Así que aquí estaba ahora. Siempre a tiempo: Charlotte.
–Hola, Lottie.
–Hola, Gabriel.–nos saludamos.
–Por favor pasa.–le pedí abriendo la puerta completamente.
Ella me sonrió y no pude evitar corresponderle.
–Muchas gracias.
–Estas hermosa.–dije mientras le ayudaba a quitarse el abrigo.
Pude notar que sus mejillas se tiñeron de rojo.
–Gracias.–dijo soltando una risita.
–¡Hola!–casi gritó mi madre saliendo de la cocina.
–Buenas noches, señora.–saludó educadamente Lottie.
Se besaron ambas mejillas.
–Mamá, ella es Charlotte.
–¡Un gusto al fin conocerte Charlotte!
–El gusto es todo mío.–Sonrío.
Y en ese momento, al ver el brillo en los ojos de mi madre, supe que ya la amaba.
Pero tan pronto mi madre volvió la vista hacia mi, bajó la mirada a mi mano y exclamó:
–¡Estas lleno de sangre!
Mi mano sangraba y algunas gotitas de sangre caían en el piso de madera.
Charlotte me tomó la mano.
–¿Qué pasó?
–Tuve un incidente con el queso.–reí rascándome la cabeza.
–Esta sangrando bastante, ¿tienen algún botiquín?
–Si.–respondió mi madre.– En el baño del segundo piso.
Asentí con la cabeza.
–Vamos.–le pedí a Charlotte y subimos juntos hasta el baño.
Al llegar me obligó a lavarme las manos y luego a sentarme.
Se arrodilló al frente mío y en pocos segundos, sus largos dedos comenzaron a vendarme toda la mano.
No pude evitar pensar en aquella vez en la que me dispararon y Marinnette no sabía cómo curarme. Terminé desmayandome en un callejón.
Sonreí ante el recuerdo, porque al despertar y hablar con ella, y poder tomar sus manos por primera vez, supe que ya no la dejaría ir nunca más.
–Listo.–Sonrió Lottie tomándome la mano.–Como nuevo.
–Muchas gracias, Lottie, eres la mejor.
Entonces subió sus verdes ojos hasta los míos y poco a poco sentí que el ambiente se volvía más espeso.
Me sentí extrañado ante su cercanía, pero algo me impidió moverme.
–¡La comida ya esta lista!–gritó mi madre sobresaltándonos.
Me levante de golpe.
–Debo bajar rápido y decirle que aún debemos esperar a Marinnette.–dije.
Abrí la puerta con velocidad pero la mano de Lottie en mi hombro me detuvo.
–Ammm...Marinnette me dijo que tenía algo que hacer, dijo que se atrasaría, así que lo mejor era empezar la comida, mientras la esperábamos.
Fruncí el ceño.
–¿Qué tenía que hacer?
–No quiso decirme.–se encogió de hombros.
Hice una mueca pero acepté.
–Bueno, entonces bajemos rápido antes de que se enfríe la comida.
Al hacerlo nos encontramos con unos deliciosos Coq au vin, en cada uno de nuestros platos; excepto en el cuarto plato, el que era de Marinnette.
Nos sentamos y comenzamos a comer.
En pocos minutos mi madre y Charlotte, ya parecían amigas de toda la vida.
–Entonces, dime querida...–habló mi madre.–¿Qué estudias?
–Estudio en el Conservatorio Nacional.–respondió orgullosa.
Mi madre se asombró.
–Eso es increíble, por lo que sé, es muy difícil de entrar. Tus padres deben estar orgullosos.
Me atraganté con el pollo.
Mala idea hablar sobre sus padres.
Charlotte bajó la mirada a su plato.
–Ellos murieron hace un año.
El rostro de mi madre se transformó a uno de horror.
–¡Lo lamento!–se disculpó inmediatamente.–No quise...
–No se preocupe.–le interrumpió sonriente.– Igualmente ellos odiaban a idea de que estudie música, si hubiera sido por ellos ahora mismo seguiría estudiando medicina.
–Oh. ¿Entonces ahora vives con algún familiar?
–La verdad es que no. Vivo sola, en un pequeño apartamento en la calle d'Ámsterdam. Por suerte queda cerca del trabajo.
–¿Dónde trabajas?
–En un pequeño café cerca de la Basílica del Sagrado Corazón.
–Eres una chica admirable, Charlotte.–continuó mi madre mientras yo comenzaba a perderme en el plato vacío al frente mío.
La conversación se tornó larga y llena de anécdotas por parte de las dos.
Yo me quedé callado casi toda la cena, y sólo hablaba cuando me hacían una pregunta directa.
¿Porqué Marinnette no vino?
¿Qué otros planes tenía?
–Gabriel fue el mejor de su clase.–dijo mi madre mientras yo ayudaba a Charlotte a ponerse su abrigo, más tarde esa noche.–No entiendo por qué aún no busca ninguna universidad.
Suspiré y rodé los ojos.
–Me gradué hace sólo dos meses, quiero olvidar un poco el estrés de los exámenes finales.–mentí.–Igualmente estoy en una clase de dibujo.
Mi madre bufó.
–No discutiré de eso ahora contigo, Gabriel.–dijo y luego miró a Charlotte amablemente.–Fue todo un gusto tenerte aquí, espero algún día puedas volver.
–Me encantaría.–respondió sonriente.–La comida estuvo fantástica, muchas gracias por todo.
–A ti querida.–luego volvió a mirarme.–Llévala a su casa, por favor, ya es de noche y no me agrada la idea de que vaya sola.
–De acuerdo, no hay problema.–dije y cerré la puerta después de que Lottie y yo saliéramos.
La noche nos acogió con una suave y cálida brisa.
Y nos pusimos en marcha hasta su casa.
–Sabes, hoy la pasé realmente genial. Tu mamá es alucinante.
Sonreí de lado.
–Si, le caíste muy bien. Eso es importante.
El silencio volvió a hacerse presente.
–Dime, Gabriel, si tienes tantas ganas de ser Diseñador, ¿Porqué no postulas aún a ninguna universidad?
Hice una mueca.
–Si, postulé a varias, pero no me preparé lo suficiente para los concursos. Aún espero por las respuestas...
Lottie levantó una ceja.
–Eso es extraño en ti, nunca sueles dejar las cosas a ultimo momento.
Me encogí de hombros.
–Prefiero no preocuparme mucho...
Al llegar a un edificio viejo, Lottie sacó sus llaves y abrió la puerta de entrada. Pero no se adentró.
–Bueno, mi camino termina aquí.–dije.
–En serio tuve una gran velada.–susurró tímida.
–Yo también.–admití.
Entonces Charlotte se acercó a mí y se puso de puntillas.
La verdad es que creía que recibiría un beso en la mejilla, pero estuve equivocado.
Sin darme cuenta, pronto sus labios presionaron los míos.
Abrí los ojos sorprendido.
El beso fue corto.
–Charlotte...– no sabía cómo decírselo.–Yo...yo-yo no...no sabía.–tartamudeé.
Ella se encogió de hombros y me dedicó una tímida sonrisa.
¡Oh no!
–Lottie...–volví a empezar sin saber muy bien qué decir. ¿Cómo podía decirle que no podía corresponderle? ¿Qué había otra persona en mi cabeza?–Lottie, yo no...
–No tienes que decirlo, Gabriel.–me interrumpió.– Yo ya lo sé...–Entró y me miró una última vez.– Aún no estoy preparada para escuchar tu respuesta.–terminó y cerró la puerta.
Mi mente no podía dejar de procesar la información recibida.
Charlotte, Lottie, mi mejor amiga, estaba enamorada de mi.
La culpa se instaló, remplazando la confusión.
Puse mi mano en mi frente.
¿Qué hago?
Buddhi siempre tuvo razón...¡Pero qué ciego fui!
Me di la vuelta y comencé a caminar de vuelta a mi casa, comprendiendo todo.
«–Tú y Charlotte serían una linda pareja.» dijo Marinnette el otro día.
Ella lo sabía, ella sabía que yo le gustaba a Lottie.
Fruncí el ceño.
Ella lo sabía y por eso insistió en que Charlotte fuera a la cena.
Es por eso que ella nunca llegó.
Gruñí.
¿Realmente la persona que yo amaba, estaba intentando emparejarme con mi mejor amiga?
–No quiero que deje de ser mi amiga.–susurré para mí.
Charlotte era una persona importante en mi vida, y temía que al no poder corresponderle todo se arruinara entre nosotros.
Gruñí por lo bajo y cambié de dirección.
–Marinnette tendrá que darme algunas explicaciones...
¡Buenos días! ¡Buenas tardes! ¡Buenas noches, queridos lectores!
Me alegra por fin deshacerme de este capítulo. La verdad me siento extraña con este, y no estoy segura de la razón. Pero bueno... No importa 😁
¿A ustedes qué tal les pareció?
Como cada vez nos acercamos a ciertas revelaciones me encantaría ver cuáles son sus teorías. Y como algunos de ustedes dijeron: ¡qué empiezan las #TeoriasLocas!
También, en forma de responder a todos los que preguntaron si de la misma forma Charlotte también conoce la identidad de LordPaon, me gustaría invitarlos a releer el capítulo 34. Tal vez eso disipe algunas dudas (deben leer entre líneas 😉)
¡Ah! Un último anuncio. Debido a los recientes Spoilers sobre los nombres de ciertos kwamis, decidí que continuaré la historia con los nombre que les di en un principio. Pero al terminarla los corregiré con sus nombres originales.
Gracias por leer📚, por dejar hermosas estrellitas✨ y comentarios 👁🗨
Los quiero mucho!❤️
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