Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO CINCO



. · •「 ░╎Expectativas Rotas y Lazos Reparados╎░ 」• · .


Esperé junto a la entrada de la escuela donde Cindy asistía. Tessa me dió el dinero necesario para el vestido y mientras las puertas se abrían y un grupo de niños salió alborotado. Entre ellos, apareció Cindy, con su mochila al hombro y una expresión que no era la que esperaba ver. La niña, que ayer había estado emocionada por comprar su vestido para el baile, apenas levantó la vista al acercarse a mí.

—¡Hola, Cindy! —saludé, tratando de sonar animada. Estaba segura de que un poco de entusiasmo animaría a la pequeña—.¿Cómo te fue en la escuela? ¿Lista para ver vestidos?

Cindy asintió apenas, sin devolverle la sonrisa. Pero traté de ignorar la punzada de preocupación que empezaba a formarse en mi pecho. Tal vez solo había tenido un mal día en la escuela o algo así.

—¿Entonces, ya pensaste en algún color? ¿Algo que te gustaría probarte? Además de las flores que dijiste ayer —pregunté mientras comenzábamos a caminar hacia la tienda.

—No sé... supongo que cualquiera es lo mismo —respondió Cindy, mirando al suelo.

Fruncí el ceño, sin entender del todo la reacción de la niña. Con cada intento de iniciar conversación, recibía solo respuestas cortas y frías, y aunque trataba de no tomar importancia, empecé a sentirme un poco... frustrada.

Finalmente, llegamos a la tienda, un lugar lleno de luces cálidas y colores vibrantes, con percheros repletos de vestidos brillantes y festivos, dignas para el baile de primavera. Miré a Cindy esperando a que mostrara algo de interés, pero la niña solo miraba distraídamente las prendas, sin levantar la mano para tocar ninguna.

—¿Te gustaría probar alguno? —sugerí con una sonrisa alentadora, señalando un vestido color lavanda con detalles de flores bordadas justo como decía.

—No lo sé... —murmuró Cindy, apoyándose en la pared y mirando hacia la puerta.

Me quebró un poco ese comentario.

Respiré hondo, tratando de no dejar que la frustración me ganara. Quería que este fuera un día especial para ella, algo que recordara con una sonrisa. Pero su actitud me estaba haciendo difícil mantener el ambiente ligero y agradable y ponía a prueba toda mi paciencia.

Suspiré suavemente mientras caminábamos hacia la siguiente tienda. Habíamos recorrido ya tres boutiques y, en cada una, Cindy mostraba la misma expresión distante. Esperaba a que ver distintos colores y estilos llamara la atención de ella, que quizá un vestido en especial lograra animarla un poco, pero apenas respondía, y cada vez parecía más ensimismada.

Entramos a otra tienda llena de vestidos que relucían bajo las luces y estaban dispuestos como si esperaran ser elegidos para un momento especial. Decidí no rendirme e intenté señalar algunos modelos, desde uno esponjoso en tonos pastel hasta uno más sencillo en azul marino. Pero la reacción de Cindy no cambiaba.

Ya estábamos en la quinta tienda y la actitud de ella seguía siendo monótona y apagada.

—¿Y qué tal éste? —dijo con un tono suave, intentando esconder mi inquietud.

Cindy apenas alzó la vista. Miró el vestido por un momento, pero su expresión seguía fría y sin emoción.

—Da igual, Tessa elegiría algo mejor —dijo, encogiéndose de hombros.

Ese fue el colmo. Las palabras de Cindy... su indiferencia... su falta de interés... Todo explotó dentro de mí...

—¡Por favor, Cindy colabora un poco! —le grité, incapaz de contenerme más—. ¡He estado todo el maldito día intentando ayudarte, pero parece que nada de lo hago importa!

Ella levantó la mirada, sorprendida, y me di cuenta demasiado tarde de lo que había hecho. Sus ojos empezaron a lagrimear, pero no dijo nada, solo apartó la vista rápidamente mientras apretaba los labios.

El nudo en mi garganta era inmediato. Quería retractarme, pero las palabras ya habían salido.

"Soy una horrible persona..."

—Lo siento... —murmuré torpemente, sin saber cómo enmendar el daño. Pero Cindy no respondió, simplemente se quedó quieta, mirando al suelo.

Después de mi explosión, salimos de la tienda en completo silencio. No supe qué más decir, ni siquiera cómo mirarla. Caminamos hasta un banco en un parque cercano, donde Cindy se sentó sin decir palabra, abrazando su mochila.

Me senté a su lado, pero la distancia entre nosotras se sentía enorme. Ella seguía mirando al suelo, y yo... no podía evitar sumergirme en mis propios pensamientos.

Recordé la emoción en los ojos de Cindy el día anterior, cuando me contó sobre sus dibujos, sobre su hámster, sobre cómo Tessa le había prometido ir juntas a buscar su vestido. Esa emoción que ahora parecía haber desaparecido por completo, en su lugar solo era lágrimas contenidas y una expresión de tristeza que yo misma había provocado.

"Soy un desastre", pensé.

Quería que este día fuera especial, que Cindy pudiera sentirse feliz, y lo arruiné por completo.

Pero de repente, escuchó una voz familiar.

—¡¿J?! —alcé mi mirada era Noah que venía acompañado de una chica de cabello morado, era Uzi.

—¿Noah? —pregunté sorprendida, mientras Noah sonreía ampliamente.

Él dirigió su atención a Cindy, que seguía abrazada a su mochila, distraída y sin mucho ánimo.

—¿Ella es... Cindy? —preguntó Noah, inclinándose ligeramente y sonriendo—. ¡Wow! Eres prácticamente una mini-Tessa, ¡qué adorable eres!

Cindy levantó la vista y asintió con una pequeña sonrisa, aunque rápidamente volvió a su expresión indiferente, mirando hacia el suelo. Sin embargo, sus ojos mostraban un pequeño destello al ver a Noah.

Solté un suspiro, y al notar mi angustia, Noah me miró.

—¿Pasa algo? —preguntó, con una ligera preocupación.

Suspiré antes de responder en voz baja.

—Es que... —me acerqué a Noah—. Cindy estaba tan emocionada por ir de compras ayer, pero hoy ha estado tan... apagada, distante. Y... —me detuve brevemente estaba frustrada—. Al final terminé gritándola... — mis ojos empezaban a humedecer, pero Noah sonrió, dándome un toque de tranquilidad.

—¿Por qué no me la llevo un rato? —sugirió Noah—. Me la llevaré a donde estan los juegos y tengo el presentimiento de que le haría bien un poco de aire fresco.

Dudé si era buena idea, pero sedí, no soy mucha de aceptar la ayuda mi hermano pero hoy estaba agradecida por su apoyo. Noah extendió su mano hacia Cindy, quien, aunque reticente, finalmente se levantó y se dejó llevar hacia el parque.

—Vámonos, peque.

Mientras los observaba alejarse, Uzi, que se había quedado junto a mí, me miró con una sonrisa curiosa.

—¿Sabes? N habla mucho de ti y de lo responsable que eres, aunque no lo admita en tu cara —comentó Uzi con una risa ligera.

Sonreí con un toque de sorpresa, y poco a poco me sentí más cómoda compartiendo su preocupación.

—La verdad es que ha sido complicado. A veces me siento como si tuviera que hacerlo todo bien, y me cuesta aceptar ayuda —confesé.

—Créeme, lo entiendo. Pero es bueno que te apoyes en N; él se preocupa mucho por ti.

Miré cómo Noah y Cindy se alejaban juntos, noté cómo Cindy parecía más animada mientras conversaba con él. Sus labios formaron una sonrisa pequeña y nostálgica.

—Noah siempre ha tenido esa facilidad... Se lleva bien hasta con las piedras —murmuré, sin apartar la vista de ellos.

Uzi rió suavemente.

—Es verdad, tiene algo que hace que cualquiera se sienta cómodo —agregó Uzi—. Parece que es justo lo que Cindy necesitaba ahora.

Asentí, suspirando con un toque de alivio.

Después de casi media hora, Noah y Cindy se acercaron de vuelta, ambos luciendo más relajados, sobre todo Cindy quien por fin sonreía. Noah miró a Uzi y, con una mirada de complicidad, le guiñó un ojo.

—¿Podrías acompañar a Cyn al baño de las señoritas? —pidió, guiñando un ojo. Uzi entendió de inmediato y asintió.

—Claro, vamos, Cindy —dijo Uzi, tomando de la mano de la pequeña y llevándola hacia el tocador.

Mientras ellas se alejaban, Noah se quedó al lado mío. Se quedó en silencio unos segundos, como si estuviera eligiendo bien sus palabras.

—J, quería decirte algo sobre Cyn. Ella realmente esperaba poder pasar el día de compras con Tessa.

Agaché mi mirada, tratando de procesar cada palabra que decía mi hermano.

—Estaba muy emocionada, sabes, y parece que la promesa rota le afectó más de lo que piensas. Es como si... le hubieran quitado algo importante.

Asentí, sintiendo un nudo en la garganta. Recordaba bien cómo había visto a Cindy sonreír la primera vez que mencionó lo del vestido.

—Supongo que no es fácil para ella lidiar con eso... —murmuré, mirando hacia donde Uzi y Cindy habían desaparecido—. Pero entiendo. Yo también estaría decepcionada en su lugar.

Noah sonrió con suavidad, dándome un leve golpecito en mi hombro.

—Estás haciendo un buen trabajo, J.

Me quedé en silencio, asimilando las palabras de Noah mientras el eco de su propia frustración y arrepentimiento la invadía de nuevo.

—Noah, siento que arruiné todo. Tal vez... tal vez nunca debí ofrecerme como niñera —dije con mi voz quebrada.

Noah negó con la cabeza, su mirada firme pero amable.

—J, no lo arruinaste. Cyn está pasando por un mal momento, y sí, extraña a Tessa. Pero eso no significa que no aprecie que estés aquí. A veces, cuando estamos dolidos, no sabemos cómo expresarlo —explicó, inclinándose un poco hacia ella—. Además, creo que puedes hacer algo para darle la vuelta a esto.

Levanté la mirada, insegura.

—¿Qué puedo hacer? Si realmente quería que este día fuera con Tessa, no hay manera de que yo pueda arreglar eso.

Noah sonrió, tranquilo.

—No se trata de reemplazar a Tessa, sino de encontrar algo que signifique tanto para Cyn como esa promesa. Tal vez puedas preguntarle qué quiere hacer realmente o buscar algo que le devuelva esa chispa de emoción.

Fruncí el ceño. Las palabras de Cindy sobre el vestido resonaron en su mente, así como la ilusión que había mostrado ayer. Una idea empezó a formarse en mi cabeza, y, aunque no estaba completamente segura, sentí que valía la pena intentarlo.

—Tal vez podamos buscar un detalle especial... algo que Tessa le hubiera dado si estuviera aquí. Un accesorio o algo que le recuerde que sigue siendo importante para ella.

Noah asintió, complacido.

—Eso suena bien. Pero, J, lo más importante no es el objeto, sino el gesto. Asegúrate de que sepa que, aunque no eres Tessa, estás aquí para ella. Eso es lo que más importa.

Sonreí.

—Gracias, Noah. No sé qué haría sin ti.

—Probablemente andarías regañando a alguien —bromeó, guiñándome un ojo—. Pero, oye, siempre puedo ser tu terapeuta de emergencia.

Ambos reimos suavemente, y sentí que mi determinación volvía. Tenía una nueva oportunidad para conectar con Cindy, y no iba a desperdiciarla.

Cuando Uzi y Cindy regresaron, me arrodillé frente a ella, noté que había recuperado algo de su habitual calidez.

Suspiré profundamente aun estaba nerviosa. Sabía que había manejado mal la situación, y el peso de la culpa seguía apretándome el pecho.

—Cindy... Lo siento mucho por haberte gritado —dije al fin—. No fue justo. Sé que estás triste y yo solo... perdí la paciencia.

La pequeña levantó la mirada, sus ojos aún algo húmedos, pero su expresión más suave ahora.

—No te preocupes... —murmuró—. Solo... extrañaba salir de compras con Tessa. Siempre es divertido con ella, y... pensé que esta vez sería igual. Pero luego se olvidó, y aunque no es su culpa, me hizo sentir que no era importante.

Sentí un nudo en la garganta al escuchar esas palabras. Había estado tan concentrada en intentar que el día saliera perfecto que no había notado cuánto pesaba la ausencia de Tessa en Cyn.

—Entiendo, Cindy. Y te prometo que no estoy intentando reemplazar a Tessa. Solo quería que tuvieras un buen día, porque me importa mucho que estés bien —respondí, colocando una mano reconfortante en el hombro de la niña.

Cyn asintió lentamente, su expresión suavizándose aún más.

—Gracias, Jessica. Y lo siento por no haber sido amable contigo... Sé que intentaste hacerlo especial.

—Oye, Cyn —dije con suavidad—. ¿Te gustaría que termináramos el día de una manera diferente? Hay algo que vi y que creo que te encantaría.

Los ojos de Cindy se iluminaron levemente, aunque todavía parecía un poco insegura.

—¿Qué cosa?

Me levanté y tomé su mano, decidida.

—Es una sorpresa. Vamos.

Con una sonrisa cómplice hacia Noah y Uzi, guié a Cindy de regreso a la tienda donde había visto el adorno. Cuando llegamos, nos acercamos al mostrador y señaló el pequeño accesorio para el cabello.

—¿Es este? —preguntó la vendedora, tomando el objeto con cuidado.

Cindy lo miró con asombro, sus ojos brillando como no lo habían hecho en todo el día.

—Es hermoso... —susurró, casi sin creer que algo tan bonito pudiera ser para ella.

Pagué el adorno con mi propio dinero, no el que Tessa me había dado para el vestido, y luego me incliné hacia Cindy para colocarlo en su cabello con cuidado.

—Ahora sí parece que vamos a un baile de primavera, ¿no crees? —dije con una sonrisa cálida.

Cindy se miró en el espejo, tocando el adorno con delicadeza. Luego, volteó a verme y me abrazó con fuerza, dejando escapar un pequeño sollozo de alegría.

—Gracias, Jessica. De verdad, gracias.

Devolví el abrazo, sintiendo cómo mi corazón se aliviaba un poco. Tal vez no habíamos comenzado de la mejor manera hoy, pero ahora tenía la certeza de que, aunque no podía ser Tessa, podía hacer algo igual de importante: estar ahí para Cindy.






Lunes, antes de navidad, ¡pude mantener mi promesa!

Espero que les haya gustado el capítulo, la verdad, no creí que iba a escribir tanto. Nunca pensé que llegaría a más de 2 mil palabras pero necesitaba desarrollar bien la relación de ambas y el crecimiento emocional de J xd.

Cyn extrañando a Tessa, J frustrada, la ayuda de Santo N xd.

Por cierto, el vestido sí la compraron, por suerte, el adorno que compró J, era un adorno que hacía juego con vestido plateado con adornos de mariposa dignas para la diosa Cyn.

Y como ya vimos la ayuda de N, el otro capítulo veremos la ayuda de V xd, ¿de qué manera? Ya lo tengo pensado. ;)

Muchas gracias por llegar hasta aquí, nos estamos leyendo.

Felices fiestas!







Fifinixx

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro