02 ⇉ cohabitation
ੈ✩‧₊ 02 — cohabitación ₊‧✩ੈ
Conocer totalmente a una persona es un proceso de muchos años, y eso los Eternos recién lo entendían.
"Nuestros primeros años de convivencia serán un gran reto", había advertido Ajak luego de acabar con la primera cena familiar, por así decirlo, que habían tenido. Todos se habían mirado entre sí, con pánico en sus ojos. Tendrían que convivir, y recién lo comprendían. Iban a conocer hasta el peor hábito de sus compañeros en los miles de años que comparitirían derrotando Desviantes y salvando al mundo, algo que no los animó mucho.
—Si matar criaturas dementes ya era difícil, tener una familia será peor —comentó Sprite, siendo la primera en soltar palabra luego de Ajak.
—No tenemos por qué ser tan negativos —dijo Eda con un intento de sonrisa—, a menos de que sean asesinos traidores que tiran de un acantilado a su familia. Si es así, hablen ahora o tendremos problemas.
—Claro, como si los traidores asesinos te fueran a decir "Oye, nada más para avisar, voy a matarte mañana lanzándote de un acantilado" —expresó Druig irónico, ganándose la mala mirada de Eda. Él seguía un poco resentido por la broma de mal gusto que le había hecho la de ojos color miel.
—Creo que ha sido demasiado por hoy, pueden retirarse —permitió Ajak, levantándose—. Los Desviantes no descansan, pero busquen lapsos de tiempo en los que ustedes sí.
Salió, dejando a todos en un incómodo silencio.
—¿Y ahora qué? ¿Hablamos o nos vamos? —cuestionó Kingo, comiendo del tazón de cereal que había sobre la mesa.
—Hablemos —dijo Gilgamesh siendo, junto a Eda, de los más animados.
—Deberíamos presentarnos bien, no sé, ¿palabra favorita?
Todos miraron de manera extraña a Eda por su propuesta, que sonreía incómoda.
Thena se compadeció, diciendo: —Armas.
—Gran palabra —halagó Eda, atreviéndose a mirarla a los ojos. Viviría con ella, tenía que relajarse y actuar con normalidad—. ¿Quién más? —preguntó luego de perderse en los ojos de la rubia por unos segundos.
—Control —dijo Druig, comiendo una uva.
Los habitantes de la Tierra les habían dado un poco de su comida por ayudarlos y, quizás, el control mental de Druig.
—Persona controladora, eh —bromeó Eda con una sonrisa.
—No puedo evitarlo —respondió él, guiñándole un ojo.
—Y además coqueto —añadió con una ceja alzada—. Sigamos... ¡Tú, quédate ahí! —ordenó al ver como Sprite se iba sigilosamente—. ¿Sprite, no?
—Sí —respondió, dando media vuelta con las manos arriba—. Palabra favorita: Ilusión. ¿Ya me puedo ir?
—Oh, vamos, ¿no quisieras conocernos ni un poco? Todos sí quieren conocerte a ti.
—En realidad yo... —intentó decir Ikaris ante la afirmación de Eda, poniéndose de pie.
—Usted silencio —dijo Eda de manera amenazadora, señalándolo—. Como te decía, todos quieren conocerte.
Sprite la miraba con el ceño fruncido. No podía creerse que iba a tener que vivir con aquellas personas tanto tiempo, consideró la idea de no hablarles nunca, pero igual accedió luego de que Eda obligará a todos a sonreír.
La vidente se comportaba con tanta naturalidad que sorprendía, era como si conociera a todos de mucho antes, pero eso no los molestó, pues tenían la misma sensación de haber compartido mucho con ella.
—Entonces... Thena es una hábil guerrera que ama las armas. Druig un galán controlador de mentes —empezó a describirlos luego de que todos dijeran sus palabras favoritas, guiándose también de lo que había visto en el campo de batalla—. Sprite una ilusionista amargada. Ikaris, no ilusionista, pero sí amargado. —Recibió sus reclamos, pero los ignoró completamente—. Sersi, la controla materia muy agradable. Tan distinta a él... —murmuró lo último—. Cuidado con Gilgamesh o les dará un mortal golpe. Amen a Phastos porque puede crear cosas maravillosas. Kingo, pues Kingo se ama mucho, y con razón, es poderoso. Y Makkari, la hermosa Makkari, cuídenla o se irá ni bien pestañeen.
Soltó un suspiro luego de eso, mirando con atención a cada uno de sus compañeros. Todos eran distintos, cada uno con cualidades y poderes diferentes. Complementarse sería una tarea difícil, pero esperaba que lo lograrán.
—Muy bien, Eda —felicitó su líder desde el marco de la puerta, llamando la atención de los Eternos. Ella lo había escuchado y visto todo, y se sentía satisfecha con el equipo que le había tocado en esa oportunidad—. Estoy segura de que hoy todos han logrado obtener una perspectiva de sus compañeros, pero tengan cuidado, siempre es mejor conocer que juzgar.
—Claro, Ajak —apoyó Eda con un lento asentimiento de cabeza.
Ella, sin conocerla, la respetaba mucho. Ajak, además de ser la líder que Arishem les había delegado, transmitía poder, serenidad y liderazgo. Todos en el fondo esperaban tener una buena relación con ella, ganarse su confianza y cariño.
—Sobre el tema de sus poderes, gustaría mucho que los practicarán constantemente para que puedan afianzarlos.
—Mis poderes no serán útiles en batalla, ¿no es eso algo injusto? —preguntó Sprite con fastidio al pensar en ese aspecto de ella; sus habilidades especiales.
—Sprite, tú eres, como todos, capaz de ir a un campo de batalla y dar lo mejor de ti, posiblemente te veas un poco vulnerable, pero eres capaz, y con inteligencia y astucia, podrás hacer que todos los enemigos sean derrotados —dijo Ajak para calmar su preocupación.
—Nuestros poderes nos dividen en un par de grupos, inevitablemente —dijo Eda luego de recordar la plática sobre los superpoderes—. Druig, Sprite, Sersi, Phastos, y tú, Ajak, conforman un equipo de Pensadores. Mientras que Thena, Ikaris, Kingo, Gilgamesh y Makkari son la fuerza bruta, sin ofender. Son Luchadores. Y entonces... ¿dónde quedó yo? ¿En el medio? ¿Por qué tengo más poderes que mis compañeros?
—Tú eres una increíble mezcla de poder, Eda —contestó Ajak las interrogantes de la castaña—. Además de pensar en el futuro, también puedes transformarte para luchar por éste, y está bien, no hay nada por lo que debes preocuparte.
—Sólo no lo entiendo.
—No hay nada más que debas entender.
Y la plática se cortó ahí, pues Eda vio que un grupo de Desviantes empezaría a atacar a los vulnerables humanos en un futuro muy cercano. Ella les avisó a sus compañeros. Los peleadores salieron un rato después de esto, listos gracias a la visión de Eda, quien prefirió quedarse a seguir pensando en por qué era, aparentemente, la más diferente entre sus compañeros.
—Ajak ya lo dijo, no debes preocuparte en nada más que el control sobre tus poderes —dijo Sersi, acercándose al verla tan confundida—. Tranquila.
Sus palabras no ayudaron, pero Eda de igual manera las agradeció con una pequeña sonrisa. Aquellas Eternas no tenían ni idea de lo que el futuro les preparaba, de lo realmente importante que ocultaba entre sus oscuras tinieblas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro