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Capítulo 42: Como sea, pero para siempre

El sonido de un cuerpo caer al suelo, me bloqueó la garganta e hizo que mi pecho se comprimiera de tal manera que el aire no entraba en mis pulmones. Mi cuerpo no pudo resistir ese ataque y cayó al suelo. Sentía un dolor intenso en mi interior, en mi corazón.

Acababa de matar a Demetrius.

No podía asimilar aún el hecho. Sólo era capaz de oír los alaridos de Petra, insoportables, drásticos y desesperados. No solo eran gritos sino también llantos. Ella estaba llorando por la pérdida de su obsesión, la criatura que eligió para ser su pareja y que manipuló para tal.

De pronto sentí unos brazos que me sujetaban y me alejaban de aquellos gritos desesperados. Aún no era capaz de abrir mis ojos para comprobar quien me estaba cargando pero no necesitaba la vista para saber, mi cuerpo lo sintió cerca.

Era Embrace.

Si él me estaba cargando, eso quería decir que se encontraba bien, que había logrado mi cometido. Así pues, pude descansar en paz...

Demetrius había sido tanto para mí que por eso cometí muchos errores. Yo presentía en su momento que su llegada a mi existencia era por algo en especial, aunque no podía descifrar aún por qué. No era normal que dos especies diametralmente opuestas se encontraran en una noche particular y que ambos experimentaran una suerte de conexión. Él supo que yo significaba algo para él, luego comprendió que era porque me convertiría en su pareja y yo supe que él era mi Eterna Debilidad.

Mi obsesión por él empezó a crecer y confundí muchos de mis sentimientos con amor, porque no era un buen sentimiento lo que yo estaba sintiendo por él. Me estaba dañando a mí misma, olvidando el mundo que me rodeaba y lastimando a criaturas que realmente valían la pena. Una de ellas fue Embrace, el verdadero amor de mi existencia, él único que me demostró lo hermoso que puede ser el amor. Otra fue mi hermano, él temía por mi seguridad y en el fondo sabía dónde iba a terminar todo.

Demetrius fue tanto para mí que no pude controlarlo. Quería tenerlo de tantas formas y en realidad no lo tuve en ninguna. Me cegué, me mentí, me lastimé, traicioné, cambié, sufrí... Quise continuar mi camino, elegí a Embrace pero con la llegada de Demian todo cambió porque la esperanza de formar una familia con Demetrius nació.

Pero nada fue posible.

Yo seguía siendo para él una especie de posesión, no soportaba la presencia de Embrace en mi vida, sabiendo que era alguien muy importante para mí. Se cegó tanto hasta el punto de llegar a lastimarme físicamente por sus celos. Me amó mal.

Siempre existieron los momentos en que creí que todo podía funcionar pero solamente eran provocaciones de mi mente enferma, tratando de crear algo donde no lo había. No había posibilidad entre Demetrius y yo porque no comprendía nuestra relación. El último tiempo intenté alejarme porque experimentaba algo distinto, algo se había quebrado pero él no podía verlo. No registraba que me hacía mal, que me amaba mal. Y era esta diferencia el gran problema, nunca nuestra relación se acabaría porque para él todo estaba bien.

Cuando no lo estaba...

Mi idea nunca hubiese sido terminarla de esta manera. La ausencia de Demetrius me afectará en demasía, a pesar de saber perfectamente que Embrace es el amor de mi existencia. Tal vez no se entienda, es una obsesión y alguien que provocó en mí un profundo sufrimiento, pero no me imagino mi existencia sin él.

Si tan sólo él comprendiera, si tan sólo pudiera estar en mi vida como compañía...

Pero ya no es posible.

Lo había matado.

Cuando abrí mis ojos me encontré en la habitación que ocupaba cuando vivía en el Castillo Real de Mundú. Mi hermano se encontraba recostado en uno de los sillones que decoraban el cuarto. Al moverme para poder sentarme en la cama, él se despertó y me brindó una cálida y hermosa sonrisa.

