Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

⁶ 𝘢𝘺𝘶𝘥𝘢.

ETERNITY.
MARZO 2016, JUEVES 31.
━━━━━━━━━━━━

BERLÍN,
SAVANNAH THOMPSON:

Me encontraba intentando localizar a Bucky y a los demás en una parte alejada de las instalaciones en Berlín. Una amiga de mi tío que conoció mientras trabajaba en S.H.I.E.L.D. me había regalado un dispositivo en donde al conectarlo en cualquier computadora, podía localizar personas. Era muy extraño, pero mi tío también es extraño.

Al rendirme me levanté de mi lugar y volví a las instalaciones en busca de Christopher y Sharon. Si quería localizar a Bucky, necesitaba ayuda.

—Chris, Sharon. —Los llamé asomando mi cabeza en la puerta. Estos se voltearon a verme, al igual que otros agentes presentes en la sala—. ¿Pueden venir un segundo? Necesito hablarles de algo.

Estos se miraron entre si algo confundidos pero terminaron levantándose para salir de la habitación y seguirme.

Me aseguré de que la sala en donde entramos estuviera vacía y totalmente cerrada, sin micrófonos. Lo que les contaría, no podía saberlo cualquiera.

Solté aire dejándome caer en el sillón que estaba frente al sofá en donde ellos estaban sentados juntos.

—Chicos, son mis mejores amigos en el mundo. Lo saben, ¿no? Siempre les he contado todos mis secretos —comienzo a jugar con mi cabello, sintiendo como los nervios comenzaban a llegar a mí.

—Eh, sí. Lo sabemos, Ann —murmura la rubia acomodándose en su asiento, comenzando a preocuparse.

—¿Qué pasa?

Suspiré—. Lo que tengo que contarles, no se los había dicho antes porque no podía hacerlo. Es un secreto muy grande y por nada del mundo pueden contárselo a nadie.

—Sí, sí. Prometemos que no le diremos a nadie —asentí.

Cerré mis ojos por unos segundos hasta que finalmente lo dije—. Soy novia del Soldado del Invierno desde que pasó lo de Washington —su silencio me preocupó.

Los dos me miraron con la boca abierta. Los miré a ambos al no obtener ni una palabra de ellos.

—¿Chicos?

Nada, hasta que por fin...

—¡¿Qué?! —Gritó Christopher levantándose de su asiento, nosotras nos sobresaltamos ante su grito.

—Shhh —intenté callarlo ya que las paredes eran de vidrio y las personas que pasaban nos miraban raro.

—¡¿Cómo es eso posible?! —Me gritó caminando por la habitación—. ¡Me estás mintiendo!

—¡¿Qué?! ¡No te estoy mintiendo! —exclamé en respuesta. Cuando las personas me gritan, yo también me altero y les grito de vuelta.

—¡Sí lo estás porque no hay manera de que estés con él!

—¡Deja de gritarme y así podré explicarte todo! —Mi voz comenzaba a hacerse débil, y mis ojos se cristalizaban. Esto pasaba luego de yo gritar.

—¡No!

Sharon golpeó el estómago del rubio, callándolo al instante y haciéndole caer al sofá nuevamente.

—Sigue. —Habla ella sentándose junto a él de nuevo. Yo respiré un poco para calmarme y me acomodé en mi asiento.

—Uh, la verdad, la historia es bastante larga y no tenemos mucho tiempo. Necesito encontrarlo —Sharon me miró con una ceja alzada.

—¿Quieres que te ayudemos a encontrar a una persona como él? Te adoro, Savannah, pero eso no lo voy a hacer.

—¡No, no! Él no hizo eso, él fue incriminado —me apresuré en decir.

—Ah, ¿si? ¿Por quién?

—Por el hombre que se hizo pasar por el psiquiatra que vino a interrogarlo —ambos me miraron con inseguridad—. Él planeó todo ésto. Si no me creen, ¿en dónde está ese hombre si se supone que Bucky lo atacó?

—Eso tiene mucho sentido —murmura Christopher a Sharon aún adolorido.

—Por favor, chicos —entrelacé mis manos en forma de súplica—. Los necesito para poder encontrarlo y sé que sin su ayuda no lo voy a lograr.

Sharon suspiró.

—Bien —murmuró—. Lo haremos.

—Pero aún tienes que contarnos todo, ¿eh? —sonreí mientras asentía frenéticamente.

—¡Gracias, gracias, gracias! —me lancé a abrazarlos—. Les prometo que les contaré todo. Hasta el último detalle.

—Está bien —dice Sharon acomodándose en su asiento—. ¿En qué necesitas nuestra ayuda?

