Midna estaba sobre el balcón de su habitación, que por cierto tenía una hermosa vista.
Habían pasado apenas 2 días desde que la princesa rompiera el espejo y le parecía una eternidad.
Extrañaba a Link más que a nada, sentía la gran necesidad de verle, pero obviamente jamás podría volver a verlo.

—Princesa, desde su regreso esta muy decaída y no ha provado bocado alguno, por favor, coma un poco, le mande preparar la sopa caliente que tanto le gusta.

Midna giro para verle y ahí, en el marco de la puerta de cristal que conectaba con el balcón estaba Belt. Belt era una sirvienta del castillo, pero cuido cariñosamente a Midna desde muy pequeña y por ese motivo la estima mucho.
Midna camino en dirección a Belt y se paro a unos centímetros de ella. Sus ojos comenzaron a cristalizarse y ante esto Belt la rodeo entre sus brazos. Midna se echo a llorar y ambas se encontraban incadas sobre el piso.

Había pasado al menos 1 hora. Midna ya estaba un poco más tranquila. Se encontraban en la gran mesa del comedor, ya había comido un poco y le había contado a Belt sobre todo lo que vivío y lo que siente Link.
Belt también lloró con la princesa; le conmovió mucho el sacrificio que hizo Midna por mantener en paz ambos mundos.

—Belt... ¿cómo crees que se sienta Link?

—Por lo que usted me ha contado, realmente creo que él la ama. Y creo que debe sentirse fatal.

—Me gustaría volver a verlo, sentir su piel, escuchar su voz, perderme en sus profundos ojos záfiro...

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Link volvió a Ordon. Todos los habitantes hicieron un gran festejo por el triunfo y regreso de Link. Todos estaban felices y felicitaban a Link, pero él no se sentía bien para festejos. Necesitaba ver a Midna, saber que está bien. Sabía que sería difícil olvídar a alguien como ella.
Ese día del festejo lo único que quería era estar solo y mintió diciendo que estaba cansado y que quería descansar.
Para su suerte, cuando iba a su hogar Ilia lo alcanzó.

—¡Hey, Link!

El ojiazul no quería verla, pero por cortesía le saludo.

—Hola, Ilia.

—Que bien que estés de vuelta, me preocupaba mucho lo que te pudiera pasar.

—No deberías haberte preocupado, se cuidarme.

—Pero enfrentabas monstruos muy peligrosos, escaparte de los arañazos de los gatos no se compara con luchar con monstruos de grandes dimensiones.

—Igual, no debiste preocuparte. Bueno Ilia, buenas noches, estoy algo cansado, nos vemos mañana.— Dijo el de orbes záfiros para luego seguir su camino.

—Link, espera...

Link se detuvo en seco, estaba hirritado y se estaba preguntando que diablos quería la chica de ojos verdes.

—¿Qué pasa?

—Desde hace un tiempo quiero hablarte de algo importante...

Link se sorprendió un poco, aunque sabía de lo que Ilia quería hablarle.

—¿De qué cosa?.

Mientras el héroe se mostraba confundido, Ilia estaba igual de roja que un tomate.

—Link... Tu me gustas.

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HEY LISTEN!
Espero que les este gustando la historia tanto como a mi escribirlaNos leemos luego.

Algunos de los personajes y lugares de los que se narran en ésta historia son propiedad de Nintendo ©.