—¿Cómo te sientes?— me preguntó al acercarse a mí,

—Sedada— le respondí, la calma que afectaba mi cuerpo era tan ficticia como real,

—El médico de la aldea te medicó. No estabas muy bien—,

—¿Y Petra?—,

—No hay señales de ella ni de su padre... Tampoco de Demetrius, se llevó su cuerpo con ella. Los Demonios de la Noche retrocedieron y se llevaron sus tanques con ellos. El Bosque Oscuro ha estado demasiado calmo hasta ahora y creo que lo seguirá estando por otro tiempo más—,

—¿Sinceramente crees que esto ha cesado?—,

—Por el momento estoy completamente seguro. De todas maneras sabes cómo funciona esto. King Shadow verá la forma de eliminar a Demian en algún momento y seguramente utilizará a su hija para tal fin. Pero ella está muy débil en este momento... Increíble lo que hiciste—,

—Estaba la vida de Embrace en el medio— le contesté con un nudo en la garganta,

—Aun así, arriesgaste la tuya también—,

—Somos inmortales, no la estaba arriesgando—,

—No entiendes la dimensión de lo que significa, me parece... ¿No lo estás sintiendo ahora?— me preguntó sorprendido,

—Me dijiste que me sedaron, así que por el momento no estoy sintiendo nada—,

—Deberías sentirlo igual. No hay tratamiento ni medicación que te cure de la oquedad—,

—Siento profundamente la pérdida de Demetrius, de eso no hay duda. Me duele muchísimo haber tenido que recurrir a eso para salvar a Embrace—,

—No confundas emociones con lo que te estoy intentando explicar. Esta oquedad de la que soy preso es una reacción de mi cuerpo y de mi alma por no tener a su Eterna Debilidad. Se trata de una reacción eterna porque nunca será saciada con nada... La emoción que tú estás experimentando es circunstancial, con el tiempo la opacarás y sanarás—,

—¿Qué me estás queriendo decir?— le pregunté extrañada,

—Que Demetrius no era tu Eterna Debilidad—.

¿Cómo podía ser eso posible?

Mi cuerpo experimentaba sensaciones extrañas cada vez que estaba con él, lo podía sentir cuando él se acercaba a mí e incluso cuando se alejaba. El lazo que nos unía era muy poderoso porque además de ser él mi Eterna Debilidad, era mi enamorado. Me había enamorado profundamente de él...

La Profecía del equilibrio. Ella había alterado todo...

La noche cuando experimenté tantas sensaciones juntas, cuando vi a Demetrius por primera vez... Fue minutos después de despertarme del primer ataque de Petra, aquella noche en que lo conocí. Si bien en ese momento no sabía lo que esas reacciones en mi cuerpo significaban, la cara de Embrace me dio la pauta de algo, algo que comprendí después cuando supe que a él le había pasado lo mismo conmigo.

Noche en la que también lo conocí a él...

—Pero esa noche lo sentí... La Profecía alteró todo— le dije a mi hermano,

—¿Por qué creíste que era él tu Eterna Debilidad?— me preguntó Pedro acercándose aún más a mí.

Y sabía a lo que estaba apuntando.

Nunca nadie me había hablado de las sensaciones que te provocaba tu Eterna Debilidad, ni siquiera mi hermano. Yo no tenía manera de saber que todas esas emociones eran por ese motivo. Pensando en esa misma dirección, yo nunca antes había estado enamorada. Pude haber equivocado los sentimientos fácilmente. Sin mencionar que mi destino ya había sido escrito...

—No lo puedo creer...— dije finalmente,

—Y tal vez esa misma confusión hizo que no vieras a tu verdadera Eterna Debilidad—,

—Embrace— expulsé sin pensar,

—¡¿Cómo?!— me preguntó sorprendido mi hermano.

