#MaeDay

Capítulo treinta y seis: ¡Espero que pato coma atún!

Una de las grandes ventajas, es que, al estar en uno de los hoteles de Disney, teníamos entrada libre dos horas antes a una parte del parque. Claramente no había muchos lugares abiertos, pero era más que nada para tomarse foto con algunos personajes que caminaban por ahí.

Y ahí estábamos Mia y yo, persiguiendo a Stitch.

Derek y Max no dejaban de quejarse porque los habíamos subido al bus sin pensarlo —y sin desayunar— para conseguir algunas fotos. Joseph solo nos seguía con la cámara sonriendo.

Nos tenía paciencia... O a mí.

—¡Hola! ¿Podemos tomarnos una foto contigo? —El tipo disfrazado asintió, nos tomaron una foto y se fue sin esperar.

—¡Ohana significa familia! —Le grité. El tipo alzó la mano y la movió mientras se iba.

—Pues ese familiar nos acaba de abandonar —mencionó Mia riéndose.

—¡Espero que pato coma atún! —Le grité girando dramáticamente y tomé el brazo de mi amiga para irnos hacia Goofy, él seguro nos trataría mejor.

Media hora después, estábamos desayunando juntos en el hotel ya que dos niños no dejaban de quejarse porque tenían hambre.

—Amo desayunar —suspiró Max mientras comía de sus pancakes con forma de Mickey.

—Lo noté —dijimos Mia, Joseph y yo en coro. Como si hubiese estado preparado.

—Yo quiero cereal —habló Derek y Mia rio levantándose.

—Voy por más crema de avellanas, ¿vamos a buscar cereal? —Entonces la cara de mi hermano se iluminó y se fue junto a mi amiga.

—¿Debo pensar mal de ese niño? ¿Qué intenciones tiene con mi hermanita?

—Mi hermanito no tiene malas intenciones con tu hermanita, Chris...tine.

—Oh, es cierto. Es tu hermano... ¿Está loco?

—No, mi hermanito salió a mi pap... Papito.

—Entonces lo apruebo para mi hermanita.

—Tu hermanita saldría con mi hermanito, aunque su hermana lo desapruebe.

—Cierto —asintió y rio tomando de su... Lo que sea que estuviera tomando. Era morado, no quería saber que estaba ingiriendo.

—El mejor amiguito del hermanito está aquí —saludó Max intentando romper la tensión que se había creado.

—Bueno, yo ya les dije con quién deben hablar en el parque... Tengo cosas que hacer. Los veo luego, chicos.

Entonces se fue.

—¡Cuanta tensión! ¡Podía tocarla con los dedos ya! —Max fingió que volvía a respirar después de varios segundos y yo negué mientras comía de la ensalada de frutas.

—¿No creen que son lindos? —suspiré mirando a mi hermano desde lejos mientras él servía cereal en un plato y Mia le sonreía.

—Deberíamos hacer algo al respecto...

—No, Max. Deja que ellos arreglen sus asuntos, puedo molestarlos y aconsejarles lo que quieran, pero es mejor no meterse en eso. Mi hermano se lo dirá cuando esté listo. Lento... Pero seguro... Espero.

Aclaré la garganta y me levanté.

—¿A dónde vas?

—Voy por jugo, ¿quieren algo?

Ambos negaron y me alejé.

Pero cuando iba a tomar unos chocolates, alguien tocó mo brazo.

—Hola, Mae.

—Hey... ¿Qué tal? —sonreí mirándola. No me acordaba su nombre.

—Te escribí ayer por twitter.

—Oh, lo siento. Ayer no revisé mis mensajes, era el primer día y la pasamos caminando por ahí.

—Bueno, yo estaré aquí cuatro días más... ¿Cómo se llama el chico del que me hablaste?

—Su nombre es Max.

—Bueno, dile a Max que Kat le manda saludos, y no es necesario hacer caminar a sus amigos detrás de mí... —Yo solté una carcajada y varios giraron a mirarme, Max incluido.