—Encontré una sala de rastreos mientras subía hace unos minutos y allí están nuestros celulares —ambos me miraron con confusión—. ¿Sí recuerdan que nos los quitaron a todos en el edificio por si algo surgía? Bueno, cómo sea. Bucky si intenta localizarme, me llamará a mi teléfono y yo no podré hablar con él —pausé—. Están rasteando todas las líneas telefónicas del país así que si logro entrar, puedo desconectar la seguridad de rastreo y poder llamarlo sin que se den cuenta.

—¿Y qué necesitas que hagamos? —cuestiona Christopher.

—Necesito que Chris, vigiles la puerta y Sharon, que me ayudes con los tres hombres que hay ahí dentro.

—¿Y cómo sabes que él ya no te llamó y ahora lo están localizando?

—Primero: dejé mi teléfono en silencio así que ellos tendrían que estar viendo específicamente mi celular y hay una lista larga de llamados pero la mayoría son de familia. Yo tengo a Bucky con otro nombre así que sé que no atenderán. Segundo: Si ya me llamó, eso me hace saber que puedo llamarlo de vuelta.

Ambos se miraron, para después asentir.


—Éste traje no me gusta. Tengo calor.

—Estamos a 25°C, ¿y tienes calor?

—Ésto no es un traje, es una bolsa, un horno, es horrible.

—Deja de llorar.

—No me hables así.

—¡Cállense los dos! —Siseé para callar a Sharon y a Christopher, quienes no dejaban de pelear desde que habíamos entrado al elevador—. Es muy fácil lo que hay que hacer. Allí no hay cámaras así que podemos hacerlo sin problema.

Cuando salimos del elevador, hicimos lo planeado. Christopher se quedó frente a la puerta, vigilando a que nadie entrara y si alguien quería hacerlo, le ponía cualquier excusa que resultaba. Mientras que, Sharon y yo entrábamos a la habitación y golpeábamos a los tres hombres para dejarlos inconscientes.

—Vamos a dejarlos en las sillas con la espalda contra la ventana para que no se note mucho. —Asentí a lo que me dijo Sharon y obedecí. Luego, me acerqué a los teléfonos celulares mientras ella cerraba la ventana—. ¿Lo encontraste?

Asentí—. Y como supuse, tengo una llamada perdida de Bucky de hace cuatro minutos.

—Voy a desactivar la seguridad para que puedas llamarlo y que la llamada no se registre —me acerqué hasta ella y cuando vi que ya podía llamarlo, lo hice.

Esperé un poco y no puedo evitar sonreír al escuchar su voz en perfecto estado.

—¿Anne?

—Bucky, cielo, gracias a Dios estás bien. ¿Dónde estás?

—Estoy en el aeropuerto, Ann. No sabes cuánto me gustaría quedarme hablando contigo pero no tenemos tiempo, cariño —su voz sonó algo agitada.

—¿Estás con Steve? —escucharlo afirmar me tranquilizó—. ¿Qué necesitan?

—Necesitamos que traigas el equipo de Steve, Sam y Harley —apreté mis labios. Eso será difícil—. El tal Tony vendrá en unas horas según Steve y dice que así no podremos vencerlos para poder irnos. De verdad te agradecería si podrías traer-

Comencé a escuchar gritos desde la puerta, haciéndome saber que habían personas que deseaban entrar.

—Sí, sí, cielo. Debo irme. Les prometo que les llevaré todo pero tienen que quedarse en el estacionamiento para poder verlos —suspiré—. Te amo.

No pude escuchar su respuesta, debido a que había colgado y le había hecho una seña a Sharon para que activara de nuevo la seguridad de las líneas telefónicas. Tomé mi teléfono y le saqué la memoria y el chip que recibía mis llamadas y tenía todos mis contactos. Lo dejé en su lugar y corrí hasta los hombres que estaban incoscientes.

—Sígueme la corriente —le dije a Sharon, quien asintió e hizo lo mismo que yo. Segundos después, la puerta se abrió—. ¿Señor? ¿Señor? ¿Me escucha? ¿Se encuentra bien?

—Creo que están inconscien- —Sharon dejó de hablar al voltearse a los hombres que estaban parados en la entrada, con Christopher acorralado por otros hombres en la pared del pasillo—. Oh, Dios. Por favor, ayúdennos.

—Íbamos pasando y vimos que estos hombres habían sido golpeados y parece que están inconscientes —agregué un tono de preocupación al hablar—. Le pedimos al Agente Adams —señalé a Christopher— que cubriera la puerta para no hacer ésto un gran escándalo ya que ya hay mucho drama. Estábamos por ir a llamar a seguridad.

Ellos nos miraron con desconfianza, pero después uno de ellos habló.

—Bien, hecho Agente Thompson. Tan ejemplar como siempre —no me había dado cuenta que era uno de los jefes generales, y eso me alivió bastante.

Ahora, por si fuera poco, tenía que buscar los trajes del Capitán América, Harley Quinn y Falcon. Eso me pasa por salir con superpersonas.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro