Narrado por Liam

25 de octubre 2024

El limbo era un lugar extraño, como un sueño del que no podía despertar, pero en el que todo se sentía real. Miraba a mi alrededor, viendo a las personas que más había amado, las mismas que ahora tenían que seguir sin mí. Verlos en la penumbra, casi entre sombras, me dolía. Estaban allí, cerca de Bella, protegiéndola como siempre lo habían hecho, pero sus rostros cargaban un peso que jamás había querido dejarles.

A mi izquierda, Harry, Niall, Louis y Zayn me miraban en silencio, con los rostros tensos. Los cuatro habían cambiado desde la última vez que estuvimos juntos, había algo en sus expresiones que me decía que comprendían. Mi mirada se posó en Bella. Ahí estaba ella, con la cabeza baja, el cabello enredándose en sus dedos como siempre hacía cuando estaba nerviosa, perdida en pensamientos que sabía yo mismo había dejado sin respuestas. La intensidad en sus ojos era casi palpable, su tristeza como una carga demasiado pesada que no merecía llevar.

Di un paso hacia ellos, sintiendo que cada movimiento era etéreo, apenas tocando el suelo, como si mi esencia misma luchara por quedarse en un lugar en el que ya no pertenecía.

—Harry, Louis, Niall, Zayn... —mis palabras fueron un susurro, pero supe que podían escucharme; sus miradas reflejaron sorpresa y dolor, como si estuvieran escuchando una voz que habían anhelado, pero también temido volver a oír—. Gracias... por todo lo que han hecho. Por Bella, por nuestro hijo, por seguir a pesar de lo que les dejé. Lo lamento tanto.

Sus miradas se entrecruzaron, pero fueron ellos quienes asintieron primero, y una especie de paz cálida empezó a inundar el ambiente. Sabía lo que tenía que decirles, aunque fuera lo más difícil que había hecho, incluso desde aquí.

—Quiero pedirles algo, algo que no sé si es justo pedir —continué, esforzándome por mantener la serenidad, por transmitirles lo que necesitaba—. Bella necesita saber la verdad de lo que pasó. Ella... —me detuve, viendo cómo Bella levantaba la mirada, sus ojos rojos, un susurro de mi nombre que dolía escuchar—. Bella tiene derecho a la verdad, aunque esa verdad nos separe al final. Yo... —mi voz se quebró, pero Zayn asintió, como entendiendo exactamente lo que me atormentaba—. Solo así podré dejar de aferrarme a ustedes, y ustedes podrán seguir adelante.

Louis asintió despacio, sus ojos serios, como siempre los había visto cuando algo le importaba de verdad.

—Liam, nosotros... nosotros no dejaremos de buscar hasta encontrar qué pasó. Te lo debemos. A ti, a Bella, y a todos los que te quisieron.

Los miré a cada uno, sintiendo una calma que, de alguna manera, era su propia forma de despedida. Niall dio un paso adelante, con su típica mezcla de tristeza y esperanza.

—Te vamos a recordar siempre, amigo. Pero haremos esto por ti, y por Bella. Vamos a encontrar la verdad y, cuando lo hagamos... puedes descansar, hermano.

Mis ojos regresaron a Bella, quien seguía mirándome, incapaz de soltarme, con esa mirada llena de preguntas, de amor y de todo lo que nunca podríamos completar. Me acerqué a ella y, aunque sabía que no podía sentirme como antes, levanté una mano y la coloqué suavemente sobre su mejilla, recordando cada parte de su rostro como si pudiera grabarlo en mí.

—Bella, debes seguir adelante. Aún hay cosas hermosas esperándote. Cuida de Bear y, cuando llegue el momento, deja que me marche, amor. Te estaré esperando, pero no quiero que te quedes en este dolor... —Le susurré, aunque sabía que su corazón entendía más allá de las palabras.

Mis amigos, mis hermanos, asintieron y me dieron la última mirada que sellaría nuestra promesa. Ahora sabían lo que debían hacer, y yo me sentía en paz, con una última certeza antes de desvanecerme.

Cuando llegara el momento, sabría que podía marcharme, sabiendo que Bella, Bear, y todos ellos seguirán adelante, llevando una parte de mí en sus corazones, pero libres de la carga de mi muerte. Y aunque el dolor aún estaba ahí, supe que esta era la despedida que necesitábamos, una que nos daría paz, a ellos y a mí.