Connor

Recuerdo la primera vez que la vi, teníamos quince años, ambos éramos muy callados y solíamos resolver las tareas en silencio y con una prisa increíble. Éramos iguales y al mismo tiempo lejanos. 

Comencé a interesarme en ella cuando un día llegó con su cabello suelto. Era tan largo y ondulado, la hacía lucir completamente diferente. Habíamos iniciado el tercer semestre y todos cambiamos durante el verano. Pero a la que se le notaba el cambio drástico fue a ella. Lucía más encantadora, más hermosa, más feliz. No solo cambió físicamente, sino su personalidad había recibido una frescura. 

Era más amigable, le fue sencillo hacer amigos de la noche a la mañana. Mientras que yo seguía en mi propio mundo, en mi pequeño circulo amistoso en donde mis únicos amigos eran Cati, Arley y Adrik. No solía convivir con el resto de las personas porque me hacían sentir incomodo. Pero cuando ella me habló, mi mundo dio un enorme giro y se quedó de cabeza. 

No tenía pensamientos propios que no se trataran sobre ella. 

Me sentí dichoso cuando me preguntó si tenía un bolígrafo. Me sentí en las nubes cuando ella comenzó a sentarse frente a mi asiento. Presentía que el mundo se movía al ritmo de mi corazón cuando se daba la vuelta para hablarme de cualquier cosa. Y moría en un suspiro cuando me sonreía. Me ahogaba en la estupefacción cuando me miraba con intensidad.

Ella lo cambió todo. 

Mi interés por la música se intensificó cuando descubrí que ella cantaba y componía sus propias canciones. Nos hicimos más cercanos dos meses después de prestarle un bolígrafo. Y comenzamos a cantar juntos tres meses después. Cuando ella superó su pánico escénico. 

Intento no decir su nombre ni en mis pensamientos, porqué estoy seguro que me derrumbaré. 

Con ella cerca de mí pude superar la desaparición de mi mejor amiga, fue menos doloroso y me sentí menos enojado con sus palabras. Para ella, Jane fue una niña especial. 

—Es como si tuvieras la dicha de conocer a un ángel en tu vida —me dijo con su dulce voz, estábamos en la cochera de mi casa esperando a los chicos—. Llegan sin decirlo y nos hacen mejores personas.

Pero entonces solo podía pensar en lo hermosa que lucía mientras hablaba sobre un tema, y me encantaba que fuera muy sincera y linda con sus opiniones respecto a mi amiga infante. Nunca la conoció, pero hablaba como si fuera la mejor persona que alguna vez conoció.

—A veces quisiera que ella estuviera aquí —le dije acariciando la pulsera amarilla que Jane me regaló en mi cumpleaños número doce—. Podría ser pequeña por dos años, pero era lo suficientemente madura para hablar como alguien más grande que nosotros. 

—Ya lo creo, con todo lo que me cuentas de ella, seguro fue una persona excepcional —me sonrió—. Estoy segura que ella debe estar pensando en ti tanto como tu lo haces, seguramente te extraña, y desde luego que te desea lo mejor de la vida todos los días. 

—¿Lo crees?

—No lo creo, lo sé —se levantó del sofá y se acercó al teclado—. Ya sé que debemos hacer —comenzó a jugar con los teclados buscando el inicio de una melodía—. Hagámosle una canción dedicada solo a ella. Algo con lo que pueda recordarte cuando la escuche. 

—¿Para Jane?

—Para Jane.

Sonreí porque me encantaba la forma tan tranquila y especial con las que tomaba las cosas más privadas e intimas de una persona. Tomaba las piezas con delicadeza y formaba un tumulto de emociones enlazadas que podían convertirse en un arco iris, podía imaginarlo todo. 

Comenzó a tocar una melodía y yo la seguí. Uno de nosotros podía ser un genio pero el otro era un genio en la música. 

Contemos las estrellas del cielo. En algún momento las alcanzaremos. 

Vamos a disfrazarnos de galaxias. Yo seré el Sol y tu la Luna.

Derribemos toda la maldad como meteoritos.

Destruyamos los muros que intentan detenernos. 

La noche está muy fresca y es ideal para bailar. 

Vístete como una princesa guerrera.

Yo seré tu gladiador que la espalda te proteja. 

Contando las piedras o buscando hadas, tu háblame.

Iré corriendo, esquivando tormentas para ayudarte. 

Sí es necesario a una tripulación llamaré. 

Haría todo lo que estuviera a mi alcance para protegerte.