Cuando empecé a alejarme de Demetrius porque comprendía que nuestra relación era imposible ya que nos lastimaba a ambos, empecé a sentir una nueva conexión con Embrace. Mi cuerpo era capaz de percibirlo e incluso era capaz de establecer contacto mental con él.

La puerta del cuarto se abrió lentamente y apareció mi verdadera Eterna Debilidad.

—Escuché voces y entré— dijo con su cálida sonrisa,

—Despertó hace unos minutos. —Le contestó mi hermano levantándose de la cama. —Los dejo solos—.

Pedro se fue de la habitación y Embrace se sentó cerca de mí en la cama.

—¿Cómo te sientes?— me preguntó tomándome de la mano,

—Estoy muy bien, gracias— le respondí apretándole suavemente la suya,

—Yo debo agradecerte. Lo que hiciste por mí, fue demasiado... No creí que...—,

—Mi vida no corría riesgo, no te olvides que soy inmortal— le contesté para que no asumiera una culpa que no le pertenecía,

—No me mientas. Sabías que tu vida no corría riesgo pero sí la continuidad de tu existencia. Pedro me contó cuando estabas inconsciente que la ausencia de su Eterna Debilidad les provoca una oquedad en el alma imposible de llenar. Me contó que es insoportable, la falta de tu madre es una carga, un gran obstáculo que debe surtir a diario... Y tú lo sabías, porque él me dijo que ya había hablado contigo de eso... Así que gracias, no creí que fueras capaz de hacerlo—,

—Estaba tu vida en riesgo, Embrace, haría cualquier cosa con tal de protegerte—,

—Pensaba que el amor que sentías por él era muy fuerte—,

—Lo es aunque no tanto como el que siento por ti—.

Me acerqué un poco más a él para poder mirarlo más cerca a los ojos y sentir la proximidad de su rostro con el mío, de su boca con la mía...

—Siempre lo elegiste a él—,

—Siempre me equivoqué. No supe ver en su momento lo mal que me hacía la relación con él. Me engañaba a mí misma para salvar una familia imposible de armar. Creía que era posible pero la manera de amarme de Demetrius era dañina, imposible—,

—¿Demetrius amarte?— me preguntó extrañado,

—La Profecía del Equilibrio. Ella lo hizo posible—,

—Me encantaría quedarme a tu lado, pero tengo que ir a dar un discurso. —Me contestó levantándose de la cama. —Tengo que reorganizar Mundú—,

—¿Puedo estar presente?— le pregunté dulcemente,

—Por supuesto que sí, después de todo, la aldea se salvó gracias a tu ayuda y la de los demás Haken—.

Embrace se fue de la habitación y me levanté de la cama.

¿Por qué no le contaste?—.

Pronunció la voz de mi hermano en mi cabeza. Otro de los poderes que poseíamos los Haken, además de poder acceder a recuerdos de la memoria a corto plazo. Al establecer contacto mental, Pedro hurgó en mis recuerdos recientes y supo la conversación que llevé a cabo con Embrace.

Me pareció que iba a cargarle un problema—,

¿Por qué dices una cosa así?—,

Era la primera vez que hablábamos tranquilos desde mi transformación y su vuelta a la vida, no me parecía el momento indicado—,

¡Ah! Pero vas a decirle, entonces...—,

Cuando sea el momento correcto, lo haré—.

Cuando salí del edificio en el que me encontraba me sorprendió ver el cambio en Mundú. Si bien aún permanecía en ruinas, el ambiente que se respiraba era otro y la alegría se reflejaba en las rostros de los aldeanos que se estaban ordenando en la Plaza Central para escuchar el discurso de Embrace.

Sentí los aleteos en el aire y mis hermanos se sumaron a mi lado.

