Uno
Esta historia esta ubicada más o menos al final de la tercera temporada e inicios de la cuarta temporada de Avengers Assemble, spoilers de la cuarta temporada, Ooc y cliché.
Esto sería más bien un AU/What if..? de la cuarta temporada.
Si todo sale según lo planeado serán solo tres o cuatro capítulos ^^
Nota: Esta historia tenía el título: "Loki Laufeyson"
Para las pocas personas que leen la historia, se darán cuenta que la edite un poco esto con la intención de darle otro final al que originalmente me planteé (Culpa de los nuevos episodios que vi de la temporada :v) y también para no dejar tantos cabos sueltos. Me permití tomar algunos datos de los cómics y películas, mea culpa...
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Ahogó un gruñido de frustración cuando la comunicación se corto. Cerro los ojos con resignación.
Cuando decidió sacrificarse para que Ultron desapareciera no creyó que le olvidarían tan pronto, no de esa manera, no cuando las posibilidades de volver habían estado tan cerca.
Tony apretó los puños mientras se mantenía sentado sobre la aparente nada, recargando su espalda en aquel muro invisible que sorprendentemente no se había desvanecido cuando Stephen se había marchado, junto a los vengadores, su equipo.
Soltó una risa amarga, ¿Qué diablos estaba pensando cuando decidió aquello?
Quizá en la pobre e ingenua humanidad.
Respondió una voz dentro de su cabeza que sonaba exactamente como Ultron, volteo rápidamente hacia sus lados esperando encontrar a la inteligencia artificial pero no encontrando nada más que vacío y miles de cosas extrañas en la lejanía, volvió a cerrar los ojos mientras intentaba regular su respiración, vaya mierda.
Se supone que ese día era el día en que finalmente podría volver a la tierra, junto a su equipo, haciendo una entrada gloriosa en la Expo Stark, sonrió ante la fantasía de aparecer en medio del recinto siendo acompañado por fuegos artificiales y recibido por una ovación del público, tal y como siempre debió haber sido. Frunció el ceño ante su último pensamiento y abrió nuevamente sus ojos resignándose ante la imagen de aquella extraña realidad, retiro el guantelete de su mano izquierda, observando su palma durante unos segundos extendiendo y contrayendo sus dedos, a veces incluso dudaba de su propia existencia, la inestabilidad de la dimensión estaba acabando con su cordura y, si sus cálculos eran correctos, en poco tiempo acabaría con él.
Soltó un resoplido de risa que incluso a sus propios oídos sonó amargo, que final tan digno para Tony Stark, desaparecer en una dimensión desconocida que podía acabar con su existencia en un chasquido de dedos.
Cavilo un poco más en sus pensamientos antes de que un humo verdoso comenzara a arremolinarse no muy lejos de él, Tony contrajo sus piernas hacia si mismo y las abrazo contra su pecho, sabía que eso no era producto de sus compañeros puesto que Jane le había especificado exactamente lo que pasaría cuando encendiera la máquina que le regresaría a casa, en vez de un esperado portal de tonos rosáceos comenzó a materializarse una figura alta y estilizada junto a otra un poco más pequeña mientras poco a poco el humo verdoso comenzaba a disminuir y desaparecer.
Tony no tuvo otra opción más que estremecerse cuando la figura del dios nórdico de las travesuras se materializó frente a él, a unos escasos pasos de distancia, tan pocos que estaba seguro que con solo estirar su brazo ya estaría rosando las ropas del dios con la yema de sus dedos.
—Hombre de metal, es un gusto verte.
Comento el dios con su eterna sonrisa burlesca y Tony no tuvo otra opción más que encogerse un poco en su sitio, se sentía desprotegido y de alguna manera desnudo, a pesar de estar vistiendo su armadura.
Una armadura inservible, le recordó una pequeña parte de su mente.
Loki achico un poco los ojos como inspeccionándole con su mirada antes de volver a sonreír radiante.
—Primero ocultándote entre héroes— canturreo el hechicero mientras caminaba hasta pararse enfrente de él, mirándole desde arriba—, ahora tratando de apoderarte de un humano, creo que cada vez que nos vemos te encuentro en decadencia.
Tony no sabia de que rayos estaba hablando el dios, frunció el ceño con desconcierto.
—Aunque debo admitir tu triunfo, Tony Stark no es un mortal común.
Tony se permitió esbozar una sonrisa suave, aquella frase solo podía inflar su elevado ego, hablo envalentonado sintiéndose extrañamente seguro de que el asgadiano no le atacaría.
—Tienes la extraña habilidad de hacer que tus halagos suenen como insultos.
Loki movió un poco la comisura de sus labios agrandando su burlesca sonrisa y extendiendo una de sus manos en un amago de ayudar a Tony a colocarse de pie, el inventor no dudo más de unos segundos en tomar su mano sintiendo un extraño déjà vu recorrerle el cuerpo, quizá Tony no lo noto pero sus ojos brillaron levemente en un tono rojizo.
—Amora, querida, ¿nos harías el honor?
Ordeno el dios, dirigiéndose hacia una mujer rubia de verdes vestimentas que gritaba "asgadiano" por todas partes, la mujer elevo una de sus cejas en un elegante arco antes de esbozar una suave sonrisa y elevar sus manos haciendo que un humo verdoso comenzará a rodearlos. Tony ni siquiera tuvo tiempo para entrar en pánico ante tal acción, quizá ya había perdido la cabeza después de estar en ese lugar, fuera de la realidad, se recordó con resentimiento.
—Sabes que hacer.
Murmuro Loki antes de que ambos desaparecieran dejando a la mujer ahí. Ella sonrió triunfante cuando el dios se hubo marchado creando su propio portal que le llevaría a Midgard, relamió sus labios con maldad pues en unas horas más tendría a aquél hombre que había anhelado por siglos.
Se aparecieron en un lugar iluminando que hizo a Tony cerrar los ojos para poder acostumbrarse. Cuando finalmente los abrió la imagen frente a él lo deleitó.
Estaban en un castillo hecho puramente de lo que parecía hielo, camino un poco alejándose brevemente del dios que había pasado a segundo plano, Loki sonrió ante tal acción, bien sabía que el mortal era un ser curioso por naturaleza.
Había decoraciones y detalles en cada paso que daba y aquello solo le hizo sonreír. Encontró un pilar hecho con fuego, lava, no lo sabia realmente, sintió sus dedos cosquillear y supo inmediatamente a que había algo más ahí, que era imposible el tener hielo y fuego en el mismo lugar.
—Es magia.
Respondió el dios a sus espaldas, Tony respingo levemente, se había olvidado de él.
—¿Lo dije o lo pensé?— comento en un intento de aligerar el ambiente—, ¿O es qué acaso lees mentes? si fuera así, ese seria un gran problema para mi privacidad personal.
Sabía que había comenzado a divagar, pero, ¿Qué esperaban? Era Tony Stark después de todo y Tony Stark no era exactamente conocido por mantener la boca cerrada.
Loki solo soltó una leve risa cantarina que hizo a Tony parar su balbuceo y esbozar una pequeña sonrisa triunfal. El dios parecía otro con ese gesto en el rostro. Ambos se mantuvieron en un silencio ameno que fue interrumpido por el dios.
—Únete a mi camarilla, Stark.
Comento el dios mientras le miraba fijamente, Tony abrió los ojos con sorpresa, sabía que no todo iba a ser tan bueno como se lo habían pintando en un inicio, el tramposo siempre iba a querer algo a cambio, hizo una leve mueca, Loki nunca cambiaría.
—¿Unirme a tu camarilla?
Pregunto él con un tono marcado se incredulidad. Loki solo bufo levemente en exasperación.
—Siempre he dicho que eres muy listo Stark, así que no me hagas quedar mal.
—Woow, ¿Acaso es un alago lo que escucho? —Tony sonrió, su ego hinchándose a niveles que nunca antes había sentido, siendo halagado por un dios pero no por cualquier dios sino por Loki Laufeyson, dios nórdico de las travesuras, relamió sus labios con anticipación mientras sus ojos brillaban en un tono carmesí—. Si es así, creo que podría acostumbrarme.
Loki le miro con sospecha durante unos segundos antes de sonreír encantadoramente, acercándose al mortal un poco más.
—¿Entonces es un trato?
Pregunto el dios. Tony sonrió ladino.
—Anótame en tu boy band, cuernitos.
Loki sonrió como si fuera un niño pequeño, dio unos pasos hasta quedar frente a Tony, el castaño se tenso ante aquél acto pero no hizo ningún amago de moverse. Ambos se miraron fijamente antes de que el dios volviera a hablar.
—De acuerdo, pero primero tengo que deshacerme de un pequeño problema.
Murmuro Loki alzando una de sus manos, cubierta por un extraño fuego verdoso, antes de comenzar a penetrar el reactor arc de Tony quien soltó un gemido lastimero y abrió los ojos con sorpresa, su piel poniéndose de un enfermizo tono pálido, extendió sus manos tratando de defenderse pero lo único que pudo lograr antes de caer de rodillas al suelo fue arañar un poco el brazo del dios quien no había parado de sonreír en ningún momento, Tony sentía su respiración fallar y su cuerpo ser cubierto por un extraño velo de frialdad, el dios finalmente saco su mano con una sonrisa satisfecha mostrando en su palma una perfecta esfera roja cubierta de una fina capa de aquel fuego verde. Eso fue lo único que Tony pudo ver antes de caer hacia delante, inconsciente.