Eras, eres y serás por siempre la primera. 

Aunque diga lo contrario cuando te vea.

Fueron los mejores momentos de mi vida, momentos que no sabía que iba a extrañar con intensidad. A veces los recuerdos deben doler para sentirte real. Para recordar que eres tan humano como el resto del mundo. Algunos tienen la dicha de mantener todo lo que aman a su lado, otros lo pierden a una corta edad y muy pocos llegan a tener algo que aman.

Yo conocí el amor, lo acepté y lo cuidé pero al final me lo arrebató el destino. 

Desde entonces no creo tanto como antes. 

Mi mente deja de divagar y me concentro en la interpretación de un invitado especial: Angel. Interpretando Bright, su primera canción que lo lanzó a la fama durante su debut. Presto atención e intento divertirme con mis amigos durante el resto del evento. 

La música ha sido parte de mí desde muy pequeño, y es un alivio que haya dejado todo por seguirla, de lo contrario, no estoy seguro de cuan feliz estaría ahora mismo. No he podido imaginarme la vida sin la música, no he podido y eso a veces me aterra. Tengo un molesto presentimiento de que podría haber sido escasamente feliz sin darme cuenta. 

Observando la pasión con la que interpreta  Angel sobre el escenario me enternece el corazón. Visualizo la extrema grandeza que él pone en cada una de sus canciones, las ganas intensas que tiene al cantar y lo orgulloso que se siente al escuchar al público cantar con él. La sonrisa radiante que fluye de tu boca instantáneamente, las lágrimas que caen en tu mejilla al sentirte muy emocionado, y las vibraciones en todo el cuerpo al sentir la canción. Al momento de darle forma, color, sensación y sobre todo poder. Cuando un artista le da vida a su canción, se siente algo extraordinario. Los vellos de tu piel se erizan, las orejas se ponen rojas, te tiemblan las manos y tu corazón levita como un globo delicado. Es porque estás muy emocionado. 

Así me siento cuando canto sobre el escenario, cuando escucho a un artista cantar con la misma pasión que yo, cuando me enamoro y cuando añoro.  

Aplaudo con muchas ganas cuando Angel termina de cantar. Estoy muy honrado de existir en la misma época que él. Un verdadero artista. Adrik a mi lado brinca y grita como si fuera una fanática.

—¡Te amo, Angel! ¡Te amo!

No puedo evitarlo y sonrío. Con Adrik a mi lado jamás podrá faltar la diversión, y con los otros dos, las travesuras se vuelven leyendas. 

—Arley has algo —pidió Cati—. No quiero que nos pongan en la boca de los chismes otra vez. 

—Envidiosa —comentó Arley entre risas, y juntos observamos a Adrik gritando lo mucho que adoraba a Angel—. El niño está feliz, hay que dejarlo ser feliz. 

—Pues que niño tan inmaduro el que tenemos que cuidar —murmuró la chica.

Todo hubiera continuado de maravilla, a no ser por la colaboración secreta que Syd Ruíz tenía junto a dos grandes artistas clásicos. Cuando los vi subir al escenario tras la presentación, lo primero que pensé fue en Janesse. Quería creer que podría verla una vez más, aunque las probabilidades eran muy escasas. Me levanté del asiento y comencé a caminar sin ningún lugar en concreto. La buscaba con la mirada, con la esperanza de que podría encontrarla. 

Pero entonces Syd habló.

—Cuando alguien pierde a un ser amado, sentimos que el mundo ya no será el mismo. Perdemos la fe y dejamos de creer en las cosas buenas. Nos encerramos en una burbuja que a veces es imposible de romper, nos volvemos reacios a las emociones e intentamos esquivarlo todo. Pero siempre hay una grieta. Y eso todos debemos tenerlo presente, las grietas podrían ser la solución para muchos. Está canción es para aquellos que están en busca de su grieta. 

La palabra grieta resonó en mi cabeza.

El piano comenzó a sonar con una melodía que recuerdo perfectamente. Una melodía que alguna vez escuché en la casa de mi amiga infante, recuerdo que ella me dijo que tenía un hermano mayor. 

—No lo dejan salir de casa porqué está enfermo —me dijo mientras buscábamos un trébol de cuatro hojas en el parque—. Madre dice que los niños enfermos no pueden ni asomarse a la ventana. 

—¿Qué tiene? —Pregunté.

—No lo sé. Nunca me han dicho. Madre dice que soy muy pequeña para saber.

—Tienes ocho años, y eres muy inteligente, creo que tienes la edad suficiente para saber lo que ocurre con tu hermano.