—Hiciste lo correcto— me dijo Teo con una sonrisa,

—Supongo que sí... Aún no pude ver a mi hijo para explicarle...— un nudo se formó en mi garganta,

—Entenderá. —Intervino Iris. —Demian es una criatura comprensiva—,

—Puede ser todo lo que quiera pero maté a su padre—,

—Salvaste a Mundú con eso. —Dijo mi hermano. —Es una pena pero fue el sacrificio que tuviste que hacer—.

A pesar de que me calmaban un poco las palabras de mis hermanos, el hecho de que Demetrius no existiera más, y por obra mía, perturbaba mi calma y le daba una punzada de tristeza a mi corazón.

No existía más...

Aún con todo el barullo de los aldeanos, llegué a captar un sonido a lo lejos. Giré mi cabeza y busqué con mi mirada la fuente de tal ruido. A unos cincuenta metros estaba el límite con la aldea Das Dunkel, el Bosque Oscuro.

—Enseguida vuelvo— les dije a mis hermanos.

Pedro me miró extrañado pero le devolví una mirada tranquilizante. Yo sabía que los Demonios de la Noche estarían calmos por un rato. Caminé la distancia necesaria y me acerqué prudentemente al límite con el bosque, entonces la vi.

Salió de la oscuridad y se detuvo delante de mis ojos. Su mirada estaba inyectada en sangre y su aura estaba cubierta de energías negativas y oscuras. Me dolía verla en ese estado sobre todo cuando yo había sido la culpable de su cambio.

—Recibes el don de la inmortalidad a pesar de haber asesinado a una criatura inocente— me dijo con temblor en su voz,

—Nunca fue mi intención matar a Luxor— le contesté,

—No me interesa tu intención, me importa lo que hiciste. Mi hermano ya no existe más— y lágrimas empezaron a correrle por el rostro. Yo atiné a acercarme pero ella se puso a la defensiva y se alejó. —Ni se te ocurra tocarme— me dijo asqueada,

—Perdón— le contesté,

—No te perdono, Shilana Drake. Solamente vine a decirte que disfrutes de esta paz momentánea. Petra ya asumió el poder de Das Dunkel luego de haber matado a tu padre. —Hablaba con una frialdad increíble, pronunciaba las palabras con sed de venganza y odio profundo. —Una vez que logre conseguir el poder que desea, volverá a atacar Mundú y no habrá Híbrido ni Haken capaz de detenerla—,

—La estaremos esperando— le contesté.

Tras mis palabras Coral desapareció en el Bosque Oscuro. Giré sobre mi eje y volví al lugar de reunión de los aldeanos. Aún recordaba la cara alegre de mi mejor amiga, su sonrisa radiante de felicidad y su entusiasmo por estudiar la carrera que había elegido... Era una criatura maravillosa hasta que yo cometí el peor de los errores. Por mi imprudencia su hermano murió y desde ese entonces se convirtió en un ser oscuro y peligroso. No solo dejó de ser quien era sino que traicionó a su propia especie por venganza, se unió a la hija del Amo del Mal... Me dolía enormemente su pérdida.

Coral también había dejado de existir...

En el balcón del Castillo Real aparecieron Embrace junto al General Marcus. Los aldeanos se callaron casi al unísono.

—Bienvenidos a todos. —Exclamó a viva voz Embrace. —Agradezco su presencia aquí porque soy consciente del terrible momento que estamos atravesando. Mundú ha padecido la oscuridad, la tortura, la desesperanza, la muerte, la esclavitud... Nuestra aldea se vio atacada por las fuerzas del mal y luchó con lo que pudo para no verse ahogada con venganza, ambición y poder. Es momento de empezar de vuelta, de mirar a un futuro prometedor, de encarar los días que vienen con fuerza y valentía.

>> Sabemos que esta paz es momentánea, sabemos que los Demonios de la Noche están ganando fuerza y esperando para atacar en el momento indicado pero estaremos preparados, todos nosotros lo estaremos. Han sido días duros y tristes pero he decidido asumir el desafío que implica sacar a esta aldea a flote. —En ese momento hubo abucheos en una parte del público y me imaginé que eran de los ciegamente seguidores de Calandra, en cambio, en la gran mayoría se escucharon los vítores a favor de Embrace.