[OoO]
Cuando Tony finalmente despertó lo hizo de golpe, su respiración agitada y una fina capa de sudor cubriendo su cuerpo, miro en todas direcciones con nerviosismo descubriendo que se hallaba solo en aquel cuarto, seguía en el castillo de hielo pero no había rastros de Loki en ninguna parte, intento calmarse cerrando los ojos y aligerando un poco su respiración.
—Piensa Stark.
Se dijo así mismo mientras repasaba todos los acontecimientos recientes en su mente abriendo los ojos con angustia cuando la imagen del dios metiendo su mano en su cuerpo, y no de una buena manera, paso por sus párpados, rápidamente llevo una de sus manos hacia su pecho notando que el reactor seguía ahí, intacto, dejo salir el aire que no sabia que estaba reteniendo antes de que otra verdad cayera sobre él.
Estaba desnudo.
Un ruido a su derecha lo sobresaltó haciendo que cubriera sus partes íntimas con vergüenza. Observo que se trataba simplemente de un pequeño hombre de nieve que cargaba consigo una bandeja de hielo con algo de comida, el hombre le miro con curiosidad pero no dijo nada, solo dejo la bandeja sobre la mesita de noche y volvió a retirarse.
Extraño, pensó mientras se colocaba de pie y recorría la habitación, había estatuas que parecían viejos caballeros medievales, una pequeña salita de estar y una puerta que conducía hacía un muy bien equipado baño. Finalmente se dirigió al closet encontrando dentro algo de ropa que parecía ser de su talla, sonrió gustoso cuando finalmente pudo cubrir su desnudez con unos boxers color blanco, lo mejor para matar pasiones, pensó mientras inspeccionaba la ropa del armario encontrando bastantes cosas que bien podían ser directamente sacadas del medievo, o de Asgard, se recordó.
Tras unos minutos más finalmente se colocó unos pantalones de cuero negros junto con una camisa azul que tenia las mangas de un tono más claro y unos cuantos adornos más, se sentía extrañamente como una versión masculina de Elsa, hizo una mueca ante tal pensamiento, él nunca seria considerado un personaje admirable de Disney, más al fondo encontró diversas capas y sonrió complacido como un niño pequeño en navidad, tomo una que parecía hecha con escarcha, si el castillo era de hielo que mejor que ir acorde con la temática, se sorprendió gratamente al notar la calidez que la prenda emanaba, magia, recordó mientras se colocaba la capa.
Finalmente sonrió complacido mientras se colocaba unas botas negras. Bien estaba vestido, ¿Ahora qué seguía? se preguntó internamente siendo respondido por el rugir de su estómago, rodo los ojos ante ello mientras divisaba la bandeja que el hombre de nieve había traído con anterioridad.
Sonrió complacido cuando el extraño pero exquisito olor llego a sus fosas nasales, la comida se encontraba servida en lo que parecían ser una taza y un cuenco de hielo, como no, aun así la comida que tenían dentro estaba caliente, desprendiendo un leve vaho que hizo a Tony cuestionarse nuevamente si todo aquello no era un sueño, sintió un escalofrió recorrer su cuerpo, observo la habitación durante unos momentos comprobando que todo aquello no era una trampa o una cruel broma de su subconsciente.
—Bien, esto parece real— murmuro mientras tomaba la taza y bebía su extraño contenido, no era ninguna bebida que hubiera probado antes pero sabía bastante bien, dejo salir un pequeño suspiro de satisfacción—, definitivamente sabe a algo real.
Se mantuvo en esa habitación durante unos minutos más, explorando, un poco más en busca de algún detalle que pudo haber obviado la primera vez, cuando estaba por analizar la parte de arriba del closet, el muñeco de nieve volvió a entrar en la recámara recogiendo la bandeja con los cubiertos ya vacíos, Tony miro al muñeco ensimismado durante unos momentos antes de mascullar algo ininteligible, dirigirse hacia una de las armaduras de hielo que al parecer fingían como simple decoración y tomar la lanza de esta, segundos más tarde se encontraba siguiendo al muñeco de nieve por los interminables pasillos del castillo.