—Está bien, le diré. De hecho, nos está mirando.

Ella giró, lo saludó y él correspondió algo sonrojado. Kat se despidió de mí y caminó hacia sus padres, que también me saludaron, por cierto.

Segundos después, volví a la mesa con el jugo y la interrogación empezó.

—¿Me envió saludos? Pero, ¿cómo? ¿Lo dijo feliz? ¿Y sabe que la seguimos? ¿Cómo? ¡Yo fui muy sigiloso! Seguro fueron ustedes.

—Max, cálmate.

—¡No me pidas que me calme, Mae! ¡Estoy totalmente no calmado! ¡No le pidas a alguien no calmado que se calme! —Tocó mis brazos moviéndome mientras hablaba.

—Sí, tú necesitas relajarte un poco, hijo. ¿Vamos al parque o no?

Y si esto fuera una película: vería a Mia levantándose en cámara lenta mientras gritaba «¡¡Sí!!» de la forma más grave posible y alzaba los brazos en forma de victoria.

—Hola, mejor amiga —estiró su brazo.

—Hola, mejor amiga, ¿cómo la estás pasando?

—Pues bien, no puedo quejarme. Aunque me siento un poco abandonada, ¿sabes?

—¡Mira quién habla! Tú y mi hermano andan de un lado a otro juntos.

—Bueno, pues tú y Joedi también.

—Joedi... —Me golpeé la frente y ella empezó a reír.

—¿Qué pasa? Joedi, es una gran combinación entre Joe y Jedi.

—Sí... Lo entendí, Mia.

—Oigan, estamos aquí —habló Joe mirándonos.

—Sí... Todos —mencionó Derek saludando.

—Bueno, yo estoy de violinista, pero también aquí.

—¿Pueden no meterse en nuestra conversación?

—Sí, nadie los invitó —negó Mia mientras yo reía.

—En fin, tengo un reto para nosotras.

—Dime —asintió oyendo atentamente.

—La que saque menos fotos con caras raras con personajes Disney y en las fotos de las montañas rusas, tendrá que comprarle algo a la otra.

—Me parece perfecto.

—Pues yo voy a ganar esto, me gustaría un pijama de Olaf. ¿Qué tal?

—Lo siento, porque yo ganaré. Y no te diré qué quiero, tendrás que adivinar... Elfo. Ahora si me disculpas —Tomó la mano de Max de un lado y la de Derek de otro— tengo que tomarme unas cuantas fotos. Nos vemos en una hora para Space Mountain.

—Sí, yo también —Tomé el brazo de Joseph y halé de él hacia el otro lado.

—Muffin...

—¿Sí?

—Ahí está Mérida.

—¡Oh por Dios! ¡Amo a esa pelirroja! —grité mientras volvía a halar de él y parábamos en la cola. Había un grupo de niños adelante y yo era la única mayor, pero no me importaba.

Y así estuvimos cuarenta minutos más, Joseph tuvo que cargarme ya que yo insistía en tomarme una foto con Lilo. Pero no. Rompió mis ilusiones.

—En serio, no puedo creerlo. Estaba a nada de llegar a ella, es una falta de respeto.

—Íbamos a llegar tarde... Y luego me ibas a gritar por no detenerte.

—Como sea, ¿tienes nuestros tickets de fastpass?

Joseph alzo la mano con los tickets y sonreí tomándolos, poco después apareció el otro equipo.

—Oh, pero si es Diax... —hablé frente a Mia y pude imaginarnos en desierto mientras hacían un zoom a nuestras miradas y tocábamos el lado derecho donde estaban nuestras armas.

—Oh, sí... Moe —soltó mirándonos también y sacó su ticket.

—¿Y si hacemos una tregua? —preguntó Max y ambas giramos a verlo y negamos.

—Sí, chicas... Por favor.

—Bueno, tal vez podemos considerarlo —mencioné luego de que Joseph habló.