>> Sé... Sé que esto no será aceptable para algunos pero Calandra Sorcier no puede ocupar el lugar de Reina de este lugar porque ella fue la culpable de eliminar a casi todo el linaje real de la familia Drake e intentaba formar alianzas con nuestros enemigos. —Nuevamente los abucheos se hicieron sentir entre el gentío. —Calandra Sorcier, —exclamó con más fuerza en su voz para hacerse escuchar —se encuentra en la prisión de Mundú junto a su esposo y es custodiada por un grupo importante de soldados. Intentaremos que no vuelva a ocurrir lo que ya todos sabemos, intentaremos que no recuperen la libertad por un buen tiempo. Antes de irme, me gustaría dedicarles un minuto de silencio a todas las víctimas que perecieron. Nuestra especie se vio en peligro de extinción y debemos recordar a todos nuestros hermanos que ya no se encuentran con nosotros—.

No hubo espacio para abucheos ni vítores. Todos guardaron silencio y recordaron a sus seres queridos. En mi mente aparecieron las risas de mi madre, la voz segura de mi padre e incluso la mirada incisiva de Zalander...

Y por supuesto, los besos adictivos de Demetrius.

—Será una etapa dura. —Volvió a retomar la palabra Embrace. —Pero haremos lo posible por llevarla a cabo. Cuento con la ayuda del General Marcus y la Junta de Jerarquía Mayor, y por supuesto, los cuatro Haken que han devuelto la luz a Mundú. —Embrace me miró y me regaló una cálida y hermosa sonrisa. —De todos nosotros depende que Mundú vuelva a ser lo que era antes. Gracias a todos—.

Los aldeanos aplaudieron fuertemente y Embrace, junto al General Marcus, ingresaron al palacio.

—Es hora de que vea a mi hijo— dije en voz alta.

Pedro me dijo que Demian se encontraba en su habitación del Castillo Real y hacia allí me dirigí. No había tenido oportunidad de verlo después de aquel horrible suceso, necesitaba abrazarlo y pedirle perdón por mi accionar, a pesar de que éste, como dijo mi hermano, había salvado a Mundú.

En el pasillo del primer piso me crucé con Embrace, aunque mi cuerpo entero lo había sentido antes no evitó mi sorpresa de verlo... Mi alegría de verlo.

—Muy bueno el discurso, los aldeanos te van a acompañar— le dije sonriéndole,

—Será una tarea dura...—.

Embrace se me quedó mirando un rato sin poder pronunciar palabra, así se quedaba cuando me quería decir algo y no se animaba a hacerlo.

—Lo vas a poder hacer— le contesté y me acerqué a él.

Tomé su mano y lo miré a los ojos. Traté de brindarle calma, que se sintiera cómodo y me pueda decir aquello que lo atormentaba.

—Te estaré eternamente agradecido por tu gesto— me dijo,

—No tienes por qué. Quise salvarte e hice lo que pude por hacerlo—,

—Nunca dejé de amarte, Shilana, ni cuando estuve con Allegra. Si te abandoné fue porque sentí que jamás iba a poder pelear contra el amor que sentías por Demetrius. No porque no creyera en tus palabras, sabía que en alguna parte de tu corazón me amabas pero se notaba tanto que el lazo que te unía a Demetrius era tan poderoso que nadie iba a ser capaz de romperlo... Tú estabas unida a él de por vida...—,

—No era así—,

—¿De qué hablas?— me preguntó extrañado.

Había llegado el momento de develarle la verdad que hacía poco me había enterado.

—Es cierto que la Profecía del Equilibrio nos unió pero... ¿Recuerdas la noche que nos conocimos?—,

—Sí, claro. Fue la noche en que Petra te atacó por primera vez... La misma noche que conociste a Demetrius—,

—Creo que no fue casualidad que los conociera a los dos esa misma noche. Tú comprendiste enseguida lo que me estaba pasando, porque te había sucedido conmigo...—,

—No entiendo—,

—Mi Eterna Debilidad no era Demetrius—.

Embrace se quedó estupefacto. A pesar de estar en uno de los pasillos del Castillo Real, su mente vagaba por otro lado, seguramente pensando en mis últimas palabras y trayendo recuerdos del pasado, memorias de aquella noche tan especial para ambos...

—Estabas tan segura...—,

—No tenía por qué estarlo. La verdad era que nunca antes había experimentado algo así, ni a mi Eterna Debilidad ni al amor. Los confundí. A través de mis visiones constantes me generé una idea de lo que podían significar, me obsesioné con ello y cuando finalmente lo vi y experimenté lo mismo, creí que se debía a que había encontrado a mi Eterna Debilidad. Pero la realidad era que estaba al lado mío y no fuera de mi casa—,

—¿Por qué no me sentiste antes?—,

—La Profecía confundió todo. Sólo quería que supieras eso—.

Le solté la mano y continué mi caminata pero su voz me hizo detener.

—¿Cuándo lo descubriste?—,

—Hablando con mi hermano, recién, hace unos minutos. Debería estar padeciendo la oquedad del alma por la pérdida de mi Eterna Debilidad y no la estoy sintiendo. Sí la tristeza y la pérdida de alguien muy importante para mí, pero Pedro me dijo que es algo mucho más intenso que eso, insoportable. Yéndonos atrás en el tiempo descubrí a qué se debía—.

Embrace se volvió a quedar sin palabras aunque no me quitó la mirada de encima.

—Me elegiste— dijo finalmente, y pude notar que su voz tembló, como cuando estás a punto de llorar,

—No es algo que controlemos, Embrace—,

—No me refería a eso... Cuando mataste a Demetrius no lo sabías. A pesar de saber quién era él para ti y del amor que sentías por él... Me elegiste—.

Entonces se acercó los pocos centímetros que nos distanciaban y con uno de sus brazos por mi cintura, me acercó a su cuerpo para poder sumirnos en un profundo beso. Nos abrazamos y volvimos uno en ese momento. Siempre había amado a Embrace, siempre supe que era él la criatura con la cual tenía que estar porque él era mi equilibrio, quien llenaba mi corazón y daba alegría a mi existencia.

Siempre lo supe, solo que mi amor y obsesión por Demetrius me tiraban para el lado opuesto. Nunca había podido "elegirlo" pero fue cuando sentí que podía perderlo que me di cuenta. Cuando se alejó de mí, cuando se unió a Zalander y finalmente cuando estuvo a punto de morir que mi alma no pudo soportarlo. Embrace era la criatura para mí.

Embrace era el amor de mi existencia y mi Eterna Debilidad.

—Te dejo ir a hablar con tu hijo— me dijo al separarnos,

—Tengo que explicarle algunas cosas— le contesté,

—Ya tendremos tiempo para nosotros... Una eternidad por delante—,

—Para siempre— le contesté y nos besamos nuevamente.

Tomé una fuerte bocanada de aire y abrí la puerta de la habitación de Demian. Él se encontraba parado al lado de la ventana, observando la oscuridad nocturna. Se sorprendió al verme pero le costó un segundo reaccionar, luego corrió hacia mí y me abrazó fuertemente. Mis lágrimas corrieron por mi rostro, llanto de felicidad porque ese abrazo quería decir que no estaba enojado conmigo, quería decir que me perdonaba.

—Estoy tan feliz de que estés viva, madre— me dijo aún con su rostro sobre mi pecho,

—Y yo de poder tenerte entre mis brazos, hijo—.

Permanecimos de esa manera un rato más y luego nos sentamos al borde de su cama. Me miraba feliz y con una gran sonrisa como si no sintiera la pérdida de su padre.