Tony mentiría si dijera que no estaba fascinado con todo eso, el castillo era grande y majestuoso con miles y miles de habitaciones diversas, de lo poco que había podido investigar, encontró un pasillo que le dirigía hacia una arena de batalla exterior, una habitación llena de lo que parecían ser calabazos, respingo levemente ante ello pero continuo investigando encontrando también un vasto salón de banquetes, un área de lo que parecían ser aguas termales con el suelo cubierto de una gruesa capa de hielo donde tenía debajo un río de lava que viajaba al centro de la habitación y calentaba una especie de jacuzzi, Tony sonrió ante eso intentando memorizar el camino a dicha habitación.
Finalmente pareció encontrar el camino que le llevaba a una aparente sala de trono, muy de la edad media, pensó Tony aumentando el agarre que tenia en la lanza, camino cauteloso hacia el interior antes de encontrar un objeto increíblemente familiar en el suelo frente al trono, abrió los ojos con sorpresa.
Mjölnir se encontraba elegantemente colocado en el lugar, Tony afianzó el agarre de la lanza y volvió a analizar la habitación.
—Ricitos nunca dejaría su martillo, él adora su martillo.
Murmuro para si mismo mientras sus pensamientos iban y venían entre las miles de posibles amenazas. Antes de que finalmente pudiera encontrar una conclusión apropiada, fue atacado por el flanco izquierdo siendo lanzado con una fuerza considerable hacia otra parte de la habitación, mascullo algo antes de apretar los dientes y volverse a colocar de pie, sabía que no podía hacerle frente a la amenaza sin su traje pero al menos sería una molestia, mordió su labio inferior cuando finalmente se pudo colocar en una posición recta, su mirada se encontraba nublada y un sentía un dolor punzante dónde el golpe se había propinado. "Mierda" mascullo cuando pudo escuchar una serie de pasos débiles sobre el lujoso suelo lustrado.
Cuando finalmente pudo enfocar su vista en su atacante, sus ojos se agrandaron con sorpresa. Thor, dios del trueno, se encontraba parado estoicamente frente a él vistiendo una extraña armadura que le recordaba inevitablemente al Destructor.
—Thor.
Murmuro en sorpresa antes de que la sedosa voz de una mujer interrumpiera en la sala.
—Te dije que mantuvieras a tu mascota alejada de aquí, Loki.
Comento la mujer en aquel tono que Pepper solía usar cuando él no solía asistir a las reuniones que ella consideraba importantes, Tony respingo nuevamente viendo como los Asgardianos entraban con perfecta calma, Thor le miro durante unos momentos antes de voltearse y colocarse junto al trono en una pose rígida, Tony elevo una ceja con curiosidad.
—Amora, querida, ¿Acaso no recuerdas que es gracias a mi que todo esto es posible?
Contesto Loki con aquel tono característico de él, ambos Asgardianos se miraron durante unos momentos en una silenciosa lucha de poder, Amora fue la primera en desviar la mirada, apretando los labios en una perfecta línea recta.
—Stark.
Llamo Loki en una orden implícita de que lo siguiera, Tony dudo durante unos instantes antes de acercarse a él resignado, algo desconfiado y adolorido, Thor seguramente le había provocado un considerable hematoma en el abdomen.
Miró al dios rubio durante unos segundos antes de salir de la sala, nada parecía tener sentido. Primero Loki sacándolo de una muerte segura en una dimensión inestable y después Thor sirviendo a una desconocida mujer como si fuera un simple esbirro y no el futuro rey de Asgard.
Camino junto a Loki durante unos segundos en un silencio que le ponía nervioso, estaba desprotegido y algo temeroso. Sin darse cuenta, ambos habían terminado en una extraña sala para el inventor quien comenzó a analizar toda la estancia.
El cuarto era parecido a uno de sus habituales talleres de trabajo, o eso creía puesto que se encontraban diversas mesas de hielo esparcidas por la zona junto a herramientas conocidas y desconocidas para él. Sus ojos brillaron con satisfacción al observar su armadura flotar sobre una especie de pedestal, se acercó a ella dejando que sus dedos penetrasen en el extraño velo azuloso que protegía la armadura, sintió un placentero escalofrió recorrer su cuerpo mientras sus dedos cosquilleaban debido a la emoción.
Loki sonrió a sus espaldas. Tony siguió analizando la estancia, su cuerpo se tenso inevitablemente cuando su mirada capto aquella esfera roja flotando en un pedestal parecido al que se encontraba su armadura, dio unos pasos hacia atrás mientras inconsciente llevaba su mano izquierda hacia su pecho apretando sutilmente sobre la tela ahí donde su reactor arc debía encontrarse, finalmente soltó el aire que no sabía que estaba reteniendo cuando sintió la fría superficie del reactor. Loki enarco una ceja mientras se dirigía hacia el pedestal, Tony no desvió la mirada en ningún momento.
