ETERNITY.
MARZO 2016, MIÉRCOLES 30.
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VIENA,
SAVANNAH THOMPSON:

—¿Q-Qué estás diciendo?

—Lo que escuchaste.

—¡Pero eso no tiene sentido! ¿Cómo Deadshot es mejor que Hawkeye? Barton tiene dos años más que él en Los Vengadores.

—¿Y qué? Tú llevas uno año más que yo en S.H.I.E.L.D. y en la CIA y soy mejor que tú —Chris tomó aire indignado mientras me miraba con una mano en su pecho. Tomé de mi jugo para no reír.

—Me hieres. Además, Deadshot usa armas y mata a los enemigos —intentó defenderse.

—¿Y qué crees que hacen las flechas de Clint? No les da un beso y un abrazo —Sharon rió bajo, poniendo los ojos en blanco ante las típicas charlas entre mi mejor amigo y yo.

Ya por fin estaba en Viena junto a mis compañeros —y mejor amigo, en su caso— Christopher y Sharon —podría decirse que ella también lo es—. Nos habían asignado cubrir la entrada pero nos habían dicho que como aún no empezarían, podemos desayunar por veinte minutos.

—Ambos están discutiendo por los dos Vengadores que ya están retirados —dice Sharon entregándole su plato ya vacío al mesero que nos atendía—. Vamos a admitir que el mejor de Los Vengadores es Katana. Ella los destrozaría a cada uno como si estuviera cortando el césped —los tres reímos.

Miré mi reloj—. Ya es hora de irnos, ya pasaron cinco minutos de más —los tres dejamos en la mesa el dinero de cada plato y comenzamos a dirigirnos hasta el gran edificio, que estaba sólo a una cuadra.

—Ann —me llamó Chris por el apodo que sólo él solía usar—. ¿Qué hacías en Bucharest? Soy tu compañero y no me enviaron contigo —mi corazón se aceleró al no saber que decir de inmediato.

—No fui para una misión —apreté mis labios—. Fui a visitar a mi tío.

No era del todo una mentira. Tío Nick casualmente iba a regresarse a Nueva York e hizo escala en Bucharest, así que las dos horas que estuvo allí me la pasé con él y el resto del día me la pasé con Bucky.

Bucky.

¿Qué estará haciendo Bucky en este momento? Dijo que iría a comprar algunas moras —pues ama esa fruta tanto como me ama a mí, esas fueron sus palabras— y después volvería a casa a dormir un poco. Pues antes de irme no dormimos mucho la noche anterior, ya saben a lo que me refiero.

—¿Saben a la final cuáles Vengadores aceptaron firmar? —preguntó la rubia a mi lado, poniéndose su chaqueta de la CIA. Chris y yo ya teníamos las nuestras.

—Stark, Romanoff, Vision, creo que Yamashiro y no sé si Jones también. Aunque no sé si Wanda lo hizo... —sonreí ante la timidez de Chris al hablar de la chica menor de Los Vengadores.

Hubo una vez que nos mandaron a buscar unos resultados de una investigación sobre el caso de un científico que escapó del Asilo Arkham —en el cuál Los Vengadores se ofrecieron a ayudar a buscarlo—. Ese día en el que Chris y yo fuimos, Wanda se tropezó con él y Chris no había podido dejar de pensar en ella. Pues había quedado embobado con ella.

—¡Tiene veinte años, Christopher! Desde que la viste no has tenido novia.

—Tú no te has conseguido novio desde que viste a Boomerang, y yo no te digo nada —solté una carcajada ante la respuesta del castaño a Sharon.

Ambos amaban molestarse entre sí; sobretodo "discutían" sobre quien era mi mejor amigo. Aunque Sharon en realidad sabía que era Christopher, sólo le divertía verlo molesto.

—Anna tampoco se ha conseguido novio —sonreí ampliamente.

—A mí no me metan en sus peleas. Yo no les estoy haciendo nada, par de necios -hablo entre risas, pensando en Bucky comiendo de sus amadas moras.

Al pasar unos segundos, recordé de donde venía Sharon.

—¡Oh, Dios! Olvidé por completo lo del funeral de la Agente Carter —abracé a la mayor con fuerza—. ¿Cómo estás? ¿Y cómo están Tony y Steve? Lamento tanto tu pérdida —acaricié su brazo al separarme.

—Yo estoy bien —ríe sin ánimos—. Steve lloró la mayor parte del funeral y pues Tony ni siquiera fue, ya imagino su dolor. Pues tía Peggy fue su madrina así que literalmente lo crió; fue como su segunda madre para él —asentí acercándola a mí para abrazarla mientras caminábamos.

Sabía lo que era perder a una madre —ya que hasta donde tengo entendido, eso era Peggy para Sharon—. Mi madre murió cuando tenía ocho años y mi padre no era el mejor; pues nunca quiso a mi madre —de hecho, estaban divorciados y él obtuvo mi custodia cuando ella murió— ni tampoco a mí, eso hizo que terminara en un internado.

—¿A dónde vamos, jefa? —Me pregunta Chris tomando mi mano al ver muchos periodistas cubriendo la entrada. Se nos haría bastante difícil entrar.

—Yo debo irme, aún no me han asignado qué hacer así nos veremos cuando esto termine —nos avisa Sharon antes de irse a paso rápido hasta uno de los autos que trajo la CIA para proteger el lugar.