—Quería explicarte qué fue lo que sucedió, Demian—,

—No tienes por qué, madre, entiendo perfectamente. Tenías que salvar a Embrace—,

—Si hubiese habido otra forma...—,

—Lo sé, madre. Sé perfectamente lo que sentías por mi padre, después de todo éramos una familia—,

—¿Qué quieres decir con eso?—,

—Los lazos Demoníacos son muy fuertes, los familiares quiero decir. Lo que uno experimenta lo siente el otro, de la misma forma que le sucede a las parejas, así también a toda la familia. Es una forma de protegernos. Y aunque no sentía con tanta fuerza aquello que tú sentías por mi padre, porque eres mitad Ángel y mitad Demonio, era suficiente para comprender. Como así también lo que mi padre sentía por ti—,

—Lo extraño mucho y me duele tanto... Me encantaría poder explicarle... Su sorpresa me dolió mucho, se quedó quieto sin hacer nada, seguramente no pensaba que lo iba a hacer—,

—¿Por qué piensas eso?—,

—Por sus ojos...—,

—Yo creo que mi padre comprendió perfectamente lo que te pasaba en ese momento, porque él te amaba profundamente. O para su comprensión, te necesitaba muchísimo. Tal vez comprendió tarde lo que era la esencia de la pareja Demoníaca y por eso mismo no hizo nada cuando te vio con el arma—,

—¿Esencia de la pareja?—,

—Para algunos Demonios de la Noche, pareja no quiere decir estrictamente eso, no tiene que ver con un lazo de dos criaturas que se aman. Suele pasar a menudo que se enamoran mutuamente pero no siempre es así. La esencia de la pareja Demoníaca es encontrar al otro, comprender que el mundo no fue hecho para vivir en solitario ni para aprovecharse de los dones que le fueron otorgados.

>> La fuerza de los Demonios no sirve si no tiene a otro par, a alguien que le haga recordar quién es y por quien existir. Mi padre malinterpretó esto y pensó que la única forma de tenerte a su lado era como su pareja "enamorada" y que nadie más te pudiera tocar.

>> Tal vez lo comprendió tarde, tal vez en ese momento se dio cuenta de tus verdaderos sentimientos por Embrace, de lo que él significa en tu vida y también de lo que significa él en la suya. Sé que siempre lo odió pero eso fue antes de comprender. Cuando lo hizo se dio cuenta que él te daba felicidad y vida, y él te necesita de esa manera. Lo único que mi padre necesitaba era tenerte a su lado, como sea, pero para siempre—.

Era una hermosa posibilidad. Si tan sólo tuviera la certeza... Si Demetrius realmente había comprendido aquello quería decir que al momento de su muerte me dejó hacerlo, su quietud se debió a la aceptación y no a la sorpresa. Tal vez había comprendido lo que Embrace significaba para mí y él deseaba verme feliz, aunque no pudiera permanecer a mi lado. Y tal vez en su último momento de vida había cambiado, había dejado de ser egoísta y me había amado sinceramente.

Pero... No había una certeza.

—¿Y cómo estás tan seguro?— le pregunté,

—Porque era mi padre—.

Mi hijo volvió a abrazarme y me regaló una hermosa sonrisa. Su cara tuvo una expresión de dolor y me asusté.

—¿Qué sucede, hijo?—,

—Nada, solo que me duele la cabeza. Fueron muchas cosas las que pasamos estos días—,

—Sí, eso es verdad—.

Luego de sus palabras sentí un ruido fuera de la ventana. Me levanté de la cama para acercarme a la misma y poder ver a qué se debió pero Demian me detuvo.

—Hace mucho que no comemos juntos— me dijo,

—Vayamos a la cocina, entonces—.

Nos tomamos de la mano y nos fuimos de la habitación. Aunque no pude comprobar el sonido, estoy segura de que fue un aleteo.


FIN.-

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