14 de enero 2012

Narrado por Liam

Los veía desde el otro lado del salón, riendo juntos, y un nudo empezó a formarse en mi estómago. Bella y Zayn estaban demasiado cerca, sus sonrisas brillando mientras compartían alguna broma. Lo había notado últimamente: cómo se entendían con solo mirarse, cómo ella parecía confiar en él sin reservas. Yo sabía que entre ellos había una amistad sincera, pero no podía evitar que algo oscuro y ácido creciera dentro de mí cada vez que los veía así, especialmente cuando Bella reía de una manera que parecía reservada solo para él. Los celos eran un veneno, y empezaban a correrme por las venas.

Después de varios minutos de intentar ignorarlo y de fingir que no me afectaba, el vaso que sostenía en la mano se volvió demasiado apretado. Crucé el salón hacia ellos, con una sonrisa forzada.

—¿De qué tanto se ríen? —pregunté, intentando sonar casual, pero sintiendo el filo en mi propia voz.

Zayn levantó la mirada hacia mí y noté el leve brillo de desafío en sus ojos, como si supiera exactamente lo que estaba pasando por mi mente.

—Nada, hombre, solo recordábamos anécdotas de la gira pasada —respondió, encogiéndose de hombros, aunque algo en su tono hacía que pareciera que estaba dejando algo entre líneas.

Bella me miró, al principio con una sonrisa, pero luego su expresión se transformó al notar la tensión en mi postura.

—Liam, ¿estás bien? —me preguntó suavemente, su preocupación tan genuina que casi me hizo dudar de lo que estaba sintiendo.

—Estoy perfectamente —respondí, aunque la palabra salió un poco más cortante de lo que pretendía. Sentí la mirada de Zayn posada en mí, y fue como si un interruptor se encendiera dentro de mí.

No pude evitarlo.

—Aunque parece que ustedes dos están mejor que bien —añadí, mi tono ácido, incapaz de detenerme antes de que las palabras salieran de mi boca.

El rostro de Bella se transformó en una mezcla de sorpresa y desconcierto, mientras Zayn suspiraba, con una leve sonrisa sarcástica que solo encendía más el fuego en mi interior.

—¿Perdona? —preguntó Bella, sus ojos clavados en los míos con una mezcla de incredulidad y enfado.

Zayn, cruzado de brazos, me miró con una expresión que me retaba, como si estuviera esperando a ver hasta dónde iba a llegar con esto.

—Sí, perdona —repetí, sin poder controlar la irritación en mi voz—. Pero es que últimamente parece que te diviertes más con él que conmigo.

Zayn soltó una risa corta y seca, negando con la cabeza.

—Vaya, Liam. Nunca pensé que te pondrías tan... ¿inseguro? —dijo, sus palabras cargadas de una ironía que me hizo apretar los dientes.

—No es inseguridad, Zayn —repuse rápidamente, mi tono subiendo sin darme cuenta—. Es solo que no me gusta que te acerques tanto a ella.

Bella miró a Zayn, como esperando que él confirmara que no había hecho nada malo, y luego volvió su mirada a mí, sus ojos oscuros llenos de una mezcla de dolor y decepción.

—¿De verdad piensas eso de mí, Liam? —preguntó con voz baja, herida—. ¿Piensas que estoy jugando contigo? ¿Que no tengo claro lo que quiero?

Sus palabras me atravesaron como un cuchillo, y aunque sabía que no era justo lo que estaba diciendo, no podía evitarlo. Los celos me estaban consumiendo, cegándome.

—No sé qué pensar, Bella —respondí, tratando de sonar firme, aunque la inseguridad empezaba a asomarse—. Solo sé que cada vez que los veo juntos... me siento... reemplazado.

Ella exhaló un suspiro profundo, mirándome como si no pudiera creer lo que estaba escuchando.

—Liam, no puedes pedirme que elija entre mi amistad con Zayn y mi relación contigo —dijo, su voz temblando levemente, y esa vulnerabilidad me hizo sentir culpable, pero era incapaz de retractarme en ese momento.

Zayn dio un paso adelante, colocándose entre nosotros, y su expresión se volvió seria.

—Mira, Liam. Sé que lo nuestro es complicado —dijo, eligiendo cuidadosamente sus palabras—. Pero deberías saber mejor que nadie que Bella solo tiene ojos para ti. Si realmente no confías en eso, quizás el problema está en ti, no en mí.

Las palabras de Zayn me golpearon con fuerza. Sabía que tenía razón, pero una parte de mí se resistía a aceptarlo. Bella, con una expresión llena de decepción, suspiró y apartó la mirada, dándome la espalda.

—¿Sabes qué? —dijo, su voz cargada de frustración—. Tal vez necesitas darte cuenta de que el amor no se trata de posesión. Yo te elegí a ti, Liam, pero necesito que tú me elijas sin dudar, sin sentir que tienes que competir con cualquiera que esté cerca de mí.

Zayn dio un paso hacia la puerta, mirando a Bella con una expresión suave antes de girarse hacia mí una última vez.

—Arréglalo, Liam —susurró, saliendo de la habitación sin esperar respuesta, dejando a Bella y a mí en un silencio cargado de emociones.

Ella se giró hacia mí, su mirada cargada de tristeza y determinación.

—Yo no soy un premio, Liam. Si realmente quieres estar conmigo, tienes que confiar en mí. Porque no puedo estar con alguien que me duda cada vez que comparto una risa con alguien más.

Su voz tembló, y me di cuenta de que no solo estaba perdiendo una discusión; estaba a punto de perder a la persona que más amaba. Mis celos, mi inseguridad, estaban destruyendo lo que teníamos.

—Bella, yo... —Intenté acercarme, pero ella dio un paso atrás, levantando una mano para detenerme.

—No, Liam. No esta vez. Quiero que te tomes un momento para pensar. Piensa si realmente quieres estar conmigo por quien soy o si solo buscas alguien que te pertenezca.

Y con esas palabras, se dio la vuelta, saliendo de la habitación y dejándome solo, enfrentando el vacío que yo mismo había creado.