—Tú y yo vamos a entrar a la sala de conferencias, el rey de Wakanda lo pidió. Así que andando, o empezarán sin nosotros allí.

Luego de pasar a todos los periodistas y fanáticos de Los Vengadores que querían detener la firma de los acuerdos, logramos entrar al edificio sin problema. A los pocos segundos ya estábamos entrando al lugar en donde todos los representantes de cada país se habían reunido para discutir sobre la labor de Los Vengadores en el mundo.

—El Rey T'Chaka hablará sobre lo ocurrido en Nigeria antes de empezar, así que nos pondremos unos pasos detrás a los lados del micrófono —mandé señalando el lugar a donde iríamos, Chris asiente y obedece. Cuando iba a seguirlo para hacer lo mismo, alguien tomó mi brazo sin brusquedad.

—Savannah. —Me saludó Natasha sonriéndome.

—Natasha, qué gusto verte —le digo de la misma manera—. ¿Cómo estás? ¿Dónde están los demás? No me digas que tú fuiste la única que aceptó firmar —pregunto horrorizada.

Ella ríe. Se notaba algo cansada, tal vez del tema—. Yo vine en representación de ellos. Tony aún sigue algo mal por la muerte de Peggy y también anda algo ocupado con el gobierno. Los demás se quedaron en las instalaciones, aún se están decidiendo por si firmar o no.

—Te ves algo cansada, ¿estás bien? —la pelirroja talló uno de sus ojos ante mi pregunta.

—El Acta de Registros me hace querer entrar a la CIA y no saber nada de los chicos. Ya puedes imaginarte —arrugué el entrecejo con una de mis manos acariciando su brazo.

—O sea que no quieres hacer esto —murmuro, para que sólo las dos escucháramos. Ella niega de inmediato.

—Exploro el terreno. No me parece tan buena idea pero parte de mí dice que es mejor hacerlo, así que al firmar, sabré si fue una buena decisión haberlo hecho —asiento.

—Disculpe, Srta. Romanoff. —Una empleada se acercó a la pelirroja—. Debe firmar esto.

—Un momento, por favor —me miró, con una pequeña sonrisa—. Fue un gusto verte, tal vez cuando la conferencia termine podemos ir a tomar un trago.

Conozco a Natasha desde hace ya un par de años de cuando ella estaba en S.H.I.E.L.D. y nunca perdimos contacto. Le tenía bastante aprecio.

Cuando iba a alejarme, recordé algo—. ¡Oh! Nat, ¿Steve vendrá? Necesito hablar con él sobre algo, pues le interesa bastante —la pelirroja alzó una ceja, sonriendo.

—Steve no apoya los acuerdos. Pero sí está aquí en Viena en un hotel con Sam y Harley —jugó con sus dedos—. Yo quería acompañarlo en todo esto que está pasando con Peggy así que al terminar la asamblea iremos a cenar.

—Por favor, dile que es muy urgente en cuanto lo veas. Si puedes, dale mi número —ella asiente—. Gracias, Nat.

—Savannah. —Volteé a ver a Chris, quien tomó mi brazo para que caminara junto a él—. Ya es hora. El Rey T'Chaka te agradece por haber venido, su alteza —reí.

—¿Cuándo superarás que el aprendiz sí terminó pasando al maestro?

—Jamás —me eché a reír.

—Por favor siéntense todos. Ésta asamblea empezó a sensionar.

Cuando los dos nos estábamos volteando para ir a nuestros lugares, el rubio se tropezó con sus propios pies, haciéndome soltar una pequeña carcajada al instante

Christopher me miró al escucharme—. No te rías.

Esperamos unos minutos a que todos tomaran asiento. Y al hacerlo, el Rey T'Chaka se acercó al micrófono para hablar.

—Cuando se usó vibranium robado de Wakanda —Comienza— para crear un arma terrible, en Wakanda nos vimos obligados a cuestionar nuestro legado. Esos hombres y mujeres asesinados en Nigeria, eran parte de una misión de buena voluntad de un país que ha existido en las sobras.

Me dediqué a escuchar el discurso, mientras me mantenía firme en mi lugar.

—No dejaremos, sin embargo, que este infortunio nos obligue a flaquear. Pelearemos para unir al mundo que deseamos unido. Agradezco a Los Vengadores por apoyar a esta iniciativa.

Volteé mi rostro hacia el ventanal al escuchar algunos ruidos. Mi vista se posó de inmediato en una de las camionetas que traían los reporteros, pero al ver que todos —incluyendo policías— corrían alejándose de él, mi instinto me dijo que era una bomba.

—¡Todo el mundo al suelo! —Grité corriendo hacia el Rey T'Chaka.

Pero cuando la bomba explotó, no logré con siquiera saltar llegar hacia él. La vibración me hizo caer contra uno de los muros que cubrían los asientos, haciendo que mi cabeza se diera un mal golpe en la frente.

El pitido en mis oídos era lo único que escuchaba. Intentaba ponerme de pie pero todo era muy borroso. Busqué con trabajo a alguien que pudiera necesitar mi ayuda, pero sólo vi a el príncipe T'Challa correr a su padre en llanto, abrazándole. El Rey había muerto.

Comencé a intentar levantarme, y lo estaba logrando.

—¡Savannah! —Chris apareció frente a mí. Su voz se escuchaba tan lejana junto a los gritos desesperados de las todas personas.

Poco a poco, mis ojos se fueron cerrando al estar en los brazos de Chris. Y sin darme cuenta, ya me había desmayado.