—Tal vez, pero es mejor no preguntar. No quiero meter en problemas a Keny. 

—¿Keny? ¿Así se llama tu hermano?

—Es un apodo, se llama Kennedy —acotó con una mirada muy triste. 

—Algún día él estará bien —la animé—. Algún día encontrará una grieta para esa enfermedad y volverá a estar sano. Algún día será. 

—¿Y tú dejarás de ser muy juzgón? 

—Oye, yo no juzgo porqué sí. Es que mi mente procesa demasiada información clasificada para los niños de nuestras edades, y soy el único que piensa como debería ser. Además, juzgo con consciencia. 

Jane río con esa risa tan simpática que tenía. Su vocecita parecía el canto de un ave.

—Espero que algún día encuentres la grieta, Chimuelo. Para que dejes de juzgar y sentirte amenazado con todos.

—Y yo espero que encuentres la tuya, la grieta que te ayudará a ser más feliz de lo que estás ahora. La grieta que alejará esa tristeza de tu bonito rostro, Jane. 

¿Podría olvidarme de todo e intentar las cosas con Thyra?

No creo que eso pueda ser sencillo. No cuando las cosas comienzan a ponerse extrañas. Con la melodía de mi pasado y las palabras claves que alguna vez dije, esto comienza a molestarme tanto. Tengo muchas preguntas, dudas que no pueden ser resueltas por las enormes diferencias que están a su alrededor. 

Por un momento quise creer que Janesse era Jane. Que su hermano Kennedy era el chico rubio que cantaba junto a Syd. Pero no podía ser correcto, porque para empezar, el hermano de la gimnasta se llama Kenner. Y Janesse luce diferente a ella. Y Jane me contó que su hermano no canta. 

Pero, la palabra grieta me está trayendo muchos recuerdos que había olvidado. No estoy seguro de mucho, pero tengo la confianza de que si intento profundizar en el tema podré encontrar una respuesta. 

¿Podré olvidarme de las emociones que Thyra ha comenzado a despertar en mí si vuelvo a ver a Janesse?

Esa ha sido mi pregunta desde que recibí su mensaje durante el evento. No pude pensar en nada salvo lo que sucedería con nosotros si realmente intentáramos estar juntos. Pero si Janesse volvía a mi vida, todo pierde camino y vuelvo a estar en la nada de un blanco intenso que no me ayuda a pensar. 

El destino es muy irrelevante conmigo. No me da tiempo para nada.

Mientras Syd y Kenner cantan versos que significan tantas cosas, mi atención se fija únicamente en dos personas. Frente a mí, a unos metros se aproxima Thyra con una confianza deslumbrante, y más allá de ella, veo aquellos ojos cafés con el esplendido cabello color oro observando el escenario. 

La persona que tanto buscaba hace unos meses, la que tenía mi corazón levitando con dolor y una amarga sensación ha vuelto a mí junto a miles de recuerdos que había perdido; y al mismo tiempo, las emociones que están despertando gracias a una persona completamente opuesta a lo que esperaba, se acerca a mí como si ya nada pudiera separarnos.

No sé que hacer, ni que decir. 

Sólo puedo escuchar la canción, observar a Janesse desde la distancia y rodear en un fuerte abrazo a Thyra, quien ha llamado la atención de todos ante su acción. Pronto habrá interés por este íntimo saludo, y pronto tendré que decidir algo.

Me estoy perdiendo del camino correcto, de este modo jamás encontraré mi grieta.

¿Jane tenía un hermano? ¿Alguien se lo esperaba? JAJAJAJA creo que nadie, ya vamos avanzando mucho.

¡Connor y Janesse están en el mismo lugar una vez más!

Ya veremos que sucederá después de está impredecible reunión, ha pasado un tiempo desde que se vieron... ¿Cómo creen que reaccionaran al estar cara a cara? ¿Thyra Petsch le quitará el lugar a Janesse? ¿O Janesse peleará? ¿Qué significará esa melodía que se usó en la colaboración de Syd?

¿Quién cree qué Adrik es gay? JAJAJAJAJA OKNO eso no.

Gracias por seguir leyendo, gracias por esperar a esté nuevo capítulo, y gracias de antemano por esperar los siguientes. 

No pude esperarme al maratón y les traje el nuevo capítulo. 

Respecto al maratón, la tendremos a partir del domingo en la noche y acabará el martes en la tarde.

Besos PERFECTOS a todos.

No olviden votar si les gustó el capítulo y dejar sus comentarios.