—Bien —alargó Mia y estiró los brazos.

—¿Qué haces?

—Quiero un abrazo.

Yo reí y me acerqué para abrazarla.

Luego de esto, nos acercamos a la pequeña cola del fastpass.

—No —Max negó mientras entrabamos.

—¿Qué pasa?

—Que ahí dice que entra gente más alta que 1.32 centímetros. Tú mides un metro, espéranos afuera y...

Tapé su cara y caminé directamente a la fila para subirnos a la atracción. Personalmente, no creo que fue la mejor. Tal vez le había puesto tanta emoción al asunto, que, a la hora de subir, no había hecho efecto. Lo bueno es que ya tenía una foto haciendo muecas para la colección.

—Hermanita... —Derek tomó mi brazo apartándome de los demás.

—¿Qué vas a pedirme?

—Qué falta de fe.

—Sí, claro... Tú nunca vienes con un «hermanita». El Derek normal diría, «oye, fea». En fin ¿qué necesitas?

—Que me ayudes a organizar algo.

—¡¡Me gusta organizar cosas!! —chillé al notar lo que venía.

—Sí, ya sé qué crees. Y sí, es eso. Tiene que ser especial.

—¿Qué más especial si estamos en Disney?

—Más especial, ¿sabes lo difícil que es superar el hecho de que está cumpliendo uno de sus sueños?

—Viajar conmigo... no vas a superarme, cara de rata —hablé limpiándome el falso polvo del hombro y mi hermano se echó a reír.

—No, hablo de Disney. Cállate.

—En fin, ¿qué tienes en mente?

—Tengo algo... pero tendremos que conversarlo bien —Me miró por unos segundos y sonrió.

Mi hermanito estaba creciendo y estaba a punto de asegurarme de ser realmente la tía de los hijos de mi mejor amiga.

Realmente grandioso.

-----

SO NOOO ONE TOLD YOU LIFE WAS GONNA BE THIS WAAAAAAAAAAAY.

Holi.

Antes que nada, quiero pedir disculpas porque hace rato estaba editando el anterior cap (la nota de autor ya está en negrita, oks) y bueno, presioné el botón equivocado y subí un cap igual dkjdkhd.

Whatevs, también debo disculparme por estar tan desaparecida, pero gosh... las clases. En otras noticias, si me siguen en twitter, habrán notado que he estado subiendo pequeñas pistas sobre la nueva historia que voy a subir, incluso he creado una cuenta de Instagram (ZionWattpad) que será la ÚNICA cuenta que tendrá la historia, cuando empiecen a leer entenderán por qué lo hago...

He estado pensando en esto y voy a hacer algo muy lokooohh, voy a subir la historia antes de que acabe Eterneco, dos CAPÍTULOS antes, el epílogo y los capítulos bonus son otra cosa, pero cuando ya falten un par de capítulos para que acabe Eterneco, subiré Zion.

Y sí, la nueva historia se llama Zion... Que ahora que lo pienso, suena a sillón... Pero tiene un significado muy bonito y cuando lean entenderán. De verdad estoy muy emocionada con este nuevo proyecto y espero que a ustedes también les guste.

Bueno, como se emociona escribiendo esta niña, eh. Espero que les haya gustado el capítulo y ahora mismo me pongo a escribir a ver si logro subir otro mañana aprovechando el fin de semana.

Pd: Ahora mismo la cuenta de Zion en Instagram está en privado, si la van a seguir, háganlo porque en cualquier momento le quito el privado gg :-)

Y ya... ya está, es todo por hoy.

Gracias, GRACIAS por todos su comentarios y mensajes bonitos que dejan a diario, de verdad. Ayer noté que a Eterneco le falta muy poco para llegar al medio millón y memossssiono, chiquis. De verdad, últimamente lo digo poco, pero estoy muy agradecida por todo esto. Sé que es algo de momento, pero es una etapa de mi vida que no voy a olvidar <3

Los quiero, son todos unos melocotoncitos.

Bai✌