—¿Te gusta? Es un pequeño problemita que aún tengo que erradicar— dijo el dios mientras golpeaba con su característico cetro el velo que cubría el pedestal, la superficie azulosa se estremeció ahí donde la punta del cetro había chocado causando una serie de ondas parecidas a las que se obtendrían si una piedra fuera lanzada a un estanque. Tony respingo inevitablemente cuando una voz conocida lleno la estancia.
—¿Contento de verme, padre?
Tony abrió los ojos con sorpresa, estos cubiertos por un pequeño brillo de temor y angustia, el inventor solo pudo boquear durante unos segundos mientras retrocedía lentamente. Cuando se dio cuenta de lo que hacia trato de recomponerse utilizando su característica máscara de póker que había perfeccionado desde su primera entrevista. Analizó la situación lo más fríamente que pudo dándose cuenta de que Loki había podido contener a Ultron todo este tiempo, frunció el ceño con molestia mientras observaba al dios azabache mirarle con curiosidad.
—¡Pudiste contenerlo todo este tiempo y nunca se te ocurrió ayudarnos!
Expreso su enojo apretando su mandíbula, Loki arqueo elegantemente sus cejas en un acto burlón que solo hizo enfurecer más a Tony.
—La tierra estuvo a punto de ser destruida, en más de una ocasión, y nunca se te ocurrió intervenir.
Loki sonrió burlón, antes de que Tony pudiera decir alguna otra cosa más fue interrumpido por la sedosa voz del dios.
—Creo que has olvidado algunos puntos clave, así que permíteme ser quién te los recuerde— comento el dios mientras bajaba el cetro y se alejaba del pedestal, comenzando a caminar por la estancia—, en primer lugar no tengo porque ayudarles, soy un villano, ¿acaso no lo recuerdas?—puntualizó el pelinegro acercándose hacia donde Tony se encontraba, el castaño se tenso—, en segundo lugar, porque no me apetecía, era divertido ver como los humanos sufrían por su propia incompetencia.
Loki sonrió ufano y Tony supo que lo siguiente le dolería, cerro los ojos esperando aquel golpe a su orgullo.
—Oh, perdona mi equivocación, déjame corregir mi error— murmuro el dios mientras relamía sus labios divertido, Tony comenzó a temblar de impotencia—, era divertido ver como los humanos sufrían por tu propia incompetencia. Digo, después de todo Ultron fue tu creación.
Tony abrió los ojos, el enfado resplandecía en sus orbes chocolates, miro por el rabillo del ojo algunas de las herramientas que se encontraban cerca, miro nuevamente al dios que se encontraba a solo algunos pasos de distancia. Tony tomó una de las herramientas y la lanzó hacía Loki logrando que este se desconcertara, no esperaba aquello. La herramienta, que irónicamente tenía la forma de una llave inglesa, impacto contra la mejilla del dios.
Loki sonrió burlón mientras miraba la herramienta caer al suelo en un ruido seco. Tony solo pudo retroceder en un acto inconsciente de supervivencia. En un parpadeo el dios se encontró frente a Tony, sus ojos brillando con un toque de locura, Tony paso saliva nervioso cuando sintió la punta del cetro chocar contra su garganta, un fino recorrido de sangre comenzó a emanar por el pequeño corte que se había provocado con tal acción.
—Te mataría ahora mismo si no fueras tan útil— murmuro gélidamente el dios mientras observaba los orbes chocolates del inventor en los que podía notar un leve atisbo de miedo. Loki sonrió ufano—, entiéndelo Stark, me eres útil. Podría perfectamente haberte dejado morir en aquella dimensión, podría haber dejado que Ultron tomará el control de tu patético cuerpo mortal, podría haber dejado que Thor acabará contigo, y sin embargo estás aquí, en pleno uso de tus facultades y ahora te pregunto de nuevo, ¿Quieres unirte a mi camarilla o quieres volver con aquellos mortales que aprovecharon la primera oportunidad que tuvieron para deshacerse de ti?
Tony miro al dios, por increíble que fuera sabía que estaba hablando en serio, fue como si un velo hubiera caído ante él develando una verdad que se había negado a ver durante tanto tiempo, su equipo no le necesitaba, él no era más que aquella billetera andante de la que podían hacer uso cada vez que quisieran, su mirada se endureció.
—Te lo dije antes, cuernitos, anótame en tu boy band.
Tony sonrió, Loki copió el gesto mientras bajaba la lanza y retrocedía unos pasos.
—Chico listo— murmuro el